sábado, 22 de febrero de 2025

El altar

 El altar 

Belinda acompañada de sus padres recorría la iglesia. Te casarás aquí en el altar La Virgen del Rosario, sobre este altar dejarás tu ramo de novia, tú ramo de azahar.

Saldrás llevando una rosa blanca que yo como madrina te entregaré 

Belinda sonrió faltaban aún cuatro meses para que se convirtiese en la señora de D. Claudio Arcada

Aquella noche cenaría con su prometido.

Durante la cena Claudio le comunicó que su boda tendría que retrasarse tres meses más. La empresa de la que era segundo director, querían que pasara 5 meses en la filial de Frankfurt, y otros dos posiblemente tres no más. Aunque aceptaban hombres casados para ésto querían, exigían fuese soltero. Si todo iba bien, ascendiera o no se casarían

Y, por qué no les dices que no te interesa aspirar al ascenso

Cariño, porque no tardarían en hacer que me fuera. Ellos quieren gente competitiva. ¿No, pensarás que te voy a cambiar por una teutona?

Belinda sonrió

A la mañana siguiente en el desayuno lo confío a sus padres, la boda tendría que celebrarse posiblemente dentro de un año, lo más pronto en 7 meses como muy pronto en 6 meses.

Sus padres escuchaban atentos 

De pronto la madre dijo no pasa nada. Cuando sea, será 

Si pasa algo mamà, no podré llevar el ramo de azahar, ni ir de blanco, desentonaría de mi barriga o si es más tarde de llevar un niño en brazos. Me casaré con un traje de coctel y sobre el altar dejaré el ramo que llevé 

Dámaso el padre, miró a su esposa

Luego dijo 

Que inocente eres, lo tuyo tiene arreglo. Tú no te casarás encinta, porque eso lo va solucionar un amigo mío que es doctor, y no es la primera vez que hace ese trabajo. Cuando sea te casas y cuando sea el momento serás madre

Ya lo soy, parirlo. Porque enteraros lo voy a parir, sólo será poner lo a la vista del mundo.

Olvídate hija. Somos personas importantes, colaboramos con la iglesia. Se supone que nuestra hija ha respetado el 6⁰ mandamiento, y se casa virgen 

Y para vuestra hipocresía violais el 4⁰, el 5⁰ y el 8⁰

No. Tendré a mi hijo

En ese caso tendrás que ir te de casa 

Lo haré 

Belinda llamó llorando a Claudio. Le dijo que precisaba hablar le

Cuando estuvieron juntos lo puso al tanto esperaba su apoyo; pero Claudio pensaba como sus padres. Y, Belinda rompió con él. Unos días más tarde Dejaba dando un portazo la casa de los que ya no consideraba sus padres y se marchaba a otra ciudad

Donde primero atracó fue en la pensión de Doña Celia una viuda que ejercía de madre de sus huéspedes y que la felicito por su valentía. Ella haría de abuela del que naciese

Celia le encontró trabajo en la peluquería a la que iba todas las semanas, hacer se la permanente.

Belinda se adaptó bien a la peluquería las clientas la adoraban

Tuvo un niño. Doña Celia fue su madrina. Le puso de nombre Fernando, fue entonces cuando reveló a Belinda que tenía dos hijos Fernando casado en Francia. Y Sofía monja de clausura 

No sabía usted era viuda 

Es que no lo soy. Mis hijos nacieron en la guerra, un miliciano comunista me violó, todo el mundo me recomendó lo mismo que a tí, hasta un cura y una monja dijeron que seguramente teniendo en cuenta el padre. Dios no lo tendría por pecado. Les dije que si tenía padre, también tenía madre, que era yo. Y, que a Dios no le gustan las madres asesinas.

Pido a Dios que no les perdoné por eso rezo para que no los matasen, el martirio borraría su culpa. La niña también fue fruto de una violación, me violó un joven falangista, falangista sólo de uniforme. Un grupo de anarquistas y comunistas me acogieron y protegieron. Me animaron a tener el niño. El mal comprendí no es lo mismo que el bien propiedad de ninguna ideología

Rezo a Dios por ellos que no mueran sin conocerlo.

Varios meses más tarde vino Fernando, venía con dos niñas y un niño. Su esposa había muerto al intentar cruzar una vía del tren.

Nada más ver se, Belinda y Fernando supieron que habían sido creados el Uno para la otra, la otra para el uno. Se casaron a los dos años del regreso de Fernando.

Belinda era un novia original. Vestía de azul claro no llevaba ramo en su lugar llevaba un niño de cada mano, otro niño y una niña vestidos de blanco portaban las arras.

Fueron una familia feliz a la que llegaron más hijos.

Fernando hijo se hizo sacerdote. Fue destinado al pueblo de su madre. Conocía su historia y pedía a Dios por el cobarde que lo engendrará, pues su padre era Fernando, también pedía por los padres de su madre

Un día lo avisaron del hospital para que fuese atender a tres heridos graves en un accidente. Habían pedido un sacerdote

Fernando escuchó la confesión del hombre, no quería morir sin el perdón de Dios por haber querido matar a su nieto. Fernando supo estaba hablando con su abuelo lo consoló, lo absolvió. Puso un beso en su frente, y le dijo que era su nieto y como nieto también le perdonaba. La mujer resultó su abuela, el hombre su padre. Todos murieron reconciliados con Dios. Mediante la absolución de un sacerdote que compartía su sangre, y al que habían querido matar cuando aún no había nacido. Bendijo a su madre a su abuela Celia a Fernando su verdadero padre; no podría hablar lo con nadie. Sólo con Jesús que cada día bajaba al Pan y el Vino en el altar. Cuando pronunciaba las mismas palabras de Jesús en el Cenáculo. Cuando Fernando cedía místicamente su sitio a Jesús de Nazaret. Pan y Vino que se convertían en La Sangre y el Cuerpo del Hijo de María. Gracias a que Belinda la madre de Fernando no quiso profanar el altar poniendo sobre él flores malditas, flores de sangre.

Fin


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