martes, 26 de enero de 2021

Al llegar a casa. Relato



Al llegar a casa. Relato
Por entonces trabajaba en una aseguradora; aquel día había sido realmente agotador, y tenía ganas de llegar a casa, sacar los tacones, tumbarme en el sofá, escuchar algo de música mientras leía un libro
En casa me esperaba Tony, que como siempre estária en el recibidor, y, Alfredo, al que para abreviar llamaba, Alfred.
Camine de prisa por la calle, entre en el portal tome el ascensor y subi hasta mi apartamento, nadie me vino a recibir; de Tony lo esperaba, me sorprendería mucho que lo hiciera, pero Alfred lo hacía siempre. Me dije a mí misma, que tenía que averiguar que había pasado, no tuve que investigar mucho, el suelo estaba lleno de agua, y de cristales, y, restos del cadáver del pobre Tony, estaban en el suelo, me dirigí al salón; sí allí estaba Alfred, levanto la cabeza y me miró, pero no vino a saludarme, me acerque a él, estaba comiendo o intentando un pedazo de Tony, lo regañe. “Alfred, que pones el sofá perdido”; habrá que lavar la funda, ahora voy limpiar el agua, tirar los restos del pobre Tony, los del suelo, y, mañana veré lo que hago.

Alfred dejo por imposible a Tony, era incomestible, se fue dar una vuelta por la casa, mientras yo limpie el salón cambie la funda al sofa, me puse comoda, puse un CD de música, y cogí un libro, Alfred apareció enseguida, se acurruco a mi lado, comenzo a darme besos, Alfred es muy cariñoso.

Yo puse cara de enojada
“Eres muy malo, Alfred, primero fue Pier, luego Caty, ahora Tony, quieres ser tú sólo y eso esta muy mal, bueno a ver quien viene mañana, a quien traigo, aunque a lo mejor  dejo una temporada sin invitar a nadie, y, todo por tu culpa; y, no me hagas arrumacos que estoy enojada”

Y, lo estaba, porque siempre es igual
Tal vez, te preguntarás porqué no llamaba a la policía, o si ya la había llamado
Pues no, no la llame. De haberlo hecho se habrían reído un poco; o lo habrían tomado como una burla.
Y, es que, tú me diras, como denuncias que tu gato, ha logrado sacar al pez de la pecera, porque eso era Tony, un pez como los anteriores, y, Alfred un gato muy listo, pues eso, cómo denunciaba que tras haber pescado al pececito, se lo había ido comer, al sofá. 

Ah que mientras leías pensaste que era una historia de terror, que yo convivía con un antropofago, pues ya ves mi vida es más gris, vivía con un gato y un pez.

Sí has leído la historia hasta el final, espero que lo hayas hecho y que la hayas disfrutado, habrás comprobado, como a veces las cosas no son lo que parecen

Sí lo has dejado por la mitad. Declaro que no soy responsable de tus pesadillas.

Fin



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