miércoles, 30 de julio de 2025

La vieja casa


La vieja casa

Siempre me habían gustado las cosas que pudieran albergar algún tipo de misterio. Había una casa, ya vieja, no antigua vieja, se le veían desconchones, estaba en el camino, por él que pasaban los autobuses, bueno, entonces se llamaban, coches de linea.

Yo, miraba para la casa ensimismada, cuando iba al baile con mis amigos y amigas, los demás se reían. Pero yo quería saber que había en la casa, que guardaba

Un día años más tarde yendo en el coche con unos familiares, decidí pararme y explorar, la verdad no había mucho que explorar, la casa estaba casi al borde la carretera, tenía un bajo, en el que seguramente tiempo atrás estuviesen las cuadras, la puerta era de estas medio partidas, es decir que se abre la hoja superior, y, la inferior queda cerrada

Después se veía un piso superior, ya que tenia un balcón cerrado con una puerta que en su día, había estado pintada de blanco. Y que tenía un cristal roto

Rodeando la casa, había un pequeño huerto y jardín mustio y seco, y, un pozo tapado, que ignoro, si daba agua

Aun no había teléfonos móviles, así que pedí a mi primo Andrés que le hiciera una foto con su cámara, a lo que se negó alegando que aquello era una propiedad privada, y, nadie nos había dado permiso

A mí me parecía absurda su idea, pero no tardo en aparecer un hombre mayor que nos pregunto

¿Les gusta la casa, no querrán comprarla?

Yo, lo miré y respondí, bueno dependerá del precio

Pues sabe que les digo, que no lo hagan, esta casa está maldita, si la compran, empezarán a sucederles desgracias, males sin cuento, pues la habita el diablo

No pude evitarlo, y me eche a reír. Le dije que no me importaba, fregaría los suelos con sal y agua bendita

No, se ría joven, respondió el anciano, esta casa está aquí para atrapar a los incautos, por las mañanas temprano no está, y, por las noches después de las 3 de la madrugada tampoco.

Ya tuvo compradores y, ocupas pero de ninguno, se volvió a saber nada, solo que a sus familias, además de su perdida, les sobrevinieron las desgracias los males sin cuento.

Vamos por favor, señor que estamos en 1985, y, habla usted como si estuviésemos en la edad media, qué pasa que la casa se va a la discoteca, o al salón de baile. Por cierto me llamo Berta, cual es su nombre, mi nombre era Miguel, ahora soy uno que precisa oren por él.

Vaya su nombre era Miguel, que pasa, que se lo cambió, pues es bien bonito.

No, me lo cambié los nombres que tenemos en este mundo, es mientras estamos vivos, y, yo no lo estoy, la casa me mato, y llevo a mis padres a la locura

Ni que decir tiene que no creía nada, pero no podía evitar un hormigueo extraño, una mujer apareció cruzando la calzada con cuidado, venía de una de las casas del otro lado.

Qué hacen aquí solos mirando como pasmarotes, si el coche de linea, tiene que girar por algún motivo, los mata, váyanse, aquí no se les perdió nada, si fuesen mis nietos, los calentaba

En el coche no volví a tocar el tema, con mis parientes, ellos también se habían impresionado, pero había algo que yo quería, comprobar, sí era cierto que la casa desaparecía.

Sí ya se que no tiene ni pies ni cabeza, lo de las 3 de la madrugada, me era fácil ya que un vecino que era guardia civil, solía cuando tenía guardia, hacer aquella ruta, precisamente a aquella hora.

Así que le pregunte, que opinaba de la casa vieja. Se sorprendió, allí no había ninguna casa vieja, lo que hay son los restos de un viejo cementerio familiar, incluso en una de las tumbas, se lee a un un nombre Miguel, y, una fecha 1820-1839, nada más

Aquella respuesta no me hizo gracia, y decidí preguntar a otra persona, que iba a trabajar por esa zona muy temprano, si se había fijado en la casa, la respuesta fue la misma que la de mi vecino, el guardia civil, no había tal casa

Pero cada vez que íbamos al baile, o a cualquier otro sitio allí estaba provocadora, un día yendo con unos amigos en el auto, mi amiga Ricarda, dijo que casa, tan simpática, por qué no bajamos y exploramos

No, dije gritando mejor empieza a rezar el Rosario, lo necesitamos, y ofrece un misterio por Miguel

Mi amiga se sorprendió, pero empezó a rezar y de pronto un apestoso olor a azufre lo invadió todo, miramos hacía la casa, ya no estaba.

