miércoles, 15 de abril de 2020

La reina que no sabía orar

La reina que no sabía orar

Hace muchos años, hubo una reina cuyo matrimonio fue bendecido con el nacimiento de un hermoso príncipe, al poco tiempo el rey falleció en una guerra, entonces los reyes solían morir luchando

Quedo pues la reina sola con el principito que era hermoso como los ángeles, y, que sería el futuro rey, como todas las madres la reina estaba orgullosa y contenta con el príncipe. Pero un día el pequeño se enfermo vinieron médicos de todo el país, y, no encontraban el origen de la dolencia, que lo iba mermando, la reina hizo venir médicos de todos los  pueblos de la tierra, el diagnostico fue que el niño iba morir, no había cura, entonces la reina ordeno se ofreciesen Misas, novenas, rogativas, se orase y ayunase en todo el reino, se exigiera a Dios la curación del príncipe, Dios no podía permitir la muerte de aquel niño inocente cuyos padres eran tan buenos reyes, y, tan buenos cristianos, y, todos oraron, rezaron y ayunaron por el príncipe, pero éste no mejoraba empeoraba, hasta que un día, falleció.

La reina entonces monto en cólera y prohibió la religión, no quería que nadie rezase a un Dios que o no existía o era cruel pues no la había escuchado, los obispos del reino trataron de convencerla de su error, pero él que no fue muerto, fue metido en mazmorras, y, los que no tuvieron que escapar o esconderse y lo mismo todos los creyentes del Reino

Un día un obispo decidió ir hablar con ella, tras haber orado un buen rato, y, pedio luz al Señor

La reina lo recibió sin saber quien era, entonces él aprovecho para preguntarle, por qué había pasado de ser una reina cristiana y piadosa, a prohibir la religión; y, la reina le contó el motivo

¿Entonces vuestra Majestad piensa, que lo mejor para el pequeño príncipe habría sido curar y seguir vivo.?  (pregunto el obispo)

Pues claro, y, llegaría a ser rey como su padre ( respondió la reina)

Eso es lo que os parece Majestad, pero podéis estar equivocada, por eso os voy hacer un ruego; acudid esta noche a la puerta de la vieja catedral cerrada por orden vuestra, allí se os mostrará lo que hubiera sido  de no fallecer su Alteza, si no hay visión o no os convence, haced conmigo lo que creáis justo, pero si la hay, y, abre vuestros ojos, arrepentíos

Aquella noche la reina hizo lo que el obispo, le había dicho, durante un tiempo no vio nada, pero de pronto apareció como una nube que se fue abriendo, y, en ella vio su vida con el príncipe vivo, lo vio enfermo, vio la gente rezando por él y vio como sanaba, se hacia un hombre, al principio era bueno, pero pronto se convertía en un tirano que oprimía a su pueblo que no respetaba nada, que usaba la religión a su servicio y provecho, un blasfemo, un borracho, un rey injusto, tanto que el pueblo para defenderse tuvo que tomar armas contra él, y, herido de muerte, rechazo al sacerdote que le ofrecía el perdón de Dios, pisoteo la cruz, y, murió blasfemando y maldiciendo, las gentes decían Dios tenga misericordia, pero ha muerto como un maldito, ojala hubiera muerto cuando estuvo tan enfermo de infante, ahora formaría parte del coro de los ángeles.

Entonces la reina, comprendió que Dios si la había escuchado, al llevar al principito al Cielo lo había salvado de la muerte eterna del Infierno, en donde hubiera acabado de seguir vivo. De rodillas pidió perdón a Dios, y mando liberar a todos los cristianos encarcelados abrir los templos y buscar un sacerdote por medio del cual Dios le perdonase

Y, desde entonces nunca menos rezo para que Dios hiciera su voluntad sino para ponerse en sus Manos, y, que se hiciera siempre la Voluntad de Dios.

Murió muy vieja habiendo reinado mucho tiempo, y, dicen que llego a santa, pero de esto sólo Dios lo sabe, pues es historia muy antigua.

Fin


martes, 7 de abril de 2020

El Pan

El pan ( el cuento  en castellano, es el  mismo, que escribí  en gallego, porque en español también fue escrito antes,ya que españolas .son todas las lenguas que se hablan en España)

El pan. Relato

Carmela quedo viuda muy joven, con tres pequeños, mas otro que nació siete meses después de la muerte del padre.

En aquella época la gente se casaba muy joven; mejor dicho la casaban. Así que a los 20 años Carmela ya era madre de cuatro niños pequeños, "pobres", "pobres de andar pidiendo limosna", no eran, pero ricos, lo que se dice ricos, pues tampoco.

Tenían una huerta que trabajaba Carmela cuando podía, una vaquita, una cerda de cría, conejos y gallinas.

En la aldea había un horno para cocer el pan, el horno era propiedad del que en el pasado había sido el señor feudal, y, lo llevaban sus herederos, mejor dicho el heredero, Anton, un buen muchacho, que sólo les cobraba una pequeña cantidad en harina, dinero u otros bienes.

Carmela, iba cocer el pan como los otros vecinos, y, pagaba lo mismo que los otros, pero llego un día, en el que tuvo malas cosechas, y, entonces no pudo pagar, y habló con Anton, Antón le dijo, que ya pagaría cuando pudiese que primero eran ella y los niños.

Y, cuando Carmela quiso pagar, respondió que estaba equivocada que no le debía nada.

Y otro día le confeso que sentía por ella algo especial, y quería que fuese su señora, Carmela le respondió que ella, se debía a su hombre y a sus hijos. Entonces Anton le dijo, que el matrimonio era hasta la muerte de uno de los  dos esposos; y, su marido ya llevaba muerto más de cuatro años- Y, que además por él podían vivir como hermanos, hasta que ella quisiera.

Pero Carmela lo rechazó, no les iba dar a sus pequeños un padrastro, y, así fue pasando el tiempo, y, seguía rechazando a Antón, aunque ya lo amaba. Las vecinas decían que era una locura, que los hijos marcharían un día,  y una mujer precisaba un hombre que la defendiera, hay que recordar que hablamos del siglo XIV.

El caso fue que llego el día en el que los hijos de Carmela, se fueron de casa a vivir sus vidas, ninguno quiso quedar con la madre, fue entonces cuando Carmela, al ir a cocer el pan, le dijo, le dijo a Antón, que ya estaba sola, Antón le pregunto por los hijos, y, les deseo toda clase de bienes, ella le dijo, " a lo mejor ahora podríamos"

A lo que Antón, respondió, no Carmela, ya es tarde, hubiera sido un buen padre, para tus hijos, pero ahora me acostumbre a vivir solo, tengo mis manías y no te haría feliz; debiste pensarlo mejor cuando te lo dije, rechazaste mi amor por tus hijos, olvidando que ellos te dejarían un día.

Ahora sólo podemos ser buenos amigos, y, puedes venir a cocer el pan cuando quieras como todos.

Y, Carmela quedo sola el resto de su vida, Antón no, hombre rico como era al final caso, en un matrimonio pactado con una viuda rica, a la que no le unía ningún sentimiento, y, las gentes notaban que no era feliz,, hasta se volvió un poco amargado, y, lo mismo le paso a Carmela, por no aceptar el amor, cuando les llamo a la puerta.

Fin