viernes, 24 de mayo de 2024

Habla el viejo Simeón

 

Habla el viejo Simeón

Hola, Shalom. Me llamó Simeón, y soy viejo, bueno no tanto como pensáis, mi ángel me ha dicho que os escriba, aunque es posible que no leáis la carta, lo que si os aconsejo es que leáis, el Evangelio.

Bueno no me quiero liar, perdonad, a los viejos, a veces se nos va la mente, y divagamos

En aquel entonces, es decir en la época en que os escribo, el Templo del Señor Dios de Israel, lucía esplendido, majestuoso, solo verlo decían, te hacía sentir su presencia.

La verdad a mí no me pasaba, sentía más su presencia acariciando a mis nietos, mirando la barriga cada vez más enorme de mis nueras, acariciando los corderos... o viendo el amanecer.

Pero me lo callaba, por si alguien lo tomaba por impiedad, y me denunciaba

Todos los días, le pedía al Señor de Israel, que mandase a su Mesías, y sí, yo pensaba en el Mesías, para nosotros los judíos, para daros caña, a los gentiles, para machacaros.

Solía ir todos los días al Templo, porque mi ángel me había dicho de parte del Señor, que no me iría con los padres, forma que tenemos en mi época para decir, que no estiraría la pata, antes de ver al Mesías

Y, yo creía, creo en el Señor

Aquel día me dolía todo el cuerpo, una voz que sabía no era la de mi ángel, sino la de mi demonio, me decía que por un día, no iba perder nada

Pero no le escuche

Fui al Templo, y, entonces lo vi., llegar jóvenes, alegres enamorados, puros. Traían un bebé de 40 días, como mando Moisés, eran pobres pensé, y lo eran, eran pobres porque no portaban el cordero que hay que sacrificar por el parto de la madre, portaban dos avecillas.

Me acerqué a ellos y pedí permiso al padre, para tomar en brazos al pequeñín, el miro a la joven mamá, quien sonrió y me dijo. Toma cuidado. “No te moje”

Me reí, y le dije, no importa

Al tomarlo, el corazón me latió con fuerza, supe porque no traían el Cordero, no creo que ellos lo supiesen, a mí, se me reveló entonces, él era el Cordero, el Hijo que Dios inmolaría por nosotros. Era el Mesías. Mi ángel me puso de parte de Dios, en los labios las palabras que había de decir

Ahora Señor, puedes dejar a tu siervo irse en paz, porque mis ojos han contemplado, la Salvación que nos ofreces, Luz para iluminar a los gentiles, y gloria y orgullo de tu Pueblo Israel”

El pequeñín no paraba de llorar, al extrañar a su mamá, se lo di de nuevo, la felicite a ella y a su esposo por el hijo especial que Dios les había dado, los bendije.

Y, a mí pesar por mandato de mi ángel, le dije a ella que su Hijo sería bandera discutida, muchos caerían y se levantarían por su causa, y eso para ella sería una espada de dolor.

Vi como se le nublaban los ojos por el llanto, mientras apretaba al niño contra su pecho, como queriendo protegerlo, y que él la protegiera.

Volví a mi casa, sabiendo que aquel pequeñín, era el Enviado, sabiendo que no sería un Mesías como yo, y mi pueblo, bueno el Pueblo del Dios de Israel soñábamos.

Ahora permitidme un salto en el tiempo.

Ayer el sanedrín pidió al pretor romano, la muerte de un rabino de nuestro pueblo, de Jesús de Nazaret, pidió para él, la muerte de Cruz, no sé que habrá hecho, pero un judío nunca debe pedir a un gentil, la muerte de un hermano

Siento pena por él, por ese Jesús según nuestra Ley, morirá como un maldito. Siento pena por sus padres, sus hermanos, su familia. Es una deshonra

Iré ver quien es, pero no me quedaré, no me gustan las crucifixiones, y mañana he de comer el Cordero Pascual, con mis nietos e hijos, mi esposa hace años que se fue con los padres, pero ya hay biznietos

Llegue al lugar de las ejecuciones, tengo buena vista, pesé a los años, lo reconocí, por gracia de Dios, era el pequeñín, que un día tuve en mis brazos, entonces comprendí las Palabras que Dios había puesto en mis labios para su madre, que estaba allí a los pies, supe, que los que lo habían condenado, lo habían hecho por ignorancia, supe que Dios por él, los levantaría, que nos había levantado a todos, vi que La cruz no era maldición, sino bendición, abrazo de Dios a sus criaturas.

Y bendije al Dios de Israel

Han pasado 50 días desde aquello, han dicho que ha sido resucitado, levantado del Sheol por Dios, otros dicen que han robado su cuerpo, lo del robo ya os adelanto que es mentira.

Hoy se celebra la fiesta de Pentecostés, para agradecer al Señor las cosechas, y la Ley del Sinaí.

Aquí estoy cerca del Templo, con toda mi familia, cuando desde una de las casas señoriales cercanas, se abre una ventana, y oímos a los que están allí, hablar en lenguas que unos conocemos y otros no

Aquel hombre que habla primero, luego le siguen otros, nos dice que Jesús, el crucificado ha sido glorificado por Dios, que volverá, nos acusa pero de forma cariñosa de su muerte-

Le preguntamos qué hemos de hacer, nos manda bautizarnos en su Nombre, en el de Jesús, aquel día soy bautizado. No cambio mi nombre, algunos lo hacen.

Siento que soy un recién nacido. Miro a la Madre de Jesús, que me sonríe. Y siento que soy su hijo, su hermano, su siervo.

Mi vida está a punto de acabar, no de comenzar en plenitud

Fin.



La abuela asesina


La abuela asesina

Doña Clara García de Santoyanes. Esposa del empresario Santoyanes, madre de 3 hijos, ama de casa, miembro activo de grupos pro vida. No había una manifestación, contra el aborto, en la que no estuviera, miembro del Consejo parroquial; catequista, profesora de Religión, y muchas más cosas.

Se encontraba leyendo el informe médico, de su hija Clara de 16 años, a la que dio una sonora bofetada

Cómo has podido, fue eso lo que te enseñamos tu padre, y, yo.

La hija con la vista baja, lloraba a moco tendido. Al fin se decidió a hablar. Podemos casarnos, o tal vez no, pero puedes criarlo como tú hijo, o puedo darlo en adopción

Nada de eso, casarte con 16 años, no hija tú estás loca; yo no voy aparecer ahora con un hijo, máxime cuando mis amigas saben que se me retiro la regla hace 2 años, y no vamos a dar a nadie en adopción, todo se sabe. Simplemente no va haber niño.

Mamá, ya hay niño estoy embarazada

Eso no es nada, sangre, células nada. Voy a poner fin a esa locura

No, qué vas hacer tus amigas pro vida están frente a los centros aborteros, vas entrar conmigo, cómo

No vamos ir a ninguna clínica, pero conozco médicos de la misma que tienen consulta privada, en la que supuestamente no hacen abortos, y les pediré el favor.

No, mamá no voy dejar que mates a mi hijo, no abortaré

Harás lo que te mandé. Recuerda eres menor, sí fuese tuya la decisión de abortar, yo no podría impedirla con la nueva ley, pero en este caso, ninguno de mis amigos pro vida. Podría impedirlo; soy tu madre y tengo autoridad sobre ti.

Mañana iremos juntas a ver al ginecólogo, ven derecha a la salida del colegio.

Pero al día siguiente, Clarita no regreso a casa del colegio, los padres esperaron horas, al ver que era de noche y no había regresado, llamaron a sus amigas, no estaba con ninguna. Entonces empezó el protocolo de desapariciones, se pegaron carteles con la foto de la muchacha, los padres sobre todo Doña Clara, hablo en TV, en redes sociales. Pedía que por favor, si alguien tenía a su hija la devolviese, hablaba de lo buena niña que era.

Se hicieron batidas, un día, se encontró cerca de un acantilado, que daba a un río muy profundo. Restos de cabello, un trozo de uña, ropa manchada de sangre, que se pudo comprobar que pertenecía a Clarita, el río era imposible dragarlo.

El caso se cerró, Clarita había sido asesinada por un desaprensivo, que tal vez la violo, y su cuerpo arrojado al río.

Lo que nadie sabía es que Clarita, estaba viva, se había cortado el pelo y arrancado algunos mechones, luego se rompió una uña, se hizo un pequeño corte, para manchar su ropa con su sangre. Un amigo mayor sabía falsificar pasaporte, y le había hecho uno, en la que aparecía con otro color de pelo, y con nombre francés.

Y, Clarita se marcho a Francia, con poco dinero, por suerte hablaba perfectamente el francés.

Ya en Francia, decidió irse a un pueblo. Y fue allí en una aldea perdida de Lyon, la village du le brêbis, la aldea de las ovejas, donde conoció, a la Madame Chatallaí, una mujer viuda mayor, con hijos, y animales. Quien supo enseguida que Clarita era española, ella descendía de republicanos españoles; exiliados y en casa siempre habían hablado castellano. La mujer supo también el motivo, y se decidió apoyarla. Iban a decir a los vecinos que Clarita, bueno Jacqueline, era una sobrina que tenía en Argel, que había vuelto, la sobrina existía, pero no vendría porque había sido asesinada.

La señora Chatallai, ayudaba como comadrona, y tenía dependencias donde alojaba a mujeres que eran obligadas por sus padres, o esposos a abortar, ella las tenía en su casa, las cuidaba, las atendía en su parto, con ayuda de otras mujeres, y luego ellas decidían si daban el hijo en adopción, o se lo quedaban.

Cuando llego la hora de Clarita, también la atendió, nació una niña. La madre no quería que llevase el nombre de Clara, era el de la abuela que la quiso asesinar; pero Luisa, es decir la señora Chatallai, le hizo ver que era también el nombre de la madre valiente que lo dio todo porque viniese al mundo.

Clara es decir Jacqueline, completo sus estudios, se doctoro en medicina, rama de ginecología, quería colaborar con Luisa, a la que llamaba mamá, la hija creció en un ambiente sano, fue a la escuela, al colegio, al instituto.

Un día Clara, es decir Jacqueline, le habló de su historia, la niña ya de 17 años, quería venir a conocer a sus abuelos, pero Jacqueline, se negó, su abuela era Luisa, la señora de Santoyanes, había querido matarla, era una hipócrita.

Pero qué había pasado, con la madre de Clara. Pues al descubrir el asesinato de su hija, eso era lo que creían todos que había pasado, entró en una profunda depresión, trataba de negar su culpa, no tenía en quien buscar consuelo, pues nadie ni su esposo conocía la situación. Dejo de participar en los grupos pro vida, le recordaban a su hija, y dejo de participar en la parroquia en la catequesis, ya no frecuentaba los sacramentos, decía que había perdido la fe, en la Iglesia al ver la deriva que llevaba, que solo creía en Dios, pronto dejaría también de creer en Dios, bueno de decir que creía, de noche lloraba e intentaba rezar y pedir perdón, pero una voz oscura le decía que era inútil e hipócrita. Su esposo falleció, sus dos hijos Jaime y Encarna se casaron y se fueron del país quedo sola, sola

De noche se preguntaba, qué habría pasado si no hubiese querido matar a su nieto o nieta, tal vez ahora su hija y el pequeño o pequeña que ya sería un jovencito o jovencita vivirían con ella, otras se consolaba y se decía que su hija había sido atacada cuando volvía para casa del colegio. Pero la niña no había venido por el camino normal con sus compañeras, quería llegar tarde o intentarlo. Sí ella era la culpable de la muerte de los dos.

A veces pensó en confesarse, pero se dijo que sería una hipocresía. Y un día decidió poner fin a su sufrimiento. Tomándose un tubo de pastillas, antes en una carta explico sus motivos, su historia.

La encontró muerta su asistenta, su hija Clara en Francia nunca lo sabría, y naturalmente la nieta a la que quiso matar antes de nacer tampoco. Pero fueron la Misericordia de Dios y las oraciones de la nieta, que todos los días oraba a Dios por el alma de la abuelita Clara, la que permitieron que tuviese un instante de lucidez de contrición para invocar el perdón divino. Que claro está Dios no le negó. Aunque muchos al ver la carta, la imaginasen en el infierno, Clara García de Santoyanes, estaría tiempo en el purgatorio. Gracias a la nieta que no quería que naciera.

Fin



viernes, 17 de mayo de 2024

O zapateiro


O Zapateiro

Ricardo traballaba de zapateiro, no taller que herdará do seu pai. Dende que María Luisa, o deixará para largarse co seu amigo, e compañeiro de traballo Miguel, abandoando o mesmo tempo, a Ricardiño de dous meses, e Carmeliña de catro anos, él fora nai en pai, dos pequerrechos.

Axudado po la sua nai, e a sua sogra, que non veían ven, o feito por María Luisa, porque un fillo e un fillo, tamen a veces lle botaba unha man, cando tiña que sair de viaxe que non era un semple zapateiro remendón, se non tamén un pequeño fabricante. Moitas veces os nenos que xa tiñan, 8 e catro anos, quedaban con Clara, quen era tamen a sua catequista

Clara era unha rapaza de 39 anos, coidará toda a vida o seu pai, dende que esté quedará viuvo, os seus irmans, Felipe e Natalia, se desentenderon, porque Clara era soltera, ahora el padre de Clara, había pasado a mejor vida, no no había muerto. Se había casado con unha dona, a que levaba sesenta anos. E Clara quedou soa, sempre lle gostaron os nenos, por iso, e porque era cristiana, era catequista, sentíase feliz cos cativiños, ca sua inocencia.

Entre ises pequerrechos, estaba a filla de Ricardo, o neno veiao cando iba a casa, e a veces no taller si estaba con algunha das suas aboas

Aquela tarde como otras mais, levou uns zapatos para arrenchar, falaron do que lle ia costar, e Ricardo, invitouna a tomar un café, aquel seguiron outros nos devanceiros días, logo foi, o cine, o teatro...

Hasta que Ricardo, lle confesou que a quería, e Clara, dixolle que tamén

Eu pensei unha cosa, dime que che parece

O meu matrimonio non e nulo. Eu a Deus non lle mintó, e dicir non me vou inventar un tema de conciencia inexistente. E certo que Xesús dixo, que o que Deus unirá, naide o podía separar. Pero e se foi Deus, que nos separou a María Luisa e a min. Non o sei, o que sei e que Deus e Amor. Que meus fillos precisan unha nai, que te queren, que eu te amo.

Propoñoxe casar no xuzgado, o no Axuntamento, e logo ou antes da boda, asistir a Misa, e pedirlle xuntos a bendición a Deus

Clara estivo calada un intre e logo dixo, pareceme ben, que digo ben, moi ben. Pero quero decilo na igrexa, que decidan se me queren igual de catequista.

Na igrexa o cura mais novo, o dos cánticos, dixo que non. Pero D. Elías con sus 95 anos, dixo que por él ben.

Así se fixo. Hasta que algunas boas señoras, o enterarse de que, Clara e Ricardo estaban casados ante un xuez, decidiron quitar os seus fillos da catequesis, e ameazar con deixa de ir elas o culto, se non se lle prohibía a Clara ser catequista. Qué lles iba ensinar a os seus neniños unha pecadora coma Clara.

O Pai Elías, lembroulles que Clara, sempre estaba disposta axudar, mais do que elas pensaban e sabían, que coidaba velliños, axudaba a familias que tiñan fame. Etc.

Sí, pero Noso Señor dixo, que

  1. Elías non deixou que Doña Vicenta acabase la cita evánxelica, sei ben que dixo, pero no foi o único, tamen dixo. “Non xuzguedes, o que fagades a outro facedesmo a mí...” Clara no vai pervertir os nenos, a catequesis vai seguir igoal

    Pero as donas non cederón

    Así que lle tuvo que comunicar que non podía seguir de catequista, non se preocupe, viremolo ver, mudamonos de barrio, Ricardo vai aumentar o negocio. Aqui os locales eran moi caros, queremos mercar, e atopamos un bo local con vivenda arriba, e signamos a hipoteca. O que lle agradecería sei que o párroco da nova parroquia e seu amigo. Que me recomendasé para catequista. Sen decir nada daña miña situación. Non me refiron o párroco, senon as nais.

    E porqué o ia contar. Por certo vexo te moi guapa, tes un brillo especial

    E que levo un anxiño de Deus no meu ventre, estou embarazada

    Alegrome, Deus mandouvos o seu agasallo de boda, a sua bendición. Que o trailla con ben

    Un mes mais tarde Clara empezaba como catequista na nova parroquia, e seis meses mais tarde traía a o mundo dous mellizos, Alicia, y Elías

    Que como no, con permiso de su párroco actual, baptizou o vello cura D. Elías 

    Fin

Homenaxe o día  das letras galegas

Unha chamada dende O Ceo


Unha chamada dende o Ceo.

Lola, votou unha ollada a pantalla do seu teléfono, era Tereixa. Descolgou. Dende outro lado da liña, Tereixa dixolle

Lola, temos que quedar ista tarde na cafetería da Rua Real, na de sempre, xa sabes, non avises a Lourdes, e boa rapaza, pro non sabe calar nada. Vemonos as oito do serán. Hoxe o pequeno, come na casa do seu irmau

As oito e dez mínutos Lola e Tereixa reunianse na sua cafetería de sempre

Ben dixo Lola, mentras sorbía un grolo do seu “Albariños”, qué me tes que contar tan segredo"

Pois que tiven unha experiencia mistica, chamaronme dende o Ceo

¿Toleaches?

Non, non tolei, lembras o meu defunto esposo, Carlos, fai vinte anos que se foi pro Ceo

Sí, lembro

Pois chamoume honte mesmo por teléfono

¿Dende o Ceo?

Pra il, seguro que sí, sentíase féliz, ainda que o seu Ceo chamese New York

Non entendo nada, expricate

Expricome, ti sabes que o que todos pensabamos eu incluída, era que Carlos o meu home, había morto, xunto ca sua secretaria, o caer o coche no que iban o mar, en Guijón, o vehiculo recuperouse das augas pro os corpos ainda que se buscaron, foi imposible atopalos, deronse moitas explicación, e foron declarados mortos. Pois ben non morreran, fuxiran con pasaportes falsos, os EE. UU. Alí casaron, pero agora queré o divorcio, declarar que esta vivo, e casar co seu nome propio.

Lola, comeu unha gamba, bebou otro grolo de Albariño, e dixo.

Imaxino, que llo darás

¿Darlle o qué?

O divorcio

Pois non filla, pois non. Pra min il está morto, eu son unha muller casada en segundas núpcias, tras a morte do seu amado esposo, nun desgraciado accidente. Sé lle dou o divorcio, quedo como unha muller, que ten que deixar o seu home, e como moito casar con él de novo, so ante un xuez o un alcalde, eu son católica

Xa pero e que o teu matrimonio e nulo, pois Carlos estaba vivo, ainda que non o soupeses

Hai mais cousas, tería que decirlles os meus fillos maiores que o seu pai, era un mal home, maltratabame psicolóxicamente, a penas se ocupaba diles. Como ainda eran novos, eu sempre lles falei ben; dixenlles, que se non estaba moito na casa, era porque tiña moito traballo, pero que os bicaba cada noite o chegar a casa.

Qué lle vas decir logo. 

Que siga como está, que eu son a sua víuva, e agora a muller de Vicente, que e o meu home por voluntad de Deus

Eu consultaría con D. Alfredo

Fareino pero o que me diga o cura, non me vai facer cambiar, a miña conciencia e clara, e se erró, Deus me xuzgue co seu Amor, e a sua Misericordia.

A mañan seguinte, Tereixa falou con D. Alfredo, el Padre Alfredo un cura dominico, xoven. Que a escoutou atento, como facía sempre.

“Filla, fai o que che diga a tua conciencia, eu podo che falar de leis, pero non podo entrar no santuario da tua iama, ahi so, pode Xesús o Noso Señor, se pensás que fas ben, faino. De feito non fas dano a ninguén, nin das escandalo. E a conciencia e cousa de cada un e de Deus; pro iso, lembra que a Deus non se lle engana. Se querés podes anular o matrimonio con Vicente, e casarvos de novo en segredo”

E porque Padre, se xa o estamos, non lle parece que é unha hipocresía, Carlos morreu e resucitou no New York

“Sabes qué che digo, que case que tes razón; qué opina Vicente, nada, non sabé nada, nin o vai saber”

Hastra domingo Tereixa

Hastra o domingo Padre Alfredo

A mañan seguinte, Tereixa chamou a New York, o teléfono que tiña apuntado de Carlos

Unha voz en ingles, a quen non entendía nada, e que o fin lle puxo con unha persoa, que mal falaba o castelán. E que lle informou que o Señor Carlos Suárez, ( o apellido era falso; o que tomara para fuxir); morrera o caer o seu coche no río Hudson, se quería falar ca sua víuva

Non, graciñas dixo Tereixa, digalle que a viúva de D. Carlos Peranias, lle manda unha aperta de condolencia. Que Deus o descansé.

Tereixa colgou e sorriú, Deus fai todo ben. Agora sí que Carlos estaba no Ceo, ou no Purgatorio, por que 

Deus e bon. Que se non...

Fin.

Homenaxe no día das letras galegas


Un neno roubado


Un neno roubado

O comisario Xelmírez. Levantou o auricular do teléfono, do seu despacho.

Bos días, aquí o comisario Xelmírez. Quen fala

Bos días. Comisario. Son eu, Aniña Gómez, roubaronnos o neno

Qué, qué dí. Qué lles roubaron qué, descolpe, pro non a entendín ben

Pois iso, que nos roubaron o neno

A qué perderon un cativiño

Non. Que nos roubaron o neno, iso dixen

Miré, pode vir pola comisaría, pra facer a denuncia

E porque non mandan uns gardas eiqui, doulle a dirección, ainda que debería bastarlles con nome do lugar. Ainda que sospeito que non, xa que polo que vexo no me recoñeceu.

E digame miña dona, porque carallo, tiña eu que recoñecela

Por que son a directora do museo de arte sacro arqueolóxicoo, por iso

Naquel intre o comisario Xelmírez brincou no seu asento. Logo tras beber un grolo de auga dicho

¿O Museo de arte sacro arqueoloxico; logo e vostede a Licenciada en arte sacro, Doña Ana Gómez?

A mesma, comisario

Pois ten que descolpar pro non a coñecín, craro co nome que me deu. Pero ben, agora entendo. Tratase de unha talla antiga do Neno Xesús

Pois non comisario, a talla do Neno Xesús, está conmigo no meu despacho, o que nos roubaron en un neno de verdad. De carne e oso. Mellor veñan por eiqui

Agardenos dentro dunha hora estaremos no seu despacho.

Unha hora e carto mais tarde Xelmírez e a policia, Laura Monsalva, chegaban o museo

Ana Gómez, recibiunos na porta, e guíonos hastra o seu despacho

Tomen asento por favor. Como ven, eiquí teño a talla do Neno Xesús, atopado nunhas excavacións, tratase de unha imagen de arte románico do seculo, XI, transición o XII. Que está no meu despacho, porque a estiven reparado. Como saben tamen son reparadora de arte

Ben, moi ben. Dixo Xelmírez que xa empezaba a ter dor de testa. Todo o que nos acaba de contar. Sintollo pro no, nos interesa ni nos val, pra nada. Xa que a denuncia e que lles roubaron un neno, de verdad. E Iso chamase secuestro

Non, comisario. Chamase roubo. Naide secuestrou o meu sobriño, roubarono porque o confundiron co Neno Xésus

Home, non diga parvadas. Qué ia confundir un neno mexón, con unha talla de madeira, vamos nin un cego

Se deixan que lles explique o mellor entenden algo máis. Dixo Ana Gómez

Pois explique, respostou Laura, que ainda gracias o Ceo, non abrirá a boca

Pois ben, a talla do Neno Xésus estaba vestida, non sei quen tivo a idea de vestila, xa que unha imaxen do Neno divino, espido, e así se expoñera no museo, o na capela de Catedral. Cavilo que o mellor o vestiron pra cubrir os danos que tiña a talla, o caso foi que como tiven que reparalo, aproveitei en vestín con roupiña parecida o meu sobriño, e puxeno nun berce como se fosé o Neno Xésus. E levarono

Pois xa o devolverán. Pra que o queren.