Pero sí vimos un jardín muy hermoso, y un joven que nos sonreía y subía por unas escaleras, que como cristianas sabíamos a donde iban y que el joven era Miguel, el anciano difunto que me había pedido ayuda.

Desde entonces he dejado de curiosear las casas viejas que me encuentre en el camino.


Fin


El abuelo

 El abuelo 

Rosa vivía con su hijo Óscar de cinco años, junto con un perro y un gato. Ella trabajaba como maestra infantil, en una escuela a la que iba su propio hijo. Todos en el pueblo; bueno casi todos creen que Rosa es viuda, salvo sus doctoras la suya personal y, la pediatra de Óscar, también la directora del colegio y algunos compañeros. Por supuesto su peluquera y amiga Lucia, y, el padre Javier 

A Rosa le encanta el pueblo, porque es eso un pueblo tranquilo, en su barrio hay una zona a la que accede desde su casa con bancos, columpios y un jardín desde el cual se ve el mar

A Óscar le gusta jugar allí con otros niños y, sólo. Rosa puede vigilar lo por la ventana. Al niño le gusta hablar con las personas mayores. Rosa sólo le ha prohibido una cosa que “Diga donde vive, que coma cualquier cosa que le den, ni un caramelo, y que no se vaya con nadie ni dos pasos”. Bueno también confía en Andrés el policía del barrio.

Óscar suele llevar un pequeño bocadillo y una fruta que come en el jardín, la mayoría de las veces, regresa con todo a casa, pero desde hace una semana no solo se lo come todo, sí no que le ha pedido a Rosa, que le ponga dos bocadillos, una botella con leche y la fruta. Y, se lo come todo y luego en casa come igual 

A Rosa no le cuadra y expía. Allí está Óscar hablando con un hombre mayor, era para el anciano para quien el pequeño pedía la comida 

Así que aquella noche al acostarlo, después de rezar sus oraciones le pregunta por él anciano 

El niño le dice que es el abuelo, que está solo y, tiene hambre, porque no tiene casita 

Rosa le recuerda que él no tiene abuelos a lo que él pequeño responde que ya lo sabe. Pero le llama abuelo porque es mayor y está solito.

Desde entonces Rosa, le prepara al niño unas meriendas más grandes 

Y, una mañana en que no había colegio decidió ir a conocer lo. Pensando en ofrecerle que viviese con ellos.

Pero al estar frente a él; se le escapó un grito, padre, ¿Qué hace usted aquí?

El viejo hizo ademán de levantarse, pero ella le indicó que no se moviera, ella se acercaría

Después sentada a su lado en el banco le preguntó, cómo había llegado a esa situación. Cuando él y su esposa, es decir la madre de Rosa, le dijera que o, aceptaba ir a Londres a solucionar el problema, el problema ahora se llamaba Óscar, o se iba de casa. No podía manchar el nombre de la familia, eran una buena familia, miembros activos de la iglesia, tenía dos hermanas y un hermano menores que ella, una hermana casada con un abogado madre de dos adolescentes que era quien se ofrecía a correr con los gastos de la solución del problema. En el extranjero para que no se enterasen las amigas con las que iba a las manifestaciones pro vida

Luego estaba su hermano mayor Pedro casado con un niño, que pensaba como todos. Excepto Rosa, ella les dijo que jamás aceptaría su propuesta, lo que llamaban problema era su hijo o hija, les pidió que no la mirasen como a una cualquiera, el niño que iba nacer era hijo de su prometido quien de no haber muerto en la guerra en Afganistán, se habría casado con ella

Suplico a sus padres. Pero estos fueron inflexibles, y, Rosa metió sus pocas cosas en una maleta y se mudo a una pensión de allí lo haría a un pequeño apartamento alquilado, donde nacería Óscar, y cuando el niño tenía dos meses al pueblo donde se encontraba ahora

Y, ahora estaba hablando con el padre que la había echado de casa

.-Dígame, qué fue de su esposa, y, porque está usted en esta situación 

“No, me trates de usted, soy tu padre, no digas”su esposa”, di, “mi madre”

.- Lo trató de usted por respeto a su edad, usted y su esposa dejaron de ser mis padres cuando me echaron de casa. Por cierto el niño que le trae la comida es el problema, que ustedes querían solucionar, y ahora por favor responda a las preguntas que le hice 

“Tú madre murió, tus hermanos me convencieron de pasarles la casa, el chalet y la titularidad de la empresa familiar como donación y poner mis cuentas a su nombre, al principio todo siguió igual, pero un día aprovechando que me caí en la cocina, me convencieron de ir temporalmente a una residencia privada, cuando quise volver a casa, no tenía casa porque la habían vendido 

Me marché de la residencia, cuando la pandemia les murió mucha gente, no digo que la matasen ellos, pero tampoco digo que no

Con mi pensión poco puedo hacer, cuando hace mucho frío duermo en una pensión, y, si no en el jardín 

.- Vine con el propósito de proponerle, vivir con nosotros. Pero no puedo, tampoco le voy dejar en la calle, le buscaré plaza en una residencia de La Iglesia, o del Estado, mientras va a vivir usted en una pensión, donde también comerá yo pagaré todo. Y, una cosa el niño no puede saber que es su abuelo

Dos meses más tarde. Don Lisandro iba a vivir con las hermanitas. Rosa lo visitaba todas las semanas, poco a poco su corazón se abría al perdón 

Un día pidió consejo al padre Javier.

Y, el joven sacerdote le aconsejó, perdonar a su padre, le dijo que pensara en el padre del hijo pródigo 

Rosa se rió y le dijo a Javier que Óscar no se había ido que hablaban del padre de ella, y, Jesús no había hablado de nada parecido 

Javier sonrió y le dijo. “Tú Rosa eres ahora en cierto modo madre de tu padre”

Rosa aceptó el consejo. Sería el día de la primera comunión, de Óscar

Tanto Óscar como el abuelo Lisandro se alegraron mucho, el niño sobre todo al saber que era su abuelo de verdad, un día tanto Rosa como Lisandro le contarían la verdadera historia, aquella noche en la cena familiar, Rosa volvió a llamar a su padre, “papá”

Un año después su padre le dijo que se había encontrado con su hermana mayor, se había separado porque su esposo la maltrataba, vive en un piso de acogida. Pero si tú quieres podría vivir en el ático

No, papá 

Lisandro pidió el apoyo al padre Javier 

Pero Rosa no cedió 

“ El padre de la parábola acogió a su hijo no a los gorrinos que cuidaba”

Lisandro y Javier no han perdido la esperanza de convencerla en acoger a su hermana 

¿Lo conseguirán?

Bueno esa es otra historia, la de la hermana 

Está es la historia del abuelo

Fin




martes, 29 de julio de 2025

El veneno

 El Veneno 

Todos los veranos la familia de Clara y sus hermanos iban a la aldea de los abuelos.

A los pequeños les encantaba convivir con sus abuelos, acompañar a los tíos y primos con las ovejas y las vacas. Jugar con los otros niños del pueblo. 

La aldea estaba enclavada en el Pirineo aragonés 

Sus casas o casonas de piedra con grandes balcones y ventanas en las que reflejaba el sol, y los instrumentos de labranza, la ropa tendida al sol, al clareo, las gallinas y otras aves saliendo libres del corral, las mujeres sacando las sillas a media tarde para conversar…La voz de los animales en las cuadras, el crepitar del fuego en “el hogar” donde se hacía la comida 

Los gallos cantando desde bien temprano 

Clara ya había salido de la infancia, tenía 15 años por eso sus charlas con la abuela Elodia, eran más serias

Aquella mañana en la cocina mientras desgranaba unas mazorcas de maíz. Clara preguntó a su abuela 

.- Abuela me he fijado en la casona grande parece abandonada, hasta da miedo. Cuando era pequeña siempre estaba llena de gente, aunque los niños no jugasen con los niños del pueblo, ni con nosotros. Qué les pasó abuela

Abuela.- El veneno acabó con ellos, y casi con el pueblo entero 

.-El veneno abuela, tal vez setas venenosas

.- No, algo más letal que el veneno, la calumnia. Una vecina del pueblo que gracias a La Virgen del Pilar ya no vive en el pueblo porque la echamos. Contó en todos los sitios donde pudo que la señora joven de la casa, era infiel a su esposo que cuando bajaban a Teruel se veía con su amante un hombre casado de aquí del pueblo, en la casa de los familiares que venían en el verano a pasar unos días con ellos. Añadió que seguramente el hijo mayor de doña Obdulia, no fuese de su esposo, sí no de su amante, y que si no había más niños era porque su suegra Doña Elodia, sabía mandar “angelitos al Cielo”, que sabía que ayudaba así a muchas mujeres

Clara.- abuela eso es horrible. ¿De verdad hacía algo tan horrible Doña Elodia?

