martes, 27 de febrero de 2024

Un regalo para Jesús


Un regalo para Jesús
Cuando al niño Jesús, le regalaron un cerdito
Cuando nació Jesús tuvo muchos regalos, pero hubo uno que llevaron unos niños gentiles, de cuya historia hablará otro cuento, era un cerdito, bueno eran dos, uno de cartón, y otro un lechoncito; en una palabra dos cerditos. Y como todos sabemos la Sagrada Familia es judía, y los judíos no pueden comer cerditos, ni jugar con ellos
Pero el bebé Jesús, se encapricho del cerdito de cartón, o algo parecido, y no lo soltaba. San José no sabía que hacer, sí lo veían los rabinos, los apedrearían
Su esposa María se reía. Tranquilo esposo, deja al animalito, escóndelo por ahí, ya le encontraremos lugar, él también fue creado por Dios, sabes José, siento que llegará un día gracias a nuestro pequeño, que  no habrá animalitos impuros, ya nos los hay- ¿Verdad mi vida, dijo tomando a Jesús en brazos? Jesús sonrío y dijo papá, así que María lo pasó a José, no sin antes decir le, no has respondido a mamita.
El pequeñín, acaricio a los dos cerditos, el de juguete y lechoncillo, que José se apresuró a esconder pues venía gente a ver.
Por la noche al bueno de José se le ocurrió una idea, el cerdito se llamará, Pedro Sánchez
No cariño dijo La Virgen, le llamaremos Periquín
Pocos días más tarde huían a Egipto, llevándose a Periquín, en Egipto no había peligro los egipcios admitían a todos los animalitos, aunque no los llevasen al gobierno. Eso los españoles  y otros
El cerdito Periquin fue feliz, y fue regalado a una familia de gentiles, que se hicieron amigos de José y de María. Por supuesto de Jesús, quien desde pequeño aprendió, de su mamá María;  que su Abba, no había creado animalitos impuros. O sería el niño quién lo enseñó a su mamá
No fue la mamá, él era un niño de verdad.
Fin





lunes, 26 de febrero de 2024

Abraham y Jesús.

 

Abraham y Jesús. Cuento reflexión en 3 partes

Abraham había salido a luchar, para apoyar al rey amigo suyo, y a su sobrino Lot

De pronto en un claro del bosque, apareció aquella figura, era alto, esbelto, cabello entre mezcla de negro y rubio, vestía una rara armadura, rara porque no era tal, su pecho iba desnudo. Sobre su pecho, lo que Abraham tomo por una Taú, la letra que representaba el número de hombres con los que habían vencido

El hombre llevaba una copa de oro, que contenía vino, y una hogaza pequeña de pan

Se acerco despacio al Patriarca

Soy Melquisedech, rey de Salem, rey de Paz

Abraham le pregunto por su origen

Pero el hombre le dijo, que no era tiempo de preguntas, su nombre era misterio, un día lo sabría

Luego le dijo que bebiera del vino, que vendría del, de Abraham, y que comiese del pan, que vendría también del.

Abraham no entendía, lo que decía, pero bebió y comió, se sentía en paz

Entonces Melquisedech, bendijo a Abraham siervo de Dios, y bendijo a Abraham. Y le dio la décima parte de lo que se había recuperado en la guerra.

Abraham padre de los creyentes, había recibido La Eucaristía adelantada de manos del Melquisedech eterno. El Hijo de Dios, que sería también hijo de Abraham

Abraham había escuchado, al menos eso le parecía, no siempre era clara, La Voz de su Amigo, le pedía el sacrificio de su hijo, de su hijo único, de Isaac

Abraham no entendía

A qué venia aquella petición. ¿Acaso precisaba pedirle la vida, de su hijo, no podía tomarla él mismo?

¿Y, porqué le había dado a Isaac, con dejarle a Ismael ya le llegaba, Isaac nació, cuando no era su tiempo, fue una obra de su Amigo, la estéril, y vieja quedo preñada, por Isaac, Abraham viviría para siempre, en hijos que serían como las estrellas del Cielo. Pero ahora si moría Isaac, de dónde vendrían los hijos, volvería a quedarse preñada Sara? No su Amigo no era un dios loco, como esos de su padre Teraj, no

Tampoco era un Dios cruel, y no mentía

Abraham se dijo, se lo daré es suyo. Me duele pero lo inmolaré, sé que él me lo devolverá siempre cumple sus promesas. Es veraz

Abraham se dispuso a sacrificar a Isaac, pero un ángel detuvo su mano, en su lugar Abraham ofreció un cordero

De pronto La Voz resonó en su interior.

Abraham no he cancelado el Sacrificio de tu hijo, no tranquilo, Isaac partirá de viejo, el hijo único que será sacrificado, es mi Hijo, si Abraham, soy Papá, se lo que duelen los hijos, Yo entregaré a la muerte a mi Unigénito, para rescatar a mis hijos pequeños, ese Hijo, Abraham será también tu Hijo, y por él te harás tu también Abraham, hijo mío.

Abraham cada vez que escuchaba, La Voz se decía, que no entendía nada. Se calló lo del Hijo de su Amigo

Y, regreso a casa con Isaac, que se había dejado atar como un día, un descendiente suyo, mejor dicho El descendiente suyo, Jesús se dejaría clavar en La cruz

Jesús hijo de Abraham, hijo natural de Dios, el Amigo de Abraham

En el Cielo y en la tierra al mismo tiempo, porque el Cielo es Dios y está en todo lugar.

Abajo en la tierra, donde vivimos la mayoría de los humanos, los santos en el Cielo, siguen siendo humanos

Allá en el Cielo, Dios dijo a su amigo Abraham, fíjate, ahora voy hablar de ti. Estoy ahí, en ese hombre, ese carpintero, ese soy Yo.

Abraham sabía que su Amigo, era capaz de todo, sabía que estaba en el Cielo, que era el Cielo, pero que también llevaba un tiempito, aprendiendo lo que es el tiempo, y, viviendo como hombre, porque ahora también era hombre

En la tierra, unos hombres se acercaron a otro, discutieron con él largo tiempo, eran duros de mente, vamos de vivir ahora, votarían a Pedro Sánchez, con eso se dice todo

El hombre un carpintero judío que ahora andaba de rabino itinerante, ya harto de ellos les dijo

Abraham al que llamáis padre, se alegro pensando en ver mi día, en verme, y cuando sucedió se alegró”, los hombres que hablaban con él, le dijeron. “Estás para que te encierren” bueno no con esas palabras exactamente, pues eran del siglo I, pero el significado era el mismo, le dijeron, tú estás endemoniado, no tienes 50 años y has visto a Abraham

La verdad es que tenían razón, en apariencia, ni 50, ni 400, hacía miles de años, que Abraham había caminado por la tierra

Entonces el carpintero judío, ahora rabí, llamado Jesús, el hijo de una tal María, y un tal José carpintero él, les dijo

Antes de existir Abraham, Yo Soy

Ellos quisieron apedrearlo

Arriba en el Cielo, Dios dijo a su amigo

¿Por qué te alegras de verme?

Tú sabes que sí, dijo Abraham. Y te felicito, que buena respuesta. Que pena no sepan eres tú

Va, como dirían en la tierra dales tiempo. Así recuperó a otras ovejas.

Israel siempre será nuestro Abraham

Fin





Cuando La Virgen se quedó sola


Cuando La Virgen se quedo sola.

Aquella mañana, María fue como siempre a la fuente, llevaba su cántaro, pero una pequeña nube de tristeza, bañaba sus ojos, haciéndolos más bellos, si es que eso era posible

Aquel día, Jesús no vendría a cogerle el cántaro, porque se había ido, ella sabía que un día se iría. Pero estaba tan a gusto con él, escuchándolepreguntándoleenseñándole, si enseñándole que era su madre, y él un ser humano

Jesús se había despedido, le había pedido su bendición, como cualquier hijo, la había comido a besos, pero tenía que empezar su misión.

Primero se iba a hacer bautizar por Juan, luego un tiempo de ayuno y oración. Y a comenzar, cuando Dios quisiera

María le dijo que se cuidará, que durmiera bien, qué se abrigará, que se alimentará

Que no te cuidas, y eso, Jesús no me gusta

Que si me cuido mamá (inma), le había respondido él

Que tengas cuidado, algunas personas pueden no ser muy buenas.

Jesús le había dicho, buenos ahora en la tierra, desde que papá, esta con Papá. Tú y yo, solos mamí; por eso estoy aquí. Tranquila, nos volveremos a ver pronto.

Hasta pronto mamí, Papá está contigo

María lo entendió, sabía que era cierto

Una vecina que escucho dijo

Ese chico, no está bien de la cabeza, le dice que su padre, está con ella, hace más de 12 años que José duerme con los padres, que en paz descansé, era buen hombre, sí muy buen hombre, a ver como sale el hijo, hasta ahora no había queja, pero a dónde irá

Vio que María entraba para dentro de su casa, y fue corriendo, a ofrecerle ayuda, a decirle que paciencia que los jóvenes hoy en día, en cualquier época es “hoy en día”, “que los jóvenes hoy en día, ya se sabe

La invito a comer

María agradeció, otro día, hoy quería estar sola, bueno sola no, no, pero sí. Tenía ganas de llorar, pero eso no lo dijo. Se limito a decir, Si el Cielo quiere mañana, pero podemos si quieres orar juntas a la tarde. Somos mujeres y no es preciso seamos diez.

Es que valemos más que ellos

La Virgen se río

Ay que pena María, que El Señor de Israel, no os diese más hijos, con lo buena gente que erais José y tú

María sonrío un poco, sabes Raquel, siento una Voz que me dice, que seré madre de familia muy numerosa, que ya tengo hijos

Raquel pensó ella también se volvió loca. Luego dijo. A la tarde vendré a orar contigo, oraremos y al tiempo hablaremos de nuestra vida, con el tiempo la idea de Raquel, ya con La Virgen en el Cielo, se haría con algunos cambios, y se llamaría Rosario.

Y, sí el Rosario lo ideo Santo Domingo, pero la semilla empezó un día en Nazaret


Después María entro en su casa, todo le recordaba a su Niño Jesús, porque Jesús era para ella su Niño, le asalto un susto. ¿Y, si no lo volvía a ver?. No protesto, ella seguía diciendo Fiat.

Aquí está Señor tu esclava

Pero su Arcángel de la Guarda, Gabriel, al que ella, llamaba Gaby, y el le llamaba María, aunque en el Cielo, le habían dicho que era su Reina, pero Gaby era es un Arcángel marchoso, y pasaba de formalismos, así que la llamaba

La más resalada, la Graciosísima, y con ese nombre le dijo, Volverás a ver a Jesús, yo también soy su Arcángel de la Guarda, lo verás en una boda, dentro de poco, tú serás para él, el Mensajero del Padre

¿En una boda? Dijo María, entonces ya será el tiempo

No, del todo, pero en esa boda, tú lo pondrás en marcha

Gaby, cuida de mi Niño

Graciosísima, que me cuide él, que además de tu Niño es el Dios de Israel, y el Hijo del Dios de Israel, y el que camina, con el Viento del Dios de Israel. Ay Dios mío, Graciosísima, que me acabo de dar cuenta de algo, que ya sabía, que siendo cierto todo lo que digo. Tú eres La Madre de Dios, la Hija de Dios, el Templo de Dios, y, yo como si tal cosa.

Gabi, yo soy tu María, tu Graciosísima, por su Gracia, que yo nada tengo mío, soy su Esclava, toda la Gloria a Él, pero para mi, Jesús es mi Niño, yo lo deje humanar, cuídamelo, Gaby sí hace falta le riñes.

Lo cuidaré lo prometo. Quien me lo iba decir, Custodio de Dios. Jesús también le había dicho, Gaby cuida a mi Mamí

María sonrió, con Gaby, aunque no lo veía, lo escuchaba en su corazón, no se sentía tan sola, además como decía, su Jesús, el Padre, y la Ruha, estaban siempre con ella, y, él en cierto modo también.

Lo creía, lo sabía. Pero echaba de menos tanto oírle decir.

Mamá, otra vez lentejas, no me gustan, y decirle, come y calla, tienes trabajo. Como una madre normal.

Que eso era, una madre que se había quedado sola.

Empezaba a trabajar sin saberlo su advocación de Virgen de la soledad.

Fin.





La boda de los padres del Mesías

 

La boda de los padres del Mesías

La verdad es que lo que se dice la boda, la firma del contrato nupcial se había celebrado hacía meses, pero ahora iba ser la conducción de la novia esposa, a casa del novio esposo

La joven novia se hallaba embarazada, apenas se percibía su embarazo. Y a nadie escandalizaba, porque los desposados eran ya marido y mujer desde la firma del contrato matrimonial

Es cierto que algunos parientes no veían bien que se hiciera un miércoles, porque el miércoles era para las desposadas vírgenes

Pero Joaquín que sabía la verdad del embarazo de su hija, aunque no podía desvelarlo

Se mantuvo en sus trece

Mi María será conducida a casa de José el miércoles, nadie hay más puro que ella, eso es tan cierto como que ahora mismo, hay nieve en el rosal de mi casa

Las mujeres al escucharlo, se rieron era agosto hacía mucho calor, cómo iba haber nieve, eso era como decir que María con un embarazo de 5 meses, seguía siendo virgen

Decidieron ir a comprobar, bueno iban a reírse un poco, pero cuando llegaron frente a la casa de Joaquín, el rosal estaba pleno de rosas rojas, y al mismo tiempo bañado de nieve

Tuvieron que rendirse

Mientras Ana, acababa el vestido de María, que no quería lujos, le daba consejos, y preparaba también los vestidos de sus 10 amigas, las que saldrían a esperar al esposo a José

Joaquín hablaba con José

José era un joven muy dispuesto, de la familia de David, lo mismo que Joaquín, en realidad era sobrino de esté

Joaquín hay una cosa que me preocupa, tú que eres un hombre de oración me la puedes responder

Joaquín le dijo. Mira hijo, eres judío, un buen judío. Conoces Las Escrituras, sabes que nadie puede tocar el Arca del Señor, tu matrimonio, no podrá ser como el mío con Ana, habréis de ser vírgenes los dos, eso lo sabes

Lo sé Joaquín eso no me preocupa. Lo que me preocupa es como yo, un simple carpintero, que no soy nada ante el Señor, voy a ser el padre de su Mesías. ¿Tendré que dejarle, haga lo que quiera, no le puedo corregir...?

Joaquín se río.

Ay mi yerno querido, ese niño que va dar á luz mi hija, será tu hijo , puestos ella aunque nunca la conozcas es tuya, por matrimonio, deberás enseñarle, mandarle, o se te sube a las barbas corregirle, y sí es preciso un buen azotito ayuda a dormir.

Los dos hombres se rieron

Una semana más tarde, bajo el baldaquino, María y José recibían las bendiciones nupciales de parte de un levita, y José rompía la copa, pisando sus restos y prometiendo ser fiel a María hasta que los pedazos se juntasen de nuevo.

Una comida que duro varios días en los que no falto el vino, celebro. La boda, o conducción ya en casa de José

A la mañana siguiente, María vio que su joven esposo estaba haciendo una cuna, la cuna para el Hijo de Dios, para el Hijo de José, cuna que nunca estrenaría.

Fin



Los hijos de los Reyes Magos


Los hijos de los reyes magos... 

Este cuento, o historia también se podría llamar, “los principitos magos”

Los reyes magos, aunque no eran reyes, sino sabios, astrónomos y astrólogos, estaban casados y viajaban con sus esposas; y sus hijos. El único que no tenia hijos era Eliab, pues le habían muerto, así que era el tío de todos

Pero Baltasar, y Gaspar si tenían hijos y nietos Gaspar

Pues bien, cuando fueron adorar al Niño Dios, sus esposas hijos y nietos les acompañaron

Pero hubo algunos “principitos”, aunque no lo eran, en concreto, 2 nietas de Gaspar, y 3 hijos y una hija de Baltasar, que decidieron volver a ver al Niño

Así que, Lucenda, Gasparina, Anteareta. Junto con sus amigos, Baltor, Arturo, Polaris, y Escandia. Fueron a ver y jugar si los papás del Peque las dejaban, decidieron llevarles algunas cosas, aquello del incienso, el oro y la mirra, que habían llevado su abuelo y padre respectivo les parecía una tontería

Es que los mayores son tontos, dijo Lucenda, para qué le sirve eso para jugar.

Así que tomaron sus juguetes escogieron los mejores, entre ellos iba un cerdito, y Baltor decidió también regalarle un cachorrito de cerdo, que alguien le había regalado.

Por supuesto los pequeños ignoraban que Jesús, no podía jugar con un cerdito, ni comerlo

Y así se fueron a la casa de María y José. La Virgen los mandó pasar, los llevó a donde estaba Jesús, que empezó a hablarles en gallego. Y se quedaron jugando con él, le hicieron cosquillas, Jesús se reía como un descosido, le dieron sus regalos, al Niño lo que más le gusto fue el cerdito, tanto el de juguete, como él de verdad, más el de verdad.

Jesús sabía que no era impuro, Su Papá no hacia nada impuro. Eso es la gente que se monta historias

La Virgen, regreso con unas tazas de leche con miel, no se conocía el chocolate aún, y unos pastelitos de miel y nata, que había horneado ella misma, jugo con los niños, siempre fue una niña, y después San José los llevó junto a los Magos

Que no sabían nada, y los estaban buscando para marcharse.

Antes de irse. Eliab, iría a dar un mensaje a San José, pero esa es otra historia. La del cuarto mago. Que no es la del mago ruso

Fin-



Simeón


Simeón

Simeón era ya mayor, le gustaba ir al Templo casi todos los días. Tenía la seguridad, se lo afirmaba La Voz de Yhv que escuchaba allá dentro del, de que iba ver y conocer al Mesías

Su esposa Raquel y sus hijos y nietos, se reían

Sí hombre sí, le decía Raquel, cuando venga el Mesías, no va tener nada más que hacer, que darte audiencia, a lo mejor te nombra general de sus ejércitos, ah no, que el otro día dijiste que también venía para los perros, es decir los goings, los gentiles, esos que se hacen sus dioses. Cada vez que pienso la cara del rabino Samuel, menos mal, que le dije, te había oído mal, y quería decir los hermanos que viven en la diáspora

Y, tú Simeón sí no te meto dentro de casa a empujones, ibas a decir que venia para, ser su Luz

El Mesías vendrá para aplastarlos, para que Israel reine sobre ellos

Pero tú dale con esa Voz. Que me das miedo esposo

Simeón se acabo de arreglar, rezo su Shema, y dijo a Raquel me voy, hoy lo conoceré. Hoy ira a su Templo

Quién dijo su hija Rebeca

El Mesías hija, el Mesías

Papá,

Déjalo Rebeca, dijo Raquel tu padre, ha perdido el rumbo. El Mesías aún no llegó.

Simeón se fue corriendo, se sentía ligero, allí se encontró con Ana su amiga, una jovencita de 84 años, enamorada de Yhv

Entonces vieron subir a una parejita joven, llevaban un bebito en brazos, se lo turnaban como si fuese su muñequito, llevaban también una jaulita con dos palomitas que serían sacrificadas, eran pobres

Simeón les salió al encuentro corriendo, lo mismo hizo Ana

Tomo al bebé en brazos, y mirando al Cielo dijo

Ahora Señor, puedes dejar ir en paz a tu siervo, porque mis ojos acaban de ver al Salvador que nos envías, luz para iluminar a los gentiles, y gloria y orgullo de tu Pueblo Israel, luego felicito y bendijo a los jóvenes papás, de pronto su rostro se nublo un poco, y dijo a la joven mamá, este niño será causa de que muchos caigan y se levanten en Israel, y a ti una espada de dolor, te traspasará el alma, para que se descubran los pensamientos de muchos corazones”

Jesús no paraba de llorar, extrañaba los brazos de sus papás, así que Simeón lo devolvió a su papá José

Mientras Simeón, oraba de nuevo en su interior.

Tranquilo Señor, no diré que eres Tú, ese niño, lo he sabido al ver tus ojos, eran son tan hermosos como el mar, y La Voz de su interior le dijo. “El niño tiene los ojos de su mamá”

Simeón regreso a su casa, contó lo sucedido con el joven matrimonio. Su mujer y su hija Rebeca se rieron, el Mesías un bebé de una pareja que no pudo aportar el cordero, no cabía duda. Simeón cada día estaba peor

Pero Simeón las corrigió, si llevaban el cordero, el corderillo, yo lo tuve en brazos, pero aún no tenía edad para el sacrificio.

No se puede sacrificar el animal que aún mama

Lo dicho hija, dijo Raquel tu padre está loco

Pero desde aquel día, Simeón ya no iba tanto al Templo, iba a la sinagoga.

Fin



La vuelta de Los Reyes Magos

 

 Los reyes magos de vuelta en Jerusalén. Se acercaron unos griegos a Felipe...

Melchor, Gaspar y Baltasar pues Eliab se había quedado en Egipto, a donde había acompañado a La Sagrada familia.

Pues bien, los tres sabios que un día, hacía ya muchos años habían llegado a Jerusalén, buscando a un bebé que había nacido, y bueno.

Ahora se habían juntado de nuevo, y estaban en Jerusalén, hacia ya tiempo que eran proselitos de la puerta, es decir judíos en todo, menos en la circuncisión y en zamparse cuando no había judíos cerca unas lonchitas de jamoncito, que eso no hacía daño a nadie, pero sus dioses hacía tiempo que los habían mandado a hacer buen fuego

Ahora algo dentro les había dicho que aquel Niño que fueran adorar un día, y que se llamaba Jesús estaba en Jerusalén

A quién preguntar, dijo Gaspar, ellos llevaban años viviendo en Grecia, vestían y eran considerados griegos.

No podían ir a Herodes bueno al Herodes descendiente de aquel asesino. Les extrañaba que Jesús no fuese el rey, bien Dios tenía su estilo.

Tras mucho preguntar, dieron con alguien que les indico que allí había dos hombres, que se llamaban Felipe, y Jacobo, que eran discípulos del rabino Jesús.

Melchor se acerco a Felipe y Santiago, hablando en su nombre y en él de sus compañeros.

Señor, dijo, este señor, era como nuestro señor, y en su idioma se decía de otra forma, vamos era una forma de cortesía, no el título que se da a Dios.

Señor, queremos ver a Jesús.

No dijeron más, a Felipe, y a Santiago les extraño, la pregunta de aquellos extranjeros, pero los llevaron a Jesús.

Jesús estaba hablando a la gente, y a su Padre al mismo tiempo, Juan lo cuenta muy bien.

Luego se quedó con los 3 sabios.

Que cayeron a sus pies, Jesús los levantó, y les contó que su mamá, le hablaba de ellos, pero claro él no los recordaba tenía poco más de un año.

Les indico donde podían hallar a María, que sí se acordaba de ellos, y por ella supieron de Eliab

Meses más tarde, los tres sabios se encontraban con su amigo Eliab, que estaba de vuelta en Jerusalén, y los cuatro veían morir a Jesús en una cruz, y leían el rotulo puesto por Pilato

Jesús de Nazaret, el rey de los judíos”

Entonces entendían que ese era su trono

Y, 50 días más tarde, escuchaban a Pedro y los demás hablar de la glorificación de Jesús, vivo para siempre

Y el agua del bautismo, introducía a los cuatro en La naciente Iglesia.

Luego según algunos el martirio de sangre les abriría la Puerta de la Jerusalén celeste

Fin



Un padre habla con el padre Dios


Un padre habla con el Padre Dios. Cuento

Una vez un buen hombre estaba desesperado, porque su hijo había sido asesinado, y nadie le había ayudado

Su hijo era un joven bueno, él lo había educado enseñándole a querer y respetar a todo el mundo, ayudar a todo él que lo necesitará

Como eran de buena posición el hijo que se había doctorado como médico, atendía a los pobres sin cobrarles

Y salía de noche a llevar comida, mantas y ver si había alguien enfermo, para atenderlo, darle medicinas, y llevarlo a un albergué y si era preciso un hospital

Surgió en aquella época el sida, y el joven doctor se puso al servicio de aquellos pobrecitos, como no eran del sector respetable entonces, sino homosexuales, prostitutas, drogadictos. Pues la gente empezó a mirarlo mal, la gente de bien, se entiende.

Y, como él no ocultaba su condición cristiana, aunque no iba imponiendo nada, incluso algunos de aquellos enfermos empezaron a verlo mal

Había conocidos y amigos de su familia, que ya no le saludaban, otros decían incluso que era un drogadicto, otros que era un mujeriego, otros que tenía amantes de su mismo sexo, bueno más que amantes, clientes

Un día unos drogadictos, a los que estaba intentando dejasen de drogarse, le atacaron y le clavaron una jeringuilla, que lo infecto con el sida, lo hicieron a la vista de muchas personas que no movieron un dedo.

Es más decían le está bien, juntarse con esa gente, claro, se junto con los suyos

El joven médico falleció a los pocos días, con muchos dolores

Su padre quedo desolado.

Qué dios permitía aquello, dios era cruel. Tal vez ni existiera

En el funeral de su hijo, el sacerdote, lo escucho, y tuvo la delicadeza de no darle un discurso apologético, al contrario, lo mando hablar con Dios

Contarle lo que le había contado a Él

Mira hazlo en la iglesia, en tu cuarto a solas, o donde quieras, desde tu corazón ábrete a él, quéjate

Aunque la verdad sea dicha, le pareció una solemne tontería. Decidió hacerlo. No en la iglesia, se iría al campo donde ya estaban su esposa, y sus dos hijas

Allí junto al arroyo que rodeaba una de las montañas, un lugar que siempre lo había llenado de paz. Hablaría con el Creador

Axial lo hizo

Primero empezó a gritos, luego se fue calmando, hasta que ya solo hablaba en su corazón y desde el corazón, pregunto a Dios por qué su hijo estaba muerto

Y Dios le hablo fue como la caricia de la Brisa, fue una Mano Materna

Dios le dijo que lo entendía, pues a él le había pasado lo mismo, él también tenía un Hijo Jesús, y lo había mandado ayudar a los hombres a curar a los infectados por el sida del pecado, y la gente de bien, lo había rechazado, incluso algunos de los suyos, lo dejaron solo. Y Lo crucificaron

Sí dijo el pobre hombre. Pero tú Hijo es Dios como tú, tu Hijo vive, está sentado a tu Derecha, al mío lo mataron malas personas, y sigue muerto

No, es verdad lo que afirmas de Jesús, pero el tuyo que también es mío, también esta vivo, no lo dejé en la tumba, ahí están sus restos, él esta conmigo, está con Jesús, sentado con él a mi Derecha, y te manda un mensaje, los que ocasionaron su muerte, y los que no la impidieron, no sabían lo que hacían. Esto se lo dijo Jesús. Que Yo conozco a mi Muchacho.

Pero Quiero que sepas que tu hijo, está vivo, sano completamente, y tú puedes mostrarle tu cariño, y de paso también me lo demuestras a mí, ya sé que me quieres, y no me enoja tu enfado, yo lo descargué cuando murió Jesús, en aquella pequeña tormenta, lo de eclipse no, ese ya estaba previsto, hacía millones de años, para vosotros.

Qué he de hacer Padre

Sigue el camino de tu hijo, tienes la parte de su herencia, ibas añadirla a la de tus hijas, pero a ellas les llega lo que van a recibir la riqueza en exceso, aleja de Mí, aunque Yo no me aleje de ninguno de mis Pequeñitos

El hombre entendió

Y mandó hacer una fundación y un hospital para aquellos enfermos

Solo al sacerdote y a un amigo íntimo contó la verdad. A los demás les dijo que lo había decidido, pensando en su hijo. Aunque se decían creyentes, lo hubieran tomado por loco.

Los domingos cuando no había Misa, y no podía bajar al pueblo, no asistía a la celebración de La Palabra, tomaba su Biblia, y se iba hablar con su Padre Dios; junto al arroyo-

Fin.



martes, 20 de febrero de 2024

Por suerte. ..


“Por suerte no sabemos el día ni la hora”

Pedrin estaba repasando el catecismo, pronto recibiría a su Amigo Jesús en La Sagrada Eucaristía

Dejó por un momento el libro, y miro a su abuela.

Su abuela la señora Lucinda, supo que, quería preguntarle algo.


Abuelita. ¿Nadie sabe cuando se va morir?

Nadie Pedrin, a veces Dios hace alguna excepción pero nadie lo sabe

Es que dice el cura que nos da la catequesis, que sí lo supiéramos todos iríamos al Cielo, y por eso Dios no lo hace.

A Doña Lucinda las estupideces la enervaban vinieran de quien vinieran, por eso, sin contenerse dijo

Ese cura es tonto

Abuelita, si hijo es tonto, pero tú guarda el secreto. Dios quiere que todos vayamos a vivir con él felices en el Cielo, por eso Jesusín murió en la Cruz

Pobrecito, dijo Pedrín

Pues por eso mismo, nos oculta el día que vendrá a buscarnos

Pero abuelita, si lo supiéramos ese día seríamos buenos

No, hijo, además no vamos al Cielo por ser buenos, sino por dejar que Dios nos amé. Mira te voy explicar con un ejemplo

Imagínate que a una persona supiera que se iba morir a los 100 años, otra a los 30

En primer lugar esas personas se tendrían envidia, se odiarían, la que va morir a los 30 pensaría porque ella tenía que vivir menos que la otra, y la que iba vivir 100, cuando tuviese problemas, pensaría en la suerte de la que partiría a los 30

Además de eso ninguna es posible buscase a Dios, fuese buena persona, la de los cien años, porque tiempo había, la de los 30 porque también había tiempo, hasta al menos los 29-. Y eso llevaría a que se acostumbrasen a no hacer nada, sobre todo a no hacer nada bueno, y se dejasen llevar. Cuando uno espera una visita, alguien que va venir de viaje, y sabe la hora fija, es posible que se le pasé, porque aún es pronto, hasta que suena el timbre


Pedrito, corto a su abuela. Sí como el otro día cuando llego el tío Ricardo, mamá le dijo, “ya llegaste” y el tío le dijo, es la 1 de la tarde, ya os dije que llegaba a esa hora.


Doña Lucinda, siguió, Así es, pero por el contrario cuando llego el abuelo, como solo sabíamos que iba venir, estábamos pendientes, el tío ni su cuarto tenía listo. Pues en el caso de la muerte es igual, siguiendo con “nuestras amigas inventadas” se irían durmiendo, dejando pasar, además conforme sé acercará la fecha, sentirían el demonio se encargaría de ello, de recordarles el mal hecho, hacerlas desesperar, las convencería de que hacer bien entonces era interesado, y por ello Dios lo iba rechazar, el cielo sería objeto de mercado.

Por eso Dios nos ocultó su día.

Y además hay otra cosa, que la gente no sabe. No vamos a morir

Abuelita

Si Pedrín no vamos a morir, si estamos con Jesús nos quedaremos dormiditos, no importa cuando, ni cómo, y despertaremos en el regazo de La Virgen, porque sabes una cosa en el Cielo volveremos todos a ser niños.

Fin





César Augusto

 

César augusto
César Augusto recibió  a su Legado. Virgilio Antonius Pelamus
El Augusto se hallaba en su residencia de verano, de Cesarea Augusta, nuestra Zaragoza
Ave César
Pasa Virgilio
Cuál es el motivo de vuestra llamada, Señor
Siéntate primero, dijo el César mostrándole un triclinio, primero bebamos este vino de Falerno, y mientras bebemos y observamos la danza de las últimas esclavas que he comprado, por cierto una será mi regalo de bodas, a ver sí los Dioses del hogar, te ayudan a que este matrimonio  te dure más, cuántos divorcios llevas
8 Señor
Eres un pillastre
Los dos hombres bebieron y vieron la danza casi obscena de las jóvenes esclavas. Luego el César se puso de pie, y dijo
Quiero que mandes legados a Judea a todo Israel, tengo ganas de divertirme un poco
Qué vais hacer Señor
Voy ordenar un censo de todos los habitantes de Israel, bueno de todo el Imperio, pero este les  toca a ellos en especial, cada uno, cada pater familias habrá de ir a inscribirse a su ciudad de origen, la de su clan, las mujeres no tendrán que ir si no quieren, basta que el marido de el nombre, los niños sí, y sí nacen después del censo, deberán acudir entonces. Te imaginas el trasiego judíos de un lado, para otro
Señor, eso solo dará problemas a nuestras guarniciones en Judea. Perdonad Augusto, pero no le veo, el sentido. Júpiter me ilumine
Lo tiene Virgilio, ese Pueblo dice que no tiene más que su dios, que por supuesto según ellos es el único, los protege, y no hacen censos porque son de su propiedad, sus ovejas se llaman. Pues bien ahora tendrán que censarse quieran o no, lo manda el Emperador de Roma, a ver sí su dios los puede librar, quién sabe.
Virgilio sonrió. Señor que grande sois, ya los imagino vociferando
Virgilio salió dispuesto a llevar las ordenes que se irían enviando desde una posta a otra
Mientras en el Cielo
El Padre Dios decía. Mi querido César Augusto, se deja sin saberlo manejar por mí. No sabe que está sirviendo a mis planes

Unos siglos antes de la idea de César Augusto.
El profeta Miqueas
“Tu Belén de Efrata no eres la menor, pues de ti saldrá el caudillo que apacentara a mi Pueblo Israel, por eso los entrego hasta el día, en que la que tiene que parir parirá”

En la misma época de la idea de Augusto, en una aldea llamada Nazaret, una joven recién casada a su esposo
José, hay una cosa que no entiendo, si el Mesías tiene que nacer en Belén, eso aprendí desde pequeña, cómo es que nuestro niño va nacer en Nazaret

No, te preocupes María, será lo que Dios quiera, confía en él
Ya lo hago José, tienes razón

Muchos meses más tarde
Salía la orden de un censo general, y José que era de la ciudad de David, por ser su descendiente, se iba con María embarazada a Belén su ciudad de origen, y allí María daba á luz al Mesías, al Hijo de Dios, que nacía en Belén como estaba decidido por su Padre.
El pobre Augusto había sido un  juguete de la Trinidad. Que a los Tres les gusta jugar con la soberbia de los poderosos.
Fin.



Ana y la pequeña María

 

Ana y la pequeña María

Ana la esposa de Joaquín miraba a su pequeña niña, era tan hermosa, pero sobre todo tenía un algo, que hacía que pareciese más santa que el Templo, no es que fuera buena, lo era sin dejar de ser traviesa, es que se le sentía sufrir cuando veía hacer daño, y tan feliz, de rodillas, o de pie recitando los Salmos, o hablando en silencio con su Diosito

Ana sabía que al ser su esposo Joaquín descendiente de David, y no tener hijos varones, la nena María, debería ser dada en matrimonio a un descendiente de David

Pero para eso faltaba tiempo, la pequeñita solo tenía 6 añitos, que El Dios de Israel la cuidasen.

Recordó el día en que la llevaron al Templo para agradecer y consagrarla a Yhv

María que acariciaba un cachorrito de perro, lo besó, lo dejo con cuidado en el suelo, y corrió a los brazos de Ana

Y, no olvidemos los apócrifos Ana no era una anciana, era una mujer madura sí, pero joven

Mamita, (Inma) ¿Sabes una cosa, quiero mucho a Diosito, es tan bueno, y sufre tanto cuando nos portamos mal, yo no quiero portarme mal nunca?

Ana la sentó en su regazo, le prohibió referirse al Eterno, con la expresión, “Diosito”, cuando hubiera otras personas que pudieran no entender, le dijo que estaba segura, que ella nunca se portaría mal, y le contó que de su familia, es decir de ella podía nacer el Mesías, bueno de ella, o de otra chica de su misma tribu


A la pequeña María, la carita se le iluminó

El Mesías, sabes mamita, yo pido a Dios todos los días que lo mande, que venga ya, luego le pido perdón por mandarle y le pido, que lo mande cuando él quiera- Me gustaría tanto conocerlo, me postraría a sus pies, le llamaría Señor, pues es Señor por decisión de Dios, el Ungido como David, le obedecería, lo intentaría, él me llamaría su servidora. Pero no quiero que venga por eso, sino para que todos los hombres también los gentiles pobrecitos, se puedan salvar, puedan conocer a Yhv, eso solo el Mesías podrá hacerlo


Ana, escuchaba entusiasmada, a su pequeña, pero como buena mamá judía, la corrigió. El Mesías, viene para el Pueblo de Israel, para dominar sobre los gentiles, para que Israel domine sobre todos los pueblos


No mamita, te equivocas viene para todos.

Qué cosas tienes, Dios quiera que lo llegues a conocer mi pequeña


Entonces una alondra blanca muy bella, se posó en el alfeizar de la ventana, y dijo. “Pequeña María, tú no llamarás al Mesías, Señor le llamaras, Jesús, le llamarás hijo, y, él te llamará mamá”

Madre e hija se estremecieron, porque la alondra no es un prensora, pero pronto volvieron a la normalidad, miraron y la alondra estaba cantando como cualquier alondra, eso había sido.

Aquel día en el Cielo Los Tres reprendieron entre risas, al joven Arcángel Gabriel, el Verbo le dijo.

Gaby qué según el computo humano aún faltan diez añitos para que lleves el anuncio, y la joven más guapa de Israel sea mi mamá. Veo que tienes prisa por llevar el Mensaje

El Padre Dios dijo. Es nuestra mejor obra. Solo tu Encarnación hijo la superará, Y, la Ruhaj divina exclamo. “Yo estoy enamorado

Los Tres que somos Uno, estamos enamorados.

En la tierra todo seguía normal, Ana pidió a su nena le ayudase a dar de comer a unas gallinas, y a preparar la mesa para comer.

Todo seguía igual, una madre y una hija como cualquier otra

La madre y la hija no sospechaban que el Mesías nacería de la pequeña María, que vendría para hacer lo que la pequeña María soñaba, que sería la madre del Mesías, y lo que ni podían imaginarse, que aquella niña sería La Madre de Dios.

Era hija de Ana, pero era también su Madre y su Hermana mayor.

Fin.



Jesús bancario


Jesús bancario. 
Era una mañana soleada, José trabajaba en una mesa, y había terminado hacía rato un arado, que no cobraría aquella familia para quien lo había hecho; habían tenido un mal año
María tendía la ropa a clareo
Jesús llego corriendo
Papá, mamá, escuchadme, voy a trabajar en el banco del pueblo, me han  contratado
José y María, dejaron todo, y fueron escuchar
Qué dices Jesús
Que voy a ser banquero
Banquero, no hijo, bancario tal vez dijo José, aunque no te veo yo a ti en esas lindes
Yo, tampoco dijo María
Sí, estoy muy ilusionado, traigo la tablilla porque preciso tu permiso, papá. Dijo mirando a José
José firmo
María dijo a su esposo. Tranquilo cariño, el niño no tarda en volver a la carpintería, y pobre banco
Jesús empezó su trabajo de bancario
José y María escuchaban a los que tenían ahorritos en el banco, hablar bendiciones del muchacho, los clientes aumentaban
Hasta que llego Jesús un día a casa
Papá, mamá me han despedido
Qué has hecho hijo, preguntaron a coro
Nada, lo normal. El banquero quiere hablar contigo
José fue hablar con el banquero, que colgaba el cártel de cerrado por quiebra
Qué paso Eliaquim
Qué paso que tu hijo Jesús me llevó a la quiebra
Cómo
Pues mira, yo le dije. Jesús tú en tu casa, paga a la gente el interés por el dinero que depositan, y, ya sabes lo que hay que hacer, cuando nos piden un préstamo
Me dijo, si jefecito a mandar que mi Padre, me mando a servir; pues bien José yo feliz, los clientes aumentaban, como no iban hacerlo, sí daba todos los prestamos que le pedían, y cuando iban a devolverlo, no lo cobraba, o cuando le preguntaban cuándo tenían que devover y los intereses les decía, cuando te acuerdes sí puedes, y de los intereses olvídate.
Pero lo peor no fue eso, que lo fue, es que sabes a como pagaba los intereses por el dinero que traían

No, como voy a saberlo dijo José
Pues a ciento por uno, no, no me equívoco José, no el uno por ciento 1% que seria lo normal, bueno lo normal algo menos, sí no ciento por uno, es decir que sí uno traía, un denario se llevaba 101
y cuando le pregunté, a quien había visto obrar así. Pagar ciento por uno, prestar y dar sin esperar recibir, me dijo con una sonrisa.

Le vi, se lo veo hacer a Papá, Él os da sin esperar nada a cambio, y os devuelve si algo le dais el ciento por uno, que nada le dais pues todo es suyo.
Le dije que se fuera. Me dio un abrazo y se fue. Ahora José tú dime cuando tú prestaste dinero, salvo a un vecino, cuando tuviste un banco, cómo qué te ve hacer eso a ti.

José que sabía a que Papá se había referido Jesús, y no podía aclararlo al bueno de Eliaquim, se limito a decirle, esta en la edad, tiene 18 años, ay la juventud quien la pillará Eliaquim

Ojala el Mesías estuviese ya entre nosotros, incluso aunque aún no se hubiera revelado, lo precisamos José

Tranquilo Eliaquim, está muy cerca
José no dijo más. Abrazo y beso como era la costumbre a su amigo ex banquero y se despidió.
Fin,



Los animalitos de La Biblia

 

Los animalitos de la Biblia

Hola, me escucháis somos los animalitos de la Biblia, no, los del pesebre, los animalitos del belén no aparecen en la Biblia, aunque sí tienen significado bíblico
Pero en la Biblia estamos  muchos de nosotros
Empezamos
Los leones y todo tipo de fieras, aparecemos ya en el Génesis, comiendo hierbas, es una forma de decir que la muerte la violencia, la introducís los humanos, cuando os alejáis de Dios.
Luego estoy yo, la culebra
La culebra, la  serpiente. Bueno los reptiles también somos criaturas de Dios, no somos el demonio
Lo que pasa es que el autor del Génesis nos uso de ejemplo, para indicar que quien menos te piensas, te conduce al mal, sí tú le dejas
Ahora venimos los burros, o asnos. Muy importantes
Yo soy Balanita, era una burrita, de un tío chalado llamado Balaam que echaba pestes por dinero a todo el mundo, tenía que ir echar pestes sobre ese pueblo que otro chalado, quiso borrar del mapa, un tal Hitler
Pues bien mi amito Balaam iba caminando, montado encima de mí. De repente, qué susto chicos, le vi. allí esbelto, hermoso con una espada, riéndose me dijo. Tranquila asnita, no sigas andando, párate
Yo me paré, sabía que era un ángel, los animalitos tenemos poderes que vosotros no tenéis. Así que mi amito me zasco con la vara, y decidí hablar, casi le da un  infarto, entonces al hablar yo, vid también al ángel, y en lugar de echar pestes sobre aquel pueblo que iba maldecir, pues dijo que veía una estrella sobre él, y parece ser que por eso, años más tarde, vendrían  unos extranjeros adorar a un niño de ese Pueblo

Yo soy la burrita en que se montó Jesús, cabalgando en mi lomo, entro en Jerusalén yo había sido mamá, y Jesús no dejo me apartasen de mi cachorrito, los trajeron a los dos en mi hijito iban cositas que no pesaban, me sentía feliz pisando mantos y ramos de olivo y laurel. Jesús se rió, y me dijo, amiguita no te emociones que el Mesías soy yo, no tú

Nosotros somos los camellos, en los que llegaron los magos, bueno eso Mateo no lo dice. Pero sí nos soñó Isaías

Yo soy la orca en la que estuvo tres días Jonás, que se había querido largar a Benidorm, porque no quería hablar a unos pobrecitos malos, para que fuesen buenos

Nosotras somos las ovejas que veía Jesús, las que cuidaba de pequeño y adolescente, las que él veía solo escuchaban la voz de su dueño, las que a veces nos escapabamos y caídos en un precipicio sí el pastor no, nos sacaba moríamos allí

Y nosotros las aves los pajarillos que Jesús dijo, su Padre alimenta y cuida su vida, bien aclaremos Dios nos da el alimento, pero no, nos lo lleva al nido

Yo la gallina que Jesús puso de ejemplo de amor de mamá, y de su amor por su Pueblo

Nosotros los leoncillos que le piden a Dios rugiendo el alimento, lo sentimos gacelas, es vuestro servicio a la creación

En realidad todos los animalitos ya sea agrupados o en solitario, estamos en La Biblia
Si vais al libro de Daniel ahí nos encontrareis a todos, es una oración muy bonita, donde entra toda la Creación, y que podéis hacer explicita, por cierto sí oráis con  la Liturgia de las horas, la rezareis muchas veces

Dios nos ama, a los animalitos, él es nuestro dueño, vosotros sus administradores. Sed buenos con  nosotros, tratadnos como Dios quiere, que no es como quieren los animalistas
Y una cosa esto lo decimos los gallos, somos polígamos y un esposo tiene derecho a estar con su esposa, cuando una gallina denuncie una violación, que la atiendan, pero en cosas de intimidad conyugal nadie debe meterse
El matrimonio es sagrado el de los animalitos también tenemos la bendición del Creador, lean el Génesis.




Adviento


Adviento 
Carmen, observaba a su abuela. Abuela en la calle y en las tiendas, ya han puesto las cosas de la Navidad, veo que tú no has colocado aún ni el árbol ni el Belén. ¿Acaso no vamos a celebrar la Navidad este año?
Doña Carmen. Interrumpió por unos segundos lo que estaba haciendo, se paro. Miró a su nieta, y dijo
Claro que vamos a celebrar la Navidad, cuando sea Navidad, aquí o en el Cielo, pero ahora no es Navidad es Adviento
¿Adviento eso que es?
Pues es el tiempo de toda nuestra vida, toda nuestra vida es un Adviento, bueno, te voy hablar de este, del Adviento litúrgico, de La Iglesia
Durante mucho tiempo la humanidad estaba prácticamente toda en tinieblas, solo un pequeño Pueblo, al que satanás intentaba e intenta borrar de la historia y del mapa, tenía una leve luz, a ese Pueblo que es el Pueblo judío, Dios le prometió un Salvador, un Mesías, esté sería no solo el Salvador de Israel, sino de todos los pueblos que en lugar de a Dios, adoraban lo mismo que ahora, cualquier cosa
Durante siglos Israel esperó y espera que venga su Mesías, Dios les ha velado, que es Jesús
Esa es una de las esperas que recordamos en el Adviento litúrgico
Luego un día, el Arcángel Gabriel le anuncio a La Virgen María, que ya sabes es judía, de raza y religión, no se te olvide. Que Dios la había  elegido para ser Madre del Mesías
María concibió por la creación del Espíritu Santo, y aquí tenemos la Segunda parte del Adviento, recordar los meses en que La Virgen gestante esperó el nacimiento de su Hijo, qué es la Navidad, aunque concentremos los 9 meses en unos pocos días
Y, no se para ahí. Te dije Carmen, qué toda nuestra vida es Adviento, y eso  también lo celebramos y recordamos en este tiempo
Esperamos con Fe, él día que Jesús venga a buscarnos, y le pedimos que nos ayude a encontrarnos unidos a él, esto es en Gracia
Y, esperamos que Dios tenga piedad de nosotros y todos los pecadores, y nos ilumine para volver a él plenamente
Y, esperamos el momento. Parusia, en que la Salvación de Dios, se revele a todos, e Israel entré plenamente en La Salvación  que por Gracia y elección le pertenece.
Por eso Adviento lo mismo que Cuaresma es también tiempo de penitencia, de hacer algún pequeño sacrificio.
Y, el día de Navidad, en Noche buena, ya celebraremos si Dios quiere, el regalo que Dios Padre nos hizo, pediremos o deberíamos pedir perdón, por las veces que lo rechazamos, y nos alegraremos por el triunfo del Corderito parido por La Virgen Madre
Y, no celebraremos el cumpleaños de Jesús, Jesús no cumple años, está en Dios, y vive en Dios, es decir en todas partes, en la eternidad no hay tiempo, no sabemos ni nos importa que día nació, sabemos que nació, y sigue naciendo en nuestro corazón, sabemos que vendrá con Gloria
Abuela. Mientras te escuchaba. He pensado una cosa, a lo mejor te parece una  tontería. ¿Cuando en Misa estamos esperando que llegue la Consagración, y Jesús se haga presente en el Pan y el Vino, eso es también un  Adviento, y la Consagración, como una Navidad?
Muy bien, nietecita. Sí así es por eso lo mismo que el Pueblo judío, escuchaba  a sus profetas, nosotros hemos de escuchar y recibir en el corazón la Palabra de Dios proclamada, y acoger la homilía del sacerdote
Y, ahora ya sabes porque no he puesto aún el Belén
Abuela, la tía Rosario está esperando un bebé, también eso es un tipo de Adviento
Carmen, en primer lugar la tía Rosario, no está esperando un bebé, lo estamos esperando los demás, incluido su esposo, ella ya lo tiene, lo porta en su panza, lo siente, y a lo mejor  tenemos Navidad doble. Y, sí el embarazo de cualquier mujer es su Adviento, y él de quienes la quieren y rodean, ella espera ver al hijo que gesta, los demás que ella les muestre a su hijo nacido.
Y, cuando una mujer es madre, mejor dicho cuando paré, es Navidad, porque nace el hijo de Dios, Jesús dijo que todo lo hecho a otro, era hecho a él, así que cuando una mujer da á luz, Jesús vuelve a nacer. En ese niño
Bueno yo lo veo así
Y ahora vamos a terminar de preparar la cena, hoy precisamente vienen tus tíos Rosario y Luis
Fin




viernes, 16 de febrero de 2024

El pequeño Juan

 

El pequeño Juan
Juan era un niño muy inquieto, muy juguetón a su papá Zacarías le encantaba dejarle enredar con su barba, su papá era sacerdote, y el pequeño Juan también lo era ya; un día ofrecería holocaustos al Señor en su Templo
Un hijo de sacerdote, era sacerdote, era la Ley de Levi
A veces la sobrina de Isabel su esposa, venía con su esposo José y su niño unos meses menor que su Juan, y pasaban unos día juntos, bueno José se volvía porque había que trabajar.
Nadie al verlos, hubiera pensado que muy pocos años antes, Juan había saltado y bailado de gozo, en el vientre de su madre al presentir a Jesús el niño de José y de María en el vientre de su madre
Ahora los dos peques juegan, enredan con los animalitos, toman arena tierra del suelo, y se la lanzan, sus mamás les corrigen, les sacuden las manitas y les lavan las boquitas, porque a veces se llevan la arena, la tierra húmeda a la boca, no, no hacen pajaritos de barro, son dos niños que juegan, y se pelean y duermen la siesta abrazaditos
Claro que son El futuro profeta del Jordán, y Él que por Juan y por todos ha de morir en La Cruz y Resucitar.
Pero ahora son dos pequeños que solo piensan en jugar
Y Juan se lo pasa genial con su primito Jesús, también cuando ambos ya sean un poco mayores y estén aprendiendo a leer.
Fin



Los pensamientos de Isabel

 

Los pensamientos de Isabel
Isabel había pedido tanto ser madre, luego se había acomodado a la decisión del Eterno, él sabría porque no les había dado hijos, bueno tenía a su sobrina, aunque hacía tiempo que no la veía, la hija de su prima Ana
Ahora había llegado Zacarías mudo, y le contó una historia de un ángel que se llamaba Gabriel, que les anunció que serían padres
Isabel ya no era una niña, pero la edad de cambiar pañales ya había pasado, no es que dudase del Poder de Dios, no eso jamás, aunque en los ángeles como buena saducea, no creía mucho, pero bueno Sara la de Abraham, había sido madre mucho más vieja.
Pero qué sentido tenía, seguro que el loco de su Zacarías lo había soñado, o ella le entendía mal, Zacarías se lo volvió a repetir por escrito
Días más tarde Isabel se notaba rara, no podía esperar a no tener la regla, porque hacía al menos dos años que no la tenía, pero sus mareos, sus nauseas iban en aumento
Fue visitar a la curandera y partera del pueblo, y esta le confirmó que estaba embarazada
No digas nada le pidió Isabel a la partera
Ahora Isabel tenía que pensar ante su Dios, que darle gracias, por aquel regalo, que aun no entendía, agradecerle su felicidad, pensar como educar al pequeño, que tendría un padre mudo, por lo tanto no podría volver al Templo, a su oficio de sacerdote.
No pudo evitar alegrarse al ver lo que pensarían las vecinas que la miraban mal, por no haber concebido
Pues ahí lo tienen, les esta bien pensó
Es que Isabel aún estaba en el AT, y el amor al prójimo no era tan exigente
Transcurridos sus cinco meses de encierro, de retiro volvió  a su vida normal, bueno normal con 50 años preparando ropa para un bebé pues no era pero en su caso sí
Alguna vecina se ofreció para el parto, y lo mismo la partera
Entonces ya tenía los 6 meses cumplidos. Hoyo la voz de su sobrina María, era inconfundible, y fue corriendo, bueno  intentando correr, allí estaba su pequeña, que guapa era, que paz desprendía, y aquel día mucha más, de pronto Isabel sintió bailar a su bebito, parecía un chalado, como David ante el Arca, el bebito por la voz de la sangre le dijo a su mamá Isabel.
“Es que esa nena que tienes ahí, es el Arca de la Alianza, en Ella está el Esperado”
Isabel no acababa de entenderlo, hasta que por fin sin que supiera como, le lanzo en un grito a María
Bendita tú entre las mujeres, bendito el fruto de tu vientre, quien soy yo, para que me visite la madre de mi Señor, dichosa tú, pues lo que te ha prometido el Señor se cumplirá.
María respondió con el Magnificat, y las dos mamás pues ya lo eran llevaban un hijito en su vientre empezaron la vida de cada día, nació el pequeño Juan y María estuvo en el parto de Isabel, ayudando como ayudaba  a su madre Ana que era partera, llegó el día de circuncidar al peque.
Nadie entendía la manía de Isabel de ponerle de nombre Juan, lo normal sería que se llámase como su papá, Zacarías que seguía mudo. Así que decidieron preguntarle al papá, las mujeres dijo un tonto que había por allí, ya se sabe
Zacarías escribió, “Su nombre es Juan, los dodotis están más baratos en Mercadona, que en el Corte Inglés” lo de los dodotis se le olvido ponerlo a Lucas, que uno no va estar en todo
Luego Zacarías se puso hablar y bendecir primero al Dios que le había dado aquel hijito, y que pronto les daría el Salvador prometido en la casa de David
Ahora Isabel al despedir a María su sobrina, pensaba cómo sería la relación humana entre los hijos de ambas, el siervo y el Señor, pero el llanto de Juan, para que lo amamantase  la hizo volver a la realidad y dejar a Dios en libertad de hacer su Voluntad.
Su sueño de ser madre se había realizado. 
Fin.