Ou non, son mala xente, o mellor fanlle dano. Atopeno por favor, importame moito mais, ca talla de Xesús Neno.

Media hora mais tarde, tras tomar nota do que había que tomar nota, Xelmírez e Laura sairon do museo 

E agora, por onde empezamos a buscar. Naide toma datos de quen entra nun museo

Ocorreseme comisario. Dixo Laura, podemso facer unhas inquisas sobor do amor o arte, po las casas, mandamos uns axentes de paisano, e así, podemos saber quen foi o museo onte a atardecida

Este pobo ten mais de mil habitantes, non podemos interrogalos a todos;

 E que a todos non hai que investigar, polo censo podemos saber mais ou menos, quenes poideron ir o museo, e leva lo neno

Laura. ¿digame cree vostede  que alguén, ainda que sexa cego, pode confundir un anxiño de carne e oso, con un anaco de madeira vella. Aquí hai algo mais. E qué se lle iba ocurrir a unha experta en arte, poñer un neno de carne, pra dar o pego dunha talla de madeira

E raro, sí comisario

Raro non e imposible. Temos que ir con unha orden de rexistro, a casa da directora de Ana Gómez

Pro iso non ten, pes nin cabeza. Era o seu sobriño,

 Sobriño que ela quere roubar e con pasaporte falso, fuxir do país, levando o neno como se fose seu fillo

Sintollo comisario, pro iso pareceme unha toleada.

Ben, voulle contar algo que tal vez non sepa vostede Laura, e segredo.

Ana Gómez estivo medio líada co seu cuñado, ainda non o era, fara dous anos, o sumo, pode que tres, Ana quedou embarazada, e como o futuro cuñado, xa tiña os ollos postos na irma de Ana, en Gabriela, convenceuna, forzouna o que fose de que abortase. Ana abortou, e quedou esteril. Pero iso non foi o peor, o peor e que estivo de depresión, con sindrome post aborto, intentou matarse varias veces, e por riba, veu como a sua irma casaba con Alfrediño, o seu antigo amigo, logo o necemento do sobriño. No fondo Ana, pensó que cree que o pequeno roubado, e o seu fillo non nato, morto que lle devolvé o Ceo

Que espanto. Comisario, Vamos logo pedir a orden de rexistro

O Xuez Carlos Funchal, non quería dar a ordén, tardaron un bo rato en conseguila

Con ela na mán presentaronse na casa de Ana Gómez, alí estaba o cativiño.

 Queda detida por secuestro dun menor, denuncia falsa. Vai estar un bon tempo na cadea

Por levar un neno da miña sangue, e crialo como Deus manda, vou a cadea; por matar o que tiña no meu ventre non, maldito país, malditas leies, malditos que nes as fixeron. Eu sei que iste non e o meu pequeno, o pequeno que non cheguei a parir vivo, pero e o seu irmau, fillo do mesmo mal home que me obligou a desfacerme do meu. Sí xa sei que non foi a punta de pistola, que non teño perdon de Deus, pero con isto él sufriría coma sufró eu.

E a sua irma. Qué me dí do dor da sua irma

A miña irma, rouboume o home que amaba, non fixo nada porque non fora o abortorio, e mais alentoume, Non subcomisaria, non me da pena. Saben que lles digo, que vexo ben que me condeen a moitos anos de cadea, na miña conciencia ante Deus, son cristiana, vereino como a condea do meu crimen.

Pero antes poden agardar un intre queró estar co meu neniño, vou o salón non fuxo. Estamos nun carto piso

O Neno está eiquí.

Non falo diste, dixo bicando o rolo. So un intre

Ana Gómez entrou, no salón. De supeto berros que viñan da rúa , entraron o salón, a fiestra aberta, e o corpo de Ana Gómez no chan

Que Deus Amor e Misericordia, a acolla no seu Seo, o lado do seu picariño, foi unha morte por amor de nai.

