lunes, 3 de diciembre de 2018

El Rellano


El Rellano (cuento)

Esta es la historia de un rellano, el rellano era el escalón más ancho que había en las viejas casas, y, que los vecinos aprovechaban para descansar, antes de llegar a sus viviendas, descansar y hablar con los otros vecinos. Porque en aquella época casi ninguna casa tenía ascensor, bueno las de algunos sí

En esta casa la ciudad no importa, hay 5 pisos, no hay portera pues es gente humilde

El primero está vacío pues hace poco que fallecieron los dueños, bueno inquilinos en un accidente

El segundo está ocupado por Doña Alicia, viuda sin hijos. Que no se ha vuelto a casar, porque no ha querido, y, por la devoción a su difunto un santo, según ella

Doña Alicia, o, la señora Alicia, o Alicia, según el vecino que la trate, es una buena mujer servicial, siempre dispuesta echar una mano, y, que siempre tiene alguna golosina para los pequeños del  3º piso

En aquel momento se hallaba descansando con su bolsa de la compra apoyada en la pared

Buenos días  Raquel, ( a todo esto Raquel es la señora del 3º piso esta casada con Fernando, que es cartero, tienen 3 niños y esperan el 4º para dentro de unos meses), qué tal te encuentras hoy.

Muy bien señora Alicia, este embarazo lo llevo mejor que el de la niña, si Dios quiere, dentro de 4 meses tendremos otro pequeño, no sé como voy hacer entonces para seguir en la oficina, y, con el sueldo de Fernando solo no podemos, aunque tampoco nos quejamos.  Pero no le he preguntado que tal se encuentra usted, quiere que le ayude a subir la bolsa hasta su casa

No hija, que tú ya llevas tu peso, y, bendito peso, descanso un poco y, sigo, por cierto no te olvides de mandar a los niños a la tarde, estoy en deuda con ellos

Usted no, debe nada, pero se los mandaré les encantan sus dulces

Por cierto sabes algo de Amparo, (Amparo es la vecina del 4º, viuda con hijos y nietos que sólo asoman el hocico en Navidad, para recoger “la paga”, aunque Amparo, la señora Amparo, los disculpa diciendo que la llaman por teléfono, que no vienen porque ella les dice que no hace falta…)

La vi ayer a la tarde, se veía bastante cansada no me extraña es un 4º, y, ya no es una niña, ah fíjese ahí baja

Buenos días  me alegra encontraros aquí, quería pediros un favor es que hoy me duelen mucho las piernas, y, no me atrevo a bajar a la calle, necesitaría algunas cosas para hacer la comida

Raquel toma nota, lo mismo hace Alicia, toman nota  mentalmente, luego Alicia dice, un momento  esperadme aquí, o entrad mejor en casa, asi descansáis, ya en casa lleva la bolsa a la despensa, y, sale con una bolsa que contiene la mayoría de las cosas que precisa Amparo, en la cocina  reparte la mayor  parte del guiso que iba comer en una olla.

Esto es para ti, Amparo, y no protestes ya sabemos que no te hace falta, pero tampoco estamos para bajar a la calle, y, volver a subir y, a mí se me iba perder hice de más, y, las cosas se pasan

Raquel interviene para decir esto pesa mucho, voy subir a mi piso, y, los dos niños mayores le ayudaran, mejor dicho se lo subirán a su casa

Gracias no merezco tanto, sois como mi familia, mejor, mis hijos, mis nietos aunque los disculpo, bueno ya sabéis. ( al decir esto sus ojos se humedecen)

Ya en su casa Amparo, se acuerda de que no ha ido a visitar a los vecinos del 5º un anciano  con demencia senil, entonces decían “chocho”, y, su hijo un hombre recién jubilado al que su esposa abandono, debido a la enfermedad del padre, tienen muchos gastos
Tanto Amparo, como Alicia, como Raquel, suelen echarles una mano

Ahora es Amparo la que sube, el hijo le abre la puerta y, ella aprovecha para interesarse por el padre, y, llevarles más de la mitad del guiso que le dio a ella Alicia, para que coman algo caliente

Han pasado algunos días

Esta vez son Amparo y Raquel, las que coinciden en el rellano del 3º piso, las mujeres se saludan, y, luego se hacen la pregunta de si Alicia estará bien, hace días que no la ven, deciden llamar a la puerta para enterarse
Nadie responde, entonces Raquel sube a su piso y baja con las llaves, era normal que los vecinos tuviesen las llaves de los demás, por si se olvidaban, sobre todo, cuando los vecinos vivían solos

Entran en la casa, y, la encuentran en el suelo, Raquel comprueba que esta viva, entonces llama una ambulancia, pero va tardar mucho, así que tienen que buscar otra solución, entre Fernando el esposo de Raquel, y. German el hijo del señor del 5º la llevaran al hospital, todo quedará en un susto gracias a la intervención de sus vecinos

Ahora se turnan para atenderla todos van echarle una mano, hasta D. Hilario el anciano, del 5º que le hace compañía contándole  batallitas, aunque a veces se le va la mente, y, le dice

A ti, te dejan ya salir tus padres sola, yo, aún voy a la escuela

Alicia sonríe, y, dice, no me dejan pero salgo igual

Asi es la vida en el rellano, otras veces se comparten alegrías, se discute porque son humanos, pero sobre todo son vecinos que en las casas sin ascensor era como decir “familia”




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