lunes, 5 de julio de 2021

librería


La librería
Braulio caminaba por la calle de la ciudad, clavando sus ojos en todas las cosas, acababa de llegar de la aldea, su tío D. Braulio le había ofrecido un puesto de trabajo en su tienda de comestibles.
De pronto sus ojos se fijaron en una tienda, estaba llena de libros, un rotulo anunciaba. “Librería “Sueño de verano”
Decidió entrar, una joven se acercó hacia él
Buenas tardes. ¿Desea algún libro en particular, o quiere echar primero una ojeada?
¿Puedo escoger el libro qué quiera?
Pues claro, estamos para vender, vendemos libros, somos como dice el letrero, una librería
En el pueblo, los libros se tomaban en la Biblioteca del colegio del Ayuntamiento, del cura, los leías y luego los devolvías
Aquí también tenemos bibliotecas, me refiero en la ciudad, pero el libro que compras es tuyo; por cierto tenemos también libros que han  tenido otro dueño antes, y, ha decidido venderlo
¿Son muy caros, los libros?
No, es lo más barato, duran para siempre, no se estropean, sí te refieres al dinero que cuestan pues ahi varía, hay de todos los precios. ¿Te gusta la poesía?
No mucho es muy cursí
Depende del poeta
Mirá  tengo aquí un libro de poemas de un profesor que promete como poeta, se llama Antonio Machado, te lo recomiendo, y, en prosa qué has leído
Lei La Iliada, La Odisea, La Eneida, La Divina Comedia, El Quijote varias veces; y, leo La Biblia, y, más cosas
Pues mira, te voy a recomendar  este libro Mobydick y, este otro que te va gustar estoy segura, “La vuelta al mundo en 80 días”
¿Costarán mucho dinero, yo acabó de llegar voy a trabajar en el colmado de mi tío y padrino?
¿Cómo se llama tu tío?
D. Braulio
Así que vas a trabajar en la tienda de D. Braulio, buena persona, mis padres le compran casi todo, bueno los comestibles todos, y, él es también un buen cliente nuestro; y, ahora vamos a ver lo que valen tus libros, mejor dicho cuanto dinero cuestan, ya está, todos 1,50 pts
Sólo tengo 1 pts, y tengo que comprar el pan, que me encargó mi tía
Espera, no me acordaba tenemos  una oferta especial, al que se lleve todos estos libros, los 3, sólo le cobraremos 2 reales
Muchas gracias, me los llevó por cierto. Sí te gusta el cine, podíamos ir esta tarde
Sí me gusta el cine. Calló un momento, iba decir, pero no acostumbro aceptar citas con clientes, pero los ojos de Braulio eran puros limpios, así que respondió, si me gusta, y, acepto sí conoces donde esta el cine, esperame en la cafetería que hay al lado, a las 7.30, por cierto yo me llamó Obdulia
Y, aquella tarde que no fue la primera, Braulio fue al cine con Obdulia y le comentó que le había encantado el nuevo poeta Machado, y, luego pasaron muchas cosas.
Miguel miró a su bisabuela Obdulia. ¿De verdad abuela, así os conocisteis tú y el bisi, así empezó vuestra colección de libros, y el nuevo poeta, era nuestro Antonio Machado?
Así es, pero es D. Antonio Machado, si el bisi como le llamaís tús hermanos y tú, lo mismo que tus primos, fuese igual que vosotros, nada hubiése pasado, sólo sabéis estar con la tableta
Abuela también leemos, en vuestra época no había tabletas
Es cierto, pero había libros, el libro  es el amigo que nunca falla
Lo que nunca falla, son las abuelas guapas como tú
Calla pillastre y dame un beso antes de irte.
Fin

Amistad perdida

 

Amistad perdida
Si le hubiesen preguntado a Miguel, quién era su mejor amigo, habría respondido sin dudarlo, Antonio
Y, es que Antonio y Miguel se conocían desde niños, sus familias veraneaban juntas, juntos habían ido a la Universidad, eran diría Miguel como hermanos, o eso pensaba
Hasta que su padre fue encarcelado por expresar su modo de pensar, no por asesino ni ladrón, sino por no pensar como los que mandaban, y, las gentes que iban a su restaurante, dejaron de ir, no todos la buena gente, la gente humilde, tanto la que pensaba igual que el padre de Miguel, como la que pensaba distinto iban igual, pero no llegaba
Miguel tuvo que dejar de preparar las oposiciones para catedrático de Historia del arte, y, buscar trabajo como profesor; y debido a la situación de su padre, que por cierto fue puesto en libertad enseguida, pero con el sambenito, de expresidiario, nadie lo quería contratar
Fue entonces cuando Antonio le ofreció ser  profesor particular de sus dos sobrinos. Aceptó encantado
Pero cuando un día abordó a Antonio para decirle; qué te parece si vamos hoy con los amigos al teatro, creo que están representando. Casa de muñecas
Antonio lo miró, no acostumbró a ir al teatro, ni a ningún lado, con mis empleados o los de mi familia, por otro lado, te he dado trabajo me gusta hacer el bien, pero no voy presumir de amistad con el hijo de un ex presidiario
Miguel lo miró con rabía. Le pidó disculpas D. Antonio, y, dejo mi puesto, no quieró haga el bien conmigo
Estaba sin trabajo, entonces vió el cártel en la vieja frutería, pedían un mozo de almacen, y, se fue a pedir el puesto, lo contrataron, el dueño tenía un hijo de su edad César un joven  de corazón sano, sin estudios pero al que le gustaba leer y aprender. Muy pronto en los ratos libres; Miguel le hablaba de arte de historia, le explicaba y, le ayudaba a entender los libros, se hicieron compañeros
Y, Miguel le preguntó cierto día. ¿No te importa que te vean con el hijo de un ex presidiario?
No, tu padre es un buen hombre, y, además tú eres otra persona, la condena de tu padre fue injusta, nadie debe ir a la cárcel por pensar, además si hubiese sido por un delito de verdad me daría igual, y, lo mismo digo si fuese tu caso, la amistad no se debe basar más que en la confianza del corazón
Cuánta razón tienes César, espero que nuestra amistad dure para siempre
Pasaron los años, y la situación en el país cambió, Antonio y su familia fueron vistos como rebeldes, se les dejó casi en la miseria, y, Antonio fue encarcelado, nadie iba visitarle, es más muchos se alegraban
Sin embargo cuando Miguel se enteró, fue a verlo, le llevó alimentos ropa, libros para leer, le puso un buen abogado, hizo sobornos a funcionarios, para conseguir quedase libre, le buscó un trabajo, consiguió le devolvieran parte de lo incautado
Antonio con los ojos llenos de lágrimas, le dijo. Gracias eres un buen amigo
No. no soy su amigo, a mí también me gusta hacer el bien, mi amigo es ese señor que está con ese grupo  esperando en la acera, César el hijo del frutero, le deseo que le vaya bien, y, no se meta en  líos, pero nuestra amistad la mató usted. Y no resucitó.
Fin