viernes, 12 de septiembre de 2025

El escaparate

 El escaparate.

Lucia era una muchacha humilde había llegado hacía pocos años del pueblo, y, poco a poco se iba aclimatando a la ciudad. Gracias a la que fuera su señora Doña Adela. Se había colocado en una frutería por las mañanas, excepto los viernes.

Tanto los jueves por la tarde, como los viernes por la mañana echaba una mano en la casa de Doña Adela

Los demás días por las tardes acudía a una academia, donde se preparaba para el certificado de estudios, la vivienda la tenía solucionada ya que Doña Adela le permitia ocupar la buhardilla, con otras sirvientas y comer con todos en la cocina 

En la academia hizo pronto buenas migas con otras chicas, que la invitaron a dar un paseo con ella, al salir clase, y, los domingos al salir de Misa, por la tarde iban al cine, o al baile 

Lucia no podía ella necesitaba dinero para enviar a su familia, pero llegó un momento en que no le quedó más remedio. Y, aceptó ir al cine, y otra para ir al baile. Eso sí, de pascuas a ramos

Su ropa era demasiado humilde, además estaba vieja,y, gastada las otras chicas aunque no fueran a la última moda, no llevaban ropa que parecía a punto de romperse 

Uno de los pasatiempos de las Jóvenes era ver escaparates de moda, mientras comentaban y charlaban y soñaban en alto, pensando en que acontecimiento se pondrían uno de aquellos vestidos 

Lucía tras despedirse de sus amigas, regresaba al escaparate y copiaba algún modelo

Después adquiría retales en una retaleria, o, deshacía una pieza de ropa, que hacía tiempo no se ponía. Y, una noche sí, una noche no, con tijeras, cinta métrica, aguja, hilo y dedal, se iba haciendo algunos de los modelitos, en algunos casos con simpáticos cambios.

A sus compañeras y amigas de clase les decía que era un regalo o bien de sus padrinos, de unos familiares que habían venido de visita etc 

Pero había una persona llena de envidia. La cocinera de Doña Adela. Que le dijo a su patrona, que Lucía no podía andar en buenos pasos, porque su sueldo en la frutería junto con el de la casa, descontando lo que mandase al pueblo, y lo que le costaba la academia, no le daban para estrenar modelos de escaparate cada dos meses y a veces cada mes. “Yo, sí fuera usted Doña Adela, la despedida”

Pero no lo es. Respondió la señora, y, salvo que Lucía le haya dañado a usted en algo. Le aconsejo que se ocupe de sus cosas, o quien será despedida será usted.

Naturalmente Adela, preguntó a la misma Lucia, quien le contó la verdad

Entonces Adela, de acuerdo con su esposo le cedió un piso céntrico, al que amueblo como vivienda y taller de costura, al principio habría sólo 2 máquinas de coser, una para Lucía, y, otra para otra chica que empezaría a coser con Lucía 

En poco tiempo, “Lucía la modista”, se convirtió en una casa de moda, con varios empleados, las personas de clase humilde tenían por poco dinero el modelo que deseaban

Las clases pudientes también, si querían un modelo exclusivo pues Lucía resultó también una gran diseñadora, se les hacía y se les cobraba como una casa de modas de 1⁰ rango, si elegían un vestido hecho a máquina se les cobraba como a cualquiera

Lucia no perdió la amistad con sus compañeras de clase, algunas se convirtieron en sus amigas de verdad 

Fue su taller el que hizo los trajes de novia de las que se casaron, de sus hijas y nietas

También de las dos hijas de Doña Adela, y de algunas amigas. Y, con el tiempo de las hijas de estas

A todos los que la conocían les extrañaba que no trajera a su familia, pero sólo respondía que no podía ser. Aunque ella los visitaba con frecuencia 

Un día decidió contar la verdad a Doña Adela 

Ella no tenía en el pueblo una familia normal, porque ella había sido abandonada en el torno de un convento donde se había criado con otros huérfanos a los que llamaba hermanos, de las monjitas había aprendido el dibujo y la costura 

Como eran muchos y el pueblo había perdido población, ella decidió venir a la ciudad, a trabajar. Y, mandar cada mes algo de dinero al convento que era su familia

Adela se secó una lágrima y preguntó

Por qué no se había casado

Lucia sonrió simplemente porque no he encontrado al hombre “que vista bien mi corazón”, pero soy feliz viendo matrimonios felices. Yo, quien sabe a lo mejor en el asilo de muy, muy viejita encuentro al esposo, “que vista bien a mi corazón”

¿Y, entonces te casarías?. Preguntó Adela 

“No, señora cada cosa tiene su tiempo, y de viejo no hay que perder la libertad”

Fin

viernes, 5 de septiembre de 2025

Abraham una charla

 Abraham una charla 

Relato basado en el patriarca Abraham

Celebrando el mes de la Biblia 

Dios y Abraham tras el sacrificio no sacrificio de Abraham 

Tras ofrecer el Cordero en lugar de ofrecer a Isaac. Abraham se sentó, quería hablar con su Amigo, no entendía lo sucedido 

Dios habla a su amigo Abraham 

Dios le habló, le dijo cómo se le había siquiera haber pensado que le estaba ordenando la muerte de su hijo.

Le dijo que cuando él quisiera la vida de Isaac la tomaría y en paz, no tenía que pedir permiso, ni que se lo enviaran todos los seres vivos eran suyos, él los había hecho 

Abraham responde a su Señor y amigo

Le dice que le entendió le pedía el sacrificio de Isaac allí en el monte Moriah, pero tenía pensado pedir le que volviera a Isaac a la vida, sabía que podía hacer lo y, lo haría 

Eres Dios de vida 

Dios dice a Abraham que entrega quería 

Dios le dice:

“Quería que desde monte Moriah le mostrases las montañas, los valle, los árboles, los gráciles y bellos animales saltando y retozando, el vuelo de las aves

Que de noche le mostrases el Cielo estrellado, que le hicieras ver y tocar el agua del arroyo y la fuente, y, ver la descender como espuma ladera abajo…Y, le dijeses que nada de eso hicieron ni Marduk, ni Isthar, ni Baal, porque ni existen, ni son nada

Yo, El Señor, soy el Único

Y, todo lo hice para ti

Por eso quería que le dijeras que no debe adorarlos. Yo los hice para él, y, solo Yo, no lo olvides Abraham soy, estoy por encima tuya y suya

Pero tú Abraham me confundiste con uno de los ídolos de tu pueblo, a los que éstos pobres ofrecen sacrificios humanos 

Abraham no entiende 

Él había entendido que Dios le había pedido la muerte de Isaac

Dios habla a Abraham de que un hijo de Abraham e Hijo Único suyo. Será Ofrenda perfecta de Amor 

Dios le dice a Abraham

Duele mucho la muerte de un hijo, de un hijo único duele, eso solo se hace por alguien a quien se ama sobre todo, así me amas tú, por eso no dudabas en ofrecerme lo en Sacrificio 

Pues bien Abraham un día, mi Hijo que también será tuyo, nacerá del vientre de mi hija primogénita, también tuya, ese Hijo Único, entregará su vida en este monte, para destruir los ídolos, la muerte, la injusticia. Pero no temas Abraham mi hijo, nuestro hijo en la muerte, será una ofrenda perfecta de Amor 

Abraham pregunta 

¿Tienes hijos?

El Señor le recuerda 

Que cuando recibió a los 3 viajeros se dirigió como si fueran unos solo

Abraham dice 

Señor, perdona mi osadía. Pensaba que tú eras el Único Dios, y me dices que sois 3 Dioses, cuatro con la Diosa tú hija 

La sonrisa de Dios 

Abraham yo soy El único Dios. La hija que piensas es una diosa es de tu semilla humana como tú, y, por ahora Abraham, hay misterios que aún no puedes soportar

No te agobies 

Yo soy Dio, tú mi criatura y mi amigo 

¿Por qué me sigues aceptando por tu amigo?

La Voz de un esclavo. ( Quien toma a su amo, por dormido). Pone fin al coloquio oración 

Amo, amo el esclavo piensa que Abraham está dormido y, lo mueve un poco 

Abraham abre los ojos, se levanta con dificultad le pesan los años 

Sabe, que el coloquio que mantenía con su Dios. Surgirá en cualquier momento su Amigo iniciará la charla. Y, no tiene que subir al monte

Hace tiempo que ha descubierto que Dios está en todas partes por ejemplo en su corazón, en la mirada de su hijo, y, en su esposa Sara, bueno en todas partes.












miércoles, 3 de septiembre de 2025

El viento

 

El viento 

Luisito estaba contento y triste. Contento porque estaba con su abuelo Jorge en Louisiana en la ciudad de Nueva Orleans, triste porque se había tenido que separar de su madre y sus dos hermanos de Katy y de Tico, sus hermanos, a su papá también lo echaba de menos, pero se alegraba de no estar con él, su papá le pegaba cuando bebía mucho que era a menudo, también le pegaba a su mamá. A quien sí sentía dejar de ver era a Rosalía la novia de su papá 

Sus padres se iban a divorciar y, por eso él había ido a pasar un tiempo con el abuelo, bueno lo habían enviado sus padres 

El abuelo Jorge le hizo un gran recibimiento; lo llevo a pasear y conocer el barrio francés

Lo llevó también a visitar uno de los cementerios católicos le contó que como los neo orleaneses, eran cristianos la mayoría cristianos católicos

Celebraban los entierros como una fiesta el difunto era conducido al cementerio en carroza de caballos, con música, como queriendo festejar la acogida que el buen Dios le haría en el Cielo

También le explicó el abuelo Jorge, que su papá como estaba casado no podía tener novia así pues Rosalía no era la novia de su papá era su amante.

Al cuarto o quinto día de estar allí hubo un aviso de tornado, y, Luisito ayudó a su abuelo a subir las cosas más importantes a uno de los pisos superiores pero más seguros, también a preparar sitio para algunos vecinos que no tenían viviendas seguras, y, como no tampoco olvidaron a los perros y gatitos que pudieron, después vino clavetear ventanas pertrecharse de radios y pilas para estar informados, escribir una lista con lo que cada persona debería hacer, y, llevar alimentos

El tornado fue muy fuerte, se escuchaba su “voz”

Al segundo día supieron por la radio que volvía la normalidad, había habido muertes que aunque la radio dijera que no eran muchos sí lo eran porque eran seres humanos, algunos de los vecinos que habían compartido casa con ellos tenían la suya destrozada, por eso él abuelo Jorge los invitó a quedarse, hasta que el Ayuntamiento les arreglase o diese otra vivienda

Llegó el día del funeral solemne pero el abuelo lo llevó a una capilla sencilla con poca gente, allí asistirían a Misa y se unirían en espíritu con el funeral en la catedral, al fin y al cabo Jesús era el Único protagonista en ambos 

A la salida de la Misa, el niño preguntó a su abuelo, porque Dios mandaba el viento malo, tornados, huracanes etc

Jorge le dijo, el viento no es malo ni bueno es el mismo aire que respiramos, la brisa que nos refresca, el tornado causó daños, pero también bienes purificó el aire, arrastró al río y del río al mar cadáveres de animales y otras cosas. Y, por supuesto Dios no se dedica a mandar tornados, la creación también tiene su albedrío 

A la semana siguiente tuvieron una sorpresa su mamá Celia llegó con sus hermanos y con Rosalía, que ya no era ni la amante de su papá. Había terminado con él cuando lo descubrió intentando pegar a Celia. 

Rosalía no sabía que era un maltratador, no quería que el bebé que nacería en pocos meses tuviera un papá violento

Celia le propuso ir de con ella y los niños a casa de su suegro 

Ambas mujeres se querían y respetaban mucho 

Ya, llevaban dos meses en el país americano cuando recibieron una llamada de Jorge el esposo de Celia, les pedía perdón a todos, había reflexionado, e ingresado en un centro especial donde lo ayudarían a curar se de su alcoholismo y su violencia, para que sus cuatro hijos tuvieran un buen padre 

El abuelo Jorge mientras cenaban y comentaban la buena nueva dijo, ha sido como un tornado un huracán enviado por Dios, todos esperábamos cambios, pero no fueron los que esperábamos tú Celia esperabas tras el divorcio venir té aquí con los niños, tú Rosalía casarte con el hombre del que te enamoraste, y del que llevabas, llevás un hijo dentro. Pero al verlo intentar pegar a Celia rompiste con el, que te amenazó, y fue entonces cuando Celia te propuso venir con ella, aquí nacerá tu hijo

Mi hijo al verse solo ha reflexionado y puesto remedio, fue como un huracán enviado por Dios

Abuelo dijo Luisito Dios no manda huracanes 

Sí, los de este tipo de Viento sí, un Viento que te empuja hacia delante que desbarata tus tontos planes, sin que sepas el cómo ni el porqué así descubres que has nacido de Dios 

Qué viento es ese, abuelo 

El Espíritu Santo, El Viento del Amor de Dios 

Cinco meses más tarde Rosalía daba a luz, a la pequeña Celia.

Dijo Jesús a Nicodemo:

“El Viento sopla donde quiere, oyes su voz pero no sabes de donde viene así es todo el nacido del Espíritu. Juan 3

Fin






 








 








La puerta estrecha

 La puerta estrecha

Aquel país tenía un gran rey, el monarca era justo con todos sus súbditos no hacía distinción entre los súbditos por ningún motivo 

Todos los años organizaba una gran fiesta a la que estaban invitados todos los súbditos. La invitación era libre, los que aceptaban ir y no disponían de transporte, no tenían más que decir lo, y un coche de caballos iba a buscar los y, los llevaba al palacio. También se regalaba el traje de gala a quien no podía costearselo

Todos los súbditos recibían, con la invitación. El recordatorio de que no llevasen regalos

El Marques de Monte Furado. Decidió llevar importantes obsequios al monarca; entendía que los pobres no llevasen nada, bueno en realidad pensaba que no pintaban nada en una fiesta real, pero él era un marqués, como iba presentar se, con las manos vacías

Llegó con grandes cestos llevados por lacayos. Pero al llegar a la puerta principal. El ujier le indicó que aquella entrada era solo para la familia real; los invitados deberían hacerlo por una puerta lateral 

Pero cuando intentó cruzar aquella puerta con sus regalos fue imposible, ni siquiera cabía una persona con una botella así que dado que no podía pasar con sus obsequios para que todos viesen que buen súbdito era, y que marqués tan rico y poderoso decidió tornar con todo a casa y se quedó sin la fiesta.

jueves, 21 de agosto de 2025

La casa de la luz

 La casa de la luz 

La pequeña merienda en la galería de la casa con su abuela cuando llega de la escuela, los días que no hay escuela y en otros momentos, también pasan ratos juntas en la ventana. La abuela cose, o saluda a las vecinas que la saludan desde sus ventanas.

La niña juega con sus muñecas. La abuela la llama y, la acerca a la ventana saluda con la mano a Doña Adela; le dice indicando a una mujer que les saluda moviendo la mano

Doña Adela sonríe. Y, sigue regando las plantas que tiene en su alféizar 

La abuela va a la cocina y vuelve con un plato en el que hay una onza de chocolate express, él que se usa para cocinar, pero que a la niña le encanta.

Mientras la chiquilla merienda aprovecha para decirle quien es Doña Adela 

Doña Adela es la señora de Don Juan, la mamá de Clara,Rosaura, Elisa y Juan Manuel. Son los de la casa de la luz

La luz es lo más importante, lo mejor que Dios nos da, la peor desgracia es ser ciego, y, peor aún ser ciegos del alma 

Abuela.¿Por qué le llamas la casa de la luz, está todo apagado?

Sí, es verdad pero le llamamos, “ la casa de la luz”, porque en casa no andamos a oscuras en parte gracias a ellos. Y, ahora vamos a salir y, lo entenderás mejor 

Ya en la calle abuela y nieta, entran en una tienda que pone “Electricidad Guadalupana”, el establecimiento está justo debajo de la ventana desde la que Doña Adela las saludo, bueno en realidad está dos pisos encima. Pero eso no importa la tienda de electricidad es suya; venden bombillas, y, todo tipo de aparatos eléctricos 

La mujer y la niña entran en el comercio

Buenas tardes 

Buenas tardes Don Juan 

Por favor apeeme el Don que me queda grande, Doña Obdulia 

Como quiera Juan, venía por unas bombillas 

Don Juan, pregunta el voltaje, saca unas bombillas de una caja, comprueba en un panel que alumbran prepara un paquete que introduce en una bolsa de papel porque en los años 60, del siglo XX, no existía el plástico. Ese plástico que nos dicen tarda más de 400 años en destruirse, seguramente viajan al futuro y por eso lo saben. Pero bueno esto no va de plásticos va de otra historia, de la casa de la luz 

Don Juan entrega el paquete, dice a Doña Obdulia el precio, le cobra, le entrega el ticket de pago, luego toma unos caramelos y los da a la pequeña. 

Abuela y nieta salen del comercio, van a la churrería a merendar chocolate con churros con una amiga de la abuela. La señora Ludivina

Mientras meriendan y charlan, la pequeña vuelve a preguntar porque le llaman, la casa de la luz 

“ No te fijas te, ahí compramos las bombillas que nos alumbran en casa”

Es verdad abuela, pero por qué dijiste que en casa teníamos luz en parte gracias a ellos 

“ Pues verás ellos nos venden las luces, pero tenemos que ir a su tienda a comprar, y tener dinero para pagar, pero lo más importante es que en casa los plomos estén bien, porque si no, las bombillas no encenderían, y, estar conectados dados de alta en La Compañía de la luz, pagar sus recibos, por que sí, no estamos conectados con La Compañía de la Luz, seguiríamos a oscuras, aunque todo lo demás estuviera bien 

Doña Ludivina, sonríe y dice a la pequeña 

.- Es como te dice tu abuela. Y, lo mismo en la vida, todos tenemos que ser luz, unos para otros, pero si no estamos conectados con “La Compañía de La Luz”, será imposible, por suerte está compañía siempre está disponible y paga nuestras facturas, pero a veces podemos romper con ella, Prefiriendo la oscuridad, hasta que pedimos perdón y volvemos a conectar nos

“ Como se llama esa compañía, señora Ludivina”

.- Se llama y es Jesús 

El domingo la niña asiste a Misa de catequesis, pronto hará la Primera Comunión

Ya hace meses que la Misa es en lengua vernácula 

Y, hoy la niña ha escuchado decir a Jesús

Cuando el sacerdote proclamó El Evangelio 

“Yo Soy La Luz del mundo’

Y, ha entendido un poco mejor a su abuela y a su amiga, y le ha pedido a Jesús que sea siempre su central eléctrica 

Fin 




El pobre Antonio

 El pobre Antonio un hombre que se creía muy malo y una higuera 

Antonio era un hombre corriente. En su vida había cometido algunos errores, algunos de los cuales le habían llevado a la cárcel.

Pero de eso había pasado mucho tiempo. Y, Antonio estaba plenamente integrado en la sociedad, trabajaba como cartero y todos en el pequeño pueblo lo querían y apreciaban.

Porque además de ejercer bien su oficio. Siempre estaba dispuesto a echar una mano sin pedir nada a cambio 

Pero nadie lo veía en la iglesia, nunca; a veces se acercaba como de puntillas, subía uno o dos de los viejos peldaños de piedra y de pronto se giraba y se marchaba corriendo.

Un día que fue a llevar una carta certificada al cura

Don Leandro. Este aprovechó y le pregunto porque no iba a la iglesia 

No, voy porque soy malo. Hice el mal, hice daño y, Dios odia a los pecadores como yo, soy un ex presidiario,y ahora un simple cartero no tengo méritos para estar allí 

Don Leandro le dijo

“Claro que no los tienes ni tú ni nadie. Pero te equivocas Dios ama no odia a los pecadores, el Hijo de Dios, murió en la Cruz y resucitó por los pecadores por tí, y por mi. Es verdad que lo que hiciste fue malo, pero cumpliste tu pena y,. ahora eres una buena persona, un buen cartero y un buen vecino, un hombre dispuesto a ayudar. Y, Dios te ama y quiere que aceptes su regalo. Que es él mismo, te quiere Santo, como San Pablo..

Yo no tengo méritos para el Cielo

“Ni, San Pablo tampoco al Cielo vamos por Jesús, mira ven conmigo vamos a la parte de atrás de la casa, allí tiene mi madre una huerta. Y, quiero mostrarte una cosa”

Antonio y Don Leandro llegaron a la huerta y entonces de pronto Don Leandro le mostró la higuera enorme ya cargada de pequeños higos

“Acércate, y, fijate aquí en esta parte del tronco está como quemado, hay hasta una pequeña oquedad. Hace años hubo una gran tormenta la higuera estaba casi recién plantada un rayo impactó en ella y le dejó esa marca todos en casa, decían que había que sacar la de la tierra para plantar otro árbol. Todos menos mi padre. Que se opuso y, la enderezó de nuevo, la visitaba cada mañana la regaba con cuidado y mimo le echaba los mejores fertilizantes. Y, la higuera seguía sin dar fruto, mis abuelos y mis tíos, decían que era perder tiempo y dinero tener la higuera ocupando tierra en balde

Mi padre respondió que él la cuidaba, nadie había gastado ni un céntimo en ella, y ahí seguiría. Él la iba cuidar y esperar que diese fruto, sólo la arrancaría si se secaba y Dios y yo, nos encargaremos de que eso no suceda. Y, un día apareció el primer higo y, otro

Mis tíos se casaron y se marcharon, mi padre se casó y su esposa, mi madre vino a vivir aquí nacieron mis dos hermanas, mi hermano Miguel el maestro, y yo. Cuando éramos pequeños, jugábamos y leíamos cuentos bajo sus ramas y, trepabamos por ella. Murieron mis abuelos, se fueron mis hermanos que vienen ahora con sus hijos y nietos. Murió mi padre, quedamos mi madre y yo. Y, ahí está nuestra vieja higuera, o Doña higuera como le llama mi sobrino Luisito; pues bien Antonio esto te propongo como ejemplo

Antonio que llevaba callado un rato dijo 


.- Me va perdonar pero no veo en qué puedo imitar a su padre q.e.p.d 

“A mí padre en nada, nadie dijo que el modelo a seguir fuera él, no el modelo es la higuera. Ella está aquí por mi padre, un rayo y un vendaval casi acaban con ella, si mi padre no la hubiera cuidado habría terminado en la cocina, mi padre espero que diese fruto, y produce los mejores higos de los que te vas llevar un cesto y dos botes de mermelada de la que hace mi madre. Todos somos como la higuera, a ti el vendaval de la tentación y el rayo del pecado te tumbaron, y, te dejaron una pequeña marca. Pero Dios te ama te levantó y espero como hacía mi padre. Tus primeros frutos, que fueron primero ser un buen preso, ya libre un buen cartero una persona que ayuda a todos.”

.- Pero en qué es la higuera modelo para mí 

“En que ella no pretende ser manzano, ni almendro ni cerezo, ni roble, no es el árbol más hermoso, ella acepta lo que es, dar humildes higos, no es hermosa pero es amada, como tú, Dios no te ha pedido nada extraordinario hasta ahora, te pide lo que haces. Ni, tú ni yo seremos frondosos robles ni rosales, ni floridos almendros… Pero si fértiles higueras, por eso no hay excusa de que no vengas a la iglesia. Nos vemos el domingo”

El domingo Antonio fue a Misa. Ahora sabía que Dios nunca había dejado de amar lo. Y, sólo le pedía ser “higuera”

Fin





miércoles, 30 de julio de 2025

La vieja casa


La vieja casa

Siempre me habían gustado las cosas que pudieran albergar algún tipo de misterio. Había una casa, ya vieja, no antigua vieja, se le veían desconchones, estaba en el camino, por él que pasaban los autobuses, bueno, entonces se llamaban, coches de linea.

Yo, miraba para la casa ensimismada, cuando iba al baile con mis amigos y amigas, los demás se reían. Pero yo quería saber que había en la casa, que guardaba

Un día años más tarde yendo en el coche con unos familiares, decidí pararme y explorar, la verdad no había mucho que explorar, la casa estaba casi al borde la carretera, tenía un bajo, en el que seguramente tiempo atrás estuviesen las cuadras, la puerta era de estas medio partidas, es decir que se abre la hoja superior, y, la inferior queda cerrada

Después se veía un piso superior, ya que tenia un balcón cerrado con una puerta que en su día, había estado pintada de blanco. Y que tenía un cristal roto

Rodeando la casa, había un pequeño huerto y jardín mustio y seco, y, un pozo tapado, que ignoro, si daba agua

Aun no había teléfonos móviles, así que pedí a mi primo Andrés que le hiciera una foto con su cámara, a lo que se negó alegando que aquello era una propiedad privada, y, nadie nos había dado permiso

A mí me parecía absurda su idea, pero no tardo en aparecer un hombre mayor que nos pregunto

¿Les gusta la casa, no querrán comprarla?

Yo, lo miré y respondí, bueno dependerá del precio

Pues sabe que les digo, que no lo hagan, esta casa está maldita, si la compran, empezarán a sucederles desgracias, males sin cuento, pues la habita el diablo

No pude evitarlo, y me eche a reír. Le dije que no me importaba, fregaría los suelos con sal y agua bendita

No, se ría joven, respondió el anciano, esta casa está aquí para atrapar a los incautos, por las mañanas temprano no está, y, por las noches después de las 3 de la madrugada tampoco.

Ya tuvo compradores y, ocupas pero de ninguno, se volvió a saber nada, solo que a sus familias, además de su perdida, les sobrevinieron las desgracias los males sin cuento.

Vamos por favor, señor que estamos en 1985, y, habla usted como si estuviésemos en la edad media, qué pasa que la casa se va a la discoteca, o al salón de baile. Por cierto me llamo Berta, cual es su nombre, mi nombre era Miguel, ahora soy uno que precisa oren por él.

Vaya su nombre era Miguel, que pasa, que se lo cambió, pues es bien bonito.

No, me lo cambié los nombres que tenemos en este mundo, es mientras estamos vivos, y, yo no lo estoy, la casa me mato, y llevo a mis padres a la locura

Ni que decir tiene que no creía nada, pero no podía evitar un hormigueo extraño, una mujer apareció cruzando la calzada con cuidado, venía de una de las casas del otro lado.

Qué hacen aquí solos mirando como pasmarotes, si el coche de linea, tiene que girar por algún motivo, los mata, váyanse, aquí no se les perdió nada, si fuesen mis nietos, los calentaba

En el coche no volví a tocar el tema, con mis parientes, ellos también se habían impresionado, pero había algo que yo quería, comprobar, sí era cierto que la casa desaparecía.

Sí ya se que no tiene ni pies ni cabeza, lo de las 3 de la madrugada, me era fácil ya que un vecino que era guardia civil, solía cuando tenía guardia, hacer aquella ruta, precisamente a aquella hora.

Así que le pregunte, que opinaba de la casa vieja. Se sorprendió, allí no había ninguna casa vieja, lo que hay son los restos de un viejo cementerio familiar, incluso en una de las tumbas, se lee a un un nombre Miguel, y, una fecha 1820-1839, nada más

Aquella respuesta no me hizo gracia, y decidí preguntar a otra persona, que iba a trabajar por esa zona muy temprano, si se había fijado en la casa, la respuesta fue la misma que la de mi vecino, el guardia civil, no había tal casa

Pero cada vez que íbamos al baile, o a cualquier otro sitio allí estaba provocadora, un día yendo con unos amigos en el auto, mi amiga Ricarda, dijo que casa, tan simpática, por qué no bajamos y exploramos

No, dije gritando mejor empieza a rezar el Rosario, lo necesitamos, y ofrece un misterio por Miguel

Mi amiga se sorprendió, pero empezó a rezar y de pronto un apestoso olor a azufre lo invadió todo, miramos hacía la casa, ya no estaba.

Pero sí vimos un jardín muy hermoso, y un joven que nos sonreía y subía por unas escaleras, que como cristianas sabíamos a donde iban y que el joven era Miguel, el anciano difunto que me había pedido ayuda.

Desde entonces he dejado de curiosear las casas viejas que me encuentre en el camino.


Fin


El abuelo

 El abuelo 

Rosa vivía con su hijo Óscar de cinco años, junto con un perro y un gato. Ella trabajaba como maestra infantil, en una escuela a la que iba su propio hijo. Todos en el pueblo; bueno casi todos creen que Rosa es viuda, salvo sus doctoras la suya personal y, la pediatra de Óscar, también la directora del colegio y algunos compañeros. Por supuesto su peluquera y amiga Lucia, y, el padre Javier 

A Rosa le encanta el pueblo, porque es eso un pueblo tranquilo, en su barrio hay una zona a la que accede desde su casa con bancos, columpios y un jardín desde el cual se ve el mar

A Óscar le gusta jugar allí con otros niños y, sólo. Rosa puede vigilar lo por la ventana. Al niño le gusta hablar con las personas mayores. Rosa sólo le ha prohibido una cosa que “Diga donde vive, que coma cualquier cosa que le den, ni un caramelo, y que no se vaya con nadie ni dos pasos”. Bueno también confía en Andrés el policía del barrio.

Óscar suele llevar un pequeño bocadillo y una fruta que come en el jardín, la mayoría de las veces, regresa con todo a casa, pero desde hace una semana no solo se lo come todo, sí no que le ha pedido a Rosa, que le ponga dos bocadillos, una botella con leche y la fruta. Y, se lo come todo y luego en casa come igual 

A Rosa no le cuadra y expía. Allí está Óscar hablando con un hombre mayor, era para el anciano para quien el pequeño pedía la comida 

Así que aquella noche al acostarlo, después de rezar sus oraciones le pregunta por él anciano 

El niño le dice que es el abuelo, que está solo y, tiene hambre, porque no tiene casita 

Rosa le recuerda que él no tiene abuelos a lo que él pequeño responde que ya lo sabe. Pero le llama abuelo porque es mayor y está solito.

Desde entonces Rosa, le prepara al niño unas meriendas más grandes 

Y, una mañana en que no había colegio decidió ir a conocer lo. Pensando en ofrecerle que viviese con ellos.

Pero al estar frente a él; se le escapó un grito, padre, ¿Qué hace usted aquí?

El viejo hizo ademán de levantarse, pero ella le indicó que no se moviera, ella se acercaría

Después sentada a su lado en el banco le preguntó, cómo había llegado a esa situación. Cuando él y su esposa, es decir la madre de Rosa, le dijera que o, aceptaba ir a Londres a solucionar el problema, el problema ahora se llamaba Óscar, o se iba de casa. No podía manchar el nombre de la familia, eran una buena familia, miembros activos de la iglesia, tenía dos hermanas y un hermano menores que ella, una hermana casada con un abogado madre de dos adolescentes que era quien se ofrecía a correr con los gastos de la solución del problema. En el extranjero para que no se enterasen las amigas con las que iba a las manifestaciones pro vida

Luego estaba su hermano mayor Pedro casado con un niño, que pensaba como todos. Excepto Rosa, ella les dijo que jamás aceptaría su propuesta, lo que llamaban problema era su hijo o hija, les pidió que no la mirasen como a una cualquiera, el niño que iba nacer era hijo de su prometido quien de no haber muerto en la guerra en Afganistán, se habría casado con ella

Suplico a sus padres. Pero estos fueron inflexibles, y, Rosa metió sus pocas cosas en una maleta y se mudo a una pensión de allí lo haría a un pequeño apartamento alquilado, donde nacería Óscar, y cuando el niño tenía dos meses al pueblo donde se encontraba ahora

Y, ahora estaba hablando con el padre que la había echado de casa

.-Dígame, qué fue de su esposa, y, porque está usted en esta situación 

“No, me trates de usted, soy tu padre, no digas”su esposa”, di, “mi madre”

.- Lo trató de usted por respeto a su edad, usted y su esposa dejaron de ser mis padres cuando me echaron de casa. Por cierto el niño que le trae la comida es el problema, que ustedes querían solucionar, y ahora por favor responda a las preguntas que le hice 

“Tú madre murió, tus hermanos me convencieron de pasarles la casa, el chalet y la titularidad de la empresa familiar como donación y poner mis cuentas a su nombre, al principio todo siguió igual, pero un día aprovechando que me caí en la cocina, me convencieron de ir temporalmente a una residencia privada, cuando quise volver a casa, no tenía casa porque la habían vendido 

Me marché de la residencia, cuando la pandemia les murió mucha gente, no digo que la matasen ellos, pero tampoco digo que no

Con mi pensión poco puedo hacer, cuando hace mucho frío duermo en una pensión, y, si no en el jardín 

.- Vine con el propósito de proponerle, vivir con nosotros. Pero no puedo, tampoco le voy dejar en la calle, le buscaré plaza en una residencia de La Iglesia, o del Estado, mientras va a vivir usted en una pensión, donde también comerá yo pagaré todo. Y, una cosa el niño no puede saber que es su abuelo

Dos meses más tarde. Don Lisandro iba a vivir con las hermanitas. Rosa lo visitaba todas las semanas, poco a poco su corazón se abría al perdón 

Un día pidió consejo al padre Javier.

Y, el joven sacerdote le aconsejó, perdonar a su padre, le dijo que pensara en el padre del hijo pródigo 

Rosa se rió y le dijo a Javier que Óscar no se había ido que hablaban del padre de ella, y, Jesús no había hablado de nada parecido 

Javier sonrió y le dijo. “Tú Rosa eres ahora en cierto modo madre de tu padre”

Rosa aceptó el consejo. Sería el día de la primera comunión, de Óscar

Tanto Óscar como el abuelo Lisandro se alegraron mucho, el niño sobre todo al saber que era su abuelo de verdad, un día tanto Rosa como Lisandro le contarían la verdadera historia, aquella noche en la cena familiar, Rosa volvió a llamar a su padre, “papá”

Un año después su padre le dijo que se había encontrado con su hermana mayor, se había separado porque su esposo la maltrataba, vive en un piso de acogida. Pero si tú quieres podría vivir en el ático

No, papá 

Lisandro pidió el apoyo al padre Javier 

Pero Rosa no cedió 

“ El padre de la parábola acogió a su hijo no a los gorrinos que cuidaba”

Lisandro y Javier no han perdido la esperanza de convencerla en acoger a su hermana 

¿Lo conseguirán?

Bueno esa es otra historia, la de la hermana 

Está es la historia del abuelo

Fin




martes, 29 de julio de 2025

El veneno

 El Veneno 

Todos los veranos la familia de Clara y sus hermanos iban a la aldea de los abuelos.

A los pequeños les encantaba convivir con sus abuelos, acompañar a los tíos y primos con las ovejas y las vacas. Jugar con los otros niños del pueblo. 

La aldea estaba enclavada en el Pirineo aragonés 

Sus casas o casonas de piedra con grandes balcones y ventanas en las que reflejaba el sol, y los instrumentos de labranza, la ropa tendida al sol, al clareo, las gallinas y otras aves saliendo libres del corral, las mujeres sacando las sillas a media tarde para conversar…La voz de los animales en las cuadras, el crepitar del fuego en “el hogar” donde se hacía la comida 

Los gallos cantando desde bien temprano 

Clara ya había salido de la infancia, tenía 15 años por eso sus charlas con la abuela Elodia, eran más serias

Aquella mañana en la cocina mientras desgranaba unas mazorcas de maíz. Clara preguntó a su abuela 

.- Abuela me he fijado en la casona grande parece abandonada, hasta da miedo. Cuando era pequeña siempre estaba llena de gente, aunque los niños no jugasen con los niños del pueblo, ni con nosotros. Qué les pasó abuela

Abuela.- El veneno acabó con ellos, y casi con el pueblo entero 

.-El veneno abuela, tal vez setas venenosas

.- No, algo más letal que el veneno, la calumnia. Una vecina del pueblo que gracias a La Virgen del Pilar ya no vive en el pueblo porque la echamos. Contó en todos los sitios donde pudo que la señora joven de la casa, era infiel a su esposo que cuando bajaban a Teruel se veía con su amante un hombre casado de aquí del pueblo, en la casa de los familiares que venían en el verano a pasar unos días con ellos. Añadió que seguramente el hijo mayor de doña Obdulia, no fuese de su esposo, sí no de su amante, y que si no había más niños era porque su suegra Doña Elodia, sabía mandar “angelitos al Cielo”, que sabía que ayudaba así a muchas mujeres

Clara.- abuela eso es horrible. ¿De verdad hacía algo tan horrible Doña Elodia?

Abuela.- No, claro que no, Elodia era una buena mujer, que miraba a los demás un poco desde arriba, porque decía que ellos eran nobles, pero eso no impedía que si alguien la necesitaba o los necesitaba no ayudasen, su nuera Obdulia era una buena madre y esposa. Yo, las defendí, recordé a las demás mujeres que también las había calumniado a ellas, pero la calumnia es un veneno muy poderoso.

Primero la familia que venía a veranear que eran sobrinos de Elodia por parte de su esposo, dijeron que seguramente iban a su casa a ver se, cuando ellos no estaban, ya que tenía llave, ellos también las tenían de la casa grande, se las devolvieron en medio de la plaza del pueblo

Y, no volvieron más yo seguí defendiéndolas, pero el veneno seguía actuando, muchos dejaron de comprar sus vinos y sus quesos. Por suerte Germán el esposo no creyó nada. Tanto Elodia como Obdulia ayudaban en la iglesia, una como catequista y otra como lectora. Pues bien no faltaron personas que amenazaron al cura, unas con no venir a la iglesia, si seguía Elodia de lectora, otras de no mandar los niños a catequesis sí Obdulia seguía de catequista 

Clara.- Qué hizo el cura

Abuela.- Don Lisandro les afeó su conducta, recordó que la calumnia era igual que el asesinato o peor si cabe, por supuesto dejó bien claro que no iba ceder a sus amenazas, y, no cedió pero ellos sí lo hicieron iban a misa el domingo a Teruel

Entre los del pueblo también había recelos, no todos habían creído la calumnia, pero otros sí y otros dudaban. 

Elodia, su hijo Germán y Obdulia con los tres niños se fueron para un pueblo de Barcelona, de donde era Obdulia y la casa grande quedó vacía

Otros vecinos y yo, pedimos al cura que dijese a “la víbora”, que se fuera del pueblo. Pero el cura no podía hacer lo 

Así que una noche rodeamos su casa y le dijimos que si al día siguiente no empezaba a preparar las cosas y largarse del pueblo la quemaríamos viva, a ella su familia y los animales no tenían culpa

Nos respondió diciendo que, “ éramos malos cristianos, amenazar con la muerte a una mujer” que matar era pecado 

Benito el maestro dijo 

“Vaya se sabe los mandamientos, bueno al octavo no llegó”

Ella y los suyos vendieron los animales y se fueron lo sentí por sus hermanas y por su madre, así como por sus hijos y sobrinos, pero no había otra solución, ella también había manchado a los suyos

Clara.- Pero no vi más casas vacías que la de Doña Elodia

Abuela.-. Bueno es que ahora la ocupan dos familias de Ucrania, buena gente y mejor aún, cuando sepan hablar en cristiano 

Huye Clara de la murmuración y la calumnia, no creas más que lo que veas y de lo que ves duda el cien por cien si mancha la honra de otros. Recuerda que el peor veneno no es el de las víboras, es el que destilan algunos labios humanos.

Con un veneno o un arma puedes acabar con la vida de una persona, pero todos vamos a morir algún día

Con la calumnia matas su fama, su honor y como dice Don Pedro Calderón de La Barca 

“El honor es patrimonio del alma y el alma solo es de Dios” (El alcalde de Zalamea)

Clara se levantó, dió un beso a su abuela y añadió voy echar el maíz a las gallinas, y luego a caminar con los chicos del pueblo 

Rosa la abuela sonrió, le sacó el maíz, y le dejó un pequeño puñado, este les llega el otro es para llevar al molino para hacer harina para el pan, y los dulces. Y, por cierto dime, ¿Los chicos del pueblo se llaman Luis?

La nieta sonrió. “ Abuela no se te escapa una”

Abuela.- Es un buen niño, pero los dos sois muy jóvenes disfrutad de los amigos, estudiar vivid vuestra primera juventud que no volverá, caminad e incluso ir al pueblo y a la capital no solos con otros amigos. Aún eres muy joven para medio atarte con un noviazgo, y ahora largo 

Fin










martes, 15 de julio de 2025

Los pecadores van al Cielo


Los pecadores van al Cielo. Relato reflexión

A la pequeña iglesia había llegado, un nuevo párroco, pronto acudieron los vecinos a las Misas que celebraba, y, él buen cura, aprovechaba en todas sus homilías para dejar bien claro, que solo las personas buenas iban al Cielo, los pecadores los malos, iban al Infierno, esto a la gente le encantaba oírlo.

Por eso de que todos en mayor o en menor medida, solemos estar seguros de “nuestra santidad”, y la maldad del vecino. Y cuando hacemos algo mal, no fuimos nosotros, fueron las circunstancias.

Hay que decir también que había personas que no estaban de acuerdo, para nada. Pero el cura se mantenía en sus 13

Los buenos al Cielo, se lo da Dios como premio, los malos o pecadores al Infierno, los manda Dios como castigo

Como en cada Misa, se juntan los tres estados de La Iglesia, los de la Iglesia Triunfante, estaban que bufaban

Algunos como Pablo y Pedro, pidieron permiso al Padre, para ir a cantarle las cuarenta al curita, permiso que Dios Padre, les denego

Qué al Cielo no van los pecadores. ¿Entonces, cómo estoy yo aquí, yo que fui un perseguidor? Grito el Apóstol de los gentiles

Y, yo fui un apostata, dijo Pedro, Yo un adultero asesino, dijo David

Yo, yo…, así cada uno de los bienaventurados exceptuando a María la Señora y Madre, y a José, todos y cada uno nombraban sus pecados sus faltas

Pablo volvió hablar. Tú, dijo dirigiéndose al Amor divino, al Espíritu Santo, me inspiraste, que nada ni Cielo ni Infierno, ni ninguna criatura, podía separarnos del Amor de Dios, manifestado en Jesús que se entregó y murió por nuestros pecados.

Que Jesús, que Tú mi Dios, dijo dirigiéndose a Dios Hijo, a Jesús, me habías amado cuando era perseguidor, y habías dado tu vida por mi, y ahora ese cura imbécil. Dice que los pecadores no van al Cielo

Nos esta insultando, y esta insultando Señor vuestro infinito Amor y Misericordia.

Jesús tomó la Palabra

Tienes razón Pablo, el buen cura olvido sin culpa suya, que al Cielo a nosotros al Padre, a la Ruhah y a mí, nadie viene por sus méritos, sino por los míos, que vuestras obras buenas las hacemos nosotros Tres que somos Uno, que al Infierno solo entra quien lo decide voluntariamente, rechazando nuestro Amor y Misericordia, que

Bueno, me dice mamá, y papá José, que mandé a Gabriel disfrazado de joven repartidos de coca cola, para que vaya junto al cura, y le deje una Biblia, que Tú Ruhacita guapa, harás que se abra donde importa, y por supuesto, Ignacio de Loyola, también ira un libro que hable de algunos de vosotros, contados como erais hasta que os lavé con mi Sangre

Aquel mismo día, pues como sabemos en el Cielo no hay tiempo, el buen cura, recibía la visita de un joven melenudo, pintarrajeado, con percings, que le traía de regalo una caja de coca cola, de un amigo, en la caja, iba una Biblia, y un libro que contaba la vida real de muchos santos

El cura leyó, y lloró al comprobar el Amor y la Misericordia de Dios, y la dureza de su pobre corazón, y dió gracias, porque él se sentía y sabía que era pecador

Aquel día, leyó pasajes del libro, cito textos de la Biblia, y, dejo claro en su homilía y en todas las que dió en su vida que quien va al Cielo, va por Jesús, y por el Sí de La Virgen, quien va al Infierno, va por su No, al Amor y la Misericordia de Dios, y su Si, al Diablo y amiguetes

Que los pecadores van al Cielo. Bueno hay 3 humanos que nunca lo fueron

Jesús, y sus papís, la Virgen María, y San José. Pero es que la familia es la familia.

martes, 24 de junio de 2025

El uniforme

 

El uniforme 

Hacía sólo dos meses que Clarita estaba trabajando en la casa de los señores de Montoya

Aquel día o mejor sería decir aquella tarde la señora le encargó ir a varias tiendas entre ellas la confitería y al regresar llevar las cosas a la cocina para que preparasen la merienda que serviría ella a la señora y a sus amigas

Cuando doña Rosa la vio sin su uniforme la reprendió y le mandó que se lo pusiera pero Clarita dijo que no, que la señora quería humillar la, que la vieran como la criada. Entonces se decía así 

Rosa. Le dijo que no la podía presentar como su prima porque no lo era 

Si no quería usar el uniforme tendría que ir se

Pues me voy dijo Clarita con los ojos llenos de lágrimas 

Se abrió la puerta de la calle y apareció D. Javier el marido de Rosa, con su uniforme de Teniente capitán de la armada

Al enterarse del problema quiso hablar a solas con la muchacha 

-¿Le gusta mi uniforme, verdad que me queda bien?

Clarita no entendía 

-Este uniforme porque es un uniforme como el tuyo, indica que yo sirvo a la patria y a mis conciudadanos como Teniente capitán de la armada.

Lo mismo que le sucede a mi esposa en la clínica con su uniforme de cirujana, y, tú con tu uniforme de trabajadora doméstica, de doncella indicas que esa es tu forma de servir a la patria y a tus conciudadanos. Yo, estoy orgulloso de mi uniforme y se que sin la ayuda de otros servidores no podría llevar lo, no hay trabajos mejores ni peores solo distintos 

Cuando te niegas a usar el uniforme, estás diciendo que tú trabajo es malo, o inútil, te estás tirando al suelo. Al aceptar llevar lo, estás diciendo que tú trabajo tiene la misma dignidad que el de Rosa o el mío. Ahora tú eres quien decide. Por cierto sabes que el Primer Servidor es Dios

Tienes media hora para decidir te

-No hace falta D. Javier, me quedo, y está usted guapísimo. Javier sonrió 

Dos semanas más tarde, Clarita tuvo que ir a una consulta a la clínica donde trabajaba Rosa 

Allí estaba Rosa con su uniforme

Clarita vestida de calle pues no estaba trabajando sonrió al ver con uniforme a su señora

Fin




miércoles, 11 de junio de 2025

Los hilos del tiempo


Los hilos del tiempo.

Nunca había creído mucho, en las palabra de mi abuela Leocadia, que decía que el tiempo, estaba sujeto por cadenas invisibles, por hilos que manejaban los ángeles, y que hacían que todo, lo que hacíamos tuviese repercusión tanto en el futuro, como en el pasado.

Sinceramente, me parecían cuentos para niños, niños de otra época.

Aunque como podrán suponer. Jamás se lo dije a mi abuela, a la que por otra parte adoraba

Un día que yo estaba, con ella en la piscina de su mansión.

Me miró, y me dijo

- Rebeca. Sé que no crees lo que te cuento, pero es cierto hija, siempre debemos de hacer el bien, de ello depende el nuestro.

La interrumpí. Eso ya lo sé abuela, y lo creo

- No, interrumpas hija, no estoy pensando solo en bienes espirituales, aunque claro es lo primero, sino que una acción mala, o no buena por nuestra parte, como el no ayudar a una persona cuando podemos hacerlo, puede y seguro lo hará no solo dañarla a ella, sino a nosotros, más de lo que piensas

Es que no pienso abuela en esas cosas, cada persona vive en su tiempo, yo no puedo dañar a la gente, del futuro, a la del pasado menos. Y, ahora voy a dar me una ducha. Y marcho al trabajo; que ser la Directora, no me autoriza a holgazanear.

Dos horas más tarde, estaba en mi despacho.

Cuando se acerco, Celia mi secretaria.

- Doña Rebeca, este joven insiste en hablar con usted.

Yo, no esperaba a nadie, pero tampoco solía recibir a nadie, sin acordar antes una cita, pero decidí mandarle pasar

Se trataba de un hombre joven, de unos 20 y pocos años

Buenos días señora, me llamó Alfredo, venía a rogarle me dé un puesto de trabajo en una de sus empresas, o me recomiende para cualquier otra conocida.

A mi casi me da la risa. Aquel chico, sabía lo que decía, “CiroBolivarKicoperro” era una de las mayores empresas de construcción en todos los campos, los jóvenes se peleaban por trabajar con nosotros en el puesto más bajo, sabían que él que valía ascendía como la espuma.

Bien, D. Alfredo. Dígame que sabe hacer usted, a que puesto aspira, porqué quiere trabajar con nosotros, y sí tiene algún título universitario, o cuáles posee

-Yo, acabo de llegar del campo, somos muchos y hay que ayudar a los padres

Sí, estoy de acuerdo, pero no me ha respondido

- No sé mucho, bueno sé algo de mecánica, de carpintería, y aprendo rápido, ya que soy obediente y dócil,quiero trabajar con ustedes porque he tomado un café con un bollo de leche, y un señor que estaba leyendo el periódico, yo no sé leer, pues lo que le decía. Doña Rebeca, en el periódico hablaban de que ustedes habían abierto esta empresa, y pensé que. Sobre que títulos tengo, ninguno, eso sí con las cuentas soy un as, puede ponerme a prueba.

Yo, era incapaz de reaccionar un joven analfabeto, en La España de 2025, claro que a lo mejor era un bromista, y, a qué venía lo del periódico, no habíamos salido en la prensa desde hacía meses. Y, desde luego estábamos en el mercado, desde hacía, más de 100 años, en concreto desde marzo de 1912. Pero iba darle una oportunidad a aquel joven. Asi que tomé una tarjeta, para enviarlo al departamento de carpintería, y en caso de que allí estuvieran cubiertos lo desviasen a mecánica. Pero antes de entregarle las tarjetas, le hice otra pregunta.

¿Qué hará si no encuentra trabajo en esta empresa, se volverá al campo?

-No, si eso pasa espero que no, compraré los billetes para Londrés, y el 12 de abril me embarcaré para América, dicen que ese día, ya estará listo el barco, que es muy rápido, y muy lujoso, aunque yo iré en tercera, pero espero que con la ayuda de Dios, y su bondad, no tenga que hacerlo.

Le desee suerte, le di las tarjetas y lo despedí. Me sonaba extraño, emigrar ahora en la época Trump a los EE.UU y mucho más hacerlo en barco, además ahora había barcos de cruceros. Seguramente un grupo de amigos me había tomado el pelo. El resto de la jornada transcurrió con normalidad.

A la noche mientras cenábamos mi abuela me dijo.

- Esta tarde he pensado en mi abuelo Alfredo, te habría encantado, era muy valiente, siendo muy joven vino desde su aldea en las montañas de Lugo, a La Coruña, a buscar trabajo, por cierto lo encontró en una empresa, que llevaba abierta pocos meses, la nuestra hija, tu bisabuelo era un joven analfabeto, pero decidido, sí no le daban el trabajo, se iría a Londrés y se embarcaría en el Titanio, por suerte no lo hizo, o ni tú ni yo estaríamos aquí. Contaba que lo había escuchado con mucho respeto, y le había dado unas tarjetas de recomendación, una joven señora, llamada Doña Rebeca. Pero nadie conocía en la empresa, a un alto cargo, con ese nombre. Sobre todo, porque entonces los cargos los ocupaban los hombres. Qué te parece

Muy linda historia, abuelita. Aquello me confirmaba que todo había sido una broma. ¿Y, sí no lo era?. Tenía que intentar comprobarlo. ¿Abuela, guardas alguna foto de tu abuelo Alfredo?

Sí guardo muchas, están en una caja, ahora las traigo

Cinco minutos más tarde, aparecía con una caja de madera, llena de fotografías amarillentas, en ella la de una joven pareja, a ella la había visto en un marco en casa de mi hermano Ramón, era la tatarabuela Alejandra, hija de uno de los fundadores de nuestra empresa. Así pues el joven que estaba con ella, tenía que ser su novio, y futuro esposo, Alfredo. Observe la foto con calma, y casi dejo escapar un grito, porque aquel muchacho, era él que había estado aquella tarde pidiéndome trabajo. Mi tatarabuelo Alfredo, que casi muere en 1912, me había ido a pedir trabajo, y, yo con mi buena acción, había salvado su vida y la mía. Porque sí él hubiera muerto, yo no habría nacido.

Ahí estaban los hilos del tiempo, unidos, aunque mi mente racional no quisiese aceptarlo. Decidí no contar nada a mi abuela. Antes tenía que repensar lo sucedido.

Por la noche me llamó mi ex marido, y mis dos hijos que estaban de vacaciones con su padre y su nueva esposa. Hablamos un buen rato, los chicos me contaron lo bien que lo estaban pasando en Margarita, y que Graciella la nueva señora de su papá se portaba muy bien con ellos, que pronto tendrían un nuevo hermanito. Les dije me pasasen con Graciella a la que apreciaba sinceramente, ya que ella no había roto nuestro matrimonio y la felicite, por la llegada del bebé.

Fin

martes, 10 de junio de 2025

Los cachorritos

 Los cachorritos 

La perra de la señora Carmen había parido una camada, de 8 cachorros.

Cuando llevará a la perrita para su esterilización. La veterinaria le había recomendado esperar. Y, ahora se encontraba con aquellos ocho pequeños

En el anterior parto los había regalado a todos.

Ahora no se veía tan fácil la cosa.

Los sacrificaré. Se dijo 

Pero de pronto sus ojos se fijaron en Zoyla la perrita en el cariño a sus hijos, como cuidaba aquellos cachorritos

Quién era ella para disponer de su vida. Dios los había creado, y ella no les arrebataría la vida ya encontraría solución 

Pero de pronto. Un temblor la sacudió. Una Voz silenciosa, le grito en sus entrañas. 

“Hipócrita te compadeces de unos perros y no tienes compasión de las criaturas humanas que matas en el abortorio , en el que trabajas. Sería loable el gesto hacia los cachorritos

Si esa misma piedad la tuvieses hacia los no nacidos

Carmen rompió a llorar pidió a Dios perdón, perdón que sabía no merecía

Luego llamo a las pobres mujeres que tenían cita con ella, para asesinar a sus bebes no natos, las cito en su casa. Con la muestra de vídeos etc. Logró convencerlas a casi todas 

Después llamo a las que había intervenido hacía poco, y aún tenía sus teléfonos les pidió perdón por haber matado a sus hijos.

Luego llamó al abortorío, y anunció que cancelaba su contrato la amenazaron no le importó

Al día siguiente tras cancelar el contrato con la clínica de satanás. Fue a confesar se. Cuando el confesor le dió la absolución. Le costaba creer lo

“Pensé Padre, que lo mío no tenía, no merecía el perdón de Dios”

Y, no andabas errada hija, pero el Hijo de Dios pidió en la Cruz perdón para ti, el pagó tú crimen, tú pecado 

Carmen salió feliz. Le venía una temporada difícil sin trabajo, pero tenía sus ahorros y quien sabe tal vez fuera el momento de abrir su clínica de ginecología, abierta a la vida.

Para los perritos también tenía solución su hermana Elvira acogería un chico, ella se quedaría con una perrita. El padre Tomás al que habló de los perritos fuera del confesionario quería dos no le importaba el sexo. Quedaban tres que las mamás que ya no serían asesinas le habían pedido

Dentro de dos meses esterilizaria a Zoyla era su responsabilidad.

De noche mientras veía a Zoyla amamantar a sus cachorros.

Pensó 

Quién me iba decir que Dios se iba servir de mi amor a los animales, para sacudir mi conciencia y traerme a Casa 

Fin





lunes, 26 de mayo de 2025

El sacerdote y el levita

 El sacerdote y el levita

Jacob era sacerdote y Rubén era levita, como buenos saduceos sólo creían en Dios, y en que el bien o el mal hecho era retribuido en esta vida.

Eran buenas personas y fieles observantes de La Ley de Moisés

Como eran vecinos solían ir juntos para el Templo

Aquella tarde, Rubén se adelantó unos pasos miró hacia el borde del camino, allí estaba un hombre casi desnudo, se veía muy mal.

Rubén pensó en acercarse a ver qué podría hacer; sin embargo recordó que era un levita, tenía que ayudar a Jacob a preparar el sacrificio y dirigir la oración del Pueblo, eso exigía que estuviese puro. Pero aquel hombre tenía sangre y tocar la sangre lo volvía impuro, ya no digamos sí estaba muerto. Habría de volver a su casa, lavarse varias veces, quemar la ropa contaminada, tomar un animal puro para que Jacob lo ofreciera por él, para ser puro de nuevo, y poder ejercer su labor litúrgica. Así que imposible, El Eterno era el Primero. Con todo le preguntaría a Jacob que ya se acercaba

Jacob vio también al herido y por las mismas razones que Rubén decidió no detenerse. Y, felicito a Rubén por su decisión.

Por suerte para el herido un samaritano es decir un hereje, un impío se había ocupado del.

Al cabo de unas semanas Eliseo ya restablecido, decidió consultar a Jacob y a Rubén.

Qué debía hacer para purificarse, había estado cerca de un pecador, es más de un hereje, de un impío, que lo había llevado a una posada, frecuentada por gentiles. Porque en otras, no le hubieran dejado entrar.

Tanto Jacob como Rubén, le dijeron que debía destruir todo lo que hubiese estado en contacto con el samaritano y la posada, lavarse varias veces y tomar un animal de res mayor para que fuese ofrecido por su purificación, falta otra cosa dijo Jacob aunque fue por medio de un impío, El Eterno te conservo la vida, por ello deberías de tomar un carnero o una oveja, y ofrecer lo, como acción de gracias.

Eliseo se despidió. Como fariseo no tenía problema con el primer sacrificio, pero el segundo se le hacía raro. Se dijo que como rabino de Israel, examinaría la cuestión con otros rabinos. De pronto allí estaba el hijo de José el carpintero, el rabí ambulante.

Decidió preguntarle a él, pero se dijo antes de hablar le de mi problema, le haré una pregunta sobre La Ley.

Así pues Eliseo se acercó a Jesús, y le pregunto cuales eran los principales preceptos 

Jesús. Le recitó La Shema, que dice 

“Escucha Israel, El Señor Nuestro Dios, es el único Señor 

El Señor es Único 

Amaras al Señor tu Dios con todo tu corazón 

Con toda tu alma 

Con todas tus fuerzas”

“El segundo es semejante al primero, amaras a tu prójimo como a ti mismo, estos dos mandamientos sostienen La Ley y los profetas”

Entonces Eliseo. Preguntó, a quién debía tener por prójimo 

Y, Jesús le contó su propia historia la de Eliseo.

Al acabar el relato, le preguntó Jesús a Eliseo, quién le parecía se había portado como prójimo de aquel hombre herido, quien había sido cercano, próximo a él

Eliseo evitando pronunciar la palabra samaritano. Respondió 

Imagino que, él que se compadeció de él

Jesús sonrió, bien ahora ve, y haz tú lo mismo

Eliseo se dió la vuelta. Lo mandaba imitar a un hereje, a un impío. No entiendo nada, sé dijo así mismo. Pero si entendía

Siguió caminando. Jesús era un rabino especial, de eso no había duda.

Fin



El genio

 El genio. Relato 

Ramón bajó al desván su mujer le había pedido que hiciera una limpieza; buscando y seleccionando que cosas se podían conservar y cuáles tirar

Llevaría como una hora, cuando se topo con una vieja lámpara. Tomó un paño para limpiar la, y poder ver sí era para tirar o conservar; tan pronto lo hizo; escuchó una voz

“Aquí estoy amo, a tu servicio”

La voz le era desconocida, así que pidió a quien fuera que fuese, que se presentará 

“Aquí estoy”. Dijo un tipo gordo y calvo, medio raro 

“Soy un genio. ¿Sabrá lo que es un genio?

Yo conozco al de Aladino, pero eso es un cuento

“Eso es una historia. Ahora sí quieres puedo concederte 3 deseos, 3 deseos. Y, aunque volvieses a toparte con otros genios no podrán concederte nada, si ya lo hice yo”

Ramón pensó que la idea no era mala 

Quiero ser famoso, salir en todos los medios de comunicación, que se hable de mi.

“¿Seguro?”

Si 

“Concedido

De pronto Ramón, se vio rodeado de mucha gente, policías, la televisión y la radio hablaban del, su foto era portada de revistas y periódicos

Todos decían más o menos lo mismo 

Ayer la policía nacional, y la guardia civil. Con la colaboración de la interpol, logró localizar y detener al peligroso criminal Ramón Sanchelo, que persiste en negar sus crímenes, de los que hay suficientes pruebas.

“No, No” dijo Ramón 

“Genio, Genio, pido mi segundo deseo, es que no me conozca nadie”

Puumm

Se vio por su calle sus vecinos lo ignoraban. Entró en la tienda a la que iba desde pequeño, muchas veces sin dinero. Pero cuando lo intento, el tendero, le llamo sinvergüenza, y le dijo que no fiaba a desconocidos. Se fue para casa, pero su esposa no lo reconoció, se puso a gritar a decir a los vecinos que llamasen a la policía.

“No, no. Genio, Genio. Quiero ser lo que era antes de encontrar te”

Bien, será tu tercer deseo

Y, volvió a ser quien era 

“ No es para ofender te, pero los Genios no valéis para nada, cuando yo le pido a La Virgen del Carmen, muchas veces me da lo contrario, luego cuando lo pienso veo, que eso era lo que yo mismo quería y necesitaba de verdad”

Ya, dijo El Genio; es que la Virgen del Carmen es Mujer y Madre, y, eso lo dice todo.

Arriba Ramón, despierta te quedaste dormido agarrado a esa lámpara. 

Ramón abrió los ojos. Todo fuera un sueño, o tal vez no. Pero mejor callar

“Me quedé dormido porque ando muy cansado, por cierto mañana quiero llevar el mejor ramo de flores

 a la Virgen del Carmen”

Fin


El genio o talento

 El genio 

Bécquer en su rima sobre un arpa abandonada, evoca el genio, el talento escondido en tantas almas que sólo es preciso despertar.

Yo diría que más que eso es preciso que cada quien conozca de lo que es capaz y de lo que no

Que dones y talentos ha recibido, también de cuales carece y no engañarse, ni dejar que lo engañen

O le digan, cómo debe o no debe usar su don

Para ello es muy importante saber a quien consultar a quien pedir consejo de quien aprender 

Y, si uno está seguro de tener determinadas habilidades o capacidades, no dar marcha atrás porque alguien con buena o mala intención te diga que no vales, que te dediques a otras cosas. Por la contra no hacer aquello que no sabes porque alguien te lo sugiera

Rechaza los consejos que no has pedido. Sobre todo cuando vienen de personas que te,minusvaloran.

Que te miran desde arriba y no, tienen ni pajolera idea 

Supongamos que eres pintor, todo el mundo tiene derecho a alabar, o a decir que no le gusta tu pintura. Nadie lo tiene ha decir te, como y que debes pintar y, sí alguien tiene el descaro de decir 

“ Yo habría dibujado así…hazlo verás que bien queda”

Dile bien claro 

“No, porque este es mi cuadro, pero tú pinta el tuyo como te gusta”

Lo dicho para la pintura vale para cualquier don.

No, dejes que maten tú genio. Ni lo mates tú en otros


sábado, 24 de mayo de 2025

La silla

 La silla 

Doña Remedios era una mujer de clase alta, orgullosa, no consentía que los que no pertenecían a su círculo o su clase social la tratase de igual a igual.

Sí alguien piensa que era mala se equivoca pagaba generosamente a las personas que atendían su casa, más de lo que marcaba la ley, hacía donaciones y Don Miguel el viejo párroco sabía que cada vez que había un problema en la parroquia, para él que hacía falta un aporte económico el primero y el de mayor cuantía era el suyo.

Pero Doña Remedios era de la opinión de que su clase social estaba por encima, y eso los que pertenecían a las clases inferiores, tenían el deber de reconocer lo.

Su piso era un pequeño palacio. Aquella tarde estaba leyendo en el salón, recordó que tenía que preguntarle una cosa a la mujer que limpiaba por las tardes, cuando la mujer llegó al salón sufrió un mareo, Remedios dudo, la mujer venía de andar limpiando, si le decía que se sentará en una de aquellas sillas, podría dañar la, eran muy delicadas, pensó en llamar a la señora que estaba planchando, que trajese una silla de la cocina, luego le mandaría preparar le una tila.

De pronto vino a su mente el capítulo 25 de Mateo, que describe el Juicio final. 

Se estremeció internamente aquella pobre mujer era Cristo, Cristo disfrazado y ella que era cristiana, no podía ofrecer a Cristo una silla de su cocina, por no considerar lo digno de sentarse en una silla de su salón.

Así pués ayudó a la mujer a sentarse; le pregunto si había comido, la mujer no quería responder, porque la respuesta tendría que ser negativa. Por ello solo dijo, lo siento señora.

Remedios llamó a la mujer que estaba planchando, y le mandó que preparase un bocadillo de jamón y un café con leche para su compañera y se lo llevase al salón, ella podía tomar otro en la cocina

Como el mareo de la limpiadora era por hambre, enseguida estuvo repuesta, pero en la silla quedaron manchas, en la tapicería y en la madera que no podía limpiar se, eran manchas de lejía que habían dañado el tapizado y la delicada madera.

En un principio pensó en llamar a un ebanista y un tapicero, pero mejor llevarlo a un taller. Bueno mandar que viniesen por él, lo desechó pronto lo dejaría tal cual estaba así cuando lo viera recordaría, la tentación en la que estuvo a punto de caer.

Al día siguiente fue hablar con Don Miguel, el viejo párroco para contar le su acción.

Narró todo con mucha precisión.

“Don Miguel ésto se lo digo en confianza, pero no en secreto de confesión”

Don Miguel. Sabía leer entre líneas, así pues le dijo, que para él como si lo fuera.

Doña Remedios le dijo entonces que iba dejar la silla tal cual, para que no se le olvidase

Don Miguel se levantó de su silla, hecho una furia

“No, Remedios no, vas a restaurar la silla, para que no quede vestigio de lo sucedido, para que no mandes tu petición de canonización al Santo Padre”

Doña Remedios no entendía nada

Entonces Don Miguel le dijo. Conoces el dicho que dice 

“No sepa tú izquierda lo que hace tú derecha, pues está incompleto, falta la segunda parte. “Que tú derecha solo sepa el bien que hace mientras lo hace”

“Por cierto conozco a unos restauradores son un padre y un hijo, el padre es ebanista, el hijo tapicero, trabajan juntos restaurando muebles tienen mucho trabajo, pero si yo se lo pido, no me van a fallar. Sí me das tu permiso les paso tu número de teléfono para que hables con ellos”.

Doña Remedios estuvo de acuerdo y se despidió del viejo cura. Quien fue a la capilla hablar con Jesús 

“No Jesús no mentí, es verdad que tienen mucho trabajo para llegar a fin de mes, pero yo solo dije que tenían mucho trabajo, lo que entendiese La Reme no es cosa mía, y, si es verdad aproveché que su silla precisaba un arreglo, y que Javier y su hijo José, precisan trabajar, para prohibir le, dejar la silla deteriorada.

Es verdad fui un poco lioso, pero el motivo lo merecía y, tú Jesús, estás de acuerdo, escuchó tus risas ahí dentro. Oye por cierto, Remedios es muy buena, que te voy a contar a ti, pero precisa Tú ayuda para bajar de su Torre. Cuento contigo Señor”

Javier y José realizaron un trabajo excelente tanto que Doña Remedios les encargó nuevos trabajos y los recomendó 

Y, cuando supo la verdad que apenas tenían trabajo…No le importó, eran buenos en su trabajo y honrados, ser pobre no era una deshonra.

Doña Remedios decidió ofrecer trabajo a la mujer de Javier como cocinera, y a sus hijos pequeños que iban a la escuela, les autorizó a venir a su casa a hacer los deberes, y a comer pizza algún día

Un día Marina la hermana de José, le pregunto si la podía llamar Reme.

Doña Remedios sonrió. Me encanta que mis amigos me llamen así, y nosotras somos amigas

Jesús había acogido el ruego de Don Miguel. Y, estaba bajando a Remedios de su torre.

Fin















Aeropuerto

 Aeropuerto 

La gente la miraba extrañada, porque todos los martes a las 11 de la mañana y a las 5 de la tarde. Aguardaba por el autobús que iba y venía al aeropuerto. Vestía se podría decir que de forma sencilla, llevaba una bolsa de esas de rafia que se usaban, para la compra, eran resistentes pero dejaban entrever el contenido.

La mujer llevaba siempre una tableta de chocolate de ese que se usa para preparar el chocolate a la taza. Una bolsa de bizcochos, y una bandeja envuelta en papel de confitería. Nada más

Cuando llegaba el autobús sacaba el dinero para pagar. Subía, y retornaba a las 2 de la tarde en el mismo autobús, con la misma bolsa, el mismo contenido

A las 5 volvía a coger el autobús y regresaba a las 8 de la tarde, pero la bolsa venía vacía.

¿Estaría loca, qué sentido tenía lo que hacía?. No faltaban los que bromeaban diciendo

“Tiene acciones en Iberia o Aviaco”

Otros simplemente decían que era una loca

El contenido de la bolsa era un enigma

Un día una mujer de la ciudad tuvo que ir a esperar a un amigo, y coincidió en el autobús con la mujer, era el autobús vespertino.

La señora en cuestión aprovecho para entablar conversación con la mujer que todos los martes iba mañana y tarde al aeropuerto

“ Yo, sé que piensan estoy loca, no sé disculpe yo también lo pensaría, pero aunque suene raro, esto me mantiene cuerda”

La señora preguntó porqué, qué sentido tenía aquello.

Esperaba que la mandase a paseó.

Pero no lo hizo 

“Se acuerda del avión que se estrelló en Montrove, yo entonces era muy joven preparaba mi boda, mi prometido había ido a buscar a su hermana y sus sobrinitos que llevarían las arras. A mí prometido le encantaban las magdalenas, a mí futura cuñada el chocolate express, así crudo, a los pequeños un niño y una niña los pasteles. Por eso vengo con todo ello en la bolsa. Sí, usted está pensando, porque lo hago dos veces al día, y qué pasa con los pasteles etc. Si piensa que alguien me engaña haciéndose pasar por un fantasma, no tema, no estoy tan loca. A las 11, vengó y observó si vienen personas humildes, personas con niños tristes, si veo alguna posibilidad, me acercó y, les ofrezco lo que quieran, no suelen aceptar

Por ello vuelvo a la tarde, entonces voy a los pobres que viven en tiendas de campaña, muchas gente les lleva comida, pero a nadie se le ocurre dar dulces, magdalenas, chocolate a unos sin hogar, porque dicen sin eso se puede vivir. Y, claro se puede, pero el dulce, endulza. No, no lo hago por mí prometido y su familia. Ellos ya no existen, yo era creyente, pero perdí la Fe, no, no fue por el accidente, fue simplemente

¿Entonces por qué lo hace?

Por una razón, yo lloré mucho, y como yo muchos otros, lloramos por el avión que cayó en Montrove, ahora me consuelo pensando que cada día, consigo que unas personas sonrían, sobre todo niños. Esa es la razón.

La llegada del amigo que venía esperar la señora. Piso fin a la conversación.

Como el amigo tenía mucho equipaje, tomaron un taxi.

Así nadie supo la historia de la mujer, hasta que la señora le contó en la peluquería. Yo estaba allí por eso me enteré.

Fin








miércoles, 21 de mayo de 2025

El hombre sin piernas

 El hombre sin piernas 

Aquella mañana no me había levantado de muy buen humor.

A veces sobre todo cuando se aproximaban cambios estacionales, o había hecho algún esfuerzo indebido. Tenía un dolor de piernas, que muchas veces tardaba en desaparecer

Que asco de piernas exclamé 

Salí a hacer lo que tenía que hacer. Y, me encontré con una amiga, mejor sería decir conocida. La cual al decir le, que andaba con dolor de piernas

Me respondió 

Pues da gracias a Dios, te duelen porque las tienes

Le solté un exabrupto

“Si las quieres te las regalo”

No, sabes lo que dices me respondió. 

Entonces me habló de Juan su nieto un joven casi un niño de poco más de 20 años, debido a un accidente le habían tenido que amputar las dos piernas. Él no tendría nunca dolor de piernas. Me habló también de otro chico amigo de su nieto. A él no habían tenido que amputar le. Pero se había quedado paralítico. Sus piernas no le dolían, estaban muertas

Le pedí perdón por mis palabras anteriores

Y, desde entonces cada vez que me duele un brazo, una pierna etc

Trato de aliviar el dolor. Pero le doy gracias a Dios no por el dolor, que no viene de Dios, si no porque si me duelen las piernas o los brazos etc, es porque los tengo y lo mismo que yo están vivos 

Fin










lunes, 19 de mayo de 2025

La hija de la luna


La hija de la luna 

Abuela, abuelita, rápido, ven

Carmen se seco las manos en la toalla, y fue a todo correr por el largo pasillo, hasta el salón donde se encontraba su nieta Mariela 

Qué mi tesoro 

Estoy bien, te llamé, porque ahí fuera hay otra niña. En las nubes. Es muy hermosa.

Carmen miro por la ventana, la paleidola, la falsa imagen que se había formado. Estuvo a piques de contarle la verdad.

Mas como dijera Pilatos

Qué es la verdad 

Mariela era una pequeña de ocho años, muy querida, que aguardaba con ilusión el nacimiento de la hermanita que su mamá llevaba en la barriga. Por desgracia un loco que conducía borracho causo la muerte de los padres de la pequeña y de su hermanita non nata

Ahora Mariela vivía con su abuela Carmen 

De repente, Carmen recordó, una canción del grupo Mecano y Montserrat Caballe. Que se titulaba 

"La hija de la luna"

Tomó un viejo CD, y puso la canción invitando a la niña a que la escuchase

Mariela la escuchó llena de emoción 

Ahora te voy a contar un secreto, la canción es verdad la luna es una mujer muy hermosa que vive en el satélite llamado la luna. Vino hablar llorando con tus papás, quería que fuesen vivir a la luna, para que la niñita que naciera, lo hiciera en la luna y fuera también su hija. Se lo pidió con los ojos llenos de lágrimas. Ellos no querían pero La Luna, les dijo que te vendrían a ver y a besar todas las noches mientras duermes, y lo mismo tú hermanita, pues el tiempo en la luna es distinto del tiempo de la tierra y tú hermanita es ya una hermosa muchacha de cabello de plata. De plata de verdad 

La hija de la luna 

La niña de la cabellera de plata 

Ahora voy cerrar las ventanas y las contras. Cierra los ojitos y duerme mi amor 

Y, enjugándose con la mano las lágrimas de los ojos. Salió de la sala donde dormía su nieta huérfana 

Fin 

Traducción del relato 

A filla da lua







Al carajo con el progreso


Al carajo con el progreso

Ramón madrugó como llevaba haciendo desde mucho tiempo atrás 

Ahora era director ejecutivo de uno de los más importantes consorcios de alimentación de La Europa comunitaria.

Esto motivaba que trabajase, desde casa conectándose  con los distintos departamentos, enviando correos, WhatsApp; y lo mismo desde el despacho de su empresa 

A lo anterior no hay que olvidar los cursos que estaba siguiendo, entre los que estaban los que seguía para mejorar los siete idiomas que ya hablaba, y aprender algún idioma nuevo.

Luego estaban los nietos, los hijos su esposa Raquel. De la que cada día estaba más enamorado.

Su vivienda como no podía ser menos, estaba amueblada con los últimos inventos de la demótica. Y tanto los teléfonos fijos, como los que todavía llamaba, móviles, y que eran pequeños cerebros electrónicos.

Muchas veces recordaba su ya lejana infancia, en la casa de su abuela Carmela, en una perdida aldea de Galicia, venían a su mente, a su cabeza el rumor del río bajando como un cabritillo pequeño, desde las montañas hasta el valle, las alamedas, el cielo limpio, el balido de las ovejas, el mugido de las vacas, y todos los mal llamados animales, la leche tibia recién ordeñada, de las ubres de las vacas, los terneritos.

El fuego crepitando en la lareira, el gato y el perro cerca del mismo, el pote, o la sartén puestos al fuego, las ricas papas de maíz 

 Las comidas en el largo comedor, las gallinas jóvenes subiendo al piso, los ricos huevos, los juegos con sus primos, con su hermano Miguel y su hermana Luciana, con los otros chicos de la aldea 

Y por encima de todo escuchar las historias, los cuentos en su mayoría de miedo. Que contaba la abuelita. 

No tenían luz eléctrica, pero no estaban a oscuras una lámpara o quinqué de aceite los  alumbraba. Las noticias las traían los padres, los tíos así como los vecinos que trabajaban en el pueblo. Por supuesto también escuchaban las noticias en una radio de pilas.

No había teléfono, por lo que cuando querían hablar con alguien ausente, iban a la cantina que era el único sitio donde había teléfono, por supuesto en la escuela también, pero la escuela permanecía cerrada durante los domingos y festivos y en las vacaciones.

Solía acompañar tanto a su madre a la que de tanto en cuanto la llamaba su marido Ramón desde Caracas, en otras ocasiones acompañaba a la abuela. Era toda una experiencia, iba saltando peñas a bajo, arrancando flores jugando con el perro mirando observando las mariposas 

Todo aquello estaba muy bien, pero ahora la vida era mucho mejor, había luz, teléfonos, agua caliente al instante.

Se encaminó a la ducha, se desnudo abrió el agua caliente; le gustaba sentirla resbalar por su piel, antes de enjabonarse.

De pronto sintió el agua fría fría, se seco y salió rápido 

No había luz, comprobó que no se debiese a un fallo interno,y no, era un apagón general. Pues bien ya vendría 

Lo malo es que el teléfono fijo no funcionaba, Ramón recordaba que tanto en la cantina, como en la escuela, si alguna vez se iba la luz, el teléfono funcionaba igual, el maestro les había explicado que eso se debía a que los teléfonos funcionaban con corriente alterna 

Intento trabajar desde su laptop, que no precisaba estar enchufado en la corriente eléctrica, pero las redes la conexión a Internet no funcionaba, de pronto pudo conectar se, así se enteró que había un apagón masivo, en todo el país, en Portugal, Francia e Italia. Se ignoraban las causas, y cuando sería solucionado, se haría lo antes posible. A continuación daban una serie de consejos.

Tomou Apel, para llamar a su mujer al trabajo, llamar a sus hijos por si precisaban ayuda con los niños, para irlos recoger a la escuela o a la guardería 

Tendrían que comer fuera, pues en casa todo era eléctrico 

No pudo hablar, sólo breves mensajes por Whatsapp, su mujer le dijo que la llevaba a casa un compañero que tenía un coche normal, que comprase embutidos, quesos...en fin cualquier tipo de alimento que no precisará ser cocinada.

Cogió dinero y bajo los diez pisos que lo separaban de la calle, dió gracias a Dios y a Raquel, a su mujer que no le había dejado alquilar el piso 35⁰

Ya estaba en la calle, ahora al súper

Qué carajo está pasando, estoy cayendo. Aún no arreglaron el socavón de hace 3 meses.

No podría decir cuánto tiempo estuvo cayendo. Le dolían la cabeza y los riñones.

Entonces escucho cerca una voz de mujer 

¿Señor, se encuentra bien, parece que no está lastimado?. Fuera, zas fuera. No les tenga miedo, dijo mientras espantaba con la mano un perrillo color canela y un gatito.

Soy la tía Carmela la viuda del zoquero

Yo soy Ramón 

Se llama usted como uno de mis nietos. Hoy no está aquí.Va de excursión con la escuela, van a la ciudad a Lugo, van estar cuatro días por allá un

Ramón se levantó, estaba en la aldea de su infancia, hablando con su abuela paterna.  Estaba en el Cielo 

Por supuesto no iba decir quien era, pero procuraría quedar allí o cerca 

"Al carajo con el progreso" Aún recuerdo la novela que me prestó mi amigo Carlos; en aquella época yo era un muchacho. El argumento de la novela, cuyo títuloq era "El apagón". Transcurría en los EE.UU. Iba de que por un apagón, a causa del cual, una joven conectada a unas máquinas estaba a punto de morir. La historia parecía una locura y no lo era.

Necesito ir al pueblo, aún recuerdo el camino, buscaré una librería para adquirir un ejemplar. Pero de qué hablo.

"Sí estoy con la escuela de viaje en Lugo, entonces debo de tener, es decir yo en el tiempo en el que aterricé, tenía 11 años, es decir hace 45 años, eso quiere decir que estamos en 1980. Está publicada, pero no creo que la tengan ya en el pueblo, tendré que buscar un día para ir a la ciudad.

Ahora tengo que darme prisa, la abuela es decir la señora Carmela, me está llamando; no puedo decir le la verdad. Seguro que iba buscar a Don Crescencio el cura, para que me sacase el demonio del cuerpo.

La señora Carmen. Lo presento a los vecinos, que lo observaban como sí notasen algo en él. Y también lo presento a sus hijos y nietos.

 Los que sí lo reconocieron. Fueron el perrito y el gato. Por fortuna no sabían hablar

Se sentó cerca de la lareira, en la que ardía un fuego bajo 

Fíjese, los animalitos de Dios, a mí que no me digan que no tienen alma, ni conocimiento. Más que muchos de nosotros. Saben, quién es buena persona. Miré estos dos pillos, el gato y el perro. Hay vecinos a los que les bufan, bien les bufa el gato, el perro les ladra, y a usted como si fuese de casa.

Ramón sonrió y acaricio al gatito y al perrito

Ramón, Ramón. Despierta hace más de ocho horas que volvió la luz 

Abrió los ojos. Dónde estoy

Donde vas estar en el sofá, te quedaste dormido y tú hijo dijo que lo mejor era no despertarte, soñaste en alto con tu abuela. Decías muchas burradas 

¿ Así que no caí en el socavón, fue todo un sueño?. Fue todo un sueño, no volví a 1980, estoy en la época del maldito progreso. Al carajo con el progreso 

Papá. Dijo su hijo Felipe. "Te comprendo, pero no es para tanto, en el progreso hay cosas buenas. Mira tienes una videollamada desde Nueva York, de tu nieta Lucía, y ésto es gracias a la técnica y al progreso. Que tienen cosas buenas 

Y malas, que son más abundantes. Hijo 

No estoy de acuerdo con ninguno de vosotros. Los que somos buenos o malos. Somos nosotros las personas. Mejor dicho, malos y regulares, que bueno sólo es Dios.

"Que su Bendita Luz, no, nos falté nunca. Que para la falta de la luz artificial, tenemos velas y linternas"

Mamá que mística te has puesto 

Mística no, no soy Santa Teresa, mujer cristiana que se sabe hija de Dios eso sí. Y, ahora con la bendición de Dios vamos a comer. Primero hay que dar les al perro y al gato.

Ramón no dijo nada. Se limitó a sonreír. Así que los ladridos y maullidos que creía escuchar en 1980, eran los del perrito Trump y el gato Bolívar.

Fin

Traducción del relato 

"O carallo co progreso"














sábado, 17 de mayo de 2025

A filla da lua

 A filla da lua


Avoa, avoiña ven de presa

Carmen secou as mans na toalla, e marchou po lo longo pasillo hasta a sala, onde se atopaba a su a neta Mariela.

Qué che pasa miña ruliña

Estoy ben, chameite, porque ahí otra nena fora, Nas nubes. E moi fermosa

Carmen mirou a través da fiestra, a paleidola, falsa imaxen formada. Estuvo a un intre, de decir lle a verdad

Mais como dixera Pilatos

Qué e a verdad 

Mariela era Unha pequena de oito anos, moi querida, que agardaba con ilusión que a irmanciña que a mamailla levaba na barriga nacerá. Por desgracia un tolo que conducía borracho causou a morte dos pais da pequena e da sus irmanciña non nada.

Agora Mariela vivía ca sua avoa Carmen 

E de supeto, Carmen lembrou Unha canción do grupo Mecano y Montserrat Caballe. Que se titulaba

“La hija de la luna”.

Tomou o vello CD, e puxo a canción invitando a nena a que a escoitase con ella

Mariela escoitou chea de emoción.

Agora vouche contar un segredo, a canción e verdad a lua, e Unha muller moi fermosa, que vive no satélite que se chama lua. E veu falar chorando cos teus papás, quería que foran vivir a lua para que a neniña que nacería o fichera na lua, e fose tamen a sua filla, pediullo cos ollos cheos de bagoas. Iles non querían pero a Lua, dixolles que te vendrían a ver e bicar todas as noites mientras durmes, e o mesmo a tua irmanciña, pois o tempo na lua e distinto do tempo da Terra, e a irmanciña xa e Unha fermosa rapaza de cabelos de prata, de prata de verdad.

A filla da Lua

A nena de guedellas de prata 

E agora voy pechar a fiestras e as contras, pecha os olliños e duerme. Meu Amor

E enxoillandose ca man, as bagoas dos ollos saiun do salón onde durmia a sus neta orfa.

Fin


Homenaxe o día das letras galegas






O carallo co progreso

 

O, carallo co progreso

Ramón ergueuse cedo, como facía dende había unha porrada de anos.

Agora era director executivo de un dos mais importantes consorcios de alimentación da Europa comunitaria

O, que o levaba a traballar tanto dende a sua casa, conectandose cos distintos departamentos, mandando correos, WhatsApp; como dende o despacho na empresa.

A todo isto non hay que esquecer, que estaba facendo un montón de cursos, entre os que se atopaban o mellorar as sete linguas que falaba e aprender algunha nova

Logo viñan os netos, os fillos, a sua dona de quen cada día estaba más engaiolado.

A sua casa coma non podía ser menos, estaba amoblada cos derradeiros inventos da demótica. E tanto os teléfonos fixos, coma os que aínda chamaba móbiles, eran pequenos cerebros electrónicos.

Moitas veces lembraba a sua infancia xa lonxana, na casa da sua avoa Carmela, nunha esquecida aldea de Galicia, viñan a sua mente, os seus miolos o rumor do rio baixando coma un cabritillo “pequeno”, dende as montañas hastra o val, as arboredas, o ceo limpo, o balar das ovellas, o muxir das vacas, e todos os mal chamados animais, o leite morno, recen sacado, muxido dos tetos das vacas, os terneiriños.

O lume da lareira crepitando, o gato e o can preto del, o pote o a tixola no lume, as ricas papas de millo, o maínzo ou zara

As comidas no longo comedor, as pitas subindo o piso, os ricos ovos, os xogos cos seus curmáns, co seu irmau Miguel, e a sua irma, Luciana, cos outros rapaces da vila

E sobor de todo, escoitar as historias, os contos moitas veces de modo, que contaba a avoiña

Non había luz eléctrica, pero non estaban a escuras, unha lampara ou quinqué de aceite os alumeaba. As novas, traíanas os pais, ou os tíos así coma os veciños que traballaban no pobo, e tamén as escoitaban dunha radio a pilas

Non había teléfono así que cando querían falar con alguén de fora, pos iban a cantina, que era o único sitio onde o había, e tamén na escola, pero clara ista pechaba os festivos, os domingos e nas vacacións

Il soia acompañar xa fose a sua nai, a quen de vez en cando chamaba dende Caracas, o seu home, Ramón, outras ia ca avoa, era toda unha experiencia, ir brincando penas abaixo, arrincando frores, xoganodo co cadelo, ollando as bolboretas…

Ben todo iso estaba moi ben, pero agora a vida era moito mellor, había luz, teléfonos, agua quente o minuto

Marchou pra a ducha, espiuse e abriu a auga quente, os gostáballe sentila esvarecer sobor da sua pel, antes de enxaboarse.

De súpeto notou a friaxe da auga, secouse e saíu rápido

Non había luz, comprobou que non se debese un fallo interno, e non era un apagon xeneral, pois ben xa viría a luz

O malo era que o fixo non funcionaba, Ramón lembraba que tanto na cantina, coma na escola, se algunha vez se ia a luz, o teléfono funcionaba o mesmo, o mestre lles explicara que iso era porque os teléfonos funcionaban con corrente alterna

Intentou traballar co seu latop, que non precisaba corrente, pero as redes, a conexión a Internet non funcionaba, de súpeto puido conectarse e soupo que había un apagon masivo, en todo o pais, en Portugal, Francia, e Italia. Non se sabían as causas nin cando se podería arranxar, fararano o antes posible, e daban unha serie de consellos

Tomou o seu Apel, pra chamar a sua muller o traballo e falar cos fillos, por si precisaban axuda cos cativos, como ir por iles a escola ou a gardería

Terían que xantar fora, pois na casa todo era eléctrico

Non puido falar, so breves mensaxes por WhatsApp, a sua muller dicholle, que a levaba a casa un compañeiro que tiña un coche normal, que mercase embutidos, queixos...en fin todo tipo de comida que non precisará ser cociñada

Tomou diñeiro e baixou os dez pisos que o separaban da rua, deu grazas a Deus e a Raquel a sua muller que non lle deixara alugar o piso 35º

Xa estaba na rua, agora o súper.

Que carallo me pasa, estou caendo, aínda non arrancharon o socavon de fai 3 meses

Non sabería dicir canto tempo estivo caendo. Doíalle a testa, e os cadrís

E xa, escoitou preto dil, a voz de unha muller

¿Atopase ben, señor, parece que non se mancou moito, diame a man?. Liscade, liscade fora. Non lles teña medo, dixo entrementres escorrentaba ca man un cadeliño de cor canela, en un gatiño.

Eu son lle a tía Carmela a viúva do zoqueiro

Eu son Ramón

Vaia, chamase vostede coma un dos meus netos, hoxe non se atopa, foi de excursión ca escola, van a cidade de Lugo, estarán catro días fora

Ramón ergueuse, estaba na aldea da su infancia, falando ca sua avoa paterna. Estaba no ceo

Por suposto no iba dicir a verdade, pero tiña que percurar quedar il, ou preto.

O carallo co progreso. Ainda lembro a novela que me prestou o meu amigo Carlos, eu entón era un rapaz, o argumento do libro, da novela que se titulaba. “O apagón”, e transcorría nos EE.UU. Ia de que por un apagón unha rapaza conectada a unha máquinas, estaba a piques de morrer. Parecía unha tolemia, pero non o era

Teño que ir a vila, aínda coñezo os camiños, buscarei unha libraría pra mercar un exemplar, pro de que falo. “Se estou ca escola de viaxe en Lugo, debo ter, e dicir, “Eu de este tempo en que caín, 11 anos, ou sexa que fai 45 anos, polo tanto estamos en 1980, si xa esta publicada, pero non creo a teñan aínda na vila; xa verei como baixo a cidade

Agora debo darme presa, a avoa e dicir a señora Carmen, chámame, non lle poido dicir a verdade, seguro que iba polo crego. D. Crescencio, pra que me escorrentase o demo do corpo.

A señora Carmen, presentou a Ramón os veciños, que o miraban coma se adiviñasen algo nil, e o mesmo fixo a seus fillos, e os nenos

Queens si sabían que era, eran o cadeliño e o gato. Por sorte non falaban

Sentouse cerca da lareira, a medio lume

Fixese, os animaiños de Deus, a min que non me digan que non teñen ialma, nin coñecemento, máis que moitos de nos. Saben, que e boa xente, mire istes dous lacazáns, o gato e o cadelo, hai veciños os que lle bufan, ben que lles bufa e o gato, o can ládralles, e a vostede coma se fosa da casa.

Ramon sorriu, e agarimou o gatiño e o cadeliño.

Ramon, Ramon. Desperta o, xa fai mais de oito horas que veu a luz

Abriu os ollos. ¿Onde estou?

Onde vas estar, no sofá quedacheste durmido, e o teu fillo, dixo que mellor non despertaches, soñaches en alto, ca tua avoa, e dicías moitas parvadas

¿Enton, non cain no socavon, foi todo un sono?. Foi todo un sono, non volvín a 1980, estou na época do maldito progreso. “O carallo co progreso”

Papá, dixo o seu fillo Felipe, enténdote, pero non fai pra tanto, e o progreso ten cousa boas, mira tes unha vídeo chamada dende Nova York da tua neta. Lucía, e grazas a técnica o progreso hai cousas boas

E malas, abondan mais a malas meu fillo

Non estou de acordo con ningures de vosoutros os que somos bos ou malos, somos nos a xente. Mellor dito. Malos e regulares. Que Bon so e Deus; Que a sua Bendita Luz, non, nos falle nunca, que pra a outra temos velas e lanternas

Mamá que mística, te puxeches

Mística non, non son Santa Teresa, muller cristia, que se sabe filla de Deus si. E agora ca bendición de Deus vamos a xantar, primeiro hai que darlles o cadelo e o gato

Ramon non dicho nada, so sorriu. De modo que os ladridos e os maullidos que pensaba escoitar en 1980, eran os do cadeliño Trump, e o gatiño Bolivar.

Fin

Iste relato e a miña aportación o dia das letras galegas, a idea deuma “O apagon que tivemos na derradeira semana”

Fin