domingo, 13 de enero de 2019

moneda ( Relato de misterio)


La moneda (relato de misterio)

Aquella mañana se había recibido una llamada en la comisaría central de la ciudad, una mujer había alertado, del hallazgo de un cadáver

Se trataba del cadáver de una mujer, Remedios Sanjuan, de 45 años divorciada, que vivía sola en un apartamento, la persona que había hallado el cuerpo sin vida, con signos de haber sido apuñalada era  la señora que le hacía la limpieza, Carmen Prieto una colombiana de 26 años, tenía llave de la casa, aunque siempre llamaba primero, solo al no responder Remedios Sanjuan entraba con su llave, aquel día había hecho lo mismo, y, la había encontrado muerta en el sofá, en principio pensó que se había quedado dormida le extraño, y, al acercarse vio que tenía un cuchillo clavado en la espalda

La policía se presentó en el domicilio con el juez para proceder al levantamiento del cadáver

Y, comenzó la investigación, se interrogo a los vecinos pero nadie había visto nada, como en los pisos de ahora, cada vecino iba a lo suyo

Remedios era una mujer que tenía mucha vida social pero nada concreto, podía estar viajando, etc. tenía una empresa que no llevaba personalmente, y, era fiel a su peluquería

En la peluquería aparte de cómo le gustaba llevar el pelo, poco más pudieron decir, bueno si, que le apasionaba la numismática, pero no cualquier moneda, las monedas antiguas, no en vano era arqueóloga, aunque nunca ejercicio, tenía muchas, según decía de mucho valor y en casa, lo que era un peligro

Aunque ella decía, que peligro sería tener joyas,  billetes de dólares, libras, o euros, pero óbolos, dracmas, denarios,  escudos, cuadrantes etc., pues no

Pero el caso es que la habían asesinado

En la casa parecía no faltar nada, pero una segunda revisión mostro que si faltaba, faltaban las monedas

Había un asesino que conocía la casa. Puesto que sabía donde estaban las monedas, y, la conocía a ella no forzó la puerta, y, la apuñalo de espalda

Quién  era, es lo que había que averiguar

Carmen fue llamada a declarar, contó lo que había dicho al hacer la denuncia, pero se abrió su monedero, y, le cayó una moneda, una moneda extraña

Qué es eso, pregunto el policía

Carmen dijo, que se la había encontrado en el rellano, la había guardado porque le hizo gracia

La policía la detuvo por asesinato, la moneda era un denario

Todo el mundo mediático, cayó como una tromba sobre Carmen, la asistenta presumiblemente asesina, en los barrios todos la condenaban aludiendo a su origen, ella insistía en su inocencia

Tuvo lugar el juicio, le toco un abogado de oficio, que se dispuso a mostrar la verdad que era inocente, de haber sido culpable  no hubiera llamado a la policía se hubiera largado con su botín, que en un museo valía muchos euros, y, de no haberse largado no se habría quedado con la moneda que la delato, no la llevaría en el bolso

La policía había obviado que no era  la única persona que conocía a Remedios Sanjuan,  estaban las personas de la peluquería a la que acudía, la gente de los grupos con los que salía, sus empleados, su ex marido

Descartando a los empleados que no sabían de las aficiones  numismáticas de su jefa, ni tenían medios de acceder a su piso

Descartada la gente de los grupos de amigos, que más que nada eran conocidos

La gente con la que viajaba, descartable también

Quedaba la peluquería y su ex marido

Este  Antonio Sandozal,  estaba de viaje de negocios desde hacía 3 meses

Quedaba la peluquería la peluquera, quien sabía que tenía las monedas y su valor

El juez ordeno un registro por una supuesta denuncia por falta de higiene,  no pudo oponerse, y, encontraron las monedas

Contó que tenía un grave problema no dijo cual era,  le había pedido un préstamo y, se lo había negado

Entonces fue a su casa, llevaba un termo con café en el que había echado un somnífero, sirvió las dos tazas, con el pretexto de ir al baño, no tomo el suyo, sabía que Remedios, lo tomaba muy caliente y no esperaría, cuando llego ya estaba dormida, entonces la apuñalo no quería arriesgarse a que la denunciara, cogió las monedas para las que ya tenía comprador, aunque habría de esperar unos dos meses, y, arrojo la moneda que creyó de menos valor en el rellano, pues había dos escaleras antes del ascensor, sabía que Carmen era un poco supersticiosa, y, la cogería, luego que decidiera el destino, y, todo le había salido bien. Hasta entonces

Fue detenida, y Carmen puesta en libertad

Pero a Carmen nadie le devolvió  el tiempo perdido en los meses de cárcel nadie le pidió perdón, por haberla juzgado antes de que lo hiciera el juez

Solo su joven abogado se alegró de haberla liberado

Gracias a él, Carmen siguió creyendo en la humanidad, y, encontró el amor, aunque esa sea otra historia

Fin

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