martes, 7 de agosto de 2007

La Suegra de Pedro


La suegra de Pedro 

Hola me llamo Rebeca, soy viuda. Vivo en Cafarnaún con mi yerno Simón. Un buen muchacho, y un buen padre, desde la muerte de mi hija. Rut, al nacer su sexto hijo, un niño que murió con la madre., pobrecitos. Se dedico en cuerpo y alma, a sus 5 hijos el mayor Juan de 6 años, Maria de 4; Marcos de 3 y,  los dos gemelos de dos años. Petronila y Augusto.

Trabajar en compañía de su hermano Andrés.( Un buen chico, que aún sigue soltero, pese a tener ya 29 años, mi yerno tiene 34 pronto hará 35.),  vender el pescado,traer un poco para casa, educar a sus hijos, ir el sábado a la sinagoga., protestar cada vez, que un maldito publicano viene a “robarnos” para los malditos romanos.

Ah se me olvidaba y a beber un buen vino, con sus amigos, en la pequeña taberna del pueblo, o, en nuestra propia casa.
Simón tiene muy mal genio, pero sigue mi consejo y no se mete en lo que no le importa; yo le digo siempre: “Simón, los romanos no se van a ir, por más que protestes,  los poderosos oyen a través de las paredes, lo nuestro trabajar, educar como buenos judíos a estas criaturas, cumplir lo mejor que se pueda con la ley que el Eterno dio a Moisés. (Jamás hemos comido un alimento impuro).

Y en cuanto al Mesías. ¿Quién sabe si será hombre o idea, y si es hombre seguro que acabara poniéndose al lado de los rico.;  yo lo comprenderé porque de que le íbamos a servir los pobres para extender el Reino de Israel por todo el mundo  someter a los romanos.  claro que visto así,  El Mesías no creo que llegue nunca.

Un día,  Simón, llego nervioso a casa., apenas comió como si le preocupase algo; le pregunte si podía hacer algo por él. y entonces se confió en mí como un niño.

Rebeca”( me dijo); hoy he conocido a un hombre que me ha trastocado., veras fue por causa de mi hermano Andrés a este se lo presentaron, los 2 chicos de Zebedeo , ya sabes, los de  La Salomé, los que salen a veces a pescar con nosotros.

El hombre en cuestión debe ser de la edad de Andrés, en su físico no me fije mucho, pero si en sus ojos, tiene unos ojos, que no te sabría decir de que color son; porque son tan profundos, que te hundes en ellos;  parece que te miran halla dentro, donde sólo puede ver Yahvé. (lo corte para decirle que no , dijese blasfemias). Pero prosiguió, nos invito a ir a su casa, fuimos hasta Nazaret, vive en una casita humilde como esta, tal vez más, nos recibió su madre, debe tener por ahí tu edad unos 50 años; aunque ese es mi calculo; porque parece una chiquilla, cuando llegamos jugaba con unos niños en la calle; Jesús porque así se llama,  Él corrio hacia ella como un niño de 4 años,  se colgó a su cuello.

Pero no voy hablarte de su familia, sino de Él,  es carpintero.(Volví a interrumpirlo, para recordarle que los de Nazaret solían ser una gentuza( Pero no me hizo caso y siguió hablando.) lo que me preocupa son las palabras que me dijo “tú,  te llamaras Cefas., que quiere decir Pedro; piedra” ¿por qué lo diría, aunque eres mujer me lo puedes explicar.

Sonreí. Me había temido algo peor. “Por tu testarudez” le dije.

No, imposible, apenas hable una palabra,  no discutí con nadie,

Pues tal vez, porque cada vez eres más calvo, porque tu nuevo amigo., estaba borracho y se le ocurrió eso, como otra cosa.

Entonces se puso en pie, sus ojos brillaron con una rabia, que no era nacida del odio, sino del dolor,  me dijo “no lo ofendas. presiento que no es como nosotros”

¿No se te habrá metido en la cabeza que sea el Mesías?

No. Eso no,  El Mesías, no iba ser tan pobre, ni se iba a fijar en un miserable como yo.
No sé quién es. Pero se que es Alguien, que me va complicar la vida.

Cuidado con los charlatanes Simón, tienes hijos de los que ocuparte. Andrés que haga lo que quiera. Aunque mejor haría buscando esposa.

Al cabo de. 3 meses Simón casi ha olvidado a su nuevo conocido, hasta hoy que ha llegado a casa. diciendo que lo había vuelto a ver.

Me contó que le estuvo hablando a la gente, sobre no sé que cosa, de perdonar y amar a los enemigos. e que para ser feliz había que ser pobre y llorar,  también me dijo que estuvo hablando sobre la Ley de Moisés,  diciendo que él la iba a perfeccionar.

Le dije a Simón que tuviese cuidado, si las autoridades lo acusaban de blasfemo, y lo cogían en su compañía él también sería juzgado por ello.

Me tranquilizo diciéndome que no iba a mezclarse con aquel hombre. Pero que cuando hablaba. Si estaba cerca a la fuerza tenía que escucharlo.

Quienes si han formado ya un pequeño grupo con él son los hijos de Zebedeo Santiago, y su hermano Juan,  Felipe un joven de Betsaida, y Judas el banquero, un hombre de tu edad querida Rebeca, van siempre con él y le llaman Maestro, o sea Rabí.

Aún siguen trabajando, pero hay días que lo único que hacen es oírlo hablar,  creo que se han vuelto locos

¿Y Andrés?
Oh no,  Andrés piensa como yo, que se trata de un pobre charlatán, un vago, que por no trabajar, se lanza a predicar por el mundo, nada que ver con Juan Bautista. este viste como un profeta, Jesús es uno de los hombres más elegantes de Galilea,  Juan ayunaba casi constantemente,  no bebía vino. Jesús no tiene reparo en echar un buen trago de vino de una bota,  de beber un vaso en una casa o en una taberna, ayunar tampoco ayuna, lo que yo te digo suegra un vividor.

Estas fueron las últimas palabras que en sentido negativo, pronuncio mi yerno sobre ese tal Jesús.

Después de aquello ceno un poco de pescado beso a sus hijos, y se fue a pescar, con su hermano Andrés.

A la mañana siguiente lo espere inútilmente, temí lo peor, el mar es muy traidor y más mucho más cuando se trata de un lago como éste.

Llego casi anocheciendo cantando, como si estuviera beodo, me abrazo y se puso a bailar conmigo( siempre ha sido y es muy respetuoso )

¿Qué te pasa, te has vuelto loco?

Escucha, lo que me ha pasado hoy.

Ayer toda la noche, estuvimos intentando pescar y no atrapamos ni un solo pez, ni un pececillo pequeño, estábamos de un humor, pues bien cuando nos disponíamos a amarrar la barca, se nos acerco, Jesús y me pidió que le dejase subir a la barca para seguir hablando a la gente, tanto Andrés como yo, en un principio, pensamos decirle que si él había dormido toda la noche., nosotros habíamos estado trabajando pero luego pensamos que no era un mal chico;  que no había porque ser maleducados, así que le dije que sí,  subió a la barca, me pregunto un montón de cosas sobre los aparejos de pescar, y, le  conteste, porque un carpintero no esta obligado a saber cosas del mar; luego se puso a hablar, no sé de que, porque me dormí.

Al acabar de hablar se puso en pie, y,  me dijo. “Simón. Boga mar adentro y echad vuestras redes para pescar” Me tuve que poner la mano en la boca, para que no me viera reír, me acerque a mi hermano.; entre los dos tuvimos una idea, lo íbamos a “curar para siempre”;  que me acerque y le dije “Maestro. Toda la noche, hemos estado pescando y no hemos cogido nada, más porque tu lo dices echare. Las redes”

(Lo interrumpí para decirle no entiendo, porque le obedecisteis)

El motivo era cuando salieran las redes vacías decirle “Ya ves Jesús. ¿Mejor Jesús que Maestro verdad?.cada uno sabe de lo suyo, no tiene porque darte vergüenza, seguro que eres un buen carpintero, yo tampoco se clavar un clavo, tú no tienes porque saber que se pesca de noche, que de día los peces escapan, que no se vienen a meter en las redes, que son muy listos un consejo vuelve a Nazaret.

¿Lo hicisteis y que os dijo?

No. Rebeca, no lo hicimos
Por qué

Porque las redes salieron llenas a rebosar, tanto, que tuvimos que pedir la ayuda de los Zebedeo.
¿Pero es imposible de día no se pesca?

Si es imposible, por eso, me di cuenta de que no era; de que no es un simple hombre tuve miedo de que supiera quien soy en realidad de que conociese que pretendíamos burlarnos de Él y me eche a sus pies,  le dije “Aléjate de mi Señor, que soy un miserable pecador”

Me levanto del suelo, me seco los ojos, como si yo fuera un niño.,  me dijo, tranquilo amigo. En adelante pescaras hombres.

Y aquí estoy; Rebeca, ahora soy uno de los suyos.

“No Simón, porque tu te llamas Simón,  no Cefas, ni Pedro tú, te debes a tus hijos,  no a ese charlatán, lo de la pesca habrá sido suerte,  vete a saber que., no lo quiero saber ni me importa, pero te recuerdo que tu mismo, dijiste que ese hombre no podía ser el Mesías y ahora vas y le llamas Señor; oye que Señor sólo Yahvé y no un carpintero de Nazaret, que ve tú a ver si no es miembro de los celotes “lo de pescar hombres” es una frase que no me gusta; y no me vengas con lo de ser mujer. porque hay cosas que las entendemos mejor que vosotros”

No me hizo caso y entro a formar parte de su grupo, aunque sigue siendo un buen padre soy yo la que me ocupo de la educación de los niños suele faltar a 3 y 4 días y cuando llega, cuanta unas cosas que a mi me ponen los pelos de punta, un día sin más me; contó, que les había dicho. “que tenían que quererlo a Él más que a los hijos más que a los padres más que a la vida” a mi me sonaron a blasfemia, eso sólo lo puede decir el Eterno; y no lo dice, porque a Dios se le teme que amar se ama a los iguales.

Estoy preocupada ; he oído decir que ahora ya son un grupo de 11 hombres los que siguen al tal Jesús,  que los poderosos los fariseos, salvo unos pocos, hay locos en todas partes; y los sacerdotes lo califican de blasfemo,  de endemoniado; pero Simón parece como hechizado.

Mataron al Bautista por lo visto era pariente de Jesús.

Recuerdo una noche, ocurrió algo que me inquieto mucho, veréis resulta que Simón mi yerno ha sido siempre un buen judío; no es que se conozca al dedillo las Escrituras. No, Simón a penas sabe leer. Yo por supuesto como la mayoría de las mujeres de este pueblo soy analfabeta, pero eso no impide ser buenos judíos pues repito. Simón que siempre ha creído como esta mandado que El Eterno es Uno.; y, que no hay otro como Él llego diciendo unas cosas que me llenaron de miedo; llego diciendo ; que ese Jesús era “Hijo de Dios”, yo al principio pensé, que debía referirse a que era un hombre muy bueno, pero que va, me repitió una y otra vez. “Que es el Hijo de Dios. Hijo natural como él Simón lo es de su padre Juan; que fue el mismo Dios quien se lo dijo. (yo creo que se esta volviendo loco, como va ser un hombre; Hijo natural de Dios. si así fuera ese hombre sería Dios) no es imposible;  y,  no lo digo, porque me venga a la cabeza la idea de que no puede haber más de un Dios. que Yahvé es tan grande que puede ser un solo Dios aún siendo Padre e Hijo, pero lo que es imposible es que Dios se hiciese hombre y viniese a vivir con nosotros, no, imposible., además de ser así, le iba aguantar lo que les aguanta a los fariseos,  a los saduceos, que no hombre, que no, no hay más que ver lo que hizo el Eterno con los egipcios;  no digo que este Jesús sea un mal hombre, pero no puede ser más que un hombre

Después de aquella noche,  una mañana  llego diciéndome. “Rebeca” el segundo día de la semana,  El  Maestro se va a quedar aquí con nosotros unos días.

Ah no, fue mi respuesta, no quiero que me traigas líos a casa, pero después recordé que soy mujer,  mi opinión no cuenta. Así que le dije “Vale que venga”.

Recuerdo que todo el sabat,  el primer día de la semana, me pase imaginándome como seria,  lo imaginaba serio, como suelen ser los predicadores, desdeñando hablar conmigo por ser mujer como hacen los fariseos y la mayoría de los rabinos, sin pasar por alto ni una de las leyes de la purificación. “vaya jornada aburrida pensé,  los niños pobrecitos, porque como a toda la gente como él los niños no le gustarían y los echaría fuera, pero que le iba hacer, tenia que acogerlo.

Para mayor infortunio, pille una calentura, que casi me mata. Simón se alarmo mucho al verme así. Llamo a los mejores curanderos,  yo cada día estaba peor.

“no te preocupes suegra, le diré, al Señor que estas mala,  ya buscaremos otro sitio.”

Recuerdo que estaba como adormilada, debido a la fiebre; y oí la voz de mi yerno hablando con un hombre. “Señor( decía, por lo que aún en mi estado, supe que era el famoso Maestro) mi suegra esta enferma; y además tengo 5 niños pequeños.) Le oí responder: “Enferma. Oh no. Yo quiero que me prepare la comida”.

Me llene de rabia así de estúpidos podemos llegar a ser a veces.

Jesús entro en la casa, en aquel momento yo lo veía entre sombras, se sentó en mi cama lo que no hace jamás ningún líder religioso, una porque soy mujer, otra por ser una mujer enferma y por lo tanto impura, me aparto el pelo que tenía sobre los ojos,con el borde de su manto, sin asco, me seco el sudor,  me beso en la frente como si yo fuera su madre;  tomo mis manos entre las suyas, mis manos ardían por la fiebre, las suyas estaban frías, pues era el mes de Tebet, mis manos estaban además sudorosas, pero Él repito no me tenía asco,  me miro a los ojos,  dijo;  “vaya, vaya,  Rebeca así que para no servirle la comida a Tu Señor, vas y te enfermas, pues no,  eso no lo permito; así que fiebre;  Yo te lo ordeno deja a esta mujer. (dijo aquella frase como si mandase a un niño o a un perro; yo aunque enferma, me dije. “pobrecito” ahora se porque no te doy asco eres un loco); entonces me dijo. “leo los pensamientos,  no te preocupes, es normal que pienses así de mí, todavía no me conoces; y tu fiebre obedéceme ya.” Al punto note que estaba curada;  Y si la fiebre le había obedecido es que no era un simple hombre;  que me levante,  me eche a sus pies, pero me levanto diciendo, ahora tengo hambre, así de humano era,  así de divino.

Estuvo una semana con nosotros, además de hacer cosas como alimentar a más de 5.000 personas con 3 panes y cinco peces., hay otra cosa que hace también perfectamente, y es ponerse perdido., y es que se pasaba todo el tiempo que le era posible., incluso despreciando la compañía de los mayores, con los niños, no sólo con los de Simón, sino con todos los del pueblo, se tiraba en el suelo con ellos., les inventaba juegos, se dejaba ganar, les contaba historias era un niño más.; y lo más extraño decía que son los niños, los dueños del cielo.

Supe en aquel momento que mi yerno había tenido razón,  que yo había sido una mujer estúpida. Así que ya no volví a oponerme a que anduviese en su compañía.

Llego la pascua, y acepte que Simón no la pasase en casa, sino con su querido Rabí, ahora que sabía quien era me parecía lo más lógico.

Lo que no entendí fue cuando al anochecer del quinto día de la semana. Llego Simón llorando llamándose canalla y diciendo que había traicionado a su Maestro que por su culpa lo iban a crucificar, que en vez de defenderlo, lo había negado.

Como no acaba de creérmelo me acerque hasta Jerusalén y llegue a verlo, en la Cruz, en un principio me dije”era un impostor. ¿A saber por que habrás curado tú?”. Pero luego supe que era de verdad el Mesías; porque era Señor de la vida y de la muerte, lo supe cuando le gritaron “si eres hijo de Dios baja de la Cruz y creeremos en Ti; ”un impostor habría intentado soltarse, aunque muriera en el intento, al fin y al cabo es mejor muerte, el morir estrellado contra el suelo, que en una cruz., pero El no se movió, permaneció en su “trono” porque como eso veía él la cruz., y no bajo, porque el Señor no acepta ordenes de los siervos, murió cuando él quiso.

Yo aquel día también conocí a su Madre. Y supe porque Él era tan dulce, había salido a su Madre.

No me extraño la noticia de su Resurrección, como iba la muerte dominarle., ni tampoco que Simón., perdón, ahora debería decir Pedro, se pusiese hablar con tanta energía que convirtiese a tantas personas.

Yo ahora he sido bautizada,  con Maria su Madre me dedico a cuidar enfermos,  a enseñar a los niños que Jesús es el Mesías, siempre según los consejos o las ordenes de los otros primero y del nuevo un tal Matías,  y sobre todo de mi yerno, porque como dice Maria,  La Madre de Jesús,  Él ahora es como Jesús,  Mi Niño lo puso en su lugar.

El primer día de la semana, que ya ha dicho,  Pedro que vamos a cambiar el sábado por este día y llamarlo día del Señor, o sea domingo, porque en verdad el día primero, si es el día del Señor, y el sabat me suena a mi a truquillo de Moisés, porque Dios. no descansa nunca, o descansa siempre, según como se mire.

Estoy herida me han apuñalado, venía de lavar a Esteban una criatura de poco más de 20 años, al que lapidaron por confesar la Fe en Jesús el Resucitado, me preguntaron si yo también era nazarena(nos llaman así; aunque algunos dicen que mejor nos quedaría cristianos)les dije que sí, entonces me dijeron. “Reconoce que Jesús esta muerto, y que fue un blasfemo.” Quien me lo decía era un joven fariseo,  Saulo el alumno de Gamaliel,  un buen hombre este Gamaliel; les conteste que Jesús vive, y es Señor de vivos y muertos.; fue entonces cuando sentí el frió del acero en mis carnes.

Pero ahora de repente siento que he curado, ya no tengo heridas, oh si, una pequeña cicatriz, pero no me duele, y me veo joven, muy joven, alguien se acerca a mi. Es Jesús me toma de la mano. ; y,  me dice. “Ven Bendita de mi Padre, ven a conocer mi hogar,  y el tuyo”

Aquella noche. Pedro y los demás discípulos encontraron el cuerpo de Rebeca, hicieron duelo sobre ella,  no un duelo de tristeza sino de Esperanza en la Resurrección y le dieron sepultura.
Rebeca vivía ya en el Señor.
Fin

No hay comentarios: