martes, 28 de marzo de 2023

El colegio

 

El colegio
Se trataba de un gran colegio, al él llegaban alumnos de todas partes, y todos eran tratados de igual modo, no de modo igualitario, sino con la misma justicia
Se daba a cada alumno, o alumna, lo que precisaba para llevar a término sus estudios, se les ayudaba en sus exámenes, a simple vista podría parecer que había diferencias entre ellos, pero era eso solo apariencia, lo que pasa es que cada uno tenía lo que precisaba.
Eso sí, muchas veces y como parte del aprendizaje se les daba a uno, cosas que no eran solo para sí, cuando un alumno, lo incumplía el mismo se ponía un castigo, y rectificaba.
Los profesores eran muy variados, y también ellos recibían el material que precisaban para sus clases
Todos los alumnos aunque muchos no lo supieran, y otros lo dudaran, eran príncipes, hijos de un rey muy poderoso, y que los quería a todos reinando con él, y con su hermano mayor, quien también había estado en aquel colegio
Cuando un alumno completaba sus estudios, a unos llevaba más tiempo que a otros, se iba para el Reino de su Padre, sí le había quedado alguna asignatura un poco floja, el Padre, tenía abierta en el mismo Palacio, al ladito una academía de recuperación, que llevaban su Hermano mayor, y su Madre La Reina, y a la que podían mandar material de ayuda, tanto los que estaban ya en Palacio, como los que aún estaban en el Colegio. De esa Academía se pasaba directo al Palacio
Por supuesto por decisión del Rey, la estancia en el colegio, tenía un límite que nadie más que él conocía, y si un príncipe decía que no querìa ir con su Padre, el Padre hacía lo imposible por cambiar lo de modo de pensar, pero respetaba su decisión.
No se sabé si la terquedad de algunos principes se mantuvo hasta el final. Hay quienes dicen que sí, otros que venció el Padre, pero eso sí que La Academía de recuperación, esta a tope.
Muchas veces cuando un alumno, ha concluído sus estudios y parte hacia el Palacio, hacia la casa de su Padre, o a la Academía, algunos profesores, protestan, gritan, chillan y se quejan al Rey diciendo que no es justo, que son tan jóvenes, tan buenos.
Se olvidan que el Rey tiene derecho a llevar a sus hijos con él, que en un Colegio solo se esta de paso
Claro que al Rey no le ofenden es más, se ríe cuando le protestan así.
Porque este Rey es el Padre Dios, el Colegio, la vida, el mundo, los profesores, los padres, la familia, los amigos etc.  Los alumnos todos los humanos, la Academia el Purgatorio, el Hermano mayor, Jesús, la Reina Madre, La Virgen María, y el Palacio el Cielo
Seamos buenos alumnos de este Colegio
Fin

sábado, 25 de marzo de 2023

El violinista y la hipocresía social


El violinista  y la hipocresía social. 
Su nombre estaba en grandes titulares por todas partes, todos los medios de comunicación anunciaban, el concierto solista que daría interpretando piezas de Mozart, Schubert, Brams, Bach, Haendel, entre otros en el Principal auditorio de la ciudad; las entradas eran muy caras, y no faltó quien empeñó todo lo que pudo para poder acudir.
Fue un éxito rotundo, el telón subió y bajó varias veces, las ovaciones atronaban el auditorio, realmente, el iraní Adheme Ben   Josua, era un músico excepcional
Unos días más tarde en una de las principales calles peatonales de la ciudad, sentado en el bordillo de un comercio, casí en la esquina estaba un joven de aspecto arabe, o iraní con un violín tocando, las personas unas pasaban, otras se paraban y echaban unas monedas el sonreía, pero la mayoría protestaba
La señora de la tienda que había acudido al concierto, amenazó con llamar a la policía que lo echasen fuera, otros que también habían ido al concierto y estaban en un café cercano, salieron a decir lo mismo, entre ellos no falto quien dijese. “Que era una vergüenza se permitiese que personas como aquel hombre, viniesen a España, seguro que llegó en una patera, debían de echarlo fuera, este viene a robar y a violar”, otra chica y su madre que estaban paseando se acercaron y preguntaron como aguantaban el ruído.
Y entonces llegó el papá con el niño, ambos habían ido al concierto, el pequeño había hecho su travesura y se había colado en el camerino del violinista, y, este cuando su padre fue a recogerlo le había dado un montón de caramelos y le había dicho que tenía un niño de su edad en Iran.
Ahora el pequeño se paró, papá, papá mira es mi amigo el señor que toca el violín, él que me dió los caramelos. El hombre se acercó, en efecto era el mismo, solo había que escuchar
Se acercó y lo saludó por su nombre
Por qué hace esto. Le pregunto
Muy sencillo, el día del concierto tuve un lleno total, quería saber sí habían venido, por la música, o porque soy un concertista caro, para presumir simplemente
Por cierto no vine en pateras, otros hermanos míos sí, algunos huyendo de la persecución de la muerte, yo viene en avión privado, pero la música que escucharon en el Auditorio, fue la misma que estaba tocando aquí, sí señorita usted que ha dicho, cómo podían aguantar el ruido, mientras confesaba que música era la que oyeron en el Auditorio; era la misma, el mismo violín y  el mismo iraní, no soy islámico, sería lo mismo si lo fuera, soy cristiano caldeo. Pero que van saber ustedes, sí al rechazarme por ver en mí a un pobre exiliado, han demostrado que hace tiempo han olvidado lo que es ser cristiano. Solo tú pequeño y tu papá, por eso ahora os ruego me acompañeis, a ver al párroco de vuestra parroquia, para darle el dinero que unas pocas almas compasivas me han dado, esos no habían ido al Auditorio, tal vez porque no podìan pagarlo, por eso después iremos hablar con el alcalde, para organizar un Concierto gratuíto, al que tanto usted como su hijo y su señora están invitados, los demás será para personas que vengan con ropa humilde, para gente sencilla que ama la música
Y lanzando una mirada a los que estaban aún allí dijo, no tengo nada contra ustedes, pero  no quiero molestarlos con mis ruidos. 
Fin 


