martes, 2 de noviembre de 2021

La aldaba. Relato de misterio


La aldaba. Relato de misterio
Luisa, no tenía intención de estar encerrada en su piso de la ciudad; mucho menos con sus nietos; con Ana, y, con César, los niños ya adolescentes, vivían con ella, desde la muerte de sus padres en un accidente de avión, los dos era hermanos hijos de la hija de Luisa, quien falleció con su esposo, hacía ya 10 años. Desde entonces los chicos vivían con ella.

Así que recordando que hacía años, que tenía ganas de comprar aquella casona, y que la dueña, su amiga Carmen, llevaba tiempo deseando venderla. 
Aprovecho que el confinamiento aún tardaría unos días en ser efectivo, llamó  a Carmen, fueron a un notario. Y, la casona situada en un pueblo de Pontevedra, paso a ser de su propiedad.
Al día siguiente metió unas pocas cosas en su coche, y, junto con sus nietos se trasladó a su nueva casa, a la casona.
La casa antigua, no era un pazo, sino una gran vivienda, se hallaba situada en medio de un hermoso paraje; rodeada de un jardín, que precisaba cuidados, en el que había unos columpios, en los que sin duda, César y Ana; pasarían buenos ratos, cerca de los columpios había dos bancos de piedra, debajo de un peristilo, sobre él cual trepaban unos  rosales, separando el jardín de un pequeño huerto mal cuidado, había una pequeña cascada, "unha fervenza" en la hermosa lengua de todos los gallegos
La casa flanqueada por tan hermoso paraje, en el que revoloteaban algunas aves, sobre todo, urracas, llamadas en Galicia pegas, algunas palomas, llamadas pombas, y, algunos jilgueros, o xilgueiros. Tenía en apariencia una sola planta, aunque eso no era cierto, tras el grueso portón se entraba al interior, a un largo pasillo, al que unas lámparas en la pared, salvaban de su aspecto sombrío, a mitad del pasillo se hallaban las habitaciones, 4 en total, 2 a un lado, y, 2 al otro, todas tenían vigas de madera, las camas eran de hierro, y, en todas había una pequeña biblioteca, unas daban al jardín,  otras al huerto y, la catarata, o fervenza, un poco más adelante se encontraba la cocina, con una cocina de las que antes se llamaron bilbaínas, o de carbón, una nevera combi, dos alacenas, con todo tipo de vajilla, y, una mesa para 12 personas, en la cual colocó Luisa, un mantel de hule, allí comerían todos los días, salvo el domingo.
 Enfrente de la cocina, estaba el comedor con dos mesas de nogal, y, 24 sillas de la misma  madera, muy antiguas, un aparador con una vajilla, no sabría decir de que estilo, 2 butacones, y, un sofá, que la verdad desencajaba con el conjunto, pero se veía cómodo, había también una tv que funcionaba y, un aparato de radio. Y, como no, una gran biblioteca.
Enfrente estaba el baño, y, un pequeño servicio, instalado no hacía mucho, con una gran bañera. Luisa había mandado instalar al lado en otra habitación que antaño fuera despensa una ducha.
Al salir del comedor y antes de llegar a la cocina, había una rampa, que se  bifurcaba en dos ramales; uno bajaba a las antiguas caballerizas, y cuadras, que ahora serían el lugar, donde guardaría el coche y las bicicletas de los chicos, y, a la vieja cocina, una lareira, o llar que aún funcionaba, y, en la que puso su pequeña biblioteca personal, el sofá que trajo de Pontevedra, unos cojines para los chicos y unas mantas, para Rufo el perro, y el gato Tronco, que habían venido con ellos. Y, siguiendo la parte ascendente de la rampa, se llegaba a la parte de más solera de la casa; donde estaba el dormitorio principal, un salón de lectura, desde cuyas ventanas se divisaba, según Carmen su amiga, antigua propietaria, todo el mundo.
Naturalmente Luisa,  escogió uno de los dormitorios del piso de abajo, cerca de los de sus nietos. Y, asi empezó su vida en la casona, comían en la cocina, y, por la tarde que tuvo días fríos ella, y, los chicos cuando querían, estaban en la vieja cocina, al calor de la lareira, ella aprovechaba para leer, ver la tv, mientras Rufo y Tronco jugaban
Por las mañanas, tras hacer la poca limpieza, y, cuidar entre los 3 el jardín, y, el huerto, si hacía bueno leía en uno de los bancos, mientras los chicos corrian en bicicleta, o se columpiaban. La catarata o fervenza, era su lugar de “Encuentro con su Creador”. 
Todo fue transcurriendo normal, normal. Hasta que un día a las 12 del mediodía, cuando estaba lavando unas patatas, para hacer un guiso, la aldaba de la puerta sonó con fuerza, pum, pum, pum; secándose las manos en el delantal, fue hacia la puerta, preguntó quién era, aunque no había vecinos, pero podría ser alguién de paso que precisase ayuda, una vez muy débil, dijo como en un murmullo, “agua, y pan, por favor”, Luisa abrió el portón pero allí no había nadie.  “Estare perdiendo la chaveta”; se dijo a sí misma, pero al día siguiente a las 12 paso lo mismo, y, fue Ana, la que fue abrir; el perro y el gato, miraban fijamente, al otro día paso lo mismo, y, al otro, tanto que decidió no abrir por mucho que llamase la vieja aldaba
Pero aún no estaba el problema acabado, una noche a las 4 de la madrugada, cuando ya todos dormían, el golpe de la aldaba,  resono cuatro veces, cada sonido, más fuerte, la despertó, esperó un momento, pero como continuaba, salto de la cama, vió que los chicos dormían sólo Rufo y Tronco la acompañaron, pregunto quién era, una voz, quejumbrosa, imperceptible, de alguién que estaba sufriendo mucho, respondió
“ayuda por favor, me muero, ya viene”, luego el llanto apenas audible de un bebé recién nacido, aunque también podía ser el maullido de un gatito
Abrió el portón no había nadie, se dijo que fuera el viento, aunque todo parecía en calma, seguramente estaba soñando.  Pero lo mismo se repitió noche tras noche, hasta llegaron a despertarse los chicos.
No era Luisa mujer que se arredrase ni tuviese miedo a nada, pero  tampoco era una necia, que lo sabe todo, aquella casa, tenía un misterio, y, su amiga Carmen, antigua propietaria, iba revelarlo, asi que decidió llamarla, afortunadamente tenían teléfono fijo en casa, pues la conversación era larga, iba ser larga, para hablarla por el móvil.
Carmen se alegro de la llamada, ella se había ido a Barcelona en concreto a Hospitalet del Llobregat a una torre de su hija, así llaman en Cataluña a los chales
Al principio trato de sacar importancia, al tema de Luisa, diciendo, que habría sido el viento, pero como esta no cedía decidió contar lo que sabía o creía saber
“Hace muchos años, según me conto mi abuela paterna, a la cual se lo conto, su bisabuela, y, a esta su abuela, cuando esta mujer la abuela de la bisabuela de mi abuela, que se llamaba Rosaura, como su madre, y, a la que me referiré desde ahora, como la niña Rosaura, y, cuando hable de la madre, de la misma de Rosaura.
La casa era entonces una casa de poder tenían criados y gentes viviendo en casas que cuidaban sus campos, una de las chicas de servicio, la que ayudaba en las cocinas, en la limpieza y en varias faenas, se llamaba Clara, era un poco mayor que la niña Rosaura, más o menos de la edad de Ana, 15 años,  cuando estaba sin ocupación lo pasaban jugando, aprendiendo a leer, con Isidro, el hermano mayor de la niña Rosaura, Isidro tenía ya 18 años. Los dos muchachos se enamoraron, y, su amor tuvo consecuencias, cuando Rosaura, supo del embarazo de Clara, la echo a la calle, bueno al monte, y, prohibió que se le diese ni un vaso de agua, Clara fue sobreviviendo como pudo con los frutos del bosque, durmiendo en árboles huecos, y, con la ayuda de algunos valientes que se saltaban la injusta prohibición
Un día llamaron a la puerta, al portón, la aldaba sonaba muy fuerte, golpeaba insistentemente, y, una de las criadas fue abrir, allí estaba Clara, su vientre ya estaba muy abultado, estaba sucia, desgreñada, muy delgada, pidió un poco de pan, aunque fuese duro, y, una poca de agua, la chica fue a buscarlos, pero la descubrió Rosaura, cerró el portón y, prohibió le diesen nada, y, nadie se atrevió a desobedecerla.
Al cabo de menos de  un mes una noche a las cuatro de la madrugada, volvió a sonar, a golpear la aldaba, fue el esposo de Rosaura y otro de sus hijos abrir, no fue Isidro, al que habían mandado interno, a un colegio militar, era Rosaura, estaba de parto, les dijo que le ayudasen, que su hijo ya venía, “ya viene”, dijo, el marido de Rosaura, no era mal hombre e iba ayudarla, a meterla en casa, pero apareció Rosaura, y, lo impidió.  
La pobre Clara parió en la nieve, aunque era marzo había nevado, la criatura no sobrevivió, la encontraron al día siguiente unos pastores que traían el ganado, la enterraron en el campo santo, a la criatura, un varoncito, como había muerto sin el agua del bautismo; y, entonces  había aquella tontería del limbo, lo sepultaron al pie de un crucero.
Rosaura enfermó a raíz de aquella, algunos médicos dijeron que era cosa de nervios, pero iba de mal en peor, adelgazaba no comia, tenia pesadillas, un día pidió, que le trajesen pan, y, agua que  tenía hambre, por aquel entonces hacía ya meses que no se movía de la cama, pensaron que lo que pedía era comida, pero no quiso ninguno de los platos que le llevaron, fueron pues a buscar el pan, y, el agua, pero el agua se había enturbiado, y, fue imposible subirla de los pozos, en cuanto al pan, no se halló ni un mendrugo en toda la casa; entonces Isidro que ya había vuelto del internado, decidió ir a pedirlo a un vecino que estaba a 400 metros, pero en aquella casa, no había nadie, volvió a casa sin el pan y el agua, para su madre Rosaura,  una criada le había hecho una  torta de harina, pero no la quisó. “pan y agua”, repetía, al final se sento en la cama, clavó los ojos en un punto del cuarto, como sí viera a alguién y dijo. “Clara, perdoname, Dios mío perdoname”, y, cayo sobre la almohada muerta
A partir de entonces empezaron los golpes de la Aldaba primero a las 12 del mediodía, después a las 4 de la madrugada
Luisa interrumpió a Carmen, para preguntarle, si sabía que solución tendría

Solución según mi abuela, sólo hay una, cuando suene la próxima vez a las 12, tomar un vaso con agua si es bendita mejor, pero no es imprescindible, llevar unos pedazos de pan, hacer la señal de la cruz, antes de abrir la puerta, rezar un padrenuestro y un avemaría luego decir. Clara esta es el agua, este el pan de la paz, en Nombre de Jesucristo el Hijo de Dios y La Virgen Santa, vete en paz alma de Dios, ve a descansar en la luz, luego verter el agua, y el pan, haciendo la señal de la cruz, rezar una Salve a la Virgen del Carmen, y, entrar de nuevo a la casa. El pan lo comerán los pájaros

Cuando suene a las 4 de la madrugada, hacer lo mismo, pero sin el pan, y decir las palabras del bautismo, “yo te bautizo Isidro en el Nombre del Padre...” verter agua, cada vez que se pronuncian las palabras bautismales, rezar de nuevo La Salve, y, según mi abuela todo se arreglará

Lo haré dijo Luisa, pero también voy a pedir unas misas por los 3 el niño incluído aunque no dudo esten los dos en el Cielo, de Rosaura tengo mis dudas, espero tenga una larga estancia en el purgatorio, yo escucharé las misas por la televisión o por You Tube, pero las encargaré a unos sacerdotes

No lo hagas, no sabemos fijo si esto es es una historia muy antigua, a lo mejor mi abuela lo inventó; tenía mucha imaginación y las misas, son muy caras, es una pena que tires el dinero.