Abuela.- No, claro que no, Elodia era una buena mujer, que miraba a los demás un poco desde arriba, porque decía que ellos eran nobles, pero eso no impedía que si alguien la necesitaba o los necesitaba no ayudasen, su nuera Obdulia era una buena madre y esposa. Yo, las defendí, recordé a las demás mujeres que también las había calumniado a ellas, pero la calumnia es un veneno muy poderoso.

Primero la familia que venía a veranear que eran sobrinos de Elodia por parte de su esposo, dijeron que seguramente iban a su casa a ver se, cuando ellos no estaban, ya que tenía llave, ellos también las tenían de la casa grande, se las devolvieron en medio de la plaza del pueblo

Y, no volvieron más yo seguí defendiéndolas, pero el veneno seguía actuando, muchos dejaron de comprar sus vinos y sus quesos. Por suerte Germán el esposo no creyó nada. Tanto Elodia como Obdulia ayudaban en la iglesia, una como catequista y otra como lectora. Pues bien no faltaron personas que amenazaron al cura, unas con no venir a la iglesia, si seguía Elodia de lectora, otras de no mandar los niños a catequesis sí Obdulia seguía de catequista 

Clara.- Qué hizo el cura

Abuela.- Don Lisandro les afeó su conducta, recordó que la calumnia era igual que el asesinato o peor si cabe, por supuesto dejó bien claro que no iba ceder a sus amenazas, y, no cedió pero ellos sí lo hicieron iban a misa el domingo a Teruel

Entre los del pueblo también había recelos, no todos habían creído la calumnia, pero otros sí y otros dudaban. 

Elodia, su hijo Germán y Obdulia con los tres niños se fueron para un pueblo de Barcelona, de donde era Obdulia y la casa grande quedó vacía

Otros vecinos y yo, pedimos al cura que dijese a “la víbora”, que se fuera del pueblo. Pero el cura no podía hacer lo 

Así que una noche rodeamos su casa y le dijimos que si al día siguiente no empezaba a preparar las cosas y largarse del pueblo la quemaríamos viva, a ella su familia y los animales no tenían culpa

Nos respondió diciendo que, “ éramos malos cristianos, amenazar con la muerte a una mujer” que matar era pecado 

Benito el maestro dijo 

“Vaya se sabe los mandamientos, bueno al octavo no llegó”

Ella y los suyos vendieron los animales y se fueron lo sentí por sus hermanas y por su madre, así como por sus hijos y sobrinos, pero no había otra solución, ella también había manchado a los suyos

Clara.- Pero no vi más casas vacías que la de Doña Elodia

Abuela.-. Bueno es que ahora la ocupan dos familias de Ucrania, buena gente y mejor aún, cuando sepan hablar en cristiano 

Huye Clara de la murmuración y la calumnia, no creas más que lo que veas y de lo que ves duda el cien por cien si mancha la honra de otros. Recuerda que el peor veneno no es el de las víboras, es el que destilan algunos labios humanos.

Con un veneno o un arma puedes acabar con la vida de una persona, pero todos vamos a morir algún día

Con la calumnia matas su fama, su honor y como dice Don Pedro Calderón de La Barca 

“El honor es patrimonio del alma y el alma solo es de Dios” (El alcalde de Zalamea)

Clara se levantó, dió un beso a su abuela y añadió voy echar el maíz a las gallinas, y luego a caminar con los chicos del pueblo 

Rosa la abuela sonrió, le sacó el maíz, y le dejó un pequeño puñado, este les llega el otro es para llevar al molino para hacer harina para el pan, y los dulces. Y, por cierto dime, ¿Los chicos del pueblo se llaman Luis?

La nieta sonrió. “ Abuela no se te escapa una”

Abuela.- Es un buen niño, pero los dos sois muy jóvenes disfrutad de los amigos, estudiar vivid vuestra primera juventud que no volverá, caminad e incluso ir al pueblo y a la capital no solos con otros amigos. Aún eres muy joven para medio atarte con un noviazgo, y ahora largo 

Fin










martes, 15 de julio de 2025

Los pecadores van al Cielo


Los pecadores van al Cielo. Relato reflexión

A la pequeña iglesia había llegado, un nuevo párroco, pronto acudieron los vecinos a las Misas que celebraba, y, él buen cura, aprovechaba en todas sus homilías para dejar bien claro, que solo las personas buenas iban al Cielo, los pecadores los malos, iban al Infierno, esto a la gente le encantaba oírlo.

Por eso de que todos en mayor o en menor medida, solemos estar seguros de “nuestra santidad”, y la maldad del vecino. Y cuando hacemos algo mal, no fuimos nosotros, fueron las circunstancias.

Hay que decir también que había personas que no estaban de acuerdo, para nada. Pero el cura se mantenía en sus 13

Los buenos al Cielo, se lo da Dios como premio, los malos o pecadores al Infierno, los manda Dios como castigo

Como en cada Misa, se juntan los tres estados de La Iglesia, los de la Iglesia Triunfante, estaban que bufaban

Algunos como Pablo y Pedro, pidieron permiso al Padre, para ir a cantarle las cuarenta al curita, permiso que Dios Padre, les denego

Qué al Cielo no van los pecadores. ¿Entonces, cómo estoy yo aquí, yo que fui un perseguidor? Grito el Apóstol de los gentiles

Y, yo fui un apostata, dijo Pedro, Yo un adultero asesino, dijo David

Yo, yo…, así cada uno de los bienaventurados exceptuando a María la Señora y Madre, y a José, todos y cada uno nombraban sus pecados sus faltas

Pablo volvió hablar. Tú, dijo dirigiéndose al Amor divino, al Espíritu Santo, me inspiraste, que nada ni Cielo ni Infierno, ni ninguna criatura, podía separarnos del Amor de Dios, manifestado en Jesús que se entregó y murió por nuestros pecados.

Que Jesús, que Tú mi Dios, dijo dirigiéndose a Dios Hijo, a Jesús, me habías amado cuando era perseguidor, y habías dado tu vida por mi, y ahora ese cura imbécil. Dice que los pecadores no van al Cielo

Nos esta insultando, y esta insultando Señor vuestro infinito Amor y Misericordia.

Jesús tomó la Palabra

Tienes razón Pablo, el buen cura olvido sin culpa suya, que al Cielo a nosotros al Padre, a la Ruhah y a mí, nadie viene por sus méritos, sino por los míos, que vuestras obras buenas las hacemos nosotros Tres que somos Uno, que al Infierno solo entra quien lo decide voluntariamente, rechazando nuestro Amor y Misericordia, que

Bueno, me dice mamá, y papá José, que mandé a Gabriel disfrazado de joven repartidos de coca cola, para que vaya junto al cura, y le deje una Biblia, que Tú Ruhacita guapa, harás que se abra donde importa, y por supuesto, Ignacio de Loyola, también ira un libro que hable de algunos de vosotros, contados como erais hasta que os lavé con mi Sangre

Aquel mismo día, pues como sabemos en el Cielo no hay tiempo, el buen cura, recibía la visita de un joven melenudo, pintarrajeado, con percings, que le traía de regalo una caja de coca cola, de un amigo, en la caja, iba una Biblia, y un libro que contaba la vida real de muchos santos

El cura leyó, y lloró al comprobar el Amor y la Misericordia de Dios, y la dureza de su pobre corazón, y dió gracias, porque él se sentía y sabía que era pecador

Aquel día, leyó pasajes del libro, cito textos de la Biblia, y, dejo claro en su homilía y en todas las que dió en su vida que quien va al Cielo, va por Jesús, y por el Sí de La Virgen, quien va al Infierno, va por su No, al Amor y la Misericordia de Dios, y su Si, al Diablo y amiguetes

Que los pecadores van al Cielo. Bueno hay 3 humanos que nunca lo fueron

Jesús, y sus papís, la Virgen María, y San José. Pero es que la familia es la familia.