El Zar (relato de amor)
Esta historia transcurre hace mucho tiempo, por aquel entonces en
Rusia, reinaban los zares, pero hubo un territorio, que dicen se escindió de
Rusia, el nombre no lo busquéis en los libros, ni en los Atlas, porque ya no existe
Es por ello que el protagonista de esta historia, el Zar Ciriaquelus,
no es conocido
Pues bien S.M.I. Ciriaquelus, era un buen Zar, y, un buen hijo, un buen
hombre, lo tenía todo, su deseo mayor era que su pequeño imperio fuera feliz,
que todos tuviesen su casa, su huerto,
en fin lo que se tenía allá por el siglo XIV.
En este imperio pequeño, había nobles, campesinos, y, campesinas, y,
precisamente, es una campesina, la segunda protagonista de nuestra historia
La campesina, a la que me refiero era una joven hija de campesinos
humilde es decir pobre, que todas las mañanas llevaba sus rebaños al bosque,
cuando la nieve lo permitía, que daba de comer a las gallinas, trabajaba en el campo, se llamaba, Noelia, porque aunque no era rusa, como si lo
fuese
Además de los campesinos, había nobles,
no muchos pues el país era pequeño,
estos, unos pocos duques, y, barones se dedicaban a lo que todos los
nobles, salvo honrosas excepciones, a vivir del cuento, es decir cazar por
vicio, no por necesidad, comer como cerdos, no podían hacerlo de otro modo, ser
soberbios con sus criados y siervos, claro también había nobles que lo eran en
todo el sentido, y, ahí entra la Duquesa Andresca de Conturata
La noble Duquesa Andresca era una joven que admiraba al zar, era buena
con sus sirvientes, odiaba la caza, solo se debe matar para comer, no para
extender la piel del animal en el suelo, y, además cantaba como los ángeles,
tocaba el arpa, la lira, y, otros instrumentos, era buena amazona, y,
apasionada lectora, ella y el Zar
Ciriacus eran buenos amigos desde la infancia. Por todo ello, los Padres del
Zar, y, los Padres de La Duquesa, habían concertado su matrimonio, y, este
matrimonio concertado, se hubiera llevado a cabo, porque ambos confundían el afecto que se
tenían con el amor.
Pero un día que salió por obligación
con una partida de caza, su caballo se espanto, cayo en un barranco, unos
bandidos le robaron las insignias y lo dejaron mal herido, sin nada que lo
identificase
Uno de los perros de la campesina Noelia lo descubrió, con ayuda de los
padres y hermanos de la muchacha, lo llevaron a su casa, lo cuidaron sin saber quién
era, pues para colmo había perdido la memoria
El caso fue, que el amor, el amor de verdad nació entre los dos
jóvenes, mientras se daba al Zar por muerto, entonces no es como ahora, sólo
quien hubiese visto un retrato del zar podía conocerlo, y, entre esos no estaba
la campesina
Un día recupero la memoria, y, entonces le dijo a la que ya era su
amada, debemos huir a otra tierra, mis padres nunca permitirán rompa mi
compromiso, y, menos que ellos los padres de mi prometida, no puedo consentir
que la nobleza se alce en armas, si nos vamos yo trabajaré en el campo, como
tú, y, mi puesto lo ocupará mi hermano
Noelia, no quería que su amado, renunciase al trono por ella, pero
cuando vio que no sería feliz en el mismo, acepto huyeron de noche, por montes,
cruzaron territorio helado, hasta una aldea donde nadie los conocía, se casaron
ante el Pope, pues eran buenos cristianos ortodoxos
Pero un día, alguien vio, una
insignia real, en manos de uno de los hermanos mayores de Noelia, no era nada
de valor, y, no se habían percatado de ello, pues eran analfabetos, se trataba
de las iniciales del Zar en una de sus camisas interiores, como el joven nunca
había llegado a saber quién era, pues se apropió de la camisa, de quien
consideraba su cuñado, pero quiso el infortunio, que lo viesen, y, lo
denunciaran
Fue juzgado por traición y condenado a muerte, nadie creyó sus
argumentos, pero la noticia llego a la aldea donde vivía el antiguo zar, ahora
el campesino Ciro, se había reducido el nombre,
y, su esposa la campesina Noelia
Al enterarse, ambos tomaron una resolución se presentarían, y, dirían
la verdad, así lo hicieron no les creyeron, pero si aceptaron que el hermano de
Noelia no había sido el asesino del zar, sino aquella pareja de campesinos, y,
los condenaron a muerte, ambos se preparaban para afrontar la muerte con
serenidad, morían por una causa justa, y juntos, eran cristianos creían en la
resurrección, no tenían que temer
Antes de la ejecución el reo era expuesto semi desnudo a las burlas del
pueblo, a las mujeres en atención al pudor se las libraba de esta afrenta,
entonces al desnudar al zar, se oyó una voz entre la muchedumbre, “es mi hijo”,
todo el mundo mira quien había gritado, era la Zarina madre, que reconoció, una
herida que la partera había hecho sin querer al zar, en su nacimiento al
extraerlo del seno de su madre
Ni que decir tienen que fue suspendida la ejecución, se le pidieron
disculpas, si querían que fuesen muertos los que lo habían condenado, pero
dijeron que no. Ni tampoco el imperio de aquel pequeño país
Por lo que hace a sus padres y hermanos pensaban lo mismo, así que
ellos se iban a vivir como campesinos la noble que hubiese debido ser la esposa
del Zar los acompaño, ella ayudaría como maestra, y, casaría con el hermano
mayor de Nalia, bueno de Noelia, con el tiempo, Rusia anexiono aquel país, y,
según dicen se ordenó quemar toda la historia del mismo, para que nunca nadie
supiese de su existencia
Por ello hay quien dice, que no es más que una leyenda, pero yo si creo
que es cierta, porque el amor no entiende de clases, y lo puede todo.
Fin
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