Luisa se puso seria, aunque Carmen no podía verla, Carmen la Misa no es cara, no hay dinero en el mundo para pagarla; es la entrega de La Vida del Hijo de Dios, la limosna que se da al sacerdote que la oficia, y, que se llama estipendio, es una ayuda, porque los curas también comen. Yo no creo que la historia sea falsa, pero aunque lo fuese ninguna Misa se pierde, siempre, hay alguién que la precisa, y, al que Dios se la destina. Te informaré de como van las cosas
Gracias por todo Carmen, espero que nos podamos abrazar pronto.
Luisa no volvió a hablar con Carmen, ni a verla, fue uno de los tantos que murieron debido a la pandemia, al covid 19; aunque seguramente, muchos de los muertos hubieran muerto también, Luisa pidió no ya 3 misas, 4, la 4ª por su amiga Carmen.
No hizo lo que había dicho la abuela de Carmen, que le parecía un uso supersticioso de La Fe, sabía que La Misa, era infinitamente suficiente
El día de la primera Misa, la que fue por Clara, tuvo un sueño, un jardín muy hermoso, con grandes cataratas o fervenzas, una joven morena, muy morena, con un niño de la mano, se paseaba entre blancos rosales, la joven se volvió y le dijo. Gracias. Luisa supo que era Clara, al día siguiente en que la Misa era por el niño, fue el pequeño Isidro quien en un sueño le dió las gracias. Al otro fue Rosaura, y, por último, su amiga Carmen.
Claro que fueron sueños, como le repetía cuando ya estaba de vuelta, en Pontevedra, pero sólo por unos días, hasta que los chicos tuvieran colegio, como le repetía su amiga Isaura.  Ya sé que fue un sueño, pero a veces los sueños son la voz de Dios, y, de los que están ya con él.
El caso fue, que la aldaba ya no volvió a sonar salvo si hacía fuerte viento, o si Ana o César salían a jugar o correr y, se olvidaban las llaves.
Y, tres almitas, cuatro si se contaba a Carmen, habían hallado la paz.
Fin

La aldaba. Relato de amor


Aldaba cuento de amor
Lucía era la hija del terrateniente de la aldea, de D. Luis;  era una joven hermosa, se enamoró de Pedro el hijo de uno de los jornaleros de su padre, las dos familias bendijeron aquel amor, y, se empezó a preparar la boda de los jóvenes.
Pero llegaron vientos de muerte y sangre, se empezaron a matar unos a otros los de Pedro, decían que los que  eran como D. Luis, terratenientes, dueños de fábricas etc eran criminales y ladrones, en casos tenían razón en otros muchos como era el de de D. Luis y otros muchos no, eran justos con sus empleados, Pedro personalmente no lo creía en el caso de su futuro suegro, pero él se debía al partido
Por otro lado los del grupo de D. Luis pensaban que los otros eran unos vagos y criminales, y ateos, tenían razón pero no en todos los casos, Pedro por ejemplo era un buen trabajador, una buena persona, y, un buen cristiano, pero en otros sí, pero claro D. Luis y los suyos se debían a su partido a sus ideas
Y, así estalló la guerra civil, que fue sembrando el odio entre unos y otros, y con el odio la muerte, los paseos, las ejecuciones arbitrarias, bueno no sentenciadas en tribunal porque toda ejecución lo es
Pedro fue movilizado llamado a luchar con los de sus ideas, se despidió de Lucía, y, esa despedida fue para ellos la consumación de su matrimonio, no había sacerdotes disponibles, así que se prometieron amor eterno, se juraron fidelidad ante Dios, esperando que la guerra acabase, y, poder repetir esas promesas ante un sacerdote, Lucía amó y fue amada como esposa, pues ya lo era ante Dios, y, quedó encinta
Nació el hijo un niño, fue bautizado, pero el padre Pedro, no volvió nunca, durante tiempo Lucía cada vez que oía sonar la aldaba del portalón iba abrir corriendo, porque Pedro cuando iba buscarla, siempre llamaba con la Aldaba. Todos los días mira el vestido de novia que esperaba ponerse en la iglesia, para ratificar su promesa ante el ministro del Señor
El tiempo fue pasando, y llegó la noticia de la muerte de Pedro en combate
Pasaron muchos años llego una paz aparente, y, otra paz también aparente, porque las heridas de odio siguieron ahi, todos empeñados en mostrar lo que había hecho el otro grupo, negando lo que había hecho el propio
Lucía ya muy anciana vive en casa de su tataranieta, tiene según dicen la mente un poco extraviada, de pronto se levanta con más agilidad de la acostumbrada y dice, “¿No, escuchais están golpeando la puerta con la aldaba, es Pedro, voy abrir?. La  tataranieta pregunta a la bisnieta, si sabe de qué habla la abuela;  la tataranieta ya no sabe, lo que es una aldaba
La bisnieta es decir su madre, le dice, que cosas de la abuela, le explica lo que era una aldaba, un llamador que a veces tenía forma de mano, otras de llave, de pata de animal, etc, solía ser de hierro y se usaba para llamar a las puertas de las casas, portales, o portalones de fincas.
La hija recuerda a su madre; que ellos tienen video portero
De pronto ven que la abuela se ha puesto, no saben ni como lo ha encontrado el viejo y ya amarillento vestido de novia
La oyen hablar, “Amado mío, has venido a buscarme, me traes un ramo de azahar, tenemos que ir a recibir de nuevo la bendición de Dios, tenemos un bebé que se llama Pedro Luis, yo sabía que vendrías y en cuanto golpeaste la puerta con la aldaba me puse el vestido, y, vine abrirte, vamos esposo mío, Dios nos aguarda”
“Ahora sí ha perdido del todo la razón, pobre abuelita, vamos a ver qué ha pasado lleva unos minutos callada”
Cuando madre e hija, llegaron Lucía vestida de novia, yacía muerta en el suelo, toda la estancia estaba llena de olor a azahar
Ha muerto la abuela, dijo la tataranieta
No hija, vino a buscarla su esposo como le había prometido.
Fin.

La aldaba. Relato bíblico


Aldaba cuento bíblico
En aquella casa de Belen, eran muy buenos judíos, observaban la Tora, esperaba al Mesías, oraban a Dios para que lo mandase pronto, no se juntaban con los gentiles; eran puros. 
Tenían esclavos y críados pero los trataban bien, no como hacían los romanos, claro que siendo gentiles, qué se iba esperar
Raquel la mamá de la familia en cuestión, estaba bordando, mientras sus cinco hijos, jugaban en el suelo, y, el padre Samuel, leía en alto, un texto del profeta Isaías, uno que hablaba de una virgen que tenía un bebé
En las cocinas los críados preparaban la cena, se tenían también en cuenta a los pobres que irían a pedir al día siguiente,  porque era una buena familia judía
De pronto sono, es decir alguién golpeo la aldaba del portón, una esclava vino a preguntar si abría
“No, no abras ya es tarde, y, hoy con eso del Censo, hay muchos romanos”
La esclava se retiro en silencio
Siguió golpeando la aldaba, y, junto con ella la voz fuerte de un hombre, “Por favor abrid, mi esposa esta comenzado a tener los dolores del parto, precisamos, sitio para que nazca nuestro hijo”
La esclava volvió a preguntar, contó la situación, del que llamaba
Pero Raquel fue inflexible

" Un parto, da mucho trabajo, se mancha ropa, y, si muere la madre, algo que no es extraño, la casa se vuelve impura. No, no abras, que vayan a la posada, pero diles que les deseo la compañía y la ayuda del Eterno"
La criada, es decir la esclava hizo lo que le mando Raquel
José que era él que llamaba, se fue con María  a la posada, donde como no había sitio, los mandaron al establo, y, alli los llamados irracionales, hicieron fiesta, porque Dios los había elegido para ser sus primeros “adoradores”, en su nacimiento como hombre.
La buena gente de la casa de Belén, los buenos judíos, no se enteraron de que aquel día, se habían perdido la oportunidad de que el Mesías naciese en su casa, de que en su casa, se cumpliese precisamente; La Escritura de Isaías, que aquel día, cuando golpeo la aldaba, leía el esposo.
“Una virgen pare un niño, y, le llama por su Nombre, Dios con nosotros”
Su casa siguió limpia, y, su corazón vacío, aunque eran buena gente.


sábado, 23 de octubre de 2021

As vacas de Nínive


As vacas de Nínive
Ista e a historia das vacas que faceron xexún, según se conta no libro do profeta Xonas

Nun prado da grande vila de Ninive, atopanse deitadas nun monton de cinza

Unha marela, de nome Luceira

Unha pinta de nome Estela

E unha moura de nome Farraca

Cos seus ollos grandes, hai que lembrar que son vacas, ollan u horizonte

Fala primeiro Luceira

Miñas amigas, non vos seis que facemos votadas nesta cinza, porque non estamos comendo herba

E que non te dixes conta Luceira, responde a Farraca, non podemos pacer, estamos de xexún

¿De xexun? Pregunta Estela, qué iso de xexun

Xexun e non comer, volve a falar Luceira

Vaia parvada, e a qué ven iso de cas vacas fagamos xexun, eu teño os catro estómagos valeiros.

Veras Estela, os estómagos valeiros temolos as tres, pero e orden do rei, por os pecados

¿Pecados nos, as vacas? Pecados iles os humans?

Estela, Estela, amiguiña as ordes do rei, haichas que comprir, e seguro que se o pensas ben, algún mal fichemos algunha vez

Fala de novo Farraca, que levaba un anaco rumiando o ar.

Tal vez ainda que tamen me parece unha parvada real, ainda que si o lembro- antonte, comin uns repolos de leira do vecino de meu amo, iso no estivo ben

Pues eu, volve a falar Luceira, dunha coz voteille en baixo a miña dona que ma acababa de muxir unha canada de leite, toda polo chan, ficheno aposta, e iso estivo mal

Eu di por fin Estela, negueime a tirar do arado, voteime a correr como unha tola, en pisei todos os sembrados, estivo mal

Pois iso amigas, de novo fala Luceira, fagamos xexún

¿Canto tempo, de xexún? Pregunta Estela

Eu cavilo en un anaco coma cinco minutos

Que dis muller, digo vaca, cinco minutos, qués que morramos de fame

Tes razón Farraca, un minuto será dabondo

Un minuto Luceira, estades tolas tanto Estela, coma ti, un segundo e vai dabondo, que esa herbiña que Deus puxo ahí pra nos ista decindo, “paceme, paceme”

Pois fagamos un segundo de xexún, dixeron as tres, e o acabar o segundo. Puxeronse a pacer

Que pra iso, eran vacas

Fin

Las vacas de Nínive


Las vacas de Nínive
Esta es la historia de las vacas que hicieron ayuno, según se cuenta en el libro del profeta Jonás.

En un prado de La ciudad de Ninive, se encuentran echadas sobre un montón de ceniza

Una rubia de nombre Lucera

Una pinta de nombre Estrella

Una negra de nombre Farraca

Con sus grandes ojos, hay que recordar que son vacas, otean el horizonte

Habla primero Lucera

Amigas mías, no sé que hacemos echadas en esta ceniza, porque no estamos comiendo hierba

Es qué no te diste cuenta, Lucera, responde Farraca, no podemos pacer estamos de ayuno

¿De ayuno? Pregunta, Estrella, Qué es eso del ayuno

Ayuno es no comer, es de nuevo Lucera quien habla

Vaya tontería, y, a qué viene eso de que las vacas hagamos ayuno, yo tengo los cuatro estómagos vacíos.

Veras Estrella, los estómagos vacíos los tenemos las tres, pero es una orden del rey por los pecados

¿Pecados nosotras, las vacas? Pecados ellos los humanos

Estrella, Estrella, amiguita, las órdenes del rey, hay que cumplirlas, y, si lo piensas bien seguro que algún mal hicimos alguna vez

Habla de nuevo Farraca, que llevaba un rato rumiando el aire

Tal vez, aunque también me parece una tontería real, aunque si mal no recuerdo, antes de ayer, comí los repollos de la huerta de un vecino de mi dueño, eso no estuvo bien

Pues yo, vuelve hablar Lucera, de una Coz, le eche por el suelo a mi dueña que me acababa de ordeñar, una canada de leche, toda por el suelo, lo hice adrede, y, eso estuvo mal

Yo, dice por último Estrella, me negué a tirar del arado, me eche a correr como una loca, pise todos los sembrados. Estuvo mal

Por eso amigas, habla de nuevo Lucera, ayunemos

¿Cuánto tiempo de ayuno?, Pregunta Estrella

Yo pienso en un trocito, como cinco minutos

Qué dices mujer, digo vaca, cinco minutos, quieres que muramos de hambre

Tienes razón Farraca, con un minuto bastara

Un minuto Lucera, estáis locas tanto tú, como Estrella, un segundo es más que suficiente, que esa hierba que Dios puso ahí, para nosotros, está diciendo. “páceme, páceme”

Pues hagamos un segundo de ayuno. Dijeron las tres, y, al acabar el segundo, se pusieron a pacer

Que para eso eran vacas.

Fin

lunes, 5 de julio de 2021

librería


La librería
Braulio caminaba por la calle de la ciudad, clavando sus ojos en todas las cosas, acababa de llegar de la aldea, su tío D. Braulio le había ofrecido un puesto de trabajo en su tienda de comestibles.
De pronto sus ojos se fijaron en una tienda, estaba llena de libros, un rotulo anunciaba. “Librería “Sueño de verano”
Decidió entrar, una joven se acercó hacia él
Buenas tardes. ¿Desea algún libro en particular, o quiere echar primero una ojeada?
¿Puedo escoger el libro qué quiera?
Pues claro, estamos para vender, vendemos libros, somos como dice el letrero, una librería
En el pueblo, los libros se tomaban en la Biblioteca del colegio del Ayuntamiento, del cura, los leías y luego los devolvías
Aquí también tenemos bibliotecas, me refiero en la ciudad, pero el libro que compras es tuyo; por cierto tenemos también libros que han  tenido otro dueño antes, y, ha decidido venderlo
¿Son muy caros, los libros?
No, es lo más barato, duran para siempre, no se estropean, sí te refieres al dinero que cuestan pues ahi varía, hay de todos los precios. ¿Te gusta la poesía?
No mucho es muy cursí
Depende del poeta
Mirá  tengo aquí un libro de poemas de un profesor que promete como poeta, se llama Antonio Machado, te lo recomiendo, y, en prosa qué has leído
Lei La Iliada, La Odisea, La Eneida, La Divina Comedia, El Quijote varias veces; y, leo La Biblia, y, más cosas
Pues mira, te voy a recomendar  este libro Mobydick y, este otro que te va gustar estoy segura, “La vuelta al mundo en 80 días”
¿Costarán mucho dinero, yo acabó de llegar voy a trabajar en el colmado de mi tío y padrino?
¿Cómo se llama tu tío?
D. Braulio
Así que vas a trabajar en la tienda de D. Braulio, buena persona, mis padres le compran casi todo, bueno los comestibles todos, y, él es también un buen cliente nuestro; y, ahora vamos a ver lo que valen tus libros, mejor dicho cuanto dinero cuestan, ya está, todos 1,50 pts
Sólo tengo 1 pts, y tengo que comprar el pan, que me encargó mi tía
Espera, no me acordaba tenemos  una oferta especial, al que se lleve todos estos libros, los 3, sólo le cobraremos 2 reales
Muchas gracias, me los llevó por cierto. Sí te gusta el cine, podíamos ir esta tarde
Sí me gusta el cine. Calló un momento, iba decir, pero no acostumbro aceptar citas con clientes, pero los ojos de Braulio eran puros limpios, así que respondió, si me gusta, y, acepto sí conoces donde esta el cine, esperame en la cafetería que hay al lado, a las 7.30, por cierto yo me llamó Obdulia
Y, aquella tarde que no fue la primera, Braulio fue al cine con Obdulia y le comentó que le había encantado el nuevo poeta Machado, y, luego pasaron muchas cosas.
Miguel miró a su bisabuela Obdulia. ¿De verdad abuela, así os conocisteis tú y el bisi, así empezó vuestra colección de libros, y el nuevo poeta, era nuestro Antonio Machado?
Así es, pero es D. Antonio Machado, si el bisi como le llamaís tús hermanos y tú, lo mismo que tus primos, fuese igual que vosotros, nada hubiése pasado, sólo sabéis estar con la tableta
Abuela también leemos, en vuestra época no había tabletas
Es cierto, pero había libros, el libro  es el amigo que nunca falla
Lo que nunca falla, son las abuelas guapas como tú
Calla pillastre y dame un beso antes de irte.
Fin

Amistad perdida

 

Amistad perdida
Si le hubiesen preguntado a Miguel, quién era su mejor amigo, habría respondido sin dudarlo, Antonio
Y, es que Antonio y Miguel se conocían desde niños, sus familias veraneaban juntas, juntos habían ido a la Universidad, eran diría Miguel como hermanos, o eso pensaba
Hasta que su padre fue encarcelado por expresar su modo de pensar, no por asesino ni ladrón, sino por no pensar como los que mandaban, y, las gentes que iban a su restaurante, dejaron de ir, no todos la buena gente, la gente humilde, tanto la que pensaba igual que el padre de Miguel, como la que pensaba distinto iban igual, pero no llegaba
Miguel tuvo que dejar de preparar las oposiciones para catedrático de Historia del arte, y, buscar trabajo como profesor; y debido a la situación de su padre, que por cierto fue puesto en libertad enseguida, pero con el sambenito, de expresidiario, nadie lo quería contratar
Fue entonces cuando Antonio le ofreció ser  profesor particular de sus dos sobrinos. Aceptó encantado
Pero cuando un día abordó a Antonio para decirle; qué te parece si vamos hoy con los amigos al teatro, creo que están representando. Casa de muñecas
Antonio lo miró, no acostumbró a ir al teatro, ni a ningún lado, con mis empleados o los de mi familia, por otro lado, te he dado trabajo me gusta hacer el bien, pero no voy presumir de amistad con el hijo de un ex presidiario
Miguel lo miró con rabía. Le pidó disculpas D. Antonio, y, dejo mi puesto, no quieró haga el bien conmigo
Estaba sin trabajo, entonces vió el cártel en la vieja frutería, pedían un mozo de almacen, y, se fue a pedir el puesto, lo contrataron, el dueño tenía un hijo de su edad César un joven  de corazón sano, sin estudios pero al que le gustaba leer y aprender. Muy pronto en los ratos libres; Miguel le hablaba de arte de historia, le explicaba y, le ayudaba a entender los libros, se hicieron compañeros
Y, Miguel le preguntó cierto día. ¿No te importa que te vean con el hijo de un ex presidiario?
No, tu padre es un buen hombre, y, además tú eres otra persona, la condena de tu padre fue injusta, nadie debe ir a la cárcel por pensar, además si hubiese sido por un delito de verdad me daría igual, y, lo mismo digo si fuese tu caso, la amistad no se debe basar más que en la confianza del corazón
Cuánta razón tienes César, espero que nuestra amistad dure para siempre
Pasaron los años, y la situación en el país cambió, Antonio y su familia fueron vistos como rebeldes, se les dejó casi en la miseria, y, Antonio fue encarcelado, nadie iba visitarle, es más muchos se alegraban
Sin embargo cuando Miguel se enteró, fue a verlo, le llevó alimentos ropa, libros para leer, le puso un buen abogado, hizo sobornos a funcionarios, para conseguir quedase libre, le buscó un trabajo, consiguió le devolvieran parte de lo incautado
Antonio con los ojos llenos de lágrimas, le dijo. Gracias eres un buen amigo
No. no soy su amigo, a mí también me gusta hacer el bien, mi amigo es ese señor que está con ese grupo  esperando en la acera, César el hijo del frutero, le deseo que le vaya bien, y, no se meta en  líos, pero nuestra amistad la mató usted. Y no resucitó.
Fin


lunes, 31 de mayo de 2021

El coloquio


El 17 de mayo, con motivo del día de las letras gallegas, subí un relato en gallego, de producción propia, hoy subo su traducción al castellano. Dejo en gallego algunas expresiones, porque en la lengua de Rosalía y de Pondal y de Curro, son corrientes en lenguajes campechano, pero en castellano, podrían sonar groseras.


El coloquio( relato)
Nos encontramos en una ciudad gallega; no importa cual; en un banco de un parque, se encuentra sentado un jovén, de 102 años, si habeis leído bien, un joven de ciento dos años. Esta reflexionando, mirando la naturaleza, cuando ve, acercarse hacia él, a un joven de 19 años, si habeis leído bien, un joven de diecinueve años, se trata de Juan, su bisnieto, mejor dicho tataranieto, y ahi, comienza el coloquio.
Buenos días, abuelo, qué tal te encuentras
Buenos días, Juan, bien a Dios gracias, porque estoy vivo
Te entiendo, no sé, si sabrás que ayer el cura, dijo en la Misa, que van hacer un día de oración, para pedir el fin de la pandemia, de esta cosa, qué te parece
Y, qué quieres que me parezca, una estúpidez, una tontería
¿Una tontería rezar; y lo dices tu abuelo?
No, una tontería rezar no, una tontería la idea del cura
No lo entiendo
Pues te lo explico, cuántos de los que ahora, se ponen nerviosos; y se quejan, por el covid, le dan gracias a Dios por la salud, antes de ir a pedir por la misma, habría que hacer una oración de acción de gracias, en eso no penso el señor cura

No, si razón no te falta; pero es que esto del covid, fue muy duro, murió mucha gente, sola, murió gente muy buena

Tonterías y estupideces, gente muere mucha todos los días, desde que lo pusieron de moda, Adan y Eva, mejor dicho su hijo Caín, la humanidad le cogió gusto, y, a morir todos; muere gente de cáncer, algunos con fuertes dolores; muere gente de hambre, y, otros revientan de llenos, muere gente en las guerras, etc. y solos, todo el mundo muere solo, como nace solo, nadie te puede acompañar, si no levantes la mano, te entendí, los que murieron en los hospitales sin los suyos, o en sus casas. ¿Y, no recuerdas?, claro que lo recuerdas, al hijo de la tía María, el que fuera marinero en “El gran Sol”, lo encontraron muerto en su barco,  y, esta aquel otro, a veces los encuentran muertos, cuando sólo quedan ya los huesos, ahora con el covid, parece que descubrieron la Habana.Y, dices que murió gente buena, la gente buena está en el Cielo o en el Purgatorio, y, no muere; murió gente de todo tipo, los malos también mueren, pero como dice “Pelayo”, él de la novela que ve tu madre, “no los echamos en falta”

Sí abuelo, pero el covid estropeo muchos planes, arruino negocios, nadie lo merecía

No me hagas reír muchacho, los planes, siempre surge algo que los manda, “al carallo vintanove” recuerdas a tu prima, mejor dicho a la hija de la  prima de tu madre, una muchacha sana, con tres niños pequeños, va al ginecólogo para una revisión, y, cáncer de matriz, dos meses hace en agosto, que está en el Cielo, Dios la descanse, y, la tía de tu amigo Ricardo, estaba aguardando que regresará el marido, que había ido a comprar una maleta para el viaje a Grecia, y, la llaman había tenido un accidente de coche y, había muerto, y, como eses miles, por eso el Apostól Santiago, dice en su carta, que no debemos decir, !voy hacer ésto, o aquello, si no
si vivo, y el Señor Dios me deja, y quiere, hare esto, o aquello”, pero vamos por libre, como si fueramos dioses, y, somos polvo de la  tierra
Y, de que no lo merecíamos habría mucho que hablar, pero lo merecían los enfermos de cáncer, de tuberculosis, de malaria, que siguen muriendo, y, no se hacen campañas de oración por ellos, y, los del sida, que todavía mueren, y, a nadie cuando empezó le importaron, porque eran putas, o pervertidos, si no me hagas señales, ya sé que eso ahora no se dice, pero entonces si, pero bien lo diré en tu “idioma”, gays u homosexuales, como si esa gente no fuesen criaturas e hijos de Dios como todos, también entraban los pobres drogadictos, los pobres, pobres, ya que los ricos se joden los sesos que no tienen, con la cocaina, pero con eso no se pasaban el virus del sida, me olvidaba de los pobres del 3º mundo, que recibían transfusiones e inyecciones con jeringuillas no desechables; pero como los del mundo rico, y, los que nos tenemos por buenos, no entrabamos en la lista, pues salvo cuando murió, Dios lo tenga en el Cielo, el artista que le gustaba tanto a tu abuela, Roc Hudson, pues no pasaba nada.
No acabe me falta el ebola, que todavía esta matando en Africa, cuando regresaron a España, dos misioneros que se habían contagiado, cuidando a las personas que lo padecían, montaron una protesta, y, cuando se sacrifico el perro de la enfermera que los atendió; por cierto mataron el perro muy pronto, sin pensar, pero es que los que mandan en España, nunca pensaron mucho, pero bien lo hicieron para salvar vidas,  y, parecía que hubiésen matado, mil hombres; me recuerdo que me reí, e hice mal, pero no lo hice con malicia, del dueño del perro, que le escribio una carta al perro muerto. Pedía fuerza a un perro muerto, ni que fuese uno de los antiguos egipcios, que adoraban los perros, porque lo ponía en el lugar de Dios, “Todo lo puedo en Dios que me da fuerza”, dice San Pablo, Dios no un perro, pero Dios seguro no lo tuvo en cuenta, lo peor no era eso, era que le preocupaban no los misioneros, no la gente que muriera, los enfermos, le importaba la muerte de su perro, que ya sé que se les quiere mucho; pero hay que tener sentido común, un perro es un perro; y, ahora vino este ángel que es el Covid, que nos dijo que todos somos iguales, que infecta por igual a ricos y a pobres, de Africa o de EE.UU, que a muchos incluso los puso a rezar.

Abuelo, quieres decir con todo eso, que no vas ir a la plegaria

Claro que voy ir, Dios escuchara, lo hace siempre, y, nos dará lo mejor, que no, será lo que pidamos, si no lo que Él sabe, es bueno para cada uno, además yo le doy gracias todas las mañanas por estar vivo y tener salud, la que se puede tener a los ciento dos años, ciento tres en Julio, si Dios nos deja llegar

Otra cosa abuelo, ¿ Te vas vacunar? Yo, no dicen que puede hacer daño.

“ O carallo vintanove e a cona, da nai que os pariou·, es lo que hace daño, la vacuna salva vidas,  y,  hay gente a la que le sientan mal los huevos, o el pescado blanco, o el pescado azul, o las aspirinas, además es tentar a Dios

¿Tentar a Dios?, no te entiendo, qué quieres decir

Si rogamos a Dios que nos libre del Covid, tenemos que hacer todos los medios que él nos da, o vamos exigir milagros, no tenemos derecho; mira hay un cuento, sobre un hombre que muere ahogado en una inundación, porque aguardando que Dios lo salvase de forma milagrosa, no quiso subirse a un choche, una lancha, y un helicoptero, y, cuando llega al Cielo, y, protesta, Dios le dice, que le había mandado, un coche una lancha, y, un helicoptero, es un cuento, pero en La Biblia que es La Palabra de Dios, en el Segundo libro de los Reyes, se cuenta la historia de un sirio, llamado Naaman,  que tenía lepra; y, una jovencita que tenía de criada en casa, le habló del profeta Eliseo, si creo que fue de Eliseo, bueno, el nombre ahora no importa, el caso es que el bueno del hombre, se fue ver a Eliseo, pensando que Eliseo, lo iba curar de forma milagrosa, pero Eliseo  ni lo recibió, lo hizo uno de sus criados, y, lo mando lavarse siete veces en el Jordán, Naaman se puso histérico, lavarse él en aquel riachuelo lleno de tierra, cuando en su tierra querida, tenía siete ríos de agua pura, pero un amigo le dijo, que sí lo que quería era sanar, tampoco el críado del profeta en el nombre del profeta, le había mandado algo imposible de hacer, que no sanaba, pues no pasaba nada, peor no se iba poner; y, como Naaman era listo, se baño, y quedo sano, como un niño recien parido.
Pues bien nieto mío, digo tataranieto, las vacunas, son el coche, la lancha, y el helicoptero que Dios nos manda, pero más todavía, son el río jordán, y, seria muy bueno, que por rezar ya desapareciese, pero Dios no suele actuar así, vacunarse es confíar en Él, porque la Ciencia viene de Dios, y, si no funciona ya lo teníamos, y, él que muera nadie es inmortal, y, tú vacunate, como no te vacunes, te capo con la cuchilla de castrar los cerdos, que usaba mi abuelo, aún la tengo

Esta bien, me vacunaré, y, ¿tú te vacunaste?

Yo sí, me pusieron la vacuna hace una semana, y tuvo consecuencias, tengo unas ganas locas de casar de nuevo, le voy pedir para salir a la enfermera que me vacuno, una muchacha de sesenta y cuatro años

Abuelo, una muchacha, con sesenta y cuatro años, por Dios

Si tenemos en cuenta que yo tengo 102, es una muchacha

Bueno abuelo, tengo que coger el coche, que hoy tengo clase en la universidad, y, examen de derecho romano, reza por mí

Rezaré, pero no por los examenes, para eso estudia,  rezaré para que seas un abogado honrado, que defienda no a los pobres, no a los ricos, a las victimas de la injusticia, ve con Dios hijo mío, que La Virgen te cubra con su manto.

A Dios abuelo
Fin




lunes, 17 de mayo de 2021

O coloquio


Hoxe con motivo do día das letras galegas, dado que son galega,  deciden escribir un conto reflexión. Leva por título. “ O coloquio”

O coloquio. Conto  reflexión en galego
Atopamonos nunha vila galela, non importa en cal, nun banco dun parqué, atopase sentado un mozo, un xoven de 102 anos, si leichedes ben, de cento dous anos. Esta cavilando, ollando a natureza, cando ve, acercase hacia il, a un vello de 19 años, si leichedes ben un vello de dezanove anos, tratase  de Xoan o seu bisneto, mellor dito, tataraneto, e ahi comenza o coloquio
Bos días avo, cóma te atopas
Bos días Xoan, ben a Deus grazas, ben porque estou vivo
Xa, no seí se saberas que onte o crego dicho na Misa, que van facer un día de pregarias, pra pedir o fin da pandemia;
pedir o fin da cousa ista, qué xe parece
É qué ques que me pareza, unha tolemia, unha parvada
Unha parvada pregar, e dilo tí, avo
Non unha parvada pregar non, unha parvda a idea do crego sí
Non o entendo
Pois explicocho, cántos dos que agora patexan e queixasen por o covid, danlle grazas a Deus por a saude, antes de ir pregar pola mesma, habería, que facer unha oración de gratitude, niso, non pensou o señor crego

Xa, non se razón non che falta
Pro e que isto de covid foi moi duro, morreu moita xente, morreu moita soiña, morreu xente moi boa

Parvadas e tolemias; xente morre moita todos os días, dende que o puxeron de moda Adan e Eva, mellor ditos o seu fillo Caín, a humaninidade colleille gusto, e a morrer todos, morre xente do cancro, alguns con dores moi fortes, morre xente de fame, e outros estoupan de cheos, morre xente nas loitas, etc, e sos, todo o mundo morre so, como nace so, naide te pode acompañar, si non ergas a man que te entendin, os que morreron nos hospitas sin os seus ou nas casas, en non lembras, craro que o lembras o fillo da tía Marica, o que fora mariñeiro no gran sol, atoparono morto no seu barco, e isto aquel outro, a veces atopanos mortos cando xa , so quedan os osos, agora co covid, parece que descubriron a Habana. E dis que morreu xente boa, a xente boa esta no ceo, e no Purgatorio, e non morre, morreu xente de todo tipo, os malos tamen morren pro como di Pelayo, o da novela que ve tua nai, non os botamos en falla.

Sí avo, pro covid destragou moitos planes, arruinou negocios, naide o merecíamos

Non me fagas rir, rapaz, os planes sempre ven algo, que os manda o carallo vintanove; lembras a tua curma, mellor dito a filla de curma da tua nai, unha rapaza  con tres picaros, vai o xinecologo, por unha revisión, e cancro de mátriz dous meses fai “pra agosto, que esta no ceu”, Deus a descanse, e a tía do teu amigo Ricardo, estaba agardando que viñera o seu home que fora mercar unha maleta pro o viaxe a Grecia, e chamana, que tivera un accidente de coche, e morrera, en como ises miles, por iso,  o Apostol Santiago, di na sua carta, que no debemos dicir “Vou facer, isto, u aquel outro, senon se vivo en o Señor Deus me deicha, e quer, farei isto aquel outro”, pro vamos por libre como se fosemos deuses, e somos po da terra. 
E canto a do que non merecímos habría moito que falar, pero o merecían os infermos de cancro, de tuberculosis de malaria, que siguen morrendo, en no se fan campañas de prego por iles,   e os de sida, que ainda morren, e a naide cando empezou lle importaron, porque ou eran putas, ou pervertidos, sí, non me fagas senas, xa sei que iso agora non se di, pero eton sí,  pero ben direino no teu idioma, gays, u homosexuales, que si esa xenten non fose criaturas e fillos de Deus coma todos, tamen intraban os probes drogadictos, os probes probes, xa que os ricos, fodense o miolos que non tellen ca coca, o que iso no se pasaban, o bicho do sida, esqueciame dos pobres do terceiro mundo, que recibían transfusión, o un inyección con xeringas non deseitables, pro como os do mundo rico, e os que nos temos por bos non entrabamos na lista, pois salvo cando morreu, Deus o teña no ceo, o artista, que lle gustaba tanto a tua aboa, Roc Hudson, pois nada.
Non acabei, e faltame o evola, que ainda segue a matar en África, cando viñeron pra España, dous misioneros que se contaxaran coidando a xente que o tiña, montaron unha, e cando se sacrificou o cadelo, da enfermeira que os antendeu, por certo que mataron o cadelo moi rapido, pro en que os que mandan en España nunca pensaron, pero ben fixerono pra salvar vidas, parecía que matasen mil homes, lembrome, e rinme e fichen mal, pro non o fichen con malicia, do dono do cadelo, que lle escribiu una carta o can morto, e lle pregaba  que dise forzas a sua amiña, a lo onde estivese.  Pedialle forza a un cadelo morto, nin que fora un vello exipcio, que adoraban os cans, porque o poñía no lugar de Deus. Todo o Podo en Deus que me da forza”, di San Paio, non un cadelo, pro Deus seguro no llo tuvo en conta, o peor no ira iso, era que lle preocupaba, non os misioneros que morreran nos os infermos, non emportaballe a morte do seu cadelo, que xa sei que se lles quer moito, pro hai que ter sentidiño, un cadelo e un cadelo, e agora veu iste anxo, que e o Covid, que nos dixo que todos somos iguales, que incia o mesmo a ricos que probres, da Africa o dos EE.UU. Que hasta pon a moitos a pregar

Avo, qués dicir con iso, que non vas a ir o prego
Craro que vou ir, Deus escoitará, o fai sempre, e daronos o mellor que non será o que pidamos, senon o que él sabe que bon pra cada un” e ademáis eu doulle todas as mañans grazas por vivir e ter saude, a que se pode ter os cento dous anos, cento tres  pra o Apostol, se Deus nos deixa chegar

Outra cousa avo, vaste vacinar, eu non din que pode facer dano
O carallo vintanove e a cona, da nai que os pariou, e o que fai dano, a vacina, salva a vida, e axuda a que salvemos as de outros

Xa pro ai xente que lle fixo mal
E ai xente que lle fan mal os ovos, ou o peixe branco, ou azul, ou as  aspirinas, todo ten risgo, además  e tentar a Deus

Tentar a Deus, non te entendo, porqué o dis
Se pregamos a Deus que nos libre do Covid, temos que poñer todos os medios que il nos da, ou vamos exigir miragres, non temos dreito; mira hai un conto, dun home que morre afogado, nunha riada, porque agardando Deus o salvase de milagre, non quer subir a un coche, unha lancha, e un  helicoptero, e cando chega o ceo, e protesta, Deus lembralle, que lle mandara, o  coche a lancha e o helicoptero, e un conto, pro na Biblia, que e a Verba de Deus, no segundo libro dos Reises, contase a historia dun sirio, chamado Naaman que tiña lepra, e unha rapariga que tiña na casa de criada, faloulle do profeta Eliseo, si creo que era Eliseo,, ben o nome tanto da,  o caso é que o bon home, foise para xunto do Eliseo, pensando que o iba curar de milagre, pro o Eliseo nin o recibiu, fichou un dos seus criados, e mandouno lavar sete veces no Jordán, o Naaman, alporizouse todo, lavarse, il naquel regato cheo de terra, cando na sua terriña, tiña sete rios cheos de auga pura, pro un amigo, dicholle que se o que lle importaba era sanar, tampouco o criado do profeta no nome do profeta, lle mandara algo imposible de facer, que no sanaba non pasaba nada, por non se ia poñer, e como Naaman era listo, bañouse e quedou sá coma un cativo recen parido. 
Pois ben meu neto, digo tataraneto, as vacinas son o coche, a lancha e o helicoptero que Deus nos manda,  pero mais todavía, son o río xordan, e sería moi bo que por pregar xa desaparecera, pero noso Deus no soe actuar así, vacinarse en confíar nil, porque a Cencia ven de Deus, e senon funcionan xa o tiñamos, e o que morra, naide e inmortal, e ti vacinate, coma non te vacines, capote ca coitela de capar os porcos do meu avo, que ainda gardo

Ben, vacinareime, e tí, vacinacheste

Eu sin poñeronma a vacina fai unha sema, mañan ponlleme a segunda dosé, e tivo consecuencias, teño unhas ganas de casar de novo, voulle pedir para salir a infermeira que me vacinou, e unha rapariga de sesenta e catro anos

Avo, rapariga con 64 ano. Por Deus
Tendo en conta que eu teño 102, e unha rapariga

Bueno avo, voume teño que coller o coche, que hoxe teño crase na universidade e ixamen de dereito roman, prega por min
Pregarei, mais non polos ixames pra iso estudia, pregarie para que sexas un avogado honrado, que defenda non os probes, non os ricos as victimas da inxusticia, vai con Deus meu fillo, ca Virgen te cobra co seu manto
Adeus avo
Fin





 





sábado, 17 de abril de 2021

Cartas


Cartas. Reflexión
Aquellas cartas de antaño, escritas a mano, a veces con letra ilegible, pero que eran un vacíar del alma sobre el papel.
Todas según a quien fuesen dirigidas empezaban de la misma manera, las familiares
Comenzaban así:
“ Queridos padres y hermanos( u otro parentesco siempre el más alto seguido del más bajo). Esperamos, o espero, que al recibo de esta, os encontréis bien de salud, nosotros bien por el momento a Dios Gracias”
Y, luego se contaban todas las tragedias de la vida, accidentes, enfermedades
Antes de la despedida, se hablaba de los vecinos conocidos por los destinatarios de la carta
Por último la despedida, “su hijo y hermano”, por último se ponían de parte de los vecinos, “Recuerdos”
Los Recuerdos no eran besos ni abrazos, eso era para los más cercanos, era la forma de decir al vecino, al conocido, que no se olvidaban del-

Cuando la persona no sabía escribir, recurría a otra, que a veces lo estropeaba, pues no ponía lo el otro le decía en su lengua, sino lo que le parecía más correcto, claro que él que mandaba escribir la carta, también se vengaba diciendo ponga
“perdón por las faltas de ortografía”
Los había honestos que ponían lo que le decían sin florituras.

Estas cartas que podían tardar días o hasta meses en llegar, dependiendo del destino, se esperaban como el agua de mayo, el corazón palpitaba al recibirlas, quienes sabían leer, lo hacían los que no, habían de recurrir a un 3º de confianza, que fuese persona callada. 
Según las noticias comunicadas así era la urgencia en responder. La llegada del cartero, era esperada con ansias, había un consenso comùn los certificados y telegramas, solo traen malas noticias, lo que naturalmente no era cierto.

Luego estaban las cartas formales dirigidas para solicitar un favor, una ayuda, no hablo de comerciales
Empezaban siempre de la misma forma : “Muy señor mío, o muy señores míos
Se exponía el problema, se pedía, se aludía a los sentimientos del receptor de la carta, “Teniendo en cuenta su caridad y buen corazón”, y, esto se ponía aunque la petición fuese justa y debida
La despedida era humilde, este su seguro servidor, y, si el que escribía era un hombre, y, el destinatario estaba casado, añadía “pongame a los pies de su señora”
sí la que escribía era una mujer. El añadido era. “De a su señora un respetuoso saludo en mi nombre, dígale que estoy siempre a servicio”

La mayoría de estas no se respondían, si había respuesta era fría, casi siempre para negar lo solicitado.

Ahora nos comunicamos por correo electrónico, por whatsapp, son otro tipo de mensajes, yo, echo en falta las viejas cartas
El cartero sigue viniendo, pero a traer facturas, suscripciones.
En este caso, si el tiempo pasado fue mejor

Chocolatería


Chocolatería. Reflexión
Era una chocolatería pequeña, estaba en la calle de La Franja, en La Coruña, tenía una entrada con un escalón roto de piedra, el local era pequeño alargado, hace tiempo que desapareció.
Mi madre solía llevarme alguna vez, a merendar allí, a tomar un chocolate con churros, ella tomaba café
Aquel día, en la mesa cercana a la nuestra, había una mujer con 2 niñas, más o menos de la misma edad, una de las niñas no paraba quieta, molestaba a los camareros, se cayo al suelo, se mancho una manga, la señora le dío un azote, entonces se podía, la sentó con fuerza en la silla, y, le increpo que se estuviera quieta, la pequeña sollozo compungida, mi madre mando con la mirada una señal de apoyó a la otra madre, y, aprovecho para recordarme a mí, la necesidad y obligación de portarme bien. 

De pronto la otra niña empezó hacer travesuras peores, sé mancho todo el jersey, la señora, no decía nada, mi madre le lanzó una mirada, y la dama replico, “no es mi hija, es de mi hermana”
Es decir no educaba a la pequeña, le daba igual, porque no la consideraba suya, era de su hermana, así que tanto le daba. 
Entonces me pareció fabuloso, ahora no, ahora sé el desapego que tenía hacia aquella criatura, por suerte para mí, el tiempo en que mi tía me crío y educo, lo hizo no como a la hija de su hermana, sino como a otra hija, a la que se castiga, y da un azote, cuando es preciso
Pero más allá de eso, me ayudó a no escandalizarme de los actos purificadores de Dios, Dios nos purifica, porque nos tiene por hijos, somos suyos, no como lo sucedido con la señora de la chocolatería.

Clínica de muñecas


Clínica de muñecas. Reflexión
Me basta con cerrar un poco los ojos, para viajar en el tiempo, y, estar allí, en la calle de La Franja en La Coruña, cerca de mi casa, era un local pequeño, al que se llegaba subiendo 2 escalones de piedra, muy altos para la viejita; la madrina Obdulia, que iba conmigo, no para mí, que entonces no tenía problemas
había muchas muñecas, y, juguetes, lo atendían varias personas, con batas blancas
El señor que atendía el mostrador, era amable cariñoso, se dirigía en este caso a la niña, con un “señora, procuraremos sanar a su hijita, a su muñeca, luego hablaba como si fuera un médico de “la dolencia”, que padecía·”
La niña en este caso, yo, respondía, diciendo que no era señora, y decía la edad afirmandola con los dedos
Entonces el señor, decía. “Disculpe señorita, pero no me diga que tiene usted 5 años, que mayor si me lo permite es”
A veces la muñeca o el juguete que fuese tenía arreglo, entonces se pagaba y se llevaba ya restaurada
Otras era imposible, entonces el buen señor, se limitaba a decir.
“Lo lamento mucho, pero la muñeca ha ido al cielo, para que los niños que viven allí puedan jugar, si era otro juguete, más o menos lo mismo, pero si el daño era que no se había podido arreglar por ejemplo una pierna, se daba diciéndo lo sentimos, pero ha perdido la pierna, luego se hacían señas al adulto que acompañaba, para entregarle si quería el juguete que no valía para nada, o los restos”, Muy pocos aceptaban
Sí observaba mucha tristeza, te obsequiaba con un juguete de los que no habían ido a recoger, y, cuando le intentaban pagar lo rechazaba
Para mí era un lugar mágico, una auténtica clínica donde los juguetes eran tratados como pacientes
Hace un par de días, ví en televisión una clínica de juguetes, y me  recordó la vieja clínica de mi ciudad
Ahora los niños tienen otros juguetes, y, cuando se le rompen o los rompen, simple y llanamente los tiran, no digo todos, si la mayorìa, porque sólo se les enseña a quererse a sí mismos.

chocolate. Reflexión


El chocolate.  Reflexión
Siempre he sido fan del chocolate y del café, a partes iguales
Por aquel entonces habló de la época de mi infancia, en plena posguerra, el chocolate solía venir de dos formas, bueno en realidad de tres, las chocolatinas que eran alargadas, y las tabletas, unas eran para hacer el chocolate, y cada uno de sus pedazos, se llamaba, “onza”, mi preferido era el Exprés, porque la fábrica estaba delante de la casa en la que vivíamos entonces en Cordonería en La Coruña
Luego estaban los chocolates con leche, y, almendras, yo era fan de “La vaca”, y de la campana del Gorriaga
El chocolate era un artículo de lujo, así que el chocolate fino, se tomaba pocas veces y como premio, pero el chocolate para hacer, sí se tomaba con más frecuencia,  a mi me lo daban con un trozo de pan de trigo, como debido a su tamaño no podía hacerse bocadillo, Angelita, que era digamos mi prima mayor,  me dijo que  el chocolate no se comía en bocadillo, y, eso era para mí, un mandato divino
Iba por aquel entonces a la escuela de Doña Juanita, Dios la tiene en su gloria, los pequeños a veces llevabamos la merienda, y, un día un compañero, sacó su bocadillo, dentro del pan tenía chocolate, le dije que no lo podía tomar en bocadillo, no me hizo caso, entonces lo tumbe al suelo, lo patee, la maestra nos separó, llamó a casa, vinieron todos. Angelita me dijo, que el chocolate fino, si se podía comer en bocadillo, pero lo que no podía era pegar  a nadie, porque no hiciera lo que yo quería, me mando pedirle perdón, me lo dío claro que sí, a los 5 años, uno no guarda rencor, yo seguí tomando el chocolate encima del pan, y, cuando me daban  el fino, lo comía sin pan
Otro día contaré otra de mis historias con el chocolate.
Fin

Cadillac y el autobús


El cadillac y el autobús. Relato
Entonces se llamaba cadillac a cualquier vehiculo aparatoso, solían traerlos los indianos, así se llamaba a los emigrantes que retornaban de América, o los otros, que venían de Europa, de otros países de Europa, y, algún turista
El autobús, se llamaba cuando iba de pueblo en pueblo, “coche de linéa”, eran enormes, encima en la Baca, llevaban asientos donde iban sentados algunos, dentro viajaban pasajeros de pie y sentados en asientos de madera, conviviendo con animales, gallinas, algún cerdito, conejo un oveja
No había sitio para maletas, así que la gente llevaba una bolsa, un hatillo, unas cajas atadas, o una maleta pero en la mano, durante el viaje como se hacía en el tren, se hablaba, y, aquí comienza nuestra  historia

Javier iba conduciendo su cadillac, en realidad era un Fiat, que le había regalado su padrino, por aprobar el primer curso de Derecho, él quería ser juez, para ganar mucho dinero, de pronto tuvo que parar el coche, el coche de línea el autobús, había llegado a su destino, bueno a uno de sus destinos, y, tenían que dejar que los viajeros se apeasen
“Vaya, ahora aquí parado, como vienen hasta con sus bestias”. entonces bajo ella, era morena alta, no muy delgada, llevaba un bolso al hombro, una caja que sostenía en la mano, y una maleta a rayas.
“Eh usted el del coche, ayudeme por favor”
Salió del coche, qué quiere
Pues no lo vé que me tome la maleta, para poder bajar
Vale, si quiere la llevo también a su casa
Acepto, ella subió al coche y le dijo el lugar más cercano en que podía dejarla, le dijo también su nombre, Angelita, y nada más.
Cuando Javier llego a casa, contó lo sucedido, su padrino y sus padres y abuelos, le dijeron que si había venido en el coche de linéa sería una joven campesina, vamos de los que trabajan la tierra, así que mejor pasará de ella, que no volviera hacer por verla, pues él pronto sería un señor juez

Angelita por su parte, también lo contó, y, su familia le dijo(eran otros tiempos), que no debiera de subir al coche de un desconocido, pero que si lo volvía a ver, que lo invitase a visitar la casa
Volvieron a verse en los bailes y las verbenas, y, a veces en Misa, pero Javier, siempre puso excusas
Un día Angelita empezó a salir con Miguel el amigo de Javier, poco a poco se enamoraron, y, llego el día en que Miguel anunció a Javier que se casaba con Angelita
Vas echar tu vida a perder, pronto serás médico, y, te casas con una que no es nadie
Es mi novia y la mujer que amó
Pero las mujeres de la clase social de Angelita, no son para nosotros, que somos universitarios
Pese a todo, por educación y cariño a su amigo, Javier aceptó la invitación para la boda
Lo que no entendía era porque el día de la boda, había tanta policía, de pronto vió llegar un coche, se asombró al ver que Los Duques de Corrazón, venían a aquella boda, pero se dijo que sería su buena obra del mes
Llegó la novia, Angelita, bellisima, y, entonces escuchó decir a su alrededor, que bella esta la duquesita, que sencilla y humilde es, viaja siempre en el coche de línea aunque sus padres le tienen chofer privado. Ha  terminado en la Sorbona de Paris el doctorado en artes e historia de la filosofía, y, eso no es nada en Santiago de Compostela se doctoro en Filología hispanica y veterinaria, es un portento
Javier rabiaba, por culpa de los suyos la había rechazado, por campesina, campesino era él
Se celebró la boda, y, el convite, los novios marcharon hacer un largo viaje
Javier nunca fue Juez, no estudiaba suspendía, su familia vivía por encima de sus posibilidades, así que acabaron arruinados, y, hubieron de ponerse ellos a trabajar, y, prescindir de sus trabajadores del campo
Fue entonces cuando Javier pidió ayuda a Miguel que ya era médico y famoso, y, este lo contrato como jardinero del palacio, allí vió que lo trataban de igual a igual, además los pequeños Miguelin y Gelito, los hijos de Angelita y Miguel lo adoraban, él se enamoró de una jovencita que siempre andaba dando de comer a los animalitos, pensó sería una criada, pero le daba igual
Un día le pidió para salir, ella le dijo que sí
Y, llegó el momento en que le dijo, que quería comer con él, la siguió, pensaba que irían al comedor de los criados en la cocina, pero lo llevo al comedor principal, allí estaban Angelita, Miguel, los padres de ella los duques, entonces supo que Raquel su novia era la hermana menor de Angelita
Espero que lo rechazarán, sólo era un jardinero, en lugar de eso, el  duque se levantó, y, le dió un abrazo,  esposa dijo a la duquesa, pronto tendremos un hijo más, siéntate Javier
Javier se caso con Raquel, y, de vez en cuando iba en su cadillac a ver llegar el autobús
Fin




miércoles, 24 de marzo de 2021

La alcantarilla


La alcantarilla. Cuento
Este cuento cada uno puede tomarlo como quiera, es muy corto
En el pueblo en una de las carreteras o caminos, había desaparecido la tapa de una alcantarilla, el problema se solucionaba fácilmente, solo había que torcer por otra calle si se iba en coche, o, en el caso de ir a pie, al llegar cerca de la misma bordearla, y, si por algo no era posible atajar por un callejón paralelo a la misma.
En el pueblo se produjo también un apagón general, así que el alcalde, envió algunos guardias provistos de faroles y linternas para orientar a las personas que iban caminando, y, cortar el  paso a los coches, con los que no hubo problema

Con los peatones fue distinto, hubo de todo, algunos al decirles los guardias lo que pasaba, no tuvieron problema en seguir su consejo, otros por el contrario se empeñaron en su libertad de movimiento, en que la Constitución del país decía, y, que ellos no tenían miedo de una alcantarilla..., el resultado que cayeron a  las cloacas...
Entonces los guardias ya un poco hartos, decidieron decir a la gente sólo que había una alcantarilla sin tapa, y, luego si preguntaban si les decían, aunque se cansaron también de esto, y, optaron por no decir nada. Al fin y al cabo todo el mundo tiene derecho a ir por donde le pete.

Afortunadamente la luz volvió pronto, y se pudo rescatar a los que habían caído a las cloacas, cuando lavados, y, curados pudieron ir al Ayuntamiento se presentaron a exponer sus quejas, pero el alcalde a los que habían sido alertados primero, les dijo que no era responsable de sus daños, que si hubieran hecho lo que les dijeron los guardias, no se habrían caído, y a los que cayeron porque sólo se les había dicho que había una alcantarilla sin tapa, les reprendió por no haber preguntado que tenían que hacer. Pero a los que cayeron por la dejadez de los guardias, se les indemnizo.
Y en cuanto a los guardias fueron despedidos, por no haber hecho su trabajo que era alertar del peligro de la alcantarilla sin tapa.

