martes, 11 de agosto de 2009

Violín sin música; jarrón sin flores


Acababa de recibir una importante herencia, y, una de mis primeras decisiones había sido adquirir un lujoso piso en Madrid, más que piso parecía un palacio, eso, si nuevo, a estrenar, nunca me gustaron las casas viejas, he creído siempre que los muertos se quedan en los lugares donde han vivido, o dónde hay algo que los ate, así que no quiero, vidas pasadas, que no todos los muertos son buenos, por eso elegí un piso a estrenar.

Acudí con Elena mi amiga, a echar una primera ojeada, nada más entrar note algo extraño, fue como un frío que me calo hasta los huesos, me volví; hacia mi amiga y le dije “¿lo ves, aquí hay algo?”

No, empieces, Aurora, fue su respuesta, aquí no hay nada, bueno, sí, tú y; yo

Recorrimos toda la casa, y en el salón descubrimos un violín y al lado, un jarrón que no tenía flores

¿Lo ves?

Sí, veo un violín y un jarrón, se le habrá olvidado a alguien, a alguno de los decoradores, no, veas fantasmas, que tu imaginación te pierde

No, no veo fantasmas, veo un violín sin música y un jarrón que no tiene flores.

Mira, el violín tendrá música cuanto lo toquen, así que tendrás que contratar un músico, aunque como no te gusta la música, no creo que lo hagas; en cuanto a las flores, con poner las tú, ya esta, y ahora vamonos, que el piso, aún no esta listo, para dormir en él; a no ser que duermas en el suelo, o en una silla.

Salimos, y yo regrese al día siguiente, todo estaba igual, y cuando llegó, Elena un rato más tarde se lo dije, para ella, lo raro, sería que me hubiese encontrado el jarrón con flores, y al violín tocando sólo.
Pero yo sabía que pasaba algo raro, ningún decorador ningún obrero, lleva un violín al trabajo, y nadie pone un jarrón en un salón, si no es para llenarlo de flores.

Estuve toda la tarde en casa, hasta que me subieron y colocaron los últimos muebles, aquella noche dormiría en el piso, en mi piso, al día siguiente, contrataría un músico, para que me diese conciertos por la tarde, la fortuna que tenía ahora, me permitía hacerlo, y compraría un ramo de flores, que pondría yo misma en el jarrón

No me fue difícil, encontrar el músico, era un muchacho joven, en paro, que vio el cielo abierto.

Lo conduje al salón, y puse, el violín en sus manos, empezó a pulsarlo, pero yo, no oía nada, se detuvo y me dijo. “ señora, no suena, ¿sé ha dado cuenta?”

Si, hijo, me di cuenta, ¿ Estas seguro, de que lo estas tocando bien, yo, no entiendo mucho de música, y no quiero ofenderte, con mi pregunta?

No, señora, no me ofende, pero fíjese, no suena, podría sonar mal, chirriar, es que esta como mudo, y, es raro.

Lo despedí hasta el día siguiente

Al regresar al salón eche una mirada al jarrón, no estaban las flores que había puesto en él, el miedo empezó a recorrerme el cuerpo

A la mañana subió la portera a traerme el periódico, entonces me contó lo que había sucedido, una desgracia y una injusticia
“Jaime, uno de los jóvenes decoradores, del que ahora era mi apartamento, era un muchacho, humilde, muy humilde, criado en una chabola, que tenía una gran afición a la música clásica, tenía un violín herencia familiar con él que le gustaba tocar para sus amigos, y lo hacia muy bien, aunque tocase de oído, este joven, Jaime, era amigo, en el puro sentido de la palabra de la hija de uno de los principales dueños, o accionistas, ó como narices se diga, del mayor banco del país, en concreto, el que financio la construcción de este edificio, a la muchacha, Clarisa, le encantaban las flores, casi todas las tardes, venían aquí, ella miraba como iban decorando, y luego, se quedaba un rato con Jaime, para oírlo tocar, no habia nada más, no es que el suyo fuese un amor puro, es que era más que amor, era amistad

¿Y, que pasó? Dije interrumpiéndola, pero con la intención de que llevase su relato a un punto

Sucedió, que Clarisa fue violada y asesinada, encontraron su cuerpo destrozado, a Jaime le encontraron una margarita blanca, igual que una del ramo destrozado que ella, aún conservaba en sus manos, así, que lo detuvieron, era inocente, pero no podía pagar un buen abogado, y fue condenado, porque todo, lo acusaba, la condena fue de 20 años, la máxima

¿ o, sea que esta en la cárcel?

No, señora, esta muerto, intento huir, saltando la tapia del patio de la prisión, y se desnuco

Que horrible, pues hay que hacer algo

¿Y, que, señora? Ya es tarde los dos están muertos, ya no existen

no, estoy de acuerdo, estarán muertos, pero existen, y creo que me están pidiendo ayuda.



Al otro día concerté una cita con el presidente del Banco Neoeuromundial, el padre de Clarisa, me la concedieron enseguida, yo era una buena tentación para los banqueros.

Ya en el despacho del banco, le deje patente que no iba allí, por una cuestión económica, si no de justicia.
En un principio pensó, que iba hacer algún tipo de reclamación.
Pero cuando le dije, que estaba allí, por la muerte de su hija, casi me echa con cajas destempladas, para empezar me dijo, que no era asunto mío, y que el caso estaba cerrado, por suerte para mí, era un padre, así que no me costo trabajo convencerlo.

“El asesino, ya esta condenado, si me lo permite, por Dios y por los hombres”

¿Cómo esta tan seguro de que sea el asesino, por qué era pobre?

No, señora vda de Altozano, no me crea tan cruel, es verdad que no me gustaba que mi hija se quedase en los pisos que él decoraba a solas con él, pero no habia detrás ni racismo, ni mucho menos desprecio a su clase.

Pero mi hija había quedado ese día con él, justo para terminar la decoración de su casa( la de usted), y cuando la encontró la policía, tenía un ramo de flores destrozado, un ramo del que habían arrancado flores, y al poco rato, lo encontraron a él, con una margarita del ramo.

¿Y, no pensaron, que si fuese culpable, no iría con la margarita en la mano?

Él no contaba que lo fuesen a detener por eso, de las otras flores si, se había deshecho

¿Es que habia más flores?

Sí, mi socio, D. Arturo, amigo desde la infancia , me dijo que Clarisa, había comprado un ramo de flores blancas y rosas

Y, dígame, por qué sabia eso, D. Arturo, ¿ acaso acompaño a su hija, a la floristería, o esconde algo?

Arturo es un hombre de bien

Puede, pero puede que sea también un desgraciado que acabo con dos vidas, no le parece que por su hija, ya no por Jaime, por su hija debe averiguarlo

El caso esta cerrado

Cerrado, pero se puede abrir, si usted quiere

Quiso

En pocos meses, D. Arturo declaro, el habia acompañado a Clarisa a la floristería, luego la había llevado en su coche, estaba bebido y paso, lo que nunca debió pasar, fue al piso, y coloco una margarita del ramo de Clarisa, en el jarrón, cuando llegó Jaime, se cansó de esperar, tomo la flor, y salió a buscar a su amiga, fue entonces cuando lo detuvo la policía, el resto ya lo saben.

Ahora es el verdadero asesino, quien esta en prisión

He vuelto a casa, y volví a llamar al joven violinista

Cuando puse el violín en sus manos, me dijo, ¿ Para que, señora, si no suena?

Tú prueba

Y, vaya si sonó, como que ese día empecé a amar la música, voy a pagar los estudios de conservatorio a este joven, quiero convertirme en su mecenas, ya que no tengo hijos, el que tenía falleció con su padre, en aquel malogrado accidente de barco, y a mis, 79 años, no voy a tenerlos

También devolveré el violín a los padres de Jaime, yo compraré otro

Ahora el violín tiene música ¿ y el jarrón tiene flores?.no todavía no, pero voy a ponerlas ahora, mismo

No hay comentarios: