domingo, 13 de enero de 2019

moneda del tributo


La moneda del tributo  (cuento)

Samuel era un niño judío, hijo de uno de los seguidores del Nazareno, le encantaba oir a Jesús, porque le contaba cuentos, le hacía cosquillas, y, le hablaba de Dios de una forma tan bonita

Aquella mañana había acudido también aunque su padre, Bernabé, le decía que no molestase

La historia que Jesús les estaba contando se había interrumpido, cuando un grupo de soldados de Herodes, habían abordado al Nazareno, para preguntarle si era lícito pagar el tributo al César

Jesús había tomado la moneda en sus manos, la había mirado, había preguntado de quien era la inscripción,  y, la imagen, le dijeron que del César, entonces había respondido, que si era del, se la diesen a él, al césar, a Dios lo que es de Dios

A Samuel le gusto, y, se lo fue contar a su abuela Rebeca

La mujer que aunque abuela era muy joven, se quedo un rato pensando, al César lo que es del César su moneda, con su efigie, donde se proclama dios, dios del bronce, dios de la nada, como todo ídolo, a Dios lo que es de Dios

¿Eso qué quiere decir abuela?

Pues que al César el denario, y, todas las monedas que lleven su imagen, pero hay algo que lleva la imagen del Eterno, y, eso sólo puede ser para el Eterno

Abuela, no tenemos imágenes

Si hijo, las tenemos, no las hacemos pero las tenemos, imágenes del Eterno, del Único Señor de Israel

Donde estan, quien las hace, los saduceos lo van a castigar

No pueden pequeño, porque esas imágenes del Eterno, las hace Él mismo, aunque pida la colaboración de otras imágenes

No entiendo. De qué hablas
De nosotros, de todos los seres humanos, porque todos somos imagen del Eterno, creados a su imagen y semejanza, por eso jamás podemos entregar nuestra voluntad, nuestro honor, nuestra alma, nuestra vida a ningún César, solo devolverles su moneda

¿Obedecerles?

Sólo cuando sus leyes, sean reflejo de la Ley del Eterno, ellos también son su imagen

Sabes abuela, yo creo que no han entendido a Jesús

Pues yo creo que sí, y, me da miedo y pena, pensar que hablar con La Verdad, estar al lado de la Justicia en suma de Dios, le va costar la vida al hijo de mi buen amigo José, que bien educo a su pequeño. Que orgulloso se sentirá en el Sheol del hijo que Dios le dio

Bien no lo olvides Samuel, los seres humanos solo somos propiedad de Dios

Fin




No hay comentarios: