lunes, 3 de diciembre de 2018

pelota


Pelota

Aquella pelota no era un balón de futbol, ni siquiera era de esas pelotas que vendían los buhoneros con una cuerda que saltaban, no está, estaba hecha con trapos viejos, recubierta de lana, no botaba, por supuesto, pero al niño, o la niña le encantaría, y, cuando gatease la haría rodar, a su manera

Lucía espera anhelante el  nacimiento de su nieto, o nieta, ayer su nuera le comunico que estaba encinta, a ella a la nuera no le hace gracia  ya tienen 4 niños más, el marido no tiene trabajo, viven en una chabola, bueno en una casa humilde

De pronto Lucía ve entrar a su nuera, esta demacrada, se acerca con la pelota, pero la mujer la aparta, deje eso, ya no hay nada, me han solucionado el problema

Qué problema

Este dice tocándose el vientre, la asistenta social, y, un médico que conocía ella me ayudaron para que pudiese solucionarlo


Solucionar qué, un embarazo se soluciona pariendo

Eso en su época

En mi época y en todas,  también en la mía, había mujeres malditas que mataban a sus hijos en el vientre y al nacer

Yo no mate a nadie, dispuse de mi cuerpo

Así pues no veo te falte nada, lo que se es que mi nietecito nunca vera la luz, maldita seas

La mujer llora, que quería que hiciera no tenemos apenas para comer

Perdona hija, malditos los que te llevaron a suprimir la vida en tu vientre malditos los que en lugar de ofrecerte el aborto asesino, no te dieron un trabajo para tu esposo, y, hasta para ti, y, para el chico mayor, tú eres otra víctima, anda descansa

La mujer, la nuera entra en la casa en una repisa hay una foto de ella embarazada del hijo más pequeño, al verla es consciente de lo que hizo, y, que ya no tiene remedio y rompe a llorar

Lucía mete la pelota en el cesto de la ropa, y, va a tenderla al campo entonces una ráfaga de aire, se la lleva volando, algo muy raro, pues era una pelota de trapo, y, lana

Pero la pelota asciende hasta el Cielo, porque hay un niño que además de rogar por su abuela, sus hermanos a los que conocerá en el Cielo, su papá, y, su pobre mamá, por sus asesinos no ruego bueno, si ruega para ellos venganza, maldición ira castigo divino, es normal no llego a ir a la catequesis para aprender que hay que perdonar. Dios lo escucha, porque los niños “mandan en Dios”

Pero como sigue siendo un niño, todos lo son en el Cielo, los niños más tienen que jugar, y, lo hace con la pelota que había hecho para él su abuela, pelota de trapo y lana, que en el Cielo se transforman en el verdadero material del que estaban hechos de Amor y de fe y esperanza en Dios, es decir Amor y Gloria

fin


Pasarela


Pasarela

Carmen, observo a sus compañeras que se estaban dando los últimos retoques, para salir a desfilar, ante el inmenso gentío, se trataba de la presentación de una importante  marca de ropa

Pero no era cualquier ropa era lencería femenina

Pensó en sus padres, y, sus hermanas pequeñas, allá en la aldea, si supieran que iba caminar semi desnuda, ante hombres y mujeres desconocidos, se avergonzarían de ella; pero acaso en la playa no estaban  las mujeres en bikini, que tenía de malo, ella era una chica decente, y, este el de modelo era el único trabajo que había encontrado en él que le pagaran bien, siendo un trabajo decente, y, necesitaba el dinero, quería que su hermana Juana, la chiquita de 12 años pudiera ir a un buen hospital donde se hiciera todo lo posible, y, se lograse vencer la leucemia que la estaba matando

Beso la foto de su hermana, con la misma devoción que una imagen sagrada, y, acaso no lo era, claro que sí, se dijo, nada malo hay en lo que voy hacer, mi cuerpo es obra de Dios y de mis padres, no salgo desnuda, pero si por salvar a mi hermana hubiera de hacerlo lo haría, digo por mi hermana, por cualquier niño

Lorenza, una compañera la saco de su ensueño, te toca

Carmen salió desfilo con firmeza, sólo un ligero rubor teñía sus mejillas, el desfile fue todo un éxito

A la noche, la llamaron desde la aldea, la habían visto  en la tv, y, les había encantado a todos, hasta a D. Venancio el cura, que decía que parecía que una nube la cubría, como había cubierto a Santa Eulalia la mártir catalana.

Y, lo mejor de todo fue que podía pagar el hospital de su hermana, aunque el resultado no fuera el esperado. Le quedaría el consuelo de haberlo intentado, sin ceder a tontos y viejos perjuicios.

Fin

El Rellano


El Rellano (cuento)

Esta es la historia de un rellano, el rellano era el escalón más ancho que había en las viejas casas, y, que los vecinos aprovechaban para descansar, antes de llegar a sus viviendas, descansar y hablar con los otros vecinos. Porque en aquella época casi ninguna casa tenía ascensor, bueno las de algunos sí

En esta casa la ciudad no importa, hay 5 pisos, no hay portera pues es gente humilde

El primero está vacío pues hace poco que fallecieron los dueños, bueno inquilinos en un accidente

El segundo está ocupado por Doña Alicia, viuda sin hijos. Que no se ha vuelto a casar, porque no ha querido, y, por la devoción a su difunto un santo, según ella

Doña Alicia, o, la señora Alicia, o Alicia, según el vecino que la trate, es una buena mujer servicial, siempre dispuesta echar una mano, y, que siempre tiene alguna golosina para los pequeños del  3º piso

En aquel momento se hallaba descansando con su bolsa de la compra apoyada en la pared

Buenos días  Raquel, ( a todo esto Raquel es la señora del 3º piso esta casada con Fernando, que es cartero, tienen 3 niños y esperan el 4º para dentro de unos meses), qué tal te encuentras hoy.

Muy bien señora Alicia, este embarazo lo llevo mejor que el de la niña, si Dios quiere, dentro de 4 meses tendremos otro pequeño, no sé como voy hacer entonces para seguir en la oficina, y, con el sueldo de Fernando solo no podemos, aunque tampoco nos quejamos.  Pero no le he preguntado que tal se encuentra usted, quiere que le ayude a subir la bolsa hasta su casa

No hija, que tú ya llevas tu peso, y, bendito peso, descanso un poco y, sigo, por cierto no te olvides de mandar a los niños a la tarde, estoy en deuda con ellos

Usted no, debe nada, pero se los mandaré les encantan sus dulces

Por cierto sabes algo de Amparo, (Amparo es la vecina del 4º, viuda con hijos y nietos que sólo asoman el hocico en Navidad, para recoger “la paga”, aunque Amparo, la señora Amparo, los disculpa diciendo que la llaman por teléfono, que no vienen porque ella les dice que no hace falta…)

La vi ayer a la tarde, se veía bastante cansada no me extraña es un 4º, y, ya no es una niña, ah fíjese ahí baja

Buenos días  me alegra encontraros aquí, quería pediros un favor es que hoy me duelen mucho las piernas, y, no me atrevo a bajar a la calle, necesitaría algunas cosas para hacer la comida

Raquel toma nota, lo mismo hace Alicia, toman nota  mentalmente, luego Alicia dice, un momento  esperadme aquí, o entrad mejor en casa, asi descansáis, ya en casa lleva la bolsa a la despensa, y, sale con una bolsa que contiene la mayoría de las cosas que precisa Amparo, en la cocina  reparte la mayor  parte del guiso que iba comer en una olla.

Esto es para ti, Amparo, y no protestes ya sabemos que no te hace falta, pero tampoco estamos para bajar a la calle, y, volver a subir y, a mí se me iba perder hice de más, y, las cosas se pasan

Raquel interviene para decir esto pesa mucho, voy subir a mi piso, y, los dos niños mayores le ayudaran, mejor dicho se lo subirán a su casa

Gracias no merezco tanto, sois como mi familia, mejor, mis hijos, mis nietos aunque los disculpo, bueno ya sabéis. ( al decir esto sus ojos se humedecen)

Ya en su casa Amparo, se acuerda de que no ha ido a visitar a los vecinos del 5º un anciano  con demencia senil, entonces decían “chocho”, y, su hijo un hombre recién jubilado al que su esposa abandono, debido a la enfermedad del padre, tienen muchos gastos
Tanto Amparo, como Alicia, como Raquel, suelen echarles una mano

Ahora es Amparo la que sube, el hijo le abre la puerta y, ella aprovecha para interesarse por el padre, y, llevarles más de la mitad del guiso que le dio a ella Alicia, para que coman algo caliente

Han pasado algunos días

Esta vez son Amparo y Raquel, las que coinciden en el rellano del 3º piso, las mujeres se saludan, y, luego se hacen la pregunta de si Alicia estará bien, hace días que no la ven, deciden llamar a la puerta para enterarse
Nadie responde, entonces Raquel sube a su piso y baja con las llaves, era normal que los vecinos tuviesen las llaves de los demás, por si se olvidaban, sobre todo, cuando los vecinos vivían solos

Entran en la casa, y, la encuentran en el suelo, Raquel comprueba que esta viva, entonces llama una ambulancia, pero va tardar mucho, así que tienen que buscar otra solución, entre Fernando el esposo de Raquel, y. German el hijo del señor del 5º la llevaran al hospital, todo quedará en un susto gracias a la intervención de sus vecinos

Ahora se turnan para atenderla todos van echarle una mano, hasta D. Hilario el anciano, del 5º que le hace compañía contándole  batallitas, aunque a veces se le va la mente, y, le dice

A ti, te dejan ya salir tus padres sola, yo, aún voy a la escuela

Alicia sonríe, y, dice, no me dejan pero salgo igual

Asi es la vida en el rellano, otras veces se comparten alegrías, se discute porque son humanos, pero sobre todo son vecinos que en las casas sin ascensor era como decir “familia”




El Oso


El Oso cuento

Eliseo, se adentró en la montaña, no paraba de estrujar contra su pecho el manto de su maestro Elías, éste había sido llevado al Cielo, en carro de fuego, él ahora era su indigno sucesor, tenía miedo, pero sabía que el Dios de Israel, no lo abandonaría

Iba con miedo, merodeaba por las montañas un oso herido, el animal era peligroso, pues estaba hambriento, de pronto escucho unos pasos, unos jovenzuelos lo iban siguiendo lanzándole piedras, y, llamándole calvo, se volvió hacia ellos, pero siguieron sus insultos, entonces los recrimino, duramente, pidió fuesen castigados

Vio entonces aparecer a la fiera que dio muerte a los muchachos, su corazón, tembló, él no quería aquel castigo, pero Dios consoló su corazón, aquellos muchachos habían sido liberados de sí mismos, de seguir vivos llegarían a ser unos malvados, gracias al oso, que había sido otro medio de transporte al Cielo, esperarían en el Sheol, al Mesías, Dios no los había condenado, los había salvado, aunque pareciera lo contrario

Eliseo sonrío, su Dios tenías sus maneras de salvar, por algo era Único, el Único Dios

Fin