miércoles, 7 de mayo de 2014

El Zoo

El  zoo
El pequeño Miguel, no cabía en si de gozo, había llegado el día en que su abuelo, lo iba llevar al zoo.

Era todo maravilloso, los animales le parecían lo más hermoso, y, fascinante del mundo,  en especial los felinos, leones, linces, panteras, tigres, que para Miguel, sólo eran gatitos que habían crecido mucho

Los gorilas que parecían señores con abrigo de piel, la foca, los osos,  en suma todos los habitantes del zoológico

De regreso a casa, su abuelo le pregunto, si le había gustado la visita. Miguel dijo a su abuelo, que mucho, y, que los animalitos le habían encantado; añadió, sin embargo, me hubiese gustado poder tocarles, y, que corrieran libres, me dio pena, que no se les pueda acariciar, eso es lo que no me gusta.

Pero hijo, le dijo su abuelito. ¿Cómo ibas acariciar animales salvajes, y, peligroso?

¿Peligrosos por qué?

Porque comen, hijo, y, matan para comer, pues como vistes, lo que hacen es comer, y, dormir, y, poco más, no matan porque ya les dan la comida

Es decir abuelito, que no hacen casitas, ni cazan  para sus hijitos, como  en la televisión,

No hijo, los de la televisión, son animales libres, que viven en la sabana, en la selva, allí, si hacen todo, lo que tú dices

¿ En el zoo, no son libres, abuelito?

Pues, no hijo, no son libres, tienen todo lo que necesitan, todos los cuidados; pero no tienen la libertad de la selva

Vaya, los zoos son sitios malos, ya no quiero ir más, dijo muy enojado

No, al contrario, no son malos, permiten, la protección de animalitos que de otro modo, morirían, y, desaparecerían para siempre; los protegen de cazadores malos, o, sea furtivos, y, de otros animales

Ya, pero seguro que les gustaría más vivir en libertad

No, lo dudo, pero no se puede tener todo, recuerda, uno tiene lo que elige

¿Eligieron ellos el zoo?

No, los animales, no eligen nada, no pueden esa facultad es exclusiva nuestra

Pues, Ruco ( Ruco, era el perro de la familia, su perro), eligió, comer mi filete

No, te equivoca, Ruco, no eligió nada, siguió su olfato, su instinto, sólo el ser humano, es capaz de escoger, de elegir, lo que es bueno,  o, malo para él; y, aunque te resulte extraño, pequeño, te diré, que hay muchos hombres, que prefieren ser animales de zoo

¿Quiénes abuelito, los presos?

Algunos, puede que sí, pero no me refería a ellos,  si no a los que viven sin Dios, sin Fe, sin  principios que rijan su vida, los que no tienen más criterio para actuar que aquello que les apetece; o, lo que ven hacer en la tv, o, alabar en los medios, los que oyen más lo que les dice su tripa, que su conciencia, todos esos, acaban encerrados en jaulas invisibles, pero no por ello, menos reales, que las del Zoo, Dios quiera, que nunca te pase a ti, sé que ahora eres muy pequeño, y, no me entiendes, pero de ti depende optar por la libertad, aunque vivir libre, sea un riesgo, es lo más hermoso que hay, y, nosotros hemos nacido libres, no dejes que te hagan animal de zoo, sé un león de la sabana, o, mejor querido nieto sé un hijo de Dios, y, por ello un hombre libre

Fin





No hay comentarios: