sábado, 27 de junio de 2009

El patito feo que nunca se volvió cisne

Te voy a contar, la verdadera historia del “patito feo”, como cuenta el relato. Nació de un huevo empollado, por una mamá pato. Y era desgarbado. Torpe. Se caía al andar, y nadaba fatal. Pero no es cierto fuese un huevo de mamá cisne. Era de un huevo de mamá pato.
Es cierto que sus hermanitos, se reían del, por su torpeza. Pero no lo es, que no fuesen en realidad sus hermanitos.
Un día el patito feo. Se marcho a conocer mundo. Y se encontró con patitos y otras aves de agua que se reían del, pero también de otras que se reían con él. Que no es lo mismo.
Cierto día vio un cisne majestuoso, y se le ocurrió pensar que podría ser uno de ellos, pero el cisne lo rechazo, era un pato, y un pato feo. Y además torpe.
Estaba nuestro amigo, un poquillo triste. Cuando vio a un niño, que estaba muy triste, pues estaba malito. Y no había nada que lo hiciera reír de pronto. Al ver el patito. El niño; empezó a reírse, “mira papá, como hace el patito”, y nuestro amiguito. Empezó a repetir sus torpezas. Para alegrar al pequeño. Que gracias a él se curo.
Tanto fue así que lo llevaron, a un sitio llamado hospital, donde hay niños que están enfermitos. Para que, el fuese su compañero de juegos; estos niños lo querían mucho. Le daban miguitas de pan. Se bañaban con él. Y le decían. “eres el patito, más lindo del mundo”.
El sabía que no. Que era feo. Claro que también; podía estar equivocado. Porque la belleza no esta en lo que se ve, sino en lo que se hace. Y el era un buen pato. Un patito que ayudaba. Además para quien te quiere nunca puedes ser feo. Ni fea. El simplemente era distinto.
Y sucedió que llego mamá pato. Y se alegro al ver a su hijito haciendo tan buena obra. Lo lleno de besitos. Y le dijo; “eres el patito más guapo del mundo”.
Él sabía que una mamá pato. Que iba decir.
Después llegaron sus hermanitos. Estaban avergonzados. Pues ellos. Además de reírse de un hermano diferente, nunca habían ayudado a nadie, y a veces hacían rabiar a mamá pato. Y a la maestra pato. Ellos si que eran feos.
Tan feos que muchas veces su mamá no los quería ver; aunque fuese por poco tiempo.
Llego la primavera. Y “el patito feo” se enamoro de una hermosa patito. Se casaron ante un “cisne –juez” y tuvieron muchos hijitos. Unos tan lindos como sus tíos. Sus abuelos. Y su mamá. Otros feos como papá. Pero con un alma, tan pura y tan linda. Como la suya. Y lo que es más importante, todos aprendieron a quererse. Sin necesidad, de que el patito se volviese un cisne.

No hay comentarios: