Día de Reyes
Catalina estaba sentada en untaburete, a los pies de mecedora de su abuela, se hallaba completamente absorta en la lectura de un libro, pero de repente, alzo la vista, del libro, lo cerro con cuidado, depositándolo en la hierba, y, miro fijamente a su abuela
“abuela, háblame del día de reyes”
La abuela, una mujer mayor, se saco las gafas, las metió en el bolsillo de su bata, se levanto, de su asiento, se froto las manos, y, dijo, entre seria, y,risueña
“¿A qué viene, esta pregunta, chiquilla, estamos en agosto, no me dirás que ya estas pensando en los regalos, mira que faltan meses?
“Nada de eso abuela, quiero saber el origen de la fiesta, de la celebración, su sentido, su por qué”
“Bien en ese caso, vamos allá, pero antes deja que me vuelva sentar, y, acomode los cojines, que mi vieja espalda, ya aguanta poco.
Veras, Catalina, el primer día de Reyes, tuvo lugar hace dos mil años, puede que alguno más, o, alguno menos, eso es lo de menos, pero por ahí, anda la cosa; los protagonistas del primer día de Reyes, fueron unos padres jóvenes, con un bebé, que era un regalo de Dios, todo bebé, lo es, sea sano, o, enfermo, pero aquel bebito, lo era de un modo especial, como no se volverá a dar nunca, porque Dios mismo, se regalaba en él, tanto que el bebé, además de un bebé indefenso, era el mismísimo Dios, Creador de Cielos, y, tierra.
Resulto que cuatro hombres de ciencia, que no sé, que no sé porque los han hecho reyes, tampoco intuyo el motivo, de empeñarse en decir que fueron 3, cuando eran 4, manías de la historia, tal vez lo hayan hecho porque Mateo habla de 3 regalos, oro, incienso, y, mirra, y, es que olvidan el regalo más importante, él que hizo, Eliab
Aquí, Catalina, interrumpió a su abuela
¿Eliab?
Si, querida nieta, Eliab, el cuarto mago; él que hizo el regalo más importante
¿Qué regalo abuela?
La vida, él fue quien oyó a los esbirros de Herodes, hablar de la orden de matar a todos los bebes, y, niños pequeños, y, fue corriendo de noche, avisar a José, quien lo oyó medio dormido, después fue avisar a todos los demás, pero muchos, lo tomaron por un loco, y, no le hicieron caso, cómo iban a creer, a un pagano, no olvides que los Magos eran idolatras
De nuevo, volvió a interrumpir, Cátalina
Abuela, creo, que te equívocas, Mateo, dice, que San José, fue avisado por un ángel
Lo sé, pequeña, pero te recuerdo que, no dice, por un espíritu, si no por un ángel, palabra que como sabes significa, “mensajero”; y, eso fue, Eliab, para San José, un mensajero de Dios, que le ayudo a salvar la vida de su pequeño Jesús
Pero Jesús, también les hizo su regalo, les dio la oportunidad de conocer al Mesías, el don de la Fe, y, La Gracia
Como sucede ahora, los padres de Jesús, San José, y, Santa María, serían los encargados de cuidar aquellos regalos, que el Niño, había recibido, en primer lugar, la vida humana de Jesús, y, después los otros regalos de un valor infinitamente, más pequeño, para José, y, María, su mejor regalo había sido, salvar la vida de su Pequeñín, y, ese fue el primer día de reyes, aunque mejor, habría decir de astrónomos, que ese era el oficio, de estos personajes no confundir con astrólogos.
Que bonito abuela, pero que distinto de lo que sucede, hoy ese día
De distinto muy poco, querida mía
Jesús sigue recibiendo los regalos, en los niños, en los sencillos de corazón, porque lo hecho a otro, es hecho a Él mismo, los magos, hoy son, todos aquellos que se privan de algo, para hacer feliz, a otro, sobre todo, a un niño pequeño, o, un viejito, o, un enfermo, tampoco faltan los padres, como en la primera noche de reyes, que no son sólo los progenitores, si no todo él que se inclina con cariño hacia otro, tú, cuidándome, eres mi madre, aunque seas en realidad mi nieta
Los Magos originales, siguen ahora en el Cielo, intercediendo, por nosotros
Si, abuela, pero hay diferencias, los niños no hacen regalos, sólo los reciben, Jesús, si hizo regalos, los has dicho tú
Claro que hacen regalos los niños, porque no hay mayor regalo que la sonrisa de un niño
Vale. Pero que me dices de Papa Nöel
Santa Claus, bien, porque representa a San Nicolás, un obispo ruso del siglo IV, de quién te hablare otro día, si Dios me deja, pero el gordo vestido de rojo, y, blanco tocando sin saber porque una campanilla, y, diciendo, “ohhhhhhh; ese no significa nada, ni es nada, sólo un monigote de los grandes almacenes; pero los que no tienen a Dios, hacen como el diablo, imitar, el diablo es la mona de Dios
Qué te parece, Cátalina, si les pides a los Magos, a los que ya viven en el Cielo, un regalo especial
Qué regalo abuela
Que Jesús nazca de nuevo, en todos los corazones, para todos los seres humanos, porque hay muchos, para los que aún no han nacido
Abuela, nació, hace 2.000 años
Lo sé, pero, tiene que nacer, en el corazón, que los hombres sepan que es el Hijo de Dios, el único Salvador, que los ama, que con Él, no hace falta el gordo vestido de rojo, en suma, pequeña, pide el Don de la Fe, para los pobrecillos que no la tienen, el regalo que Jesús, hizo a los Magos
Fin
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