domingo, 4 de mayo de 2008

El Católico, el judío, el musulmán

Había en la época del esplendor de Toledo 3 amigos José, Abraham, y Mustafá los tres se conocían desde la infancia, y los unía un sincero afecto.

Pese a la tolerancia reinante en aquel momento de la historia. Los tres amigos, que eran por este orden, católico judío y musulmán. No dejaban de verse uno a los otros como errados, e intentaba por todos los medios que el otro viniese a parar a lo que el creía “la verdad”.

Así José por ejemplo solía cuando invitaba a sus amigos a comer en casa, servirles vino y carne de cerdo pese a que sabía que los musulmanes no pueden beber vino ni comer carne de cerdo, y los judíos si bien pueden beber vino. No pueden comer cerdo .Esto hacía que se fuesen siempre de su casa sin comer.

A veces también empezaba discusiones religiosas, en las que acaban peleándose, pero no valláis a pensar que los otros 2 eran más tolerantes no hacían lo mismo, y además tenían la fea costumbre de echarse en cara los defectos que cometían los representantes y los seguidores de sus respectivas religiones.

José pensó una mañana y se lo comunico a sus dos amigos; “Sois muy importantes para mí, y no quiero que nuestras religiones rompan nuestra amistad propongo que entre los tres busquemos la verdadera, la abracemos o mejor dicho la abracéis porque es obvio que la verdad esta sólo en la religión cristiana”

Los amigos aceptaron todo excepto claro lo de que la verdad estaba sólo en la religión cristiana.

Establecieron unos criterios de búsqueda primero se trataba de ver en que dios creían o si creían en Dios.

Mustafa creía en Ala el Todopoderoso el Eterno el Magnifico el Misericordioso ni creado ni engendrado, y que no había engendrado a nadie. El Dios que había elegido a Abraham el que por medio del Arcángel Gabriel se había revelado al profeta Mahoma:

Además tenía una serie de preceptos como dar limosna, ayunar, ir una vez en la vida a la Meca, hacer la Guerra Santa, que Mustafa sabía, que no era guerra contra ningún infiel, sino la guerra contra los propios defectos, contra los deseos de hacer su voluntad; y no la voluntad divina de Ala, por desgracia había musulmanes. Que lo entendían al revés y la tomaban contra el prójimo, pero era su error, el Islam era santo, era una religión buena. Además si no fuese la verdadera se preguntaba ¿Cómo hubiera podido Mahoma desterrar y acabar con la multitud de ídolos, que los árabes adoraban antes de la revelación a Mahoma?

Así pues notifico la conclusión a la que había llegado a sus dos amigos, con la intención de que al punto decidiesen hacerse musulmanes y salvarse.

Le llegó el turno al judío a Abraham; Por supuesto Mustafa estaba equivocado, aunque no en todo, si en lo de Mahoma, y en lo de ir a la Meca. Pero todo lo otro era cierto, Dios a quien él llamaba Eloim o Yahvé era Único, aunque en el judaísmo no se afirmaba él personalmente también pensaba que ni había engendrado ni había sido engendrado, estaba de acuerdo en la limosna, y el ayuno, y por supuesto en luchar contra uno mismo por mejorarse; aunque como en el caso de los correligionarios de Mustafa hubiese habido a lo largo de la historia judía que lo hubiesen entendido mal. A parte de eso en su fe se incluía la creencia en la Tora, la esperanza del Mesias. Que estaba tardando más de la cuenta. El dolor por la destrucción del Templo de Jerusalén, con lo que ya no podían ofrecer sacrificios a Yahvé, y la observación del Sabat, la circuncisión, la pascua etc. Su religión tenía a su favor todos los prodigios que Dios, había hecho por sus profetas, y la supervivencia de su pueblo entre tantas persecuciones

Así pues manifestó a sus amigos; que lo mejor que podían hacer era hacerse judíos, aunque reconoció que el musulmán no estaba muy lejos de la plenitud de “la verdad”.

Le llegó el turno a José y también él se puso honradamente a buscar “la verdad”

Descubrió que no había mentira en lo que creían sus amigos; la religión de Abraham no podía ser falsa, o Jesús y La Virgen María habrían practicado una religión falsa. Si la circuncisión era una abominación, la Virgen y San José habían sometido a su Hijo a una abominación, claro que se trataba de ver cada cosa por separado; y la conclusión estaba clara, si los compatriotas de su Amigo Abraham habían sido el pueblo elegido durante milenios, lo tenían que seguir siendo; porque sino Dios, no sería el Dios que revelo en plenitud Jesús, sino un abusón que toma a las personas, para servirse de ellas. Él creía en un solo Dios, pero este Dios era Padre, si había engendrado aunque la palabra sea imperfecta para hablar de Dios, ya que Dios no engendra al modo humano; era Hijo ( Jesús. Al que muchos decían habían matado los judíos, pero José no era tan imbecil como para creer semejante cuento, ya que judíos eran no solo quienes lo condenaron a muerte, sino su familia, su madre El mismo; y por supuesto sin la ayuda de un gentil como Pilatos, y por miedo a otro gentil Tiberio, no lo hubieran condenado, la verdad es que todos, los seres humanos habían tenido parte en aquella muerte y todos se habían beneficiado de la misma. Dios era Amor o Espíritu Santo, y como tal no había sido engendrado ya que procedía por vía de Amor del Padre y del Hijo, no había engendrado; ya que la Encarnación del Hijo en el seno de María, no actuó engendrándolo; sino haciendo posible una concepción sin padre humano; por lo tanto cuando su amigo Mustafa decía que Ala no era engendrado, ni engendrante, podía muy bien estar creyendo en el Espíritu Santo, y cada vez que recitaba las bellas oraciones del Coran, estaba invocando al Espíritu divino, y como quien adora a una de las personas divinas adora a las tres. Lo sepa o no, resultaba que Mustafa adoraba a su Dios plenamente. Los preceptos también él como cristiano, se abstenía de comer carne el viernes, ayunaba, daba limosna y hacía oración, y también a él le había mandado Jesús la guerra santa.” El reino de los cielos esta en lucha, y sólo luchando se consigue” José lo entendía también como lucha consigo mismo, aunque como en el caso de sus dos amigos, otros cristianos no pensasen así; por lo que hacía a su amigo Judío. Era obvio que no tenía la plenitud de la revelación de Dios, pero puesto que adoraba a Dios adoraba por lo dicho antes a las Tres personas. La espera del Mesías. Esto se dijo es lo que nos separa, yo se que el Mesías vino, es Jesús. Pero de pronto, recordó que el también esperaba, que Jesús volviese, era la segunda Venida, luego él también esperaba la venida del Mesías. Dio un salto de alegría, sus amigos no estaban lejos de la Verdad. Y él no la poseía la Verdad recordó es el mismo Hijo de Dios, y es Él quien se pone en el corazón de los hombres en la medida en que se dejan llenar de amor, y no de odio. Leyó la epístola de Santiago, y vio que la religión verdadera era “visitar a las viudas y los huérfanos y no corromperse con la sociedad”; y eso lo hacía sus dos amigos, y otros más.

Sabía que en su religión estaba la plenitud de la revelación, pero el hecho de que uno posea una licenciatura, no quiere decir que lo que sabía en el bachillerato fuera mentira o no valiese, era menos perfecto, y lo mismo los conocimientos que tuvo antes de ser bachiller.

Así pues comunico a sus dos amigos. Que cada uno facilitaría al otro la practica de su religión, ambos se ayudarían y colaborarían en hacer obras buenas. Y se ayudarían en su “guerra santa” particular reprendiendo sé con cariño como hacen los amigos.

Así lo hicieron y añadieron algo más el viernes acudían los tres a esperar a Mustafa a la salida de la mezquita en donde le habían rogado; rogase a Dios por ellos, luego iban a su casa y allí su amigo les leía preciosos versículos del Coran, y José y Abraham sentían que su Dios era Grande, y besaban al irse con respeto El Sagrado Coran, porque un libro que habla de Dios, y dice cosas tan bellas, es de Dios.

El sábado o Sabat acompañaban a su amigo Abraham a la puerta de la sinagoga, y le pedían rezase por ellos, luego en la casa de este por la tarde Abraham les leía salmos y las bellas historias del Antiguo Testamento, Mustafa veía la belleza de la Tora (Antiguo Testamento) y también lo proclamaba libro bendito como El Coran. En cuanto a José era lo que oía leer en la iglesia el domingo, lo que rezaba en casa, era lo suyo, aunque le faltase algo.

El domingo Abraham y Mustafa acompañaban a José al templo o iglesia, le pedía rezase por ellos en la Misa, y a la tarde iban a la casa de este, donde les leía un salmo y una historia del Antiguo Testamento para alegrar a Abraham y luego un relato del evangelio o de cualquier libro del Nuevo Testamento

Así poco a poco la amistad de los tres amigos se afianzo, aprendieron a ver la santidad de su Religión, vieron que era verdadera pues los unía a Dios.

Pero se desato una guerra de intolerancia entre Credos, y unos musulmanes, que no poseían el alma limpia de Mustafa empezaron a perseguir a todo aquel que no fuese musulmán, y José como otros cristianos fue detenido, se le quiso forzar a abrazar el Islam, pero él se negó, no porque dejase de ver lo bueno que había en El, sino porque si el Islam era el bachiller el era doctorado cum lauden, porque si el Islam era una perla engarzada en oro, el cristianismo era un diamante engarzado en perlas y rubíes, y porque, en su fe estaba la plenitud de la verdad revelada. Por ello José fue asesinado por aquellos fanáticos musulmanes. Dios lo recibió en el cielo, a donde van siempre los mártires. Los que son testigos del amor.

Por lo que hace a los cristianos, olvidándose de lo enseñado por Jesús también ellos promovieron una persecución contra los no cristianos, y Mustafa y Abraham también entregaron su vida, porque no veían que la plenitud revelada estuviese en quien precisaba de hombres y violencia para imponerse, que un dios que precisa patíbulos y armas, más que adoración merece pena. Sentían lastima de que no todos los cristianos fuesen como su llorado amigo José, pero no podía hacerse cristianos. Y aquellos fanáticos cristianos, los mataron Dios los recibió en el cielo, a donde van los mártires los testigos del amor, los que no aceptan un falso dios.

En el cielo donde por supuesto Mustafa se alegro de ver a Mahoma, y Abraham de ver a Moisés. E incluso de enterarse de que Jesús era el Mesías, y que iba volver a la tierra. Aunque se guardaba el día en secreto. Lo que más les alegro fue cuando Las Tres personas de la Santísima Trinidad les presentaron a su amigo José.

Entonces Jesús les dijo, los tres habéis vivido en la religión verdadera, porque la religión verdadera es la que une al hombre con Dios y le lleva a cumplir y buscar su voluntad por encima de su Vida y eso hermanos, amigos fue lo que hicisteis.
Y los tres se quedaron felices en el cielo

Fin