miércoles, 22 de marzo de 2023

Qué les pasa. Cuento Reflexión sobre el alzheimer


Qué les pasa, dónde está mi papá
Clarita tiene 6 años es una niña morena, de largas trenzas vive con sus papás, sus abuelos y a veces su tita Carmen cerca de la playa, su padre tiene una cuadra de caballos, y muchas veces estos galopan por la arena. 
A Clarita le encanta que su papá la monté encima de uno de ellos y la lleve de la rienda
Hoy el sol reverbera sobre el mar, y la pequeña Clarita juega con su muñeca “Pilocha”, que le trajó tita Carmen de un sitio que está muy lejos, de Paris
De pronto, ve ante ella a un señor mayor, se parece al abuelo, pero no es el abuelo, el hombre la mira, le saca la muñeca de la mano y dice
“Por Dios mamá te estuve buscando, vamos para dentro, esta lloviendo, deja eso no tomes basura del suelo, le acaricia el cabello”
Clarita lo mira extrañada
“Dejeme, malo dónde está mi papá, no me voy contigo, mamá me dice que no me vaya con los extraños” y luego rompe a llorar
D. Carlos su hijo, si su hijo porque en realidad Clarita es Doña Clara una señora de 65 años a la que han diagnosticado alzheimer, calla se seca las lágrimas, y vuelve a decir
“Vamos mamá”
Clarita o Doña Clara, lo mira desde sus ojos de 6 años de la infancia a la que ha regresado, y le dice “Tengo 6 años, usted es un viejo de por lo menos 30 cómo voy a ser su mamá, los niños no tenemos hijos”
Entonces aparece una mujer jovén, Clarita la toma por su tía Carmen, esta le saca la bolsa que tiene en la mano, y que para ella es su muñeca y con mucho amor le dice.
“Se ha roto no ves, mirá la metemos en esa maleta, dice señalando un contenedor de reciclaje, y me la llevo a París para que la arreglen, ahora vamos para dentro de casa, allí tienes otra muñeca”
“Quiero montar a caballo, por la playa”, dice viendo un mar que no existe pues viven en un pueblo de montaña
“Claro que sí mi niña bella (dice, la enfermera Juana, pero que para Clarita, Doña Clara es su tita Carmen); pero después porque ahora los caballitos quieren dormir
Clarita doña Clara se deja conducir a la casa, ahora la asearan, le darán sus medicinas y dormirá un poco.
Cuando despierte su mente no se sabé en que etapa de su vida estará, puede seguir en su infancia, o tal vez ser ya una adolescente o una recien casada, nadie lo sabe es como una cinta de video que se enrolla sobre sí misma.
Al ver aquella fragilidad nadie pensaría en que tan solo 1 año atrás. Doña Clara era catedrática de historia antigua en una universidad española
También están los que piensan que ella no sufre, se equivocan, sufre cada vez que como en el episodio anterior se ve niña de 6 años al que un desconocido viene a buscar y le llama mamá.
Con cariño a todos los enfermos de alzheimer, a quienes los cuidan y a los científicos de verdad que luchan por encontrar un remedio.
Todos podemos tener alzheimer. Y es peor que  tener cáncer.

La pescadilla


La pescadilla. Cuento rememorado
Este es un viejo cuento, nunca leído, contado cientos de veces y escuchado en la radio. Posee una gran enseñanza, para quien la quiera tomar, no sé quien fue su autor

No recuerdo nunca fui buena para los nombres, por ello los nombres de los personajes sí es que los tenían me los invento, el resto no. y ahi vamos

La pescadilla. Cuento rememorado
Luis era pescador y vivía con su mujer Isabel, en una cabaña muy pobre, una noche salio a pescar, atrapar algunos pececillos que devolvió a la mar, y una pescadilla grande, vamos una merluza, la pescadilla le hablo con voz humana, y le rogó que la devolviese al mar, el pescador cumplió su deseo y torno a su casa.

Su mujer le regañó
“A quien se le ocurre, por lo menos haberle pedido una casa mejor y ser patrón de pesca, y no vivir en esta cabaña”
Luis por no escucharla volvió al mar, y llamó
“Pescadilla, pescadilla ven acá que Isabel está enfadada y hay que hacer su voluntad”
Apareció el pez y pregunto
Qué quiere tu mujer pescador
Mi mujer quiere vivir en una casita mejor y que yo sea patrón de pesca
Vale concedido
Cuando regresó a su casa, vio que en verdad se había cumplido el deseo de su señora
Pero poco le duró el contento a la señora Isabel, y así otra noche despertó  a su esposo
Luis, Luis despierta
Qué quieres mujer
Pues que digo yo, porque me voy a contentar con ser la señora de un patrón de pesca que tiene dos lanchas, y vivir en una casa humilde, no yo quiero ser la señora del pueblo la mujer de un armador que sea el alcalde que tenga vestidos caros, viva en una casa con criados, ve a pedirselo a la pescadilla, que por algo le perdonaste la vida
Luis se fue, e hizo como siempre, y su deseo fue cumplido
Poco tiempo después a Isabel se le antojo ser marquesa, luego duquesa, más tarde reina de un reino, luego emperatriz, todos sus deseos se cumplían.
Hasta que una noche en el palacio imperial, la emperatriz Isabel despertó al emperador Luis
Esposo es de noche te has dado cuenta
Claro que es de noche, para eso me despiertas
Pues sí para eso, porque tiene que ser de noche, si yo no lo mando, quiero que el sol salga cuando yo quiera, lo mismo la luna
Tú estas loca Isabel, ese poder solo lo tiene El Creador, Dios Nuestro Señor
Pues eso, quiero tener el mismo poder que Dios
No sabes lo que dices, reza un padrenuestro y duerme
No me da la gana, porqué va Dios a mandar más que yo, vé a pedirselo a la pescadilla
Luis se levantó y para no escucharla, se marcho a la playa, pero el mar se veía muy bravo, negro con nubes muy negras encima, rugía el viento de una forma que daba pánico, la pescadilla que siempre había acudido no acudió a la orilla, por más que Luis grito, al final se dejo caer de rodillas y mirando al Cielo, rezo pidiendo perdón, para él para su esposa y pidiendo a Dios hiciese su Voluntad la de Dios no la de Isabel, pidió la ayuda a La Virgen del Carmen, patrona de los marineros con el rezo de una salve. Y volvió a su casa
Cuando se acercaba vió que el palacio imperial había desaparecido, en su lugar había una casucha cueva, más pobre que la que tenían al principio del relato, su mujer lo recibió con un beso, y aunque estaba muy pobremente vestida, era más hermosa que como emperatriz
Desde entonces vivieron siendo pobres pero contentos con lo que Dios por medio del mar, les daba cada día, y llenos del temor de Dios es decir de su amor, no pretendiendo lo que no les correspondía. 
fin



 