Fin.

sábado, 20 de marzo de 2021

mar; la mar. Reflexión


El Mar. Reflexión
No, es un escrito sobre el mar, ni sobre los mares que existen, ni un cuento.
Es mi pensamiento sobre lo que me inspira y me hace sentir el mar, la mar, como suelo llamarla
Nací en un pueblo una ciudad capital con mar. La Coruña, con dos “mares” Riazor y Orzán
Y, desde niña lo he amado adorado, me gusta ese mar sereno en el que se refleja el sol, a veces las casas o viviendas próximas, más de una vez paseando por el espigón, o cualquiera de los paseos marítimos me he detenido un instante a orar en silencio mirando al mar, ese mar sobre él que camino Jesús, porque todas las aguas se juntan
Dije que me gustaba ese mar sereno, pero también me gusta ese mar bravío, cuyas olas se rompen en una cascada de espuma sobre las rocas, que a veces hacen algún destrozo en  el mobiliario urbano, esto no me gusta claro esta, pero si su bravura , me hace reconocer lo poco que somos, y, sin embargo Dios nos prefiere a todos los mares
Mi tía Flora que ahora vive con Dios, se admiraba de las mareas de  ese subir y bajar, y decía, “que grande e Deus” ( Que grande es Dios)
Y, es que el mar es una de esas criaturas en las que mejor se ve la huella de su Creador, el mar obediente con limites que no traspasa si no lo forzamos
El mar que nos alimenta con lo que vive en él
El mar al que todos los ríos vierten sus aguas, y, él sigue el mismo  del mismo modo que nuestras culpas; no agotan la misericordia de Dios
Es cierto que el mar a veces se cobra vidas, las de los marineros son trágicas eran hombres que iban ganar el pan para sus hijos, y, el mar los arrebata, otros son de imprudentes como los turistas que sin conocer el mar, más que en postal se arriesgan hasta de noche, a bajar a la arena en La Coruña ya sea en Orzán o Riazor, a mojar los pies y caminar por la orilla pero ya con los pies en el agua, sin saber que allí el mar tiene arranques y de pronto, se agita, y, el paseante imprudente, es arrastrado por las olas, incluso ya se dió el caso de no fallecer sólo el imprudente, sino los que fueron a rescatarlo, como los 4 policías que murieron en La Coruña al intentar rescatar a un muchachito imprudente, lo siento mucho en este caso siento claro la muerte del muchacho, pero más la de los 4 policías, que por cierto se merecían un monumento en condiciones, y no la mierda de monumento que les pusieron.
Aunque estoy segura ellos ya están en el mar del Cielo, en sus playas, aunque según el Apocalipsis, “No hay mar”, yo creo que no puede ser.
Porque el mar hasta cuando se porta “mal”, es sagrado.
Me horroriza, sulfura y saca mis instintos asesinos, cuando veo a la gente arrojar bolsas, botellas y todo tipo de basura al mar.
De los vertidos ya ni hablo, porque los odio, recuerdo todos los petroleros que ensuciaron nuestro mar.
A la gente a veces le extraña que diga que no me gusta la playa, sobre todo los de secano no entienden, y, no, de hecho cuando voy a la playa no estoy más de 20 minutos con baño incluído
Yo a quien adoro es al mar y a su Creador.

Mi calle. Reflexión


Mi calle. Reflexión
En Realidad en mi vida hubo varias calles, las principales son tres, pero ahora voy hablar de una de ellas solamente, en la que pase buena parte de mi infancia, y, que se encuentra en según ellos ciudad, de Monforte de Lemos, en el barrio de Los Chaos
Es una calle humilde, estrecha toda cuesta arriba, hasta llegar al monte de San Vicente del Pino, donde se encuentra el Castillo.
Cuando yo vivía con mi familia allí, todo estaba habitado, a mano derecha había un bajo con un zapatero y en el piso vivía una señora con su hijo, a ella le gustaba mucho leer, ya fallecieron los dos el hijo tragícamente. Dios los habrá recogido en su Casa, enfrente había otras viviendas y dos serrerías a donde ibamos coger viruta y serrin para las cocinas de de carbón y leña, las llamadas bilbaínas, en los pisos que eran vivienda tipo corrala vivian varios vecinos con varios hijos. Y, volviendo al otro lado estaba un matrimonio mayor que tenían un coche antiguo en el prado, hasta que se oxido, mi tía que estaba haciendo conmigo el oficio de madre, le iba “asesinar los conejos”, porque la buena mujer no tenía valor, la recuerdo era muy menudita y con el pelo muy blanco, y, muy buena, según contaba no podía demostrar su matrimonio, porque habían quemado la iglesia donde se casaran. Yo pienso más bien en la fuga de unos enamorados que no se podían casar. 
Seguía la calle un buen tramo sin viviendas por un lado un muro en él que había trozos de botellas como defensa para la huerta que estaba detrás en el otro el campo donde hasta llego a pastar una cabra y donde echabamos la ropa al clareo
Seguían las casas ya de planta baja o casi, la primera con su pequeño huerto, estuvo ocupada por varias familias, la última una buena mujer a los que los sectarios del Palmar de Troya, le robaron todo, si entonces se permitiera y se mandará la formación a los laicos, aquella buena mujer no habría caído en sus redes
A la lado de esta casa en el 22 estaba la de mis tíos, que se puede describir como un palacio aunque no lo fuera
Seguía otra, y, al lado de aquella estaba la casa y las bodegas y, huertas de los caseros, que no ejercían como tales sino como buenos vecinos, casi familia, recuerdo a D. Pedro a Felipe su yerno, a su esposa Sara, y a su segunda esposa Carmen, con la que se casó tras muchos años de estar viudo
Seguía la cuesta y, había otras viviendas
y, un poco más arriba una familia de gitanos, yo siempre quise a los gitanos que no lo tuvieron fácil, con esa familia que tenía si no recuerdo mal 3 hijos, la hija mayor que era de una belleza impresionante se sacrificaba no yendo a la escuela para que fueran sus hermanos, por ella supe que los gitanos por ejemplo no cuelan el café, y la verdad es que al tomarlo no te das cuenta,
En todas las casas había gatos, que siempre fueron mi locura, yo recuerdo de mis tíos a Jaimito del que ya hablaré en otro momento y a Lorenzo un gatito precioso negro y blanco, que me acompañaba cuando marchaba para el colegio; por  una calle que casí cruzaba esta de la que estoy hablando  hasta llegar casi a la iglesia de los dominicos
y, cuando regresaba lo hacía por otro camino me estaba esperando  en el fondo de la calle
Fue asesinado por unos hungaros que vivían con un carromato en el fondo de la calle, y, que tenían un perro que mato a un perrito amarrado con una cadena que daba demasiada libertad al cancerbero, son los únicos vecinos de los que guardo mal recuerdo, no les perdone matasen y comiesen mi gatito, y espero lo hayan pagado bien caro, desearles el Infierno, por Jesús no puedo, pero purgatorio hasta el fin del mundo, y, un poco más.
Los vecinos salvo esos cafrés que tan mala impresión daban de la buena gente de Hungría, a lo que iba los vecinos se sentaban a las puertas de las casas, algunos en las piedras de la entrada de sus casas, los que no la tenían sacaban sillas
Hablaban de todo, compartían recetas, se regalaban comidas, no se miraban clases, por ejemplo Felipe y Sara, eran para nosotros unos más
Cuando en una casa había un enfermo, en las demás no se ponía ni la radio, no digamos ya cuando alguien fallecía, el dolor de unos era el del otro, la alegría también.

Voy describir la casa de mis tíos, mi casa sin faltar a la verdad aunque no sea cierto lo que digo, lo voy hacer como se la describí hace años a otra persona.
Hay una escalera de piedra hasta la entrada, penetramos dentro tenemos un largo pasillo en el que hay cuadros, a la mano derecha está la habitación principal, la de mis tíos con una ventana que da a la calle. 
Al lado de la de mis tíos, está la habitación que, compartíamos mi prima Loly y yo, teníamos la pared llena de poster de los artistas del momento.
Aparecía una puerta que cerraba el pasillo, al abrir la nos encontrábamos con una puerta donde estaba el aseo o baño, la puerta de la cocina, con ventana y, en la cocina unas escaleras en las que senté muchas veces, y, donde acariciaba y jugaba con los gatitos, esas escaleras daban al comedor y salón, que tenía 4 ventanales que caían sobre las huertas y, permitían también divisar la calle.
Volvamos a bajar las escaleras salimos de la cocina, y, justo al lado del baño había otras escaleras que daban al patio donde se tendía la ropa, había un pozo, y, a las bodegas donde se guardaba el vino, el jamón
Y, donde era una delicia estar cuando apretaba el calor
Ahora ya no vive nadie en la calle, y, me ha dado pena verla vacía, sí muy asfaltada entonces tenía más guijarros que una cantera, pero tenía vida
Seguramente como el Cielo no es un lugar sino Dios mismo, y Dios esta en todas partes, en la calle de La Cerca sigan viviendo aunque no los veamos sus antiguos habitantes, si me parece que el otro día al pasar cerca escuche a mi tía Flora hablando con Felipe y Sara
Fin
Próxima mis calles de Coruña

El pobre


El pobre. Cuento
Muy pocos conocían su nombre, era un hombre de unos 50 años, tal vez alguno mas, que pedía limosna a la puerta de la iglesia, había personas que le daban unas monedas, otras nada, y, hasta algunas que lo reconvenían.
Pero quienes no faltaban nunca eran Doña Elena y su empleada de hogar Remigia, Doña Elena lo saludaba por su nombre, lo hacía de forma altiva, y luego echaba en su sombrero un billete de cien pesetas, que entonces era bastante dinero
Remigia tambien lo saludaba por su nombre, pero la mayoría de las veces no le daba nada, y, cuando lo hacía era muy poco, hasta una vez le pidió un prestamo que si se entera Doña Elena,, “la mata”
Un día un periodista entrevisto al pobre que a todo estó aún no he dicho que se llamaba Alfredo, tenía 5 hijos uno invalido era viudo y se había quedado en paro, a veces le salía un trabajo y, entonces dejaba de pedir.
En la entrevista contó su vida, dio gracias a los que le daban limosna y dijo que sobre todo a dos señoras, una señora que creía se llamaba Doña Elena y su empleada, a ellas les tenía un aprecio especial
Aunque no a las dos de igual modo, las dos son buenas, pero una es una santa, estoy seguro
Lo entiendo dijo el periodista, Doña Elena consta que hace grandes donativos
Ah no, respondió no me refiero a ella, es verdad que me da buenas limosnas pero lo hace como si arrojará la comida a un perro, se cree más que yo, y, Dios nos hizo a todos iguales, Remigia me mira  a la cara, me pregunta por mis hijos, a veces no me da nada, porque también es pobre, pero me respeta me trata con dignidad, y eso vale más que el dinero
El periodista le preguntó si podía poner aquello, porque a lo mejor le sentaba mal a Doña Elena, él le dijo que sí.
Al día siguiente la noticia salió en el periódico, al ir a la Misa Doña Elena se encontró con él, las gentes pensaban no le va dar nada, le va reñir y con razón, pero al contrario, Doña Elena se acercó y le pidió perdón, y, no sólo eso le ofreció trabajar en una de las empresas de su marido. Trabajo que logicamente acepto.
Fin

martes, 9 de marzo de 2021

diablo denuncia corrupción


El diablo denuncia corrupción

Trabajaba yo por aquel entonces en un despacho de abogados, cuando apareció una extraña carta en una letra casi ininteligible, como yo nunca tuve problema a la hora de leer cualquier  tipo de letra, tal vez porque la mía, no es precisamente de las faciles, me invitaron a que les desentrañase lo que ponía el texto

Confieso que note cierto repeluz y hasta asco al coger en mis manos, aquel papel amarillento

El lenguaje era correcto, decía que era Fiscal, es decir acusador, y, que quería la condena de, añadía no quería precisar el número, pero le estaba siendo imposible hacerlo, por un caso de corrupción manifiesta

El Juez era al mismo tiempo su Abogado, ya me dirán ustedes, como se puede ser al tiempo Juez y Abogado, por si eso fuera poco, decía que eran sus hermanos, porque su Padre quien también presidía como Juez, los había adoptado, por si esto no fuera del todo incorrecto, la Madre del Juez abogado, también se ha puesto de Abogada, y dice que todo es culpa mía, que yo, soy quien los instigo y los engaño a obrar mal, yo, “que soy un ángel”, y, además dicha Señora, la tiene tomada conmigo, y aprovecha para pisotear mi pobre cabeza, ya me podía dejar tranquilo, yo nunca tuve nada que ver con Ella

