sábado, 24 de diciembre de 2022

Jesús nació en una casa pobre


Jesús nació en una casa pobre, casi en ruinas. Relato navideño
Emilia colocó las cosas que le habían subido de la parroquia, de las donaciones que hacía la gente
Bendito sea Dios, que aún hay gente buena, tengo que repartir con Raquel mi vecina, ella necesita más porque son más de familia, pero yo con mis dos nietos, que a saber si vendrán a casa. Se secó  una lágrima. 
Era Navidad, y en Navidad le decía su difunta madre, a quien Dios tuviese en su gloria, no se estaba triste.
Emilia era viuda, su esposo, y su hijo el padre de sus dos nietos y su nuera, habían fallecido en un accidente hacía ya varios años; Y  Luisa era cristiana, no, no era cristiana católica, era cristiana bautista. 
Había colocado un pequeño nacimiento, con María, el Niño y San José y los animalitos, no le daba para más, era pobre, y si la bolsa se la habían subido de una parroquia católica, porque los buenos cristianos no se discriminan entre sí
En su edificio que estaba ya apuntalado, aunque no se iba caer, pero querían tirar, los dueños para hacer casas para ricos; en su edificio todos eran pobres, en el bajo subsistía un zapatero remendón, y una panadería que hacía un pan riquísimo.
Emilia oyó golpear la puerta, fue abrir sin mirar por la mirilla, y los vió dos muchachos jóvenes, ella agarrándose el vientre, con dolores de parto, él un muchacho de no más de 20 y pocos años temblando de miedo
Ayuda, le dijeron
Emilia los hizo pasar, y llevó a la muchacha, a su habitación, gracias a Dios se dijo, había puesto ropa limpia y nueva. Ellos trataron de explicarse,  lo consiguieron a duras penas, habían llegado en una patera, de donde no importaba, era su primer hijo, les pregunto el nombre, el muchacho dijo, o eso entendió Emilia, que se llamaba José, y la chiquita que iba parir, que se llamaba María
Habían intentado ir a un centró médico pero los rechazaron por no tener papeles, en uno los atendían pero luego los repatriarían y ellos no podían volver.
Por suerte Emilia había sido en su juventud ya lejana, comadrona, y el parto fue fácil, una bendición,, nació un niño que Emilia tomó con más cariño y devoción que la imagen del Niño Jesús, porque este era de verdad.
Fue avisar a sus vecinos, y todos vinieron con regalos, el zapatero con unas botas para José, y unas zapatillas de abrigo para María, la vecina con la que Emilia quería compartir su pobre aguinaldo, con ropita de sus hijos y un caldo de gallina para la nueva mamá, los de la panadería con pan recien hornedado y una empanada.
En el aire sonaban villancicos, y más arriba los ángeles cantaban Gloria a Dios en los cielos y paz en la tierra la gente buena.
Aquel día Jesús nació en una casa humilde, apuntalada
Sí hubiese escrito la escena mi amigo Lucas habría escrito
“Le llegó el tiempo de dar á luz y al no tener papeles y haber llegado en patera, tuvo que dar a luz en la casa de una vieja viuda  comadrona, y unos panaderos, un zapatero, y una vieja y retirada prostituta, (si ese era el oficio que había tenido la vecina de Emilia), le hicieron carantoñas en la tripita, que es una forma de adorar a los niños, sobre todo al Niño Dios.
Feliz Navidad.
Y recuerda Jesús viene en los pobres y necesitados

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