jueves, 20 de febrero de 2014

Los jóvenes del desierto


Rubén, y, Jacob, habían crecido en el desierto; sus abuelos, sus padres, habían salido de Egipto; con Moisés, hacia, tanto tiempo; que ellos, dudaban, de que fuera cierto, no habían conocido, otra cosa, que las dunas, del desierto, todo el pueblo, no sólo sus padres, y, sus abuelos; les decían que era verdad, que Dios, por medio de Moisés, los había librado de la esclavitud, y, ahora iban a llegar a una tierra maravillosa, que Yahvé; El Señor, les daba, para ellos, no lo creían, nunca habían visto, más que el desierto, y, no esperaban llegar, a ninguna tierra

Se decían que, no era más que un cuento, de Moisés, que a saber que, tropelías habría hecho en Egipto; a causa de pensar de este modo, Ruben, y, Jacob, perdieron la fe, en Moisés, y, lo que es peor, en Dios.

Cierto día, decidieron dar la vuelta; intentaron regresar a Egipto; donde aún como esclavos; estarían mejor que, en aquel desierto; por la noche, ataron sus pocas pertenencias; y, emprendieron un camino, de vuelta a una tierra, de la cual, nada sabían, y, de la que sus mayores, habían huido.

Por la mañana; los buscaron, pero al no hallarlos, tuvieron que proseguir la marcha, sin ellos

Dos meses más tarde, su pueblo, el pueblo judío, el pueblo de Dios, entraba al mando de Josue en Cana, ellos nunca llegaron a Egipto; sus cuerpos se calcinaron en el desierto.



Fin

No hay comentarios: