El niño robado
El comisario Xelmírez. Levantó el auricular del teléfono, de su despacho
Buenos días. Aquí el comisario Xelmírez. Quién llama
Buenos días comisario. Soy yo, Anita Gómez. Nos han robado el niño.
Qué, qué es lo que dice. Qué fue lo qué les han robado; disculpé pero no entiendo lo que dice.
Pues lo que oyó que nos han robado el niño
Ahora la entiendo. Han perdido un pequeño.
No, lo que acabo de decir es que nos han robado el niño. Eso es lo que le estoy diciendo.
Pues venga a la comisaría, y haga la denuncia
Y, porque no, vienen unos policías aquí; le doy la dirección, aunque la verdad debería bastar con el nombre del lugar. Aunque temo que no, dado que por lo que se ve no me ha reconocido.
Bien señora, por qué carajo. ¿Tendría que reconocerla?
Pues porque soy la directora del museo de arte sacro arqueológico. Simplemente por eso.
En aquel instante el comisario Xelmírez dió un salto y tras tomar un trago de agua. Dijo
¿ El Museo de arte sacro arqueológico. Entonces es usted la licenciada en arte sacro. Doña Ana Gómez?
Así es comisario
Le pido disculpas pero no supe que era usted. Aunque con el nombre que me dió. Bien, ya veo de que va el robo. De una talla antigua del Niño Jesús.
Se equivoca, comisario, la talla del Niño Jesús, está en mi despacho. Lo que nos han robado es un niño de verdad, un niño de carne y hueso. Lo mejor es que venga hasta aquí.
Esperenos, en una hora estaremos en su despacho.
Una hora y cuarto más tarde Xelmírez y la policía, Laura Mansalva. Llegaban al museo.
Ana Gómez los esperaba en la puerta y los condujo hasta su despacho.
Hagan el favor de tomar asiento. Como pueden comprobar. Aquí está la talla del Niño Jesús, encontrado en unas excavaciones; