sábado, 19 de enero de 2019

peste


 La peste


Isabella, miro la frente de su joven esposo, ardía con la fiebre, luego aquellos extraños bultos debajo de sus axilas, y, sus ingles, el médico llego con un equipo extraño,  vestido con trajes que parecían espaciales,  le dijeron que el edificio había sido evacuado. Y, algunos vecinos aislados en zonas especiales, lo mismo iban hacer con ella

Con su marido no se podía hacer nada, aunque estaban en el año 2017. Le había atacado el virus, “Yesina pestiae”, no era el único caso, pero era un caso de peste negra, para la que no había cura, era la misma que había matado miles de personas en el siglo XIII

Solo quedaba aislar a los que aún no estaban contaminados, pero habían convivido con los enfermos, como era su caso

Isabella miro al médico, lo miro muy seria, luego le dijo

Doctor. Yo iré a donde vaya mi esposo, promete ante Dios, estar con él en la salud y la enfermedad, amo a mi esposo, si Dios quiere que muera con él, iremos juntos al cielo, mientras seguiré cuidándolo con cariño, sin tanta higiene y tantos guantes, déjenme algún medicamento y váyanse

Los médicos trataron de convencerla, fue inútil, y, como no era la Edad Media, hubieron de dejarla

Isabella, lavaba a su esposo, le aplicaba cremas, le daba de comer, ella también cayó enferma, y, temió por su propia vida. Hasta que una mañana, vio que su marido le traía el desayuno a la cama

¿Estoy en el cielo, y me sirven los ángeles?
Estás en tu casa, en nuestra casa le respondió su esposo. Debí contagiarte la gripe, menos mal que te libraste de los pequeños bultos que tuve yo, pero ya estamos curados los dos, gracias a Dios

Ella no le contó lo que habían dicho los médicos, no quería asustarlo. Pero al día siguiente, al poner el televisor, se enteraron de  que los médicos habían confundido una epidemia de gripe con la peste negra, cierto que estaba el problema de los pequeños bultos que habían tenido algunos enfermos, y, eso no es común en la gripe, pero se daba el caso de que había habido una invasión de pequeños ácaros, y, ellos serían los causantes

Había habido muertos, pues los casos que creían avanzados no los trataron por creer que era una pérdida de tiempo

Juan habría muerto de no ser por su joven esposa Isabella, a ella no le había importado morir a causa de la peste con él, porque lo amaba

Al final todos perdonaron a los doctores, porque es cierto que la peste se parece a la gripe, y, porque un médico es un ser humano, y, acierta como dice La Biblia cuando Dios le deja

Isabella y Juan, se amaron toda la vida, murieron muy viejitos, rodeados de hijos, nietos, bisnietos, tataranietos

Fin


La mentira


La mentira


Mariana era una joven pastora, desde niña andaba con las ovejas de su padre por el campo, aquella mañana no fue distinto, salió como todos los días apastar su pequeño rebaño, acompañada de su fiel perro pastor. Laica

Ya era media mañana y se disponía a comerse su rico trozo de pan de maíz con una tajada de tocino, acompañada de un vaso de vino, cuando la asusto el ladrido de Laica, pensó en el lobo, pero pronto vio que no era el lobo, el perro ladraba, sin moverse de un sitio, fue corriendo, allí estaba un hombre herido

Como pudo le lavo las heridas, fue dar aviso a su padre y su hermano, para que le ayudasen a llevarlo a casa y curarle las heridas hasta que pudiera restablecerse, y, así lo hicieron

El hombre que estuvo unos días en casa, era un joven, les dio su nombre y les dijo que era uno de los servidores del rey, él que preparaba sus caballos, y, sus guarniciones. Mariana y, él se enamoraron. Una vez estuvo restablecido, volvió a su destino, pero venía siempre que podía a ver a su amada, le traía regalos, que a ella se le antojaban mucho, para ser regalos de un caballerizo, aunque fuera un caballerizo real, pero él se excusaba diciendo que los vestidos que le llevaba iban a ser para la reina, que los había comprado el rey, ella entendía que a la prometida del joven rey, pues este estaba aún soltero, no le habrían gustado, y, los habría desechado, por fin llego el día ansiado

El joven que había dicho llamarse Romualdo, pidió la mano de Mariana a su  padre y, este se la concedió, fijaron la fecha de la boda, pero Romualdo puso una condición, tenía que celebrarse en palacio, porque el rey va asistir, vamos sin el rey no hay boda; había dicho

Mariana estaba contenta pero asustada, ella sólo era una pastora, como se iba portar ante el rey, pero Romualdo la convenció de que el rey era una persona sencilla

Y, llego el gran día, allí estaba Mariana bellísima, pero ni aparecían el rey ni Romualdo de pronto, vio venir a Romualdo, elegantísimo, le extraño que las gentes se inclinasen ante él  ¿Vendría el rey detrás? No, claro que no, sólo estaba Romualdo, llego el obispo que bendeciría el matrimonio, y, tras las salutaciones rituales, y, recordar lo que iban hacer

Se dirigió a Romualdo

Majestad, habéis venido a contraer santo matrimonio, por eso os pregunto….
Romualdo, es decir el rey, porque Romualdo no era un caballerizo era el mismo rey

Respondió a todo que sí

Entonces el obispo se dirigió a Mariana
Mariana. Has venido a contraer santo matrimonio, por eso te pregunto
E hizo su primera pregunta

Mariana respondió, No acepto
El obispo se extraño pensó que tal vez no habría entendido, y, la formulo de nuevo

Ella volvió a decir, “No acepto”, y, prosiguió

No acepto, yo venía a casarme con un hombre que entendía era bueno y humilde, con un caballerizo

Me encontré con que me esperaba en el altar un mentiroso, si un mentiroso porque me mintió diciéndome que era otra persona, yo no me enamore del rey, no puedo casarme con otro hombre que no sea el caballerizo del que me enamore, y, no puedo casarme con un mentiroso

Hija, dijo el obispo, le estas llamando mentiroso al rey

Si padre, mentiroso es quién miente, qué más da sea rey, o caballerizo

Romualdo trato de justificarse, yo te quería, lo hice porque tuve miedo, acéptame por favor

No Majestad, dijo Mariana y abandono el templo

Pasaron los años, Romualdo se casó con una princesa, a la que no amaba, pero que llego a querer y dio príncipes a su reino, sobre todo un heredero

Mariana no se casó, su corazón era del caballerizo, pero fue feliz, con sus ovejas y los numerosos hijos de su hermano, sus sobrinos, y, luego los hijos de estos. Cuando sus sobrinos nietos, le preguntaban, porque había rechazado al rey. Ella les decía en un matrimonio es esencial la verdad siempre, si me había mentido diciéndome que era un caballerizo sin serlo, porque no me iba mentir en otras cosas. Mejor no arriesgarse

Claro que no faltaba quien dijera, que la vieja Mariana soñaba despierta, que no había visto al rey en su vida, sus sobrinos nietos casi lo creyeron hasta que un día, rebuscando en un viejo baúl vieron un vestido y, un camafeo, que sólo podría tener una reina

Entonces lo valiente, y, lo gran persona que era su tía abuela, que había puesto la verdad por encima de un amor, y, de un trono

Fin

domingo, 13 de enero de 2019

moneda del tributo


La moneda del tributo  (cuento)

Samuel era un niño judío, hijo de uno de los seguidores del Nazareno, le encantaba oir a Jesús, porque le contaba cuentos, le hacía cosquillas, y, le hablaba de Dios de una forma tan bonita

Aquella mañana había acudido también aunque su padre, Bernabé, le decía que no molestase

La historia que Jesús les estaba contando se había interrumpido, cuando un grupo de soldados de Herodes, habían abordado al Nazareno, para preguntarle si era lícito pagar el tributo al César

Jesús había tomado la moneda en sus manos, la había mirado, había preguntado de quien era la inscripción,  y, la imagen, le dijeron que del César, entonces había respondido, que si era del, se la diesen a él, al césar, a Dios lo que es de Dios

A Samuel le gusto, y, se lo fue contar a su abuela Rebeca

La mujer que aunque abuela era muy joven, se quedo un rato pensando, al César lo que es del César su moneda, con su efigie, donde se proclama dios, dios del bronce, dios de la nada, como todo ídolo, a Dios lo que es de Dios

¿Eso qué quiere decir abuela?

Pues que al César el denario, y, todas las monedas que lleven su imagen, pero hay algo que lleva la imagen del Eterno, y, eso sólo puede ser para el Eterno

Abuela, no tenemos imágenes

Si hijo, las tenemos, no las hacemos pero las tenemos, imágenes del Eterno, del Único Señor de Israel

Donde estan, quien las hace, los saduceos lo van a castigar

No pueden pequeño, porque esas imágenes del Eterno, las hace Él mismo, aunque pida la colaboración de otras imágenes

No entiendo. De qué hablas
De nosotros, de todos los seres humanos, porque todos somos imagen del Eterno, creados a su imagen y semejanza, por eso jamás podemos entregar nuestra voluntad, nuestro honor, nuestra alma, nuestra vida a ningún César, solo devolverles su moneda

¿Obedecerles?

Sólo cuando sus leyes, sean reflejo de la Ley del Eterno, ellos también son su imagen

Sabes abuela, yo creo que no han entendido a Jesús

Pues yo creo que sí, y, me da miedo y pena, pensar que hablar con La Verdad, estar al lado de la Justicia en suma de Dios, le va costar la vida al hijo de mi buen amigo José, que bien educo a su pequeño. Que orgulloso se sentirá en el Sheol del hijo que Dios le dio

Bien no lo olvides Samuel, los seres humanos solo somos propiedad de Dios

Fin




moneda ( Relato de misterio)


La moneda (relato de misterio)

Aquella mañana se había recibido una llamada en la comisaría central de la ciudad, una mujer había alertado, del hallazgo de un cadáver

Se trataba del cadáver de una mujer, Remedios Sanjuan, de 45 años divorciada, que vivía sola en un apartamento, la persona que había hallado el cuerpo sin vida, con signos de haber sido apuñalada era  la señora que le hacía la limpieza, Carmen Prieto una colombiana de 26 años, tenía llave de la casa, aunque siempre llamaba primero, solo al no responder Remedios Sanjuan entraba con su llave, aquel día había hecho lo mismo, y, la había encontrado muerta en el sofá, en principio pensó que se había quedado dormida le extraño, y, al acercarse vio que tenía un cuchillo clavado en la espalda

La policía se presentó en el domicilio con el juez para proceder al levantamiento del cadáver

Y, comenzó la investigación, se interrogo a los vecinos pero nadie había visto nada, como en los pisos de ahora, cada vecino iba a lo suyo

Remedios era una mujer que tenía mucha vida social pero nada concreto, podía estar viajando, etc. tenía una empresa que no llevaba personalmente, y, era fiel a su peluquería

En la peluquería aparte de cómo le gustaba llevar el pelo, poco más pudieron decir, bueno si, que le apasionaba la numismática, pero no cualquier moneda, las monedas antiguas, no en vano era arqueóloga, aunque nunca ejercicio, tenía muchas, según decía de mucho valor y en casa, lo que era un peligro

Aunque ella decía, que peligro sería tener joyas,  billetes de dólares, libras, o euros, pero óbolos, dracmas, denarios,  escudos, cuadrantes etc., pues no

Pero el caso es que la habían asesinado

En la casa parecía no faltar nada, pero una segunda revisión mostro que si faltaba, faltaban las monedas

Había un asesino que conocía la casa. Puesto que sabía donde estaban las monedas, y, la conocía a ella no forzó la puerta, y, la apuñalo de espalda

Quién  era, es lo que había que averiguar

Carmen fue llamada a declarar, contó lo que había dicho al hacer la denuncia, pero se abrió su monedero, y, le cayó una moneda, una moneda extraña

Qué es eso, pregunto el policía

Carmen dijo, que se la había encontrado en el rellano, la había guardado porque le hizo gracia

La policía la detuvo por asesinato, la moneda era un denario

Todo el mundo mediático, cayó como una tromba sobre Carmen, la asistenta presumiblemente asesina, en los barrios todos la condenaban aludiendo a su origen, ella insistía en su inocencia

Tuvo lugar el juicio, le toco un abogado de oficio, que se dispuso a mostrar la verdad que era inocente, de haber sido culpable  no hubiera llamado a la policía se hubiera largado con su botín, que en un museo valía muchos euros, y, de no haberse largado no se habría quedado con la moneda que la delato, no la llevaría en el bolso

La policía había obviado que no era  la única persona que conocía a Remedios Sanjuan,  estaban las personas de la peluquería a la que acudía, la gente de los grupos con los que salía, sus empleados, su ex marido

Descartando a los empleados que no sabían de las aficiones  numismáticas de su jefa, ni tenían medios de acceder a su piso

Descartada la gente de los grupos de amigos, que más que nada eran conocidos

La gente con la que viajaba, descartable también

Quedaba la peluquería y su ex marido

Este  Antonio Sandozal,  estaba de viaje de negocios desde hacía 3 meses

Quedaba la peluquería la peluquera, quien sabía que tenía las monedas y su valor

El juez ordeno un registro por una supuesta denuncia por falta de higiene,  no pudo oponerse, y, encontraron las monedas

Contó que tenía un grave problema no dijo cual era,  le había pedido un préstamo y, se lo había negado

Entonces fue a su casa, llevaba un termo con café en el que había echado un somnífero, sirvió las dos tazas, con el pretexto de ir al baño, no tomo el suyo, sabía que Remedios, lo tomaba muy caliente y no esperaría, cuando llego ya estaba dormida, entonces la apuñalo no quería arriesgarse a que la denunciara, cogió las monedas para las que ya tenía comprador, aunque habría de esperar unos dos meses, y, arrojo la moneda que creyó de menos valor en el rellano, pues había dos escaleras antes del ascensor, sabía que Carmen era un poco supersticiosa, y, la cogería, luego que decidiera el destino, y, todo le había salido bien. Hasta entonces

Fue detenida, y Carmen puesta en libertad

Pero a Carmen nadie le devolvió  el tiempo perdido en los meses de cárcel nadie le pidió perdón, por haberla juzgado antes de que lo hiciera el juez

Solo su joven abogado se alegró de haberla liberado

Gracias a él, Carmen siguió creyendo en la humanidad, y, encontró el amor, aunque esa sea otra historia

Fin