Les pido ayuda, no se pueden adoptar unos delincuentes para librarlos de ser acusados
No se puede ser madre y abogada de los acusados

Ser Juez y abogado, y, al tiempo hermano de los encausados va contra todas las leyes de Derecho, eso es corrupción

Por favor ayudenme

Les doy los nombres el Juez Padre, me niego a nombrarlo, lo llamó “ Mi Enemigo”, Su Hijo el Juez y Abogado, es Jesús de Nazareth igualito que su Padre, la Señora metida a Abogada, Madre de Jesús y de sus hermanos de adopción es la judía María de Nazareth

Yo soy el pobre satán. Los acusados sois vosotros los humanos todos y cada uno

firmado satán

Acabe la lectura, y, alce la vista. Como pueden ver, tenemos un bromista entre nosotros

No lo creo, dijo Alfredo el abogado más viejo, lo que dice es cierto, además el papel huele a azufre, y no lo ha traído ningún cartero

Ramón el otro abogado el más joven dijo, si es cierto, aunque sea la broma de algún crió de los que esperan en la sala mientras atendemos a sus padres, pero es cierto lo que dice

Dios nos adopto como dice San Pablo siendo pecadores, María es nuestra abogada, y, el diablo no tuvo nunca nada que ver con ella, y, Jesús es al tiempo nuestro hermano, nuestro Juez y nuestro abogado

Sí el diablo tenía razón, le habían hecho una faena, y, yo como perteneciente a la humanidad me alegraba de ello

Bendita corrupcion en este caso, porque en este caso, se llama “Misericordia”

Fin

Ramo de flores sangriento. Reflexión


 Ramo de flores sangriento

 Aquel era un día soleado, un día hermoso se casaban dos jóvenes, cierto que no era una boda por amor, sino por razones de Estado, cierto que la novia, había tenido que renunciar a su Iglesia, y aceptar la de su esposo, solo Dios sabe lo que en su conciencia había, pero eso era algo normal en las novias reales, y, por ser reina la mayoría de las princesas adorarían al mismo satanas, si fuera preciso, no digo que fuera este el caso

Las gentes se habían echado a la calle, para ver pasar el cortejo nupcial, entonces pocas diversioens tenía el pueblo

Unos días antes un joven, apellidado Corral había alquilado un balcón para según dijo ver a los novios

El día de la boda, llego con un ramo, a la casera le pareció una tontería, si fuesen petalos sueltos, pero arrojar un ramo de flores, lo que no sabía es que aquel no era un joven era un demonio un terrorista anarquista, en el ramo había escondido una bomba, arrojo el ramo por el balcón pero este reboto en el alumbrado, lo que salvo la vida de la pareja real, pero causo la muerte de un caballo, de algunos viandantes que eran inocentes de todo, y, algunos heridos, el vestido de Victoria la joven novia se tiño de sangre
No fue un buen comienzo, de regalo de bodas un ramo de flores sangriento, un ramo de flores maldito

El dolor siempre estaría presente en la vida de esta pobre mujer, que moriría en el exilio, ignoro si como “católica”, o fiel anglicana, que esa era su Iglesia

El terrorista fue condenado a muerte, porque pensaban que asesinando al asesino, ellos eran los buenos, sólo eran otros asesinos

Que Dios tenga en su gloria a la reina Victoria esposa de Alfonso XIII, a él también en cuanto a Corrales que trague purgatorio por siglos de siglos, no digo Infierno, porque también por él Cristo estuvo en La Cruz

Fin

Sueños


Sueños
No me refiero aquí con la palabra “sueño”, a lo que normalmente llamamos con ese nombre, si no a los sueños, a las ilusiones que todos tenemos, y, debemos tener
Porque es preciso soñar despiertos, a cualquier edad, pero sabiendo que se está soñando, para  que si no se cumple lo que uno desea o quiere, no se le derrumbe su mundo, que “los sueños sueños son”
Y, es preciso no romper los sueños de nadie por adelantado, muchas ilusiones, muchos proyectos se frustraron antes de ser, porque alguien dijo al muchacho, a la muchacha, eso nunca lo vas a tener, lo vas a poder hacer etc, impidiendo ya el intentarlo
Tampoco debe nadie dejar que le corten sus ilusiones, sus sueños, salvo que sean completamente disparatados, y, aun así con cautela, que sólo Dios es dueño del futuro y sabé lo que traerá consigo

Soñemos pues, pero sabiendo al tiempo estar despiertos.
Fin

Piedra. Cuento


Piedra
“Apedread a la adúltera, desvergonzada, impía, pecadora”, aquellos gritos atronaban sus oídos, se palpaba el vientre, donde ya sentía mover a su hijo
“Tened piedad, yo no hice nada malo, no matéis a mi hijo, él es inocente, y, yo también él es, “Él que esperais”
Una mujer la empujo hacia el hoyo que habían hecho, para que cayese en él, “tu hijo es como tú, todo pecado, y, debe morir para no manchar al pueblo”
Un hombre dijo, a tí, José te toca lanzar la primera piedra, pues eres el ofendido, el joven tomó la piedra y dió las gracias, no iba perdonar la traición de su desposada María, tomó la piedra y la lanzo,”María, María”
La joven abrió los ojos, había sido una pesadilla, gracias a Dios, se levantó, se vistió, y, fue abrir su esposo José, con él que estaba desposada, que era lo mismo que casada, venía a decirle, que ya había hablado con Joaquin y Ana, para decirles que había que adelantar la conducción a su casa
María le contó la pesadilla
“Yo jamás haría algo así, una ley injusta no se debe cumplir, aunque este en la Thora, y, esa lo es, sólo El Eterno, es el Dueño de la vida, eso sí, pensé repudiarte sin decir el motivo, de ese modo, a tí te respetarían y me despreciarían a mi, por abandonar a mi esposa y a mi hijo, sobre todo las mujeres
Qué bueno eres José, por qué cambiaste de parecer, porque Yhv El Señor mandó un ángel, para que mientras dormía, me explicase, que llevas en tu vientre al Esperado, al Señor de Israel. 

José cuando nazca nuestro hijo, le tenemos que enseñar que nadie puede disponer de la vida de otro ser humano, y, menos en Nombre de Dios, que no se pueden lapidar mujeres, sean o no adulteras, le contaremos como su vida, pudo peligrar de haberle dado Dios otro papá

María, entonces para Jesús, voy a ser su papá, pues claro. José hijo de David
Días más tarde, María fue conducida a casa de José, y, poco tiempo después un tal César Augusto, personajillo sin importancia,   tuvo la idea, de que fuesen a Belén y allí nació Jesús, el Hijo de María y de José, el Hijo natural de Dios Padre, él que cuando fuese un joven adulto, no permitió se lapidase a una mujer por adulterio.
Fin

En el tren. Reflexión


En el tren. Reflexión
Recuerdo los viejos viajes en tren. Los trenes de entonces no eran como los de ahora, eran mágicos, sí aunque en los mismos había distintas categorías, desde los lujosos coche cama, hasta las literas, vagones con cafetería, restaurante, asientos mullidos, otros menos, y, asientos duros incómodos los de tercera
En los trenes que funcionaban a paletadas de carbón,  te manchabas la ropa, se te metían en los ojos carbonillas
Pero eran mágicos, algunas estaciones como la del pueblo de Monforte de Lemos en la provincia de Lugo, eran de primera categoría, por ser punto y llegada para todos los puntos de España.
Había estaciones pequeñas y grandes, y, lo que se llamaban los apeaderos, que eran lugares donde el tren paraba, y, cogía viajeros, pero no era estación
En todas las estaciones había su cantina, y, su reloj, y el factor, el factor era imagino que lo seguirá siendo, la persona que daba salida al tren, o le ordenaba pararse

Los vagones eran todos con compartimentos cerrados, cada viajero tenía asignado un número, y, todos o casi todos subían con sus revistas, periódicos libros, para leer, y, algunos con su fiambrera, o su  bolsa con bocadillos y, la botella de vino
Al poco tiempo, todos los del vagón era “una pequeña familia”, se habían presentado, y, todos compartían, u ofrecían compartir lo que llevaban, ya fuesen libros, revistas, y, como no la comida, la mayoría de las veces se rechazaba galantemente la invitación, pero otras no faltaba quien no tenía reparo en beber por la misma botella que su compañero de viaje, hablo claro de vagones de tercera y segunda, los de primera, iban a la cafetería. Nadie leía nada, porque el compañero del asiento o él que se sentaba enfrente preguntaba. ¿Usted a dónde va, yo voy a...?, y, ahi se iniciaba una conversación que podía durar horas, aunque la verdad es que cada uno, solía escucharse asi mismo, aunque había excepciones
Se aprovechaba también para ver el paisaje, que en España es muy variado gracias a la riqueza de sus regiones, ahora llamadas Autonomías
Se podía salir al pasillo, a mí me encantaba, asomarme a las ventanas que permanecían cerradas, y, ver como el paisaje se movía; cuando se llegaba a un tunel, volvía para el vagón, los demás pasajeros, salvo los de mi edad, solían tener miedo, a que hubiese un accidente, gracias a Dios nunca viví ninguno
Cuando el tren llegaba a un apeadero, se ayudaba al viajero a bajar su equipaje, y, cuando paraba en una estación, ya fuese grande o pequeña, mucha gente bajaba a tomar algo, mover las piernas, pero antes los que, quedabamos en los vagones, les avisabamos de que tuviesen cuidado, no fuesen a perder el tren, pues paraba poco tiempo. Y, todos nos preocupabamos sí veíamos que el vagón se empezaba a mover, aunque la mayoría de las veces , los movimientos eran para asentar el tren, pero todo el mundo se preocupaba del compañero que no había subido, y, lo comunicaba al revisor que era el empleado que te picaba los billetes, y, cuando aparecía alguien que se había creído perdido, porque en realidad había estado en otro compartimento con unos amigos, “se le reñía cariñosamente”, con un, “ que disgusto nos dió, pensamos que había perdido el tren, otra vez avise hombre”, y, la persona en cuestión pedía disculpas y daba las gracias
Muchas veces los que subían de nuevo traían rosquillas, chocolate que todos teníamos que probar
He visto a hombres ya maduros hablar de como habían vivido la guerra civil española, desde distintos bandos, y, hasta pelearse un poco, pero luego a la hora de despedirse porque uno, llegaba a su destino se daban la mano, sin rencores el que se bajaba le ofreía al otro su casa, le decía donde vivía, y, lo mismo él que se quedaba, el ofrecimiento era a todos, y, todos le ayudaban a bajar el equipaje.
Los viajes podían duran según a donde se viajase hasta días, por lo que eran muchos los compañeros de viaje que uno, podía conocer
Era otro mundo, un mundo donde todos nos ayudabamos, nos escuchábamos o simulabamos hacerlo, donde compartimos, donde no había rencores
Ahora los trenes son más rápidos, casi aviones, no hay vagones parecen autobuses y cada viajero va a lo suyo en su asiento, enfrascado en su tableta, su smartphone, por eso ahora no me gusta viajar en tren.
Yo quiero mis trenes de antaño-
Fin