martes, 11 de agosto de 2009

pan duro pan tierno

Se llama José como su padre, y como él es fariseo, tiene 13 años, ha celebrado ya su Bar Mit Izva, lo que significa que es mayor de edad según la ley, que ya es un hombre, aunque en casa, lo sigan tratando como un niño, sobre todo su madre, ya se sabe las mujeres.

Hoy José, asiste al último día de la fiesta de los Tabernáculos, su madre le ha preparado con sus propias manos, 3 ricos panes de trigo, y 2 de cebada, aún van calientes en la bolsa

En el monte, José escucha, como los amigos de aquel Jesús al que su padre, va a visitar algunas veces, le dicen “ algo de no sé que, si falta pan”. Él desde luego, no va a darles el suyo, para tantos, no llegaría a nada, no, su pan, es sólo para él, observa como un niño, cuyo padre él conoce, el hijo de Caifas, le ofrece 3 panes y 5 peces, le extraña que no se lo rechacen, si no llega ni para ellos, luego viene el milagro, y José siente rabia, envidia, y aprieta su bolsa con el pan, cuando lo mira, esta seco, y duro, no vale para nada, rompe a llorar.
Es entonces cuando Jesús se le acerca, y agachándose a su lado, le pregunta por què llora
Al principio no quiere responder, pero luego, explica el porque

Jesús se sienta en el suelo, le toma una mano, y mientras le acaricia la cabeza le dice; no llores, hombre, no es para tantos, y esta muy mal, ¿sabes?

Ya lo sé, debí ofrecerte el pan.

No, lo que esta mal, es que tengas envidia de que otro lo hiciera, hay que alegrarse del bien que hacen los otros, como del que hacemos nosotros

Sí, pero es que además, se me ha endurecido el pan, ya no vale para nada

Claro que vale, daselo a tu madre, seguro que se le ocurre algo, desde hacer una rica sopa, hasta dar un alimento extra a las gallinas

Y, no te preocupes más, por cierto, quiero hacerte una pregunta
¿Sí un día, te pido tu pan, me lo darás, aunque, prácticamente te quedes tu sin èl?

Claro, Jesús, cuenta con él

Contaré no lo dudes; José

Ha pasado un tiempo, hoy el padre de José, José de Arimatea, ha cedido una de las plantas de su casa, para que Jesús y sus amigos, celebren la Cena de Pascua, están cenando, cuando llaman a la puerta, es uno de los discípulos de Jesús, Juan, poco mayor que José, viene a pedir pan, pues se les ha terminado, entonces José se levanta, y toma todos los panes que tiene para él, no deja nada, lleva éstos al Maestro, le dice, Juan mira al padre, pero este asiente en que si el hijo lo hace esta bien hecho.
Juan lo invita a subir, el niño pide permiso a su padre, y, este que cree que Jesús es el enviado se lo da, sube, Jesús en persona le da las gracias

Luego toma el pan y dice, “ tomad y comed....

José recibe también su pedazo de Pan, y, ve que tiene a Jesús delante, pero también esta allí en el pan, lo sabe y al comerlo, le sabe a Cielo, porque tiene el Cielo dentro.

Después regresa a su casa, pero ya nunca podrá olvidar lo que ha visto, ni siquiera cuando Jesús muera crucificado, José sabe que no va quedar en la tumba, porque además de a Cielo, el Pan sabía a Vida, a Resurrección.

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