Una llamada desde El Cielo
Lola, miró la pantalla de su teléfono, era Teresa. Descolgó. Desde el otro lado de la línea, Teresa dijo
Lola, quedamos esta tarde en la cafetería de la calle Real, la de siempre y no avises a Lourdes no es mala, pero no sabe tener la boca cerrada. Nos vemos a las ocho de la tarde. Hoy el pequeño, come en casa de su hermano
A las ocho y diez Lola y Teresa se reunían en su cafetería de siempre
Bien dijo Lola, mientras bebía un sorbo de su "Albariños". Qué es eso tan secreto
Pues que tuve una experiencia mística. Me llamaron desde el Cielo
¿Se te fue "la olla"?
No, no estoy loca. ¿Recuerdas a mí difunto esposo Carlos?. Hace veinte años que se fue para el Cielo.
Si, me acuerdo
Pues me llamó ayer por teléfono
¿Desde el Cielo?
Para él seguro que sí, se notaba en La Gloria aunque su Cielo se llamé Nueva York
No entiendo. Explicate
Me explico. Tú sabes que todos yo incluida pensábamos que Carlos mi marido, había muerto junto con su secretaria, al caer el coche en el que iban al mar en Gijón, el vehículo se recuperó de las aguas pero los cuerpos aún cuando se buscaron fue imposible localizar los, se dieron muchas explicaciones; y los declararán muertos. Pues bien no murieran, habían escapado con pasaportes falsos a EE.UU. Allí se casaron, ahora quieren el divorcio, declarar que está vivo y casar con su verdadero nombre.
Lola, comió una gamba, bebió otro trago de Albariño y dijo
Imagino que se lo darás
¿Él que le voy a dar?
El divorcio
No, hija, no. Para mí está muerto, y, yo soy una mujer casada en segundas nupcias, tras la muerte de su amado esposo, en un desgraciado accidente. Sí le concedo el divorcio, me convierto en una mujer, que tiene que dejar a su marido, y como única solución casarse de nuevo ante un juez o un alcalde, y yo soy católica.
Entiendo, pero resulta que tu matrimonio es nulo, dado que Carlos estaba vivo. Que no lo supieses no importa.
Hay más cosas, tendría que decir les a mis hijos mayores que su padre, era un mal hombre, me maltrataba psicológicamente, y apenas se ocupaba de ellos. Como eran pequeños, yo siempre les hable bien; les decía que si no estaba mucho en casa, era porque trabajaba mucho. Pero que los besaba cada noche al volver a casa.
Qué le vas a responder
Que siga como está, que soy su viuda. Y ahora la mujer de Vicente que es mi marido, por voluntad de Dios.
Yo lo hablaría con D. Alfredo
Vale lo haré pero lo que diga el cura, no me va hacer cambiar, en mi conciencia lo tengo claro, y sí yerro, que Dios me juzgue con su Amor y su Misericordia.
Al día siguiente, Teresa habló con D. Alfredo, el Padre Alfredo un cura dominico joven. Que como hacía siempre la escuchó atentamente.
Hija, haz lo que te diga tu conciencia, yo te puedo hablar de leyes; pero no puedo entrar en el santuario de tu alma, ahí sólo Jesús Nuestro Señor tiene acceso, sí piensas que obras bien, adelante. Lo cierto es que no haces daño a nadie, ni das escándalo. La conciencia es cosa de cada uno y de Dios; eso sí no olvides que a Dios no se le engaña. Sí quieres puedes anular el matrimonio con Vicente y casar de nuevo en secreto.
Y, que sentido tendría Padre, sí ya lo estamos. No le parece una hipocresía, Carlos murió y resucitó en Nueva York.
Sabes que te digo, pues que tienes razón. Qué opina Vicente.
Nada, no sabe nada ni lo va saber
Hasta el domingo Teresa
Hasta el domingo Padre Alfredo
Al día siguiente, Teresa llamó a Nueva York, al teléfono que tenía anotado de Carlos
Una voz en inglés, a la que no entendió nada. Al fin le pasó con alguien que mal hablaba el castellano. Quién le informo que el Señor Carlos Suárez (el apellido era falso; el que tomará para huir) falleciera al caer su coche al río Hudson, si quería podía hablar con la viuda
No, gracias. Respondió Teresa. Dígale que la viuda de D. Carlos Peranias, le manda un abrazo en su dolor. Que Dios le dé el descanso eterno.
Teresa colgó, no pudo evitar una sonrisa. Dios todo lo hace bien. Ahora sí que Carlos estaba en el Cielo, o en el Purgatorio, porque Dios es bueno. Que sí no...
Fin
Traducción directa del cuento
"Unha chamada desde o Ceo" el 17 de mayo
Homenaxe no día das letras galegas