El zoo
El pequeño Miguel, no cabía en si
de gozo, había llegado el día en que su abuelo, lo iba llevar al zoo.
Era todo maravilloso, los
animales le parecían lo más hermoso, y, fascinante del mundo, en especial los felinos, leones, linces,
panteras, tigres, que para Miguel, sólo eran gatitos que habían crecido mucho
Los gorilas que parecían señores
con abrigo de piel, la foca, los osos,
en suma todos los habitantes del zoológico
De regreso a casa, su abuelo le
pregunto, si le había gustado la visita. Miguel dijo a su abuelo, que mucho, y,
que los animalitos le habían encantado; añadió, sin embargo, me hubiese gustado
poder tocarles, y, que corrieran libres, me dio pena, que no se les pueda
acariciar, eso es lo que no me gusta.
Pero hijo, le dijo su abuelito.
¿Cómo ibas acariciar animales salvajes, y, peligroso?
¿Peligrosos por qué?
Porque comen, hijo, y, matan para
comer, pues como vistes, lo que hacen es comer, y, dormir, y, poco más, no
matan porque ya les dan la comida
Es decir abuelito, que no hacen
casitas, ni cazan para sus hijitos,
como en la televisión,
No hijo, los de la televisión,
son animales libres, que viven en la sabana, en la selva, allí, si hacen todo,
lo que tú dices
¿ En el zoo, no son libres,
abuelito?
Pues, no hijo, no son libres,
tienen todo lo que necesitan, todos los cuidados; pero no tienen la libertad de
la selva
Vaya, los zoos son sitios malos,
ya no quiero ir más, dijo muy enojado
No, al contrario, no son malos,
permiten, la protección de animalitos que de otro modo, morirían, y,
desaparecerían para siempre; los protegen de cazadores malos, o, sea furtivos,
y, de otros animales
Ya, pero seguro que les gustaría
más vivir en libertad
No, lo dudo, pero no se puede
tener todo, recuerda, uno tiene lo que elige
¿Eligieron ellos el zoo?
No, los animales, no eligen nada,
no pueden esa facultad es exclusiva nuestra
Pues, Ruco ( Ruco, era el perro
de la familia, su perro), eligió, comer mi filete
No, te equivoca, Ruco, no eligió
nada, siguió su olfato, su instinto, sólo el ser humano, es capaz de escoger,
de elegir, lo que es bueno, o, malo para
él; y, aunque te resulte extraño, pequeño, te diré, que hay muchos hombres, que
prefieren ser animales de zoo
¿Quiénes abuelito, los presos?
Algunos, puede que sí, pero no me
refería a ellos, si no a los que viven
sin Dios, sin Fe, sin principios que
rijan su vida, los que no tienen más criterio para actuar que aquello que les
apetece; o, lo que ven hacer en la tv, o, alabar en los medios, los que oyen
más lo que les dice su tripa, que su conciencia, todos esos, acaban encerrados
en jaulas invisibles, pero no por ello, menos reales, que las del Zoo, Dios
quiera, que nunca te pase a ti, sé que ahora eres muy pequeño, y, no me
entiendes, pero de ti depende optar por la libertad, aunque vivir libre, sea un
riesgo, es lo más hermoso que hay, y, nosotros hemos nacido libres, no dejes
que te hagan animal de zoo, sé un león de la sabana, o, mejor querido nieto sé
un hijo de Dios, y, por ello un hombre libre
Fin
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