La flor de la lila


La flor de la lila. Rememorando
Es un cuento posiblemente de los hermanos Grimm, que nos contaba mi abuela materna
La flor de la lila
El rey de un pueblo estaba muy enfermo, ninguno de los sabios del pueblo sabía como atajar su mal, hasta que llegó un sabio de un país lejano, y dijo que había una flor que crecía en lo alto de una montaña en un país lejano, para ir al mismo y a la montaña había que cruzar bosques y ríos, pero tomada la flor al salir la luna, bastaría que el enfermo, en este caso el rey, aspirase su aroma para que curase de todo mal.
Prometió el rey el trono a aquel de sus hijos que le trajese la flor, y el mayor se ofreció y partió de viaje
A mitad de camino, se encontró con una viejita que le dijo
Joven qué llevas en el zurrón, me puedes dar algo para comer
Llevo piedras vieja bruja. Respondió malhumorado
Pues piedras se te vuelvan, dijo la anciana
Y, cuando abrió su zurrón vio que la rica comida que llevaba, se había convertido en piedras
“maldita vieja a la vuelta te moleré a palos”
Mientras en palacio como el príncipe no aparecía, el rey mandó al segundo hermano, para que hallase al primero, y juntos trajesen la flor si podìan
Partió pues el segundo príncipe y le sucedió lo mismo que a su hermano, solo que él dijo a la anciana que lo que llevaba era arena, y arena se volvió su comida
Por último el rey mandó al hijo menor, este no se parecía nada a sus hermanos, así que cuando encontró a la anciana, compartió con ella su comida, y esta que era un hada buena le dió una hierbas que espantaban o amansaban las peores fieras y ayudaban a cruzar ríos bravos y puentes en peligro, así como escalar la montaña y tomar la flor. El joven dió las gracias y prosiguió su camino, superó todos los problemas con la ayuda de la hierba mágica que le había dado la anciana, es decir el hada,  tomo la flor y cuando se disponía a regresar a casa, aparecieron sus dos hermanitos que andaban perdidos de común acuerdo lo mataron, enterraron su cuerpo, se llevaron solo una prenda suya, para decir que la habían encontrado, y que seguramente lo habría matado una fiera del bosque, y pidieron el trono para el mayor.
Mas sucedió que un pastor pasó con su rebaño cerca del lugar donde el pobre príncipe había sido enterrado, vió un huesecillo que salía tomo por algo animal, se hizo una flauta y se puso a tocar, la flauta ante su asombro canto
“Pastorcillo no me toques, ni me dejes de tocar 
mis hermanos me mataron por la flor de la lila”

Hizo varias pruebas y la flauta cantaba lo mismo. Me voy hacer de oro pensó, iré por los pueblos con esta maravilla, y asi de pueblo en pueblo llego al pueblo del rey, este al escucharlo, y sabiendo que la flor que lo había curado era la de la lila, le pidió permiso para tocar el la flauta; el pastor entregó la flauta al rey
Y entonces la flauta canto

“padre mío no me llores
ni me dejes de llorar
me mataron mis hermanos por la flor de la lila”

Qué es esto, dijo el rey mirando con enojo a sus dos hijos
El mayor que iba ser coronado rey al día siguiente dijo
No lo ves padre, la flauta no canta, es un truco del pastor; y dicho y hecho la arrancó de las manos de su padre

Entonces la flauta cantó

“Perro hermano no me toques 
Ni me dejes de tocar
me matasteis tú y el otro por la flor de la lila”

El rey ordenó al pastor los llevase al lugar de donde había sacado el huesito con el que había hecho la flauta. Fueron y hallaron al príncipe muerto, pero apareció el hada buena y lo volvió a la vida, el rey quiso condenar a sus hijos a muerte, pero ante los ruegos del menor los desterró lejos del país
El menor por su parte no quiso tomar el trono mientras viviera su padre el rey, al morir este fue coronado rey, y según las crónicas de su país fue un monarca bueno, justo y generoso
Fin


martes, 21 de marzo de 2023

La maleta para el Cielo


La maleta para el cielo
Merche, era una mujer muy buena, muy buena en todos los sentidos, era caritativa, honrada, piadosa
Siempre decía que había que tener la maleta dispuesta para el viaje, y no se refería a ningún viaje turístico. Se refería al viaje a la vida sin fin
La maleta debe ir llena de buenas obras, maleta bien llena, para no quedarnos fuera
Marisa su amiga, una cristiana evangélica también muy buena, le decía que había que observar los mandamientos, ser piadosos, vivir el Evangelio, pero que las obras no salvaban, que al Cielo se iba por Jesús

Merche discutía decía que no, y acababan regañando aunque luego lo arreglaban con un café

Un día Merche fue preguntar al padre Luis, un sacerdote sabio, y éste le dijo lo mismo que Marísa, las obras buenas, son nuestra confesión viva de fe en Jesús como nuestro Dios y Salvador, quien nos salva es él.
Mira hija, cuando vas a recibir al Señor en la Eucaristía, le dices que una palabra suya, es decir su voluntad, basta para salvarte, no dices que basten tantas limosnas, rosarios, y dejo fuera la Misa, porque la Misa es cosa suya

Pues lo siento dijo Merche, parece usted evángelico, como Marisa y los dos están equivocados. D. Luis la dejo por imposible

Y Merche murió, se fue caminando hacia el cielo, con su maleta que era enorme y pesaba mucho, le costaba arrastrarla, no podía dejarla ahi iban sus méritos para el Cielo, tantos rosarios, tantas lecturas bíblica, tantas limosnas, tantas confesiones etc. etc. 
Por fin llego al Cielo, no estaba San Pedro porque los Papas que están en el Cielo, pues se turnan en la portería, todos fueron Papas, así que aquel día estaba San Juan Pablo II
Qué es eso, que traes hija
Una maleta, no lo ves San Pedro
Soy San Juan Pablo II, San Pedro hoy tiene día eternal libre, y va de pesca, te repito qué es eso, y no me digas que una maleta, que ya lo sé, qué haces aquí con eso
Lo que me faltaba, aquí traigo mis méritos
Ah tu  billete
Sí más o menos
Pues esos aquí no funciona, espera que llamó a Jesús, y le preguntó
San Juan Pablo II, marco en su table celestial un número, aviso a Jesús de que había un problema
Y el Hijo de Dios se hizó presente en un instante
Qué es eso, pregunto
Esta vez respondió San Juan Pablo II
Una maleta Rabí
Ya, ya lo veo, pero eso aquí no se admite, es un estorbo no vale para nada
Señor interrumpió Merche, aquí están mis buenas obras, mis meritos para acceder al Cielo
Así que pretendes acceder al Padre por tu maleta, pues ya os estais largando las dos, no quiero maletas
Señor, dijo Merche, están mis buenas obras, mis mandamientos observados
Escucha me un momento, dijo Jesús muy cabreado, y Jesús es un ser humano, y cuando se enfada, se enfada
Por guardar los mandamientos, no tenemos que darte nada, es tu deber como criatura, lo demás cuando obraste el bien, yo era quien lo hacía en tí, y por tí, es decir te usaba como instrumento libre, sí tus buenas obras, y las de otros  llegasen para venir al Padre, para que me hice yo hombre, y morí crucificado, vamos Merche me estas llamando idiota

No Jesús, jamás, yo quiero estar contigo, en el Cielo
Pues entonces Merche, yo también quiero que estés, tira la maleta, dame un abrazo de hermanita, y pasa adentro a tu Casa, porque méritos te llegan los míos

Merche se despertó sobresaltada. A partir de ahora procuraría vivir unida a Jesús, y hacer el bien, no para ganar el Cielo, ya se lo había ganado Jesús, para gritarle al mundo, a ella misma, y al diablo para que sufriera, que Jesús era su Señor.
Así que cuando un día se murió se fue muy rápido sin maleta y la recibió San José, se extraño pero le contó el glorioso Santo que jugaba Rafa Nadal, y ganaba el mayor premio del tenis, si jugaba en la tierra, pero en el Cielo, pueden ver, en una tv que les regaló el Padre Dios, acontecimientos que un día pasarán el caso es que todos los Papas, y otros que no eran Papas, incluído el propio Jesús,  estaban viendo el partido, así que le había tocado a él.
Merche entró a la gloria y se fue ver a Rafa Nadal
Fin

El organillero


  El organillero. 

Ramón se había quedado viudo muy joven, con dos niños pequeños para colmo la pequeña casa o más bien choza en que vivían había sido destruída por un incendio.
No tenía tierras para trabajar, y con dos pequeños uno niño de meses  y una niña que apenas empezaba a andar, no podía tomar  trabajos que implicasen dejarlos solos

Más de una vez, le habían sugerido, que los llévese a la inclusa, o incluso que los vendiese, pero como buen padre; se había negado

Así que un día limpió su viejo organillo que guardaba en la cuadra donde estaba su asnito, su burrito. Meloncio, le añadió una especie de tienda de campaña y se fue por los pueblos a tocar el organillo, y cantar, con lo que la gente le daba por su música, vivían él y sus hijos

Cuando los niños fueron más grandes, les enseño a leer a escribir, y sobre todo el catecismo, pues Ramón era un buen cristiano

Pasaron los años, su hija que ya tenía 15 años y se llamaba Irene como su difunta madre, acompañaba la actuación de su padre tocando el organillo, cantando o tocando un pequeño laúd, por su parte el chico Manuel hacía lo mismo, solo que él tocaba una flauta

Todos los pueblos querían a aquella familia de músicos ambulantes, porque su música parecía del cielo. 

Cierto día, llego un envíado del señor feudal de aquel pueblo, que por cierto era muy buena persona, y lo mandó acudir a su palacio.

Ramón fue, y el Conde le dijo que le encantaba su música, como cantaban sus hijos, la propuesta era, subirlos de rango social, que actuasen  en palacio, en el castillo; y de vez en cuando en los grandes teatros del condado.

Ramón se paró un momento, miró al conde, y preguntó. Sin bajar la cabeza, porque el conde, era solo un conde, no Jesús

“Señor conde”. Permitidme solo una pregunta. ¿Tendríamos que dejar el organillo, y el burrito?.  ¿Cantar y tocar la música que se nos dijera?

El conde, se rascó la barbilla, y respondió
Así es. Ramón, ni el burro ni el organillo, pueden estar en un teatro ni en el castillo. 

Pues entonces. Respondío Ramón, yo no acepto, el organillo y el burrito Meloncio fueron y son no solo mis medios de vida, sino mis compañeros, y no los voy a tirar ahora, porque eso no se hace a los amigos, y mis hijos y yo, tocamos la música que nos sale del alma, y lo mismo las canciones, no las que nos quieran mandar, así que respetando a su excelencia, le digo que no.

El Conde se levanto lo abrazó y le dijo que era un gran hombre, y que le tenía reservada una sorpresa.

Volvió Ramón a su casa, y, al cabo de pocos días, llegó el oficial que había venido a buscarlo la primera vez, para volver a llevarlo junto al Conde

Cuando estuvo de nuevo frente a éste el conde se acercó y lo invitó  a seguirlo, fueron caminando hasta un jardín cubierto, donde había una pesebrera, aquí será si quieres donde actúeis cuando estés en el pueblo, y tocaras, y tus hijos cantarán la música que quieras, hay lugar para el organillo, y pesebrera para que coma Meloncio. Ahora dime que aceptas

Acepto excelencia, dijo Ramón

Y Ramón siguió por los pueblos, pero cuando estaba en el pueblo en la villa del Conde, actúaba en aquel teatro especial

Sucedio que como Irene era muy  bella de alma, alma que brotaba de ella al cantar, el conde que era joven se enamoró de ella, y le pidió permiso a Ramón para declararse; Ramón se lo dió. Irene también se había enamorado del conde se casaron

Ya no iban por los pueblos, pero la condesita bajaba a las cuadras acariciar a Meloncio, y a cantar

Ramón se levantó una mañana y fue hablar con su yerno

Mira Eugenio, le dijo mi hija es ahora la condesa, mi hijo se casó con una marquesita amiga tuya, y es además capitán de tus tropas

Pero yo no puedo privar a los pobres de la alegría de la música, así que mi querido yerno, Meloncio, el organillo y yo nos vamos a seguir trabajando, y cuando estemos aquí, pues actuaremos en tu teatro

Eugenio, es decir el conde intentó disuadirlo, pero fue inútil

Ramón siguió con su vida itinerante de organillero, hasta cuando ya era muy viejo, Meloncio se fue un día, al cielo de los burritos, y, Ramón adquirió otro al que llamó, Sandía, pues era una jovencita

Las gentes cuando le oían contar que tenía relaciones con la nobleza condal se reían, y lo tomaban por loco

Cierta mañana lo encontraron muerto, se preparó el entierro. Y fue entonces cuando todos se sorprendieron al ver, llegar en un carruaje a los condes y al marqués. 
Estos se bajaron de las carrozas y la señora Condesa y el señor marqués lloraban desconsolados, porque había muerto su padre.
Entendiendo su voluntad lo sepultaron donde estaba sepultada su esposa, la condesa quiso quedarse con Sandía la asnita, y con el organillo, pero su esposo el conde le hizo ver que eso era egoísmo. Mejor los regalaban a otro hombre que fuese pobre pero amase la música, y mejor aún mandarían hacer varios organillos

Y así de pronto por todos los pueblos y hasta hace relativamente poco, había burritos tirando por organillos que con su música alegraban a los humildes, los otros a veces van a los grandes teatros a oír conciertos no, a lucir palmito.

Fin

lunes, 20 de marzo de 2023

El embalse

 

El embalse. Relato
El pueblo bueno el país llevaba mucho tiempo, con una gran sequía, y cuando llovía, que a decir verdad lo hacía en abundancia, el agua se perdía.
La solución era hacer un embalse, pero nadie en el pueblo lo quería, el embalse significaba que muchos lugares que amaban desapareciesen bajo las aguas
Bueno decir que nadie quería no es cierto, había dos personas que sí, uno D. Antonio el cura, un hombre ya mayor, y el tío Vicente un viejito de cerca de 90 años
Pero cómo pueden ustedes decir que les parece bien, que la iglesia de Santa Ines, y, la capilla de San Rigoberto, y el puente y la escuela donde estudiaron nuestros abuelos, y el campo santo, sean anegados. Esto lo dijo uno de los vecinos, al que todos corearon
Habló primero D. Antonio. Hijos y hermanos o vecinos. Lo mejor sería no tener que hacerlo, pero tenemos que aprovechar la lluvia y para eso hay que tener un embalse que la recoja cuando llueva. Porque yo, no tengo ganas de morir de sed, y me gusta ducharme,  y los animales y las plantas precisan el agua para vivir
Yo pienso igual, dijo el tío Vicente
No, si razón no les falta, habló una vecina, pero esta todo lo anterior
Por todo lo anterior. ¿Te refieres a lo que dijo el tío Servando?, dijo el tío Vicente
Pues claro
Pues mira, eso tiene solución. El puente se puede trasladar piedra a piedra por expertos, o dejarlo y verlo cuando bajé el pantano; la iglesia y la capilla, hay que datar la fecha, si tienen menos de 80 años que la capilla de San Rigoberto, no llega a 50, pues lo primero es trasladar al Señor es decir La Eucaristía a la nueva capilla, y lo mismo con la iglesia, y luego las imágenes; en cuanto al camposanto, se pueden él que quiera trasladar los restos al nuevo. Quien no quiera, yo no quiero lo puede dejar no importa donde esten los restos de nuestros difuntos, importa que los que somos creyentes les ayudemos con nuestra oración a estar en el Cielo, que esos restos no los van a necesitar
Pienso lo mismo dijo, D. Antonio el cura y la escuela pues ya veremos lo que hacemos, también podemos hacer una nueva.
Ni siquiera hablan de sacar primero, las imágenes. Dijo otra vecina.
Vamos a intentar sacarlas, pero en La Eucaristía está Jesús como Dios y hombre. Los demás todo lo sagrado que quieran pero no dejan de ser esculturas de piedra, yeso. Y todo lo vamos hacer para que las criaturas de Dios, y no me refiero solo a las personas, puedan seguir existiendo, por los campos, los árboles, los animales. Pensad un poco, tanto el señor cura como yo, estamos llegando al final del viaje, pero aquí hay niños hay gente jovén, de verdad queréis privarlos de vivir en su pueblo, por guardar unas piedras
También podíamos hacer unas rogativas. Señaló otro vecino
Sí tal vez, dijo D. Antonio, pero cuando haya embalse, invitamos al Señor a inaugurarlo
Valé respondieron a coro
Seis meses más tarde el pueblo estrenaba embalse, y lo hacía con una rogativa por la intercesión de Santa Inés y San Rigoberto, pidiendo al Cielo agua
D. Vicente mientras jugaba al dominó, con D. Antonio. Le dijo. Padre, usted no pensará que va llover mañana, por la rogativa. D. Antonio sonrío, no claro que no, no hay nubes y Brasero dijo que hasta fin de octubre no iba llover. Dios mandará la lluvia en el momento en que en su eternidad ha determinado, sí le dejamos, mejor dicho, le dejan no talando árboles ellos son los que oran de verdad por la lluvia, ellos y los animales. Tuve ganas de rechazar la rogativa, pero no era cuestión de enfadar a los vecinos, asì muchos rezaron, y fueron a la iglesia, aunque fuese solo a pedir agua a los Cielos.
Y, si  llueve mañana, dirá que fue la rogativa,  y dará gracias a Dios
Sí llueve Vicente diré que Brasero se equívoco, y no, no diré que fue la rogativa, porque ni Santa Inés,, ni San Rigoberto van molestar a Nuestra Señora, con una petición tan tonta, y ella no va molestar a su Hijo. Pero si daré gracias a Dios, y si no llueve también. Lo hago todos los días, y por todo, p. ejemplo por tenerte como amigo, desde que íbamos ambos a la escuela.
Y, no llovió al día siguiente, ni al otro, pero si la siguiente semana, y los vecinos se alegraron de tener el embalse.
Fin


sábado, 18 de marzo de 2023

La tienda. Relato


La tienda. Relato
Las dos jóvenes estaban hablando, de vez en cuando alzaban la vista y miraban si entraba alguien. La gente miraba el escaparate y seguía era una tienda de ropa femenina,muy cara de marcas exclusivas
Entonces entró ella, era una mujer mayor más de 60, y cuando tienes 20, 60 son cien y piquito, mal vestida con una falda larga y floja en zapatillas. Las chicas estuvieron a punto de ir a echarla, pero decidieron que ya se iria la mujer dio varias vueltas por la tienda, y al final les hizó señas de que se acercarán
Fueron las dos juntas
Con una me llegaba pero gracias, qué me aconsejais
Aquí no hay nada para usted, además es todo muy caro,mejor vaya a los almacenes Xaton
Cómo mandais comprar a la competencia, quienes sois para decirme si es caro o no, eso lo decido yo
Vale señora, es que con perdón visto como usted viste, y vista su edad  y su talla
Ves mucho tú niña, visto como me da la real gana, y sí me quiero comprar la prenda más pequeña para colgar en la nariz estoy en mi derecho, claro que puede ser para una nieta. Me parece que vosotras y yo, vamos hablar mucho
Las muchachas callaron, la mujer siguió adelante y abrió una puerta
Eh señora ahí no se puede entrar. Entraron tras ella se había sentado en el butacón de piel, había encendido una computadora, sacado un bloc y un bolígrafo de su bolso, encendido un cigarrillo
No había duda estaba loca
Señora, no nos obligue a llamar a la policía, ese es el despacho de Doña Carmen Pertigo
Lo sé, la dueña y directora de la cadena de tiendas Pertigo, quien por cierto os mandó una foto, qué pasa no llegó, porque no está puesta
Las chicas no entendían nada, callaron, habían recibido un sobre, pero ni lo habían abierto, fueron por él, por suerte no lo habían  tirado a la basura, cuando lo abrieron, sacaron un marco con una foto de Doña Carmen Pertigo, recibiendo una condecoración de manos del rey
Doña Carmen  Pertigo, era la mujer a la que habían tratado como a una mendiga
Nos va despedir
No hijas,espero que os sirva de lección toda persona que entrá es un futuro comprador, es él quien lo decide no, nosotros ahora nos vamos a bonilla os invitó a un chocolate  o un café con churros si no os da vergüenza ir con alguien tan mal vestido que debe ser tan pobre, y tan gorda
Perdonenos, va el perdón a Dios se pide, yo os disculpó que también fui jovén.
Fin

La muerte.Relato


La muerte relato
El pequeño Indalecio se había sentado en una piedra, mientras miraba pacer las vacas y las ovejas, de vez en cuando se entretenía, con un saltamontes, o cualquier otro animalito, nunca los maltrataba
De pronto la vio acercarse, venía vestida de blanco, era muy hermosa, su melena larga, parecía vaporosa y desprendía rayos de luz, el pequeño se asustó un poco
Buenas tardes nos dé Dios, dijo la mujer
Buenas tardes  tenga usted señora, de parte de Dios y de mi corazón
La mujer se sentó en la misma piedra
Indalecio, veo que eres un niño muy bueno, y que quiere mucho a los animales
Pues claro, Dios los hizo también a ellos, y usted como sabe mi nombre, nunca la ví en la aldea
Indalecio, yo andó por todas partes y voy a todas las casas, cuando me lo manda
Quién se lo manda
Él Único que puede hacerlo
El rey
Sí es rey pero no él que tú pequeño piensas, estoy hablando del Creador
¿No será usted La Virgen Santísima?
No, hombre, no, mira te lo voy a decir porque eres un niño bueno yo soy uno de los ángeles de la muerte, bueno en realidad de la entrada en la Vida que no acaba
Ya, se está usted riendo de mi. Dijo el niño
No Indalecio, no me río es verdad
Pero la muerte es fea, lleva una guadaña, tiene cara de esqueleto, esa es la muerte mala, aunque mala tampoco
Mira, cuando llega el momento en que el Creador ha dispuesto para que una de sus criaturas pasé a vivir con Él para siempre, si esa persona es como tú ahora, si se ha dejado purificar, y esta llena de Luz, yo vengo y la conduzco hasta el Creador
Pero hay personas que tienen cosas que no son buenas, que tienen partes oscuras, entonces viene en primer lugar el otro ángel de la muerte, la muerte de la guadaña, que solo la persona vé, y lo hace para que deje que Dios la purifique, y esto Dios lo hace de muchas formas, pues no es solo para los católicos; a veces el arrepentimiento la conversión es tan fuerte, que se llena de Luz, y, entonces voy yo, y la conduzco a Dios, al Cielo, si aún quedan huellas de manchas el otro ángel la conduce al Purgatorio, de donde un día, no yo, sino La Virgen del Carmen, la conduce al Cielo
Y, los que no se arrepienten
Esos aquí entre nosotros casí te puedo decir que no hay, pero si hay alguno, ya no somos ninguno de los ángeles, sino los demonios los que lo conducen al Infierno
Tú sigue siendo un niño bueno, y luego un hombre bueno, para que sea yo, quien venga por tí
Indalecio, Indalecio, ven hijo que vamos a comer
Es la voz de su madre, que lo llama
Indalecio llama a los animales que lo siguen y se despide de la señora, que lo despide moviendo la mano
Qué hacías en la piedra, te vi mover los labios, pero no te pude escuchar, rezabas a La Virgen del Carmen
No mamá, sabe usted estuve hablando con la muerte
Anda Indalecio no digas tonterías con la muerte no se habla
Eso pensaba yo, y hay dos muertes, bueno dos ángeles de la muerte, los dos los manda Dios, y el niño contó su historia, y la volvió a contar en casa a su padre, a sus tías solteras, a sus hermanos
La madre quiere reprenderlo, el padre le dice que lo deje es un crío de 6 años, se habrá quedado dormido y lo ha soñado, y que se olvide de preguntarle nada al cura
Dos días más tarde, Indalecio dice a sus padres que ha visto a la señora hermosa,  al ángel bueno de la muerte, entrar en la casa de los vecinos más próximos, Doña Angustias lo reprende, con un, “ya vale Indalecio, ya llegan de tonterías”, pero aquel mismo día, el bebé que la señora de la casa había dado á luz hacía 3 meses y ella misma fallecen
Claro que eso no quiere decir nada
El tiempo pasa, Indalecio se hace un hombre se casa,  tiene hijos, luego nietos esta ya muy enfermo padece cáncer, palabra que ni se nombra, y de pronto la ve entrar a ella, esta como aquel día. Nos vamos Indalecio tu Creador y Padre te está esperando, y La Virgen del Carmen
Indalecio hace meses que no puede moverse, pero de pronto nota que puede saltar con agilidad de la cama
Venga vamos corre, no puede evitar mirarse en el espejo, y se vé como aquel día, es un niño de 6 años
Pero cómo es posible tengo 66 años
No, tienes 6 siempre los tuviste olvida la cédula, lo estas viendo, Indalecio mira hacia atrás y ve su cuerpo físico el de un anciano en la cama,  pero él es ese niño
Escucha entrar a su hija Flora que lo está cuidando, al esposo de ésta, a su esposa Dolores, todos lloran, y besan su cuerpo, el cuerpo que fue suyo, pero que ya no es él
Rogaré por vosotros dice. Pero nadie le oye
No te lo había dicho Indalecio, dice la muerte, en el Cielo todos son niños
Claro por eso Jesús dijo, que sólo los niños entrarían en el Cielo, y los que se hicieran niños
Con cariño a mi abuelo Indalecio al que no conocí
Fin

Cuando los árboles oran


Cuando los árboles orán
Es  una escena de una vieja película de vaqueros, cine que aborrezco, salvo excepciones
Vaya por delante que no recuerdo el título
Sí la escena un viejo rancho y un viejo con sombrero y un adolescente
“ Abuelo tú crees que lloverá algún día”
“ Sí lloverá, el buen Dios mandará la lluvia, incluso cuando cerró el cielo por 3 años, lo abrió, por la oración de Elías, mandará el agua, los pobres animales la precisan,, y la tierra, y ellos no lo han ofendido”
Abuelo, dice el Pastor que Dios puede no mandé más agua, que todo está infectado por nuestro pecado
“El Pastor dice muchas tonterías por eso, no voy a la iglesia, prefiero orar en este Templo(dice abarcando el paisaje con la mirada) con este Templo hecho por él, como hacía Jesús, fijate en los árboles como mueven sus hojas”
Sí abuelo eso es señal de que hace viento, y el viento dicen la abuela y mamá trae la lluvia
“No hijo, eso es que los árboles están orando, por eso mueven las ramas como en una plegaria, y Dios los escucha”
Abuelo me ha caído una gota, y otra
“Sí hijo vamos para dentro, Dios ha escuchado a sus hijos los árboles, escucha la oración de los que no tienen pecado, para derramar su agua bendita, toda agua es bendita sobre los que somos pecadores”
Sobre los indios también
“También ellos están más cerca que nosotros de ser como los árboles”
Sí te oyera el Pastor
“Quien quiero que oiga y me oye es Dios”
Fin del diálogo

viernes, 17 de marzo de 2023

Verbena.Relato


Verbena relato
Clara observaba a su abuela coser el vestido que estrenaría en la verbena del pueblo. Su primera verbena, acudiría acompañada de sus padres, ya era toda una mujer había cumplido 15 años, posiblemente el año próximo lo más tardar el siguiente ya estaría casada. Se levantó danzó por el cuarto, beso a su abuela; quien levantó los ojos de la costura, y sonrió ajustándose las gafas.
Vas estar bellisima, cariño. Dijo con una sonrisa
El vestido era de gasa vaporosa, que cubría un suave y lindo percal, la falda de gasa también se montaba sobre un cuerpo de lino, un gran lazo verde mar lo mismo que el cuerpo del vestido, marcaba el talle y el comienzo de la falda que combinaba el azul y el blanco, llevaba una pequeña chaqueta, de manga holgada, en satén blanco, el vestido costaba de media manga
Abuelita porqué no me lo hace sin mangas, y más corto que se vean los zapatos que voy estrenar
De eso nada hija, las mujeres que son como Dios manda no andan mostrando los brazos desnudos, menos los tobillos, eso  no se enseña se reserva, los zapatos los lucirás al bailar, y por favor obedece a tus padres, y no confíes mucho en los desconocidos, ni en los conocidos tampoco
Vale, abuelita, dijo y beso de nuevo a su abuela.
Llegó la noche de la verbena, Clara se sentía la persona más feliz, se veía hermosa con su vestido, sus zapatos blancos, los pendientes de perlas regalo de su padre, y una gargantilla con una pequeña cruz, regalo de su madre
Era el año 1895, en el país había vientos de guerra, por las revueltas en las regiones de Cuba, Puerto Rico, y Filipinas, algunos grupos allí reclamaban la independencia, y el Estado español no se iba dejar romper, a las gentes del pueblo, que tenían familia, y algunos habían nacido en aquellas regiones no les gustaba, pero lo que menos gracia les hacía es que hubiese una guerra, que traería muerte y desolación, y sería una guerra entre hermanos, porque dijeran lo que dijeran, todos eran españoles, y lo seguirían siendo incluso si un día eran naciones independientes. 
Por eso trataban de olvidar y de apurar al máximo el tiempo de paz, solo Dios sabía, sí los jóvenes que estaban bailando, que acudían a las verbenas a buscar novia, poco tiempo después serían llamados para luchar en guerras fratricidas.
Este era el motivo de que estuviese lleno de gente.
Clara entró en el recinto de la Verbena con sus padres y se sento con ellos en una mesa, cerca de la orquesta, muy pronto acudieron conocidos y amigos a felicitar al matrimonio, por tener tan encantadora hija,  ocasión que aprovechó Clara para rogar a sus padres, la diesen permiso para dar una vuelta y saludar a sus amigas; tras hacerle un montón de requerimiento. D. Felix su padre aceptó, y su madre La Señora Elvira Clara, la alertó de tener cuidado con quien bailaba y no alejarse hacía la rosaleda, donde no existía tanta iluminación, Clara beso a sus progenitores, prometió obedecer, y se largo volando
Encontró a sus amigas, saludo a los padres de esta, y volvió a dar otra vuelta, empezando pasos de baile
Entonces se le acercó un joven, alto rubio de ojos negros, con un pequeño bigote, no mucho mayor que ella
Buenas noches Alteza, qué hace vuestra real persona, fuera del palacio real
Clara sonrío, Se equívoca usted joven no soy princesa alguna
Claro, claro, es un ángel, o perdón, perdón. Dijo imitando una reverencia
Mi abuela dice que un diablillo
Vamos un angelillo caído, espero no ofenderla, mi nombre es Eusebio soy cadete de regulares, y me encantaría me concediese este baile
Mi nombre es Clara, y aceptó encantada mis padres están en la primera mesa frente a la orquesta
Dejemos a los padres descansar y bailemos
Los dos jóvenes empezaron a bailar al ritmo de la orquesta, bailaron bebieron naranjada, y volvieron a bailar, Clara se saco la torera y la dejo sobre sus hombros
Hace calor porque no vamos  hacia la rosaleda y descansamos un poco, propuso Eusebio
No, gracias prefiero estar aquí
Vamos, Clara allí corre más fresco, no tendrá miedo de mí, por Dios no sea niña
Tiene razón,  Eusebio vamos
Se adentraron en la rosaleda en la que apenas se veía por el resplandor de la luna, y las lámparas que venían del lugar del baile, charlaron hasta que, Eusebio se abalanzó sobre ella y la beso en el cuello, Clara se levantó asustada qué hace esta loco, dejeme, pero él la aprisionó la besó violentamente y trató de desatar el lazo de su vestido, ella lucho, lo araño, pero él la tumbó, levanto su ropa, ella luchaba entonces vió entrar a un joven mendigo, trato de pedir socorro, que evitase que aquel miserable la violase, noto un golpe, vió al mendigo tomar una rama y golpear en la cabeza a Eusebio. Fue lo último porque se desmayo
Cuando sus padres la encontraron más tarde, estaba inconsciente, Eusebio contó su versión que Clara había ido a la rosaleda, él había ido detrás a buscarla, y se encontró al méndigo intentando dañar su virtud, se había metido a rescatar a la joven, y el mendigo lo había golpeado, dio las señas del mismo a la autoridad. Quien pronto lo detuvo, pues era conocido por dormir en el jardín.
Nadie había oído nunca hablar mal de él, se llamaba Maximino, tenía 24 años, antes de ser mendigo, había sido librero junto con su padre, pero un incendio lo dejó sin padre, sin trabajo y sin casa, nadie le daba trabajo, así que vivía de hacer pequeños recados y pedir limosna
Cuando Clara ya en casa, abrió los ojos,  fue recordando lo que había pasado
Papá digame por favor, sabe usted si lo han metido en la carcel, casí roba mi virtud
Clarita mi niña, tu virtud, la virtud no la puede robar nadie, aunque te hubiese ultrajado, tú serías siempre virtuosa, y sí mi  niña esta en la carcel. Gracias al joven Eusebio
Qué dice Papa, Eusebio es quien tiene que estar en la cárcel, fue ese canalla quien me atacó, y Clara contó lo sucedido
D. Felix habló con la policía, y aunque Eusebio trato de negarlo estaba el testimonio de Clara y que un pedazo de la tela de su vestido se había quedado prendido en un botón de su casaca, fue liberado Maximino y encarcelado Eusebio
D. Felix agradeció al joven mendigo lo que había hecho, y lo contrato como capataz de su fábrica de tejidos, con derecho a vivienda compartida
La amistad primero, y luego el amor fue surgiendo entre Clara y Maximino, pero los jóvenes temían que el padre de Clara no aceptase, ya que eran de clases sociales distintas, tenían que arriesgarse
D. Felix dió su sí, y Doña Clara Elvira su bendición. 
Maximino eres lo mejor que un padre, puede desear para su hija, honrado, trabajador valiente, y todos somos iguales, Dios nos hizo a todos a su imagen
Clara y Maximino el día que ella cumplía los 17 años, su vestido blanco, de organdí y gasa cosido entre su abuela y su madre que antes fueran modistas la hacía parecer un verdadero ángel, el nuevo matrimonio hizó un pequeño viaje a Toledo, y meses más tarde nació el primer hijo de la pareja un niño al que llamaron  Ricardo, ni el abuelo ni el padre de la criatura quisieron que llevase sus nombres, un año más tarde Clara anunció que la cigüeña los iba visitar de nuevo, el alegre anunció fue enturbiado porque Maximino fue llamado para ir luchar a Cuba, ya no volvería, solo regresaria su cuerpo, murío como un heroé intentando evitar que otro hombre violase a una cubana, un disparo de metralleta lo acribillo
Clara, lloró a su esposo,  se vistió de negro, y vistió a su hijo Ricardo, y la toquilla de su hija Elvira la que nunca conocería a su padre, la verdad Ricardo tampoco, le tocaba criarlos sola, sola no con sus padres y su abuela pero sin el apoyo de su esposo, aunque sabía que desde el Cielo, él los cuidaría
Vinieron tiempos buenos y malos, nuevas guerras,y pasó el tiempo
Es  el año 1933 _España ha pasado de monarquía republica, Clara esta cosiendo un vestido para su  nieta Obdulia, que va acudir a su primer baile de sociedad, las verbenas no son aconsejable, Obdulia es como ella de joven.
Abuelita que no sea muy largo, y sin manga por favor, te quiero
Será todo lo largo que tenga que ser, no querrás que se vean tus rodillas, yo pretendía enseñar mis tobillos, e ir sin manga pero entonces no se podía, y estaba bien
Que tontería los tobillos por favor, bueno ahora son otros tiempos, también tratabais de usted a los abuelos y a los padres, vamos que no os queríais
No te equivoques Obdulia, yo quería y quiero mucho a mi abuela, y a mis padres, digo los quiero porque ahora viven en el Cielo, tenía mucha confianza, y bromeaba con ellos, es cierto que los trataba de usted, pero un “usted” distinto al que tenía con el alcalde p.e. Era “ un usted tuteable”, el cariño no lo hace un pronombre personal, que solo es cuestión de moda, ven vamos a probarlo. Que linda estás
Fin

jueves, 9 de marzo de 2023

Los lobeznos y su familia


Los lobeznos y su familia Relato
El cazador había salido temprano con su fusil al hombro, los vecinos de la aldea, le habían pedido que cazará a la fiera, al lobo que andaba merodeando, se decía, aunque no se podía probar que fuera cierto que habían atacado a un rebaño; posiblemente fuesen otros animales, la solución no tenía porque ser la muerte de los lobos, pero la gente los humanos son la especie animal que menos piensa. Y querían al lobo muerto
Raimundo era cazador pero cazaba animales que se comía, fuera de eso para él la caza era un crimen, por supuesto si se le acercaba un oso para atacarlo disparaba a matar
Iba pedir a Dios lo ayudase pero se detuvo, porque iba ayudarle los lobos eran también sus criaturas, criaturas que además no incumplían la ley que les había dado. Se dejo de tonterías y rezo un padrenuestro
Siguió caminando oliendo su rastro, el sol apenas acababa de levantarse de su cama, aún tenía puesto su rojo pijama, y poco a poco iba retirando las sábanas que eran nubes de algodón
De pronto escucho unos pequeños gruñidos y vio a una loba echada tiernamente, se veía que hacía poco que había parido a su alrededor estaban 5 muñecos de peluche, que buscaban su teta, otra loba venía con un trozo de carne para ella. Era se dijo como cuando pare una mujer en la aldea y las vecinas le llevan comida, sobre un monte cercano un lobo aullaba y enseñaba a jugar a otros lobitos
Es una familia se dijo, es una obra de Dios y estos animales son mejores que nosotros nosotros tenemos el cordero, el gallo la vaca en casa les acariciamos y luego los matamos para comer, ellos no se hacen amigos del cordero, cazan para comer, como hago yo.
No, amiguitos no voy haceros daño os bendigo y bendigo a vuestro Creador que sabéis es el mío, ya me inventaré algo
Hasta luego amiguitos. La loba levanto la cabeza y en un leve aullido le dijo. Gracias humano, por salvar mi vida y la de mis bebés, bueno eso le pareció a Romualdo. 
O quien sabe
Cuando volvió a la aldea no se invento nada, dijo que no era un criminal y que hicieran los rediles más abajo, pusieran cercas eléctricas y que bueno si un día un cordero pasaba a la barriga del lobo,  pues simplemente habría cambiado de lugar de paso, porque si no era en la del lobo sería en la de ellos donde iba acabar
Ni que decir tiene que a los vecinos no les gusto, y se enojaron pero no fue un enfado que no solucionase un trago de vino y un trozo de tocino. Fin