jueves, 9 de marzo de 2023

Los lobeznos y su familia


Los lobeznos y su familia Relato
El cazador había salido temprano con su fusil al hombro, los vecinos de la aldea, le habían pedido que cazará a la fiera, al lobo que andaba merodeando, se decía, aunque no se podía probar que fuera cierto que habían atacado a un rebaño; posiblemente fuesen otros animales, la solución no tenía porque ser la muerte de los lobos, pero la gente los humanos son la especie animal que menos piensa. Y querían al lobo muerto
Raimundo era cazador pero cazaba animales que se comía, fuera de eso para él la caza era un crimen, por supuesto si se le acercaba un oso para atacarlo disparaba a matar
Iba pedir a Dios lo ayudase pero se detuvo, porque iba ayudarle los lobos eran también sus criaturas, criaturas que además no incumplían la ley que les había dado. Se dejo de tonterías y rezo un padrenuestro
Siguió caminando oliendo su rastro, el sol apenas acababa de levantarse de su cama, aún tenía puesto su rojo pijama, y poco a poco iba retirando las sábanas que eran nubes de algodón
De pronto escucho unos pequeños gruñidos y vio a una loba echada tiernamente, se veía que hacía poco que había parido a su alrededor estaban 5 muñecos de peluche, que buscaban su teta, otra loba venía con un trozo de carne para ella. Era se dijo como cuando pare una mujer en la aldea y las vecinas le llevan comida, sobre un monte cercano un lobo aullaba y enseñaba a jugar a otros lobitos
Es una familia se dijo, es una obra de Dios y estos animales son mejores que nosotros nosotros tenemos el cordero, el gallo la vaca en casa les acariciamos y luego los matamos para comer, ellos no se hacen amigos del cordero, cazan para comer, como hago yo.
No, amiguitos no voy haceros daño os bendigo y bendigo a vuestro Creador que sabéis es el mío, ya me inventaré algo
Hasta luego amiguitos. La loba levanto la cabeza y en un leve aullido le dijo. Gracias humano, por salvar mi vida y la de mis bebés, bueno eso le pareció a Romualdo. 
O quien sabe
Cuando volvió a la aldea no se invento nada, dijo que no era un criminal y que hicieran los rediles más abajo, pusieran cercas eléctricas y que bueno si un día un cordero pasaba a la barriga del lobo,  pues simplemente habría cambiado de lugar de paso, porque si no era en la del lobo sería en la de ellos donde iba acabar
Ni que decir tiene que a los vecinos no les gusto, y se enojaron pero no fue un enfado que no solucionase un trago de vino y un trozo de tocino. Fin

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