jueves, 25 de abril de 2019

El Pan (bíblico)


Jeremías  no daba a abasto, debido a las fiestas de Pascua, todo el mundo le encargaba sus panes ácimos, cierto que en la mayoría de las casas, los cocían las mujeres,  pero siempre eran insuficientes, pues no faltaban los parientes y amigos de la diaspora, que volvían a casa

Aquella mañana, observo sus  2 panes ya no le quedaban más eran preciosos, pronto vendría por ellos  Juan, el hijo menor del pescador Zebedeo,  María la viuda de José el Carpintero,  los había hecho casi todos, para la cena de su Hijo, pero  se había acabado la harina, así que recurrían a él

Mientras Jeremías, salia al vestíbulo, los panes hablaban entre si, el primer pan, dijo que estaba deseando el momento en sumarse a la celebración de la liberación de la esclavitud de Egipto

el otro pan se echo a reír, "Deseando que te claven un cuchillo, te hinquen unos dientes, pues yo no, y, pienso hacer lo que sea, porque no me vendan, rodare y caeré al suelo"

"Vaya tontería, sabes que nos va comprar Jesús"

" Mira que grandeza nos va comer un carpintero, rechazado por los grandes del Pueblo, que no amigo,  yo no voy a esa mesa"

Cuando llegó, Juan, Jeremías le  dijo que le regalaba los panes, el Maestro, es decir Jesús,  había curado a su hermano de la lepra; así pues le dio un pan, pero cuando quiso tomar el otro cayo al suelo, Juan dijo que lo aceptaba igual, pero el pan rodó, y, rodó,  hasta ponerse debajo de un mueble y, fue imposible

A la noche comieron los panes y, en mitad de la cena, Jesús tomo el único pan, que había conseguido Juan, pronuncio unas palabras, tras pedir en oración permiso a su Padre Dios, y, el Pan se transformo en su Cuerpo, Él mismo se hizo presente en Aquel pan, que ya no era Pan era Él mismo, el humilde pan que deseaba ser comido, para así ser parte de la celebración de la Pesej, la Pascua judía, se convertía en el Cuerpo del Hijo de Dios, el Pan de la Nueva Pascua, la definitiva la Pascua cristiana y eterna.  En cuanto al otro pan, pues al cabo de varios días, lo encontró Jeremías, sin moho pues era ácimo, pero duro como una piedra, que ni para las gallinas servía, así que lo arrojo al vertedero, sin besarlo,  pues al pan lo besamos porque nos recuerda La Eucaristía, y, en cierto modo seguro que por homenaje a aquel buen pan. y, de aquello Jeremías aún no se había enterado.

y, mucho menos el pan que no quiso ser comido

fin


martes, 16 de abril de 2019

Confidencia bíblico

Lázaro y sus hermanas estaban encantados, porque José, el amigo de su padre Lázaro,  y su esposa María junto con su hijo Jesús, se alojaban en su casa.

los niños Lázaro y Jesús, eran amigos, y, siempre que sus padres se lo permitían estaban juntos. Los padres de Jesús habían ido, para celebrar la Pascua,  en Jerusalén, con unos parientes que eran también parientes de Séfora la mujer de Lázaro padre; Jesús era la primera vez que iba al Templo, bueno la segunda, pero de la primera a los 40 días de nacido, no se había enterado, ahora miraba extasiado la maravillosa construcción.

Aunque no podía reprimir un estremecimiento cuando oía balar una oveja, o mugir una vaca o un ternero que estaba siendo sacrificado. Sí del dependiese no se haría.

Los días pasaron, y, José y María se despidieron de Lázaro y Séfora y de sus hijos, llamaron a Jesús, pero al no acudir dieron por hecho, que estaría en la caravana, pero no estaba en la caravana,  lo buscaron, volvieron a todos los sitios donde había estado, a casa de parientes nada, y, como no, volvieron a la casa de Lázaro, no estaba,  pero Séfora  la madre mando a éste hasta el Templo, a ver si lo encontraba allí

Y, allí estaba haciendo preguntas y respondiendo

Lázaro fue corriendo hasta él

Tus padres te van a matar, te llevan buscando 3 días, qué haces aqui

ya lo ves, esta es mi casa

tú estas chalado, tú casa, ésto es el Templo del Señor
ya lo sé, por eso digo que es mi casa, es La Casa de mi Padre, de mi Abba

La Casa de tu abba,  esta en Nazaret, tu abba es José

No, Lázaro José no es mi padre, bueno si lo es, pero no como tu piensas, yo soy hijo de Dios

claro como todos

No, me has entendido, lo que quiero decirte es que "Yo soy el Hijo de Dios", y, soy, El Enviado el Mesías

Lázaro no sabía que decir, Jesús nunca le había mentido, además para que iba decir aquello, que de no ser cierto, sería una blasfemia.  Sin saber  cómo se vio de rodillas,  diciendo. Señor, soy  indigno de tu amistad

Pero Jesús lo tomo de un brazo y lo levanto, tranquilo, y de esto no digas nada,  espero que nuestros padres nos dejen vernos pronto

Y, Lázaro se fue avisar a María, y, bueno esa parte la cuenta Lucas muy bien

la  amistad de Jesús y Lázaro nunca se rompió, por eso cuando un día murió Lázaro, Jesús no  pudo evitar llorar, claro que después lo volvió a la vida.

sábado, 6 de abril de 2019

O pan ( conto galego)



O pan

Carmela quedou viuva moi nova, con tres picariños  mais outro que naceu sete meses despois da morte do seu pai.

D’aquela  a xente casaba moi nova, o millor dito, casabana. Asi que os 20 anos, Carmela xa era nai de catro meniños,  probes, probes de andar a pedir non eran, pro ricos, o que se dí, ricos pois tampouco

Tiñan unha leiriña que traballaba  Carmela, cando podía, unha vaquiña, unha porca de cria, en alguns, coellos, e galiñas

Na aldea había un so  forno pra cocer o pan, o forno era propiedade do que antaño fora o señor feudal, e levavano, os seus herdeiros, o mellor dito, o herdeiro, Anton, un bon rapaz, que  só lles cobraba unha pequena cantidadade,  en fariña, cartos  u, outros bens

Carmela, iba  cocer o pan, coma os outros veciños e pagaba o mesmo que os outros, pro veu un día, que tivo malas colleitas, enton non podía pagar, e falou con Anton, Anton dixolle que xa pagaría cando poidese que primeiro ela e os nenos

E cando Carmela, quixo pagar, respostou, que estaba errada, que non lle debía nada

E outro día,  confesoulle que sentía por ila, algo especial, e quería que fose a sua dona, Carmela , dixolle que ila se debía o seu home, e os seus fillos, pro Anton, contoulle, que o matrimonio, era hasta a morte  dun dos esposos, e o seu marido, levaba xa morto  maís de catro anos. É que ademáis, por il, podían vivir coma irmans hasta que ela quixera

Pero Carmela,  rechazouno, non lle ia dar  os seus pequenos un padastro, e asi foi pasando o tempo, e ela seguía rechazando a Anton,  ainda que xa o amaba. As veciñas decían lle que era unha toleima, que os fillos marcharían un día, e unha muller precisaba un home que a defenderá, hai que lembrar que falamos do seculo XIV.

O caso foi, que chegou o día, en que os fillos de Carmela, marcharon da casa, a vivir as suas vidas, ningún quixo quedar ca nai,  foi enton cando Carmela, o ir cocer o pan, dixolle a Anton, que xa estaba soia,  Antón  perguntoille, por fillos,  e desexou toda clase de bens, e, ela dixolle,  o mellor agora, poderíamos

O que Anton respostou, non Carmela, xa e tarde eu, houbera sido un bo pai, dos teus fillos, pro agora acostumeime a vivir só, teño a miñas cousas, en non te faria feliz, debiches pensalo mellor  cando xo dixen, ti refutaxes  o meu amor, polos teus fillos, esquecendo que os fillos te deixarían un día

Agora so podemos ser bos amigos, e podes coma todos vir cocer o pan cando queiras

E Carmela quedou soa o resto da sua vida, Anton non, home e rico coma era, o final casou un dia nun matrimonio apañado cunha viuva rica o que non lle unía ningún sentimento
E as xentes notaban que no era feliz, hasta se volveu un poco amargado, e o mesmo lle pasou a Carmela, por non, aceptar o amor cando lles chamoou a porta

Fin

Confidencia

La Confidencia

Luisa iba todas las mañanas muy temprano a comprar el pan, para preparar el desayuno a su esposo, que llevaba muchos años enfermo en la cama

Todos en el barrio, admiraban a Luisa, por el cuidado con él que ella trataba a Juan, su marido, sobre todo porque el hombre cuando estaba sano, no había sido lo que se dice, un buen esposo. Es cierto que nunca la maltrato físicamente, pero sí en otros sentidos, por ejemplo le había prohibido que siguiera trabajando en la empresa de coches de alquiler en la que ella prestaba sus servicios, y, entonces la mujer precisaba la autorización del marido para trabajar, así que tuvo que contentarse con ser una simple ama de casa

Aquella mañana, Ana, la hija de la dueña de la tahona, decidió averiguar por su cuenta, y, decidió preguntarle a la propia interesada

Buenos días. Doña Luisa, puedo hacerle una pregunta, Luisa le respondió que sí, y, Ana le pregunto porque cuidaba con tanto esmero a su marido. Luisa le respondió, que por varias razones,  porque era su esposo, porque era un hombre muy bueno, porque estaban enamorados, y, que no entendía la pregunta

Entonces Ana, le hablo de cuando le prohibió trabajar fuera de casa, y, Luisa le conto la verdad, Juan, no le había prohibido nada, la había defendido, el dueño de dichas oficinas se había propasado incluso había violentado alguna empleada, y, lo mismo intento con ella, que se defendió como pudo y, logro escaparse, cuando se lo conto a su marido, pensaron entre los dos que hacer, denunciarlo sería inútil,  pues era la palabra del jefe contra la de Luisa, decir  que dejaba ella el trabajo sería un riesgo pues podría denunciarla de cualquier falsedad para que volviese, la única solución era que él su marido, “le prohibiese trabajar, aludiendo a que era necesaria en casa”, y, asi se  hizo, Juan tuvo que trabajar más, por eso ahora estaba enfermo, concluyo Luisa

Y, por cierto de simple ama de casa nada, he sido, educadora, pedagoga, psicóloga, catequista, biblista, consejera sentimental, enfermera, algo médico, economista,  cocinera, pastelera, en suma he sido mamá, mamá  y esposa, y, ahora soy doctora en todo lo anterior porque soy abuela de 6 nietos, los que Dios nos dio por medio de nuestros 3 hijos. Ya ves Ana, no todo es lo que parece

Ana, pidió disculpas, y, le rogo a Dios le ayudase a encontrar un marido “tan malo” como el de Doña Luisa

Fin