martes, 7 de agosto de 2007

Algunas mujeres de la Biblia La Cananea ( relato)

Era morena de ojos grandes. Esbelta como todas las de su pueblo. Un pueblo el fenicio que había conquistado mares. Que había recorrido el mundo entero. Era orgullosa, como orgullosa era su raza.

Pero ahora su orgullo estaba abatido.

 Astarte.(Se llamaba como la vieja diosa de su pueblo la esposa de Baal). Se había enamorado de un romano. Y, de aquel amor había nacido una hija. Isis. Una pequeña: que era toda su alegría, y, por la que había dado gracias a todos los Dioses.

Aunque su amado. Al saber que estaba embarazada. Tratase primero de convencerla de que se “deshiciera de aquello” y, luego la abandonase

No importaba: su pequeña la colmaba de cualquier desazón.

Aunque le doliese ver a las huestes romanas: y, recordar su engaño. Roma había hecho cosas buenas. Ella también estaba de acuerdo; en prohibir los sacrificios humanos.

Luego estaban los judíos. Ese pueblo raro. Primero sus antepasados; le habían robado a los suyos la tierra. Los habían asesinado. Y, decían que en el Nombre de su dios.

Claro que Astarte. Pensaba que su dios. Debía de ser inocente.
Tampoco entendía; como se las podían arreglar con un solo dios. El pobre no debía dar abasto con tanto problema.

Ahora ella vivía arrinconada en un trozo de su tierra.

Cuando las mujeres judías se cruzaban por casualidad con ella.: Al ver. Sus distintivos de creyente: en Baal y Astarte. Escupían al suelo, y, blasfemaban contra sus dioses.

Porque según los judíos no hay más dios que Yahvé.

Astarte sabe que los llaman perros.
Pero no importa porque a su cara no lo dicen. Y, ella no va hablar nunca con un judío.

Hoy Isis, su pequeña tiene fiebre. Se agita nerviosa. Nada la calma. Grita es como si una fuerza extraña y maligna la dominará.

Astarte recurre a todos los remedios. Y, acabados estos acude a los Dioses. Promete. Suplica. Amenaza. Se rasga las carnes. Hace sacrificios. Nada los Dioses; demuestran ser dioses es decir ídolos.

Una vecina le dice que hay un judío, que dicen tiene el poder de curar. Un tal Jesús. Que según algunos de su pueblo es el Mesías. Ella no sabe que significa tal cosa ni le importa.

El caso es que se ha enterado. De que el tal Jesús. Va pasar por el territorio de Sidón. Y, como según dicen es un enamorado de los niños. “Seguro que se compadece y cura a tu hijita”. La vecina le da las señas para conocerlo.

Y, Astarte se llena de esperanza.

Por fin ve a la comitiva. Sin conocerlo lo distingue enseguida. Alto. Andando como Señor de la Tierra entera. Va riendo y canturreando una canción.

Astarte se aproxima y grita. “Jesús Hijo de David. Ten piedad de mi, mi hijita es atormentada por un demonio”.

Pero el Hombre de mirada limpia. El amigo de los niños. No le hace ni caso. Sigue. Como si no oyera. Como si no tuviese corazón.

Astarte. No se rinde.
Socórreme. Grita de nuevo.

El joven se para. La manda acercarse. Y, ella va. Pensando ahora si, es que no me habría oído. Pero él dice. “veras mujer. Yo sólo he venido para las ovejas de Israel”.

El corazón le late más fuerte. No le importa el dolor de su hija. No le importa su dolor. Sólo le importan los de su pueblo. Es como todos los judíos.

Pero su amor de madre le dice que vuelva.

E insiste una vez más. “mi hijita

Entonces oye las palabras más duras; que, se le hallan dicho a un ser humano; por otro ser humano.

“Comprende mujer; no esta bien tomar el pan de los hijos; para los perros y sus cachorros”.

Si la ha llamado perro. Como hacen todos los judíos. De repente tiene ganas de insultarlo. De huir. Pero luego piensa. Los ídolos no le han hecho caso. Si perros, y, más que perros son. Pues viendo sus obras no reconocen a su Creador, y, lo confunden con el leño y la piedra.
Puesta de rodillas. Exclama

“Cierto Señor. Pero a los perros; les bastan las migas, que caen de la mesa de los amos”.

Jesús, la levanta, y. le dice. “cuanta fe tienes. Ve tranquila tu hija ha sido curada”

Mientras va oye decir.
 “En Israel no he visto tanta Fe como; en esta mujer. Como esta vendrán, y, se sentaran en el cielo con Abraham y los patriarcas”.

Llega a casa, la pequeña juega como un día normal. Astarte la toma y, va en busca de la comitiva que pernocta en su casa.

Ha pasado un año. Ahora es el Dios de Israel el único que adora Astarte.
 Los otros han cumplido el oficio de hacer un buen fuego.
No se ha convertido de forma oficial., Y, hoy ha bajado a Jerusalén. Oye un rumor de griteríos de voces.
 Y, un galopar de caballos. Se detiene haciéndose a un lado. Vé que llevan a 3 pobres hombres a los que van a crucificar.

El último esta irreconocible. Su espalda. Es una pura llaga, su cara esta tan amoratada tan mal;  que nadie lo puede reconocer. Se ha caído.

 Y,   ve como nadie lo ayuda.
Sacerca como puede; lo ayuda a levantarse, y, luego con el pañuelo de su cabeeza le limpia la cara.

No sabe quien es el reo. No le importa sabe ,que es un hombre.

Llega a su casa. Y. decide lavar el pañuelo. Es entonces cuando; descubre en la tela, el rostro del Hombre que curo a su hija. Y, no entiende como puede llegar a tanto la maldad de los hombres.

Hace ya cuatro años de aquellos sucesos.

 Astarte se ha casado con un romano bueno. Y, que también piensa que los dioses no deben ser nada, y, que el único Dios debe ser el de los judíos. Su esposo se llama Cornelio. Además de Isis a la que Cornelio;  quiere, como propia. Tienen otros dos Publio y Julio.

Hoy Cornelio(cuya historia es aparte), recibe en su casa a uno de los que aquel día acompañaban al Joven rabí. Y que ahora es como su “sucesor”.

Pedro, les cuenta les revela que Jesús vive. Que esta resucitado. Que es el Hijo de Dios, y, que ellos pueden serlo también

Como regalo de bautismo; Dios les manda el Espíritu Santo;  en una Confirmación anticipada.

 Cornelio y Astarte: que toma el nombre de Maria, como la Madre de su nuevo Hermano, y, Señor, y, sus hijos los de Cornelio siguen con su nombre. Su niña toma el de Ana.
Como la Madre de su Nueva Madre. Hermana y Señora.

Ahora al cabo de unos meses. Han de huir de Jerusalén ;porque los primeros destinatarios del mensaje; no lo quieren y los persiguen.

Marchan hacia Roma. Allí esperan disfrutar de la tolerancia que tuvo siempre el Imperio con toda creencia.
 Pero el cristianismo, que proclama igual al esclavo que al amo, que habla de amor al enemigo.

Que condena los vicios practicados hasta por el Emperador ,que se atreve a decir que el César sólo es un hombre. Y, que no debe ser adorado. O, sea que, no debe ser obedecido por encima de la conciencia.

 Es peligroso, y, hay que combatirlo. y, Roma lo hace.
Pero Astarte es decir Maria, no muere mártir.
 Ella vivirá cada día con ese temor, y, esa esperanza.
 Será su esposo quien reciba esa gracia.
Para ella el vehículo que, la llevará a reunirse con su Amigo Jesús; serán una fiebres que contraerá cuidando a una mujer enferma de cólera.
 Una pobre mujer que, antes de morir denunciará a Maria, y, a su familia. Por haberle visto una Cruz.
Y ,porque se fijo en que, no doblo la rodilla ante los penates.
No, la encarcelan pues cuando llegan ya esta muy mal.
Cornelio sí. Y, da testimonio con su vida.
Los dos se reúnen en el cielo en pocos días.
Dije que Astarte no fue mártir me equivoque. Nosotros la conocemos como la Valiente. Verónica. La Verónica.


Maite

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