Laura persignouse e dixo

Acolle Señor Xesús a tua serva Ana, tí amigo de pecadores, e feridos, non a deixes sola, pois por ela, pendiches da cruz, que as tuas mans, taladradas, enxoguen o pranto dos seus ollos, dalle o descanso eterno” amen

Por deseo de la familia de Ana Gómez, se ocultó que fose un suicidio, e todo o que había detrás, dixose que a visita da policia había sido, por un posible tráfico de pezas roubadas, e a caida dende a fiestra fora un lamentable accidente.

Fin.

Mi aportación a o día das letras  galegas

martes, 14 de mayo de 2024

El anillo


El anillo. Cuento

Rosalía y Elena eran amigas, desde hacía tiempo, según ambas, eran inseparables.

Rosalía era de una clase social superior, y su situación económica era más holgada que la de Elena, quien pertenecía a una clase social más baja

Un día Rosalía estuvo limpiando sus joyas, llego Elena y se las enseño, sobre todo un anillo que heredara de su abuela

Al día siguiente no encontraba el anillo, y llamó a Elena, para preguntarle, sí se acordaba donde lo podría haber guardado, pero Elena le dijo que no, cuando ella se fue de su casa, Rosalía seguía limpiandolas.

Rosalía espero que el jueves viniese la señora que una vez a la semana, hacía limpieza, para pedirle, que le ayudase a buscarlo, pero fue infructuosa, aunque removieron cojines mesas sillas, nada, se había esfumado

Pasaron como unos pocos días, y Elena quedó con Rosalía en una cafetería, unos parientes que tenía en el extranjero le habían traído un regalo y quería compartir su alegría con ella

Rosalía acudió, y entonces Elena le mostro su mano, para que viese el anillo, que llevaba, Rosalía solo dijo una palabra. “ladrona”

Elena le preguntó si estaba loca, aquel anillo se lo habían traído sus parientes

“Ese anillo es mío, me lo robaste en mi casa, el día que te lo enseñé” dijo Rosalía

Elena insistía en que no

Y, Rosalía se fue presentar una denuncia, que no prospero, porque anillos como aquel había muchos

Pero rompió la amistad, y lo que es peor, Rosalía se dedico a decir a todo el mundo, lo que según ella le había hecho Elena

Así que a Elena, poco a poco, todos salvo una tendera y una panadera, y el párroco de su iglesia, le fueron haciendo el vacío.

Lo que la llevó a caer en una depresión que poco poco la iba minando, y antes de que acabasé con su vida, se fue vivir a otro pueblo

Mientras fueron pasando los meses y algunos años

Llego el día en que Rosalía debía dejar su casa, pues el edificio, iba ser demolido

Fue entonces cuando al sacar el divan del salón, uno de los operarios encontro, lo que al principio tomó por otra cosa, pegado a una de las patas del divan cerca de la pared, en la esquina misma estaba el anillo

No puede ser, dijo Rosalía, pobre Elena, tengo que llamarla

Como conocía el teléfono de Elena tanto su móvil, como él de la casa, donde estaba, la llamó, le contó lo sucedido, le pidió perdón y espero

Elena le dijo, tu acusación casí me cuesta la vida, llegué a pensar en el suicidio,me mataste socialmente, yo no podía tener un anillo igual, ahora vienes y me pides perdón, pues no te lo doy; porque sí no hubiéses encontrado tu anillo, seguirías viéndome como una ladrona.Dicho esto colgo

Pasaron años, en ese tiempo Rosalía trato de deshacer la mentira que había extendido sobre Elena

Un día se enteró de que Elena estaba hospitalizada muy grave, no tenía quien la cuidase, Rosalía decidió hacerlo ella, la velaba en el hospital, y cuando le dieron “el alta”, ya en casa de Elena, la vestía, la lavaba, le daba de comer, cuando Elena fue mejorando, con la ayuda médica y los cuidados de Rosalía

Se extraño al verla, Rosalía volvió a pedirle perdón, pero Elena la paro en seco

Perdón me pides, sí jamás podre pagarte, lo hará Dios lo que hiciste y estás haciendo conmigo, el pasado no importa amiga, importa el presente, las dos en el pasado nos portamos mal, yo lo hice al no perdonarte, pero el Señor permitió esta enfermedad mia, para que nuestra amistad saliese de su guadiana.

Ven dame un abrazo.

Fin