lunes, 3 de diciembre de 2018

Pasarela


Pasarela

Carmen, observo a sus compañeras que se estaban dando los últimos retoques, para salir a desfilar, ante el inmenso gentío, se trataba de la presentación de una importante  marca de ropa

Pero no era cualquier ropa era lencería femenina

Pensó en sus padres, y, sus hermanas pequeñas, allá en la aldea, si supieran que iba caminar semi desnuda, ante hombres y mujeres desconocidos, se avergonzarían de ella; pero acaso en la playa no estaban  las mujeres en bikini, que tenía de malo, ella era una chica decente, y, este el de modelo era el único trabajo que había encontrado en él que le pagaran bien, siendo un trabajo decente, y, necesitaba el dinero, quería que su hermana Juana, la chiquita de 12 años pudiera ir a un buen hospital donde se hiciera todo lo posible, y, se lograse vencer la leucemia que la estaba matando

Beso la foto de su hermana, con la misma devoción que una imagen sagrada, y, acaso no lo era, claro que sí, se dijo, nada malo hay en lo que voy hacer, mi cuerpo es obra de Dios y de mis padres, no salgo desnuda, pero si por salvar a mi hermana hubiera de hacerlo lo haría, digo por mi hermana, por cualquier niño

Lorenza, una compañera la saco de su ensueño, te toca

Carmen salió desfilo con firmeza, sólo un ligero rubor teñía sus mejillas, el desfile fue todo un éxito

A la noche, la llamaron desde la aldea, la habían visto  en la tv, y, les había encantado a todos, hasta a D. Venancio el cura, que decía que parecía que una nube la cubría, como había cubierto a Santa Eulalia la mártir catalana.

Y, lo mejor de todo fue que podía pagar el hospital de su hermana, aunque el resultado no fuera el esperado. Le quedaría el consuelo de haberlo intentado, sin ceder a tontos y viejos perjuicios.

Fin

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