sábado, 16 de noviembre de 2019

Vendimia. Bíblico

La Vendimia. Bíblico

El Señor del Valle, había adquirido un terreno escarpado, pero muy soleado, lo había trabajado con mucho esfuerzo, y, había puesto al mejor de sus viñadores, a su propio hijo, a su cuidado, planto una viña, una cepa, y, espero que diese buenas uvas
Llego el tiempo de la vendimia, y, en la viña las uvas eran agrazones, uvas que no maduran amargas
Hemos perdido tiempo y dinero, voy mandar que la arranquen, esta ocupando terreno en balde
No, papá no lo hagas, vamos echarle abono, yo mismo vendré todos los días a verla, si hace falta se regará, pero no la arranques, al menos déjala un año más
El Señor del valle acepto, la propuesta de su hijo, la dejo un año más
Al cabo del cual parecía otra, de hermosa que estaba, sus uvas eran las mejores, y, de ella salían los mejores vinos
El Señor del valle, estaba contento con su Viña, se convirtió en la niña de sus ojos, pero había que protegerla de los ladrones, y, también de las aves, que si no se controlaban. Se llevaban todo el fruto, así que ordeno edificar una torre, cavo un lagar que rodeara la viña. Y, lo alquilo a unos labradores, dándoles la orden de que trabajasen bien la tierra, al tiempo de la cosecha, les enviaría a sus propios servidores, para que le entregasen el fruto de la misma, menos el 10% que sería para ellos, esos eran los términos del contrato.

Y, llego el tiempo de la vendimia, el Señor del valle, mando a sus servidores a cobrar, a recibir el fruto de la cosecha, pero los viñadores que ya se creían dueños, aunque hay que decir que el dueño de La Viña, les enviaba todo lo necesario para su cuidado. No quisieron compartir el fruto de su trabajo. Y, echaron a palos y patadas a los pobres servidores
El Señor muy enfurecido, con toda razón, mando otros que corrieron igual o peor suerte
Por último dijo, qué hago, su hijo que amaba mucho aquella viña le dijo, papá, si quieres puedo ir yo, es posible que a mí me traten bien, y, lleguemos a un acuerdo
Y, así se hizo
Pero aquellos hombres en su locura dijeron, “si lo matamos la Viña será nuestra para siempre”, así que secuestraron al joven, lo condujeron a un barranco a las afueras del pueblo, allí le dieron muerte, y, luego arrojaron su cadáver al fondo del barranco.
Cuando se enteró el Señor del Valle, lloró y se enojó muchísimo, mando ir a buscar el cuerpo de su amado hijo, por suerte las heridas eran muy graves, pero no estaba muerto, él tenía los mejores médicos. Y, el joven sano
Cuando estuvo ya restablecido de todo, su padre le pregunto, qué te parece que podemos hacer con los viñadores “que te mataron”, porque eso intentaron y, eso pensaron que habían hecho

Pobres, dijo el hijo
Aman la viña, la trabajan, papá te voy a proponer una idea
Algo propio de alguien tan bueno como tú, que nadie espera, todos esperan que pidas y ordenes su muerte
Qué propones pues hijo
Que los adoptes como hijos, que sean tus hijos, y, tus herederos igual que yo
Así trabajaran la viña mejor pues sabrán que es suya
Sea hijo, aunque lo harán igual
Pero, sea los adoptaré por hijos, si quieren claro esta
Y, así los asesinos del  hijo del Señor del Valle, dueño de La Viña, se convirtieron gracias al hijo del Señor del Valle, al que habían intentado asesinar, en sus hijos y herederos.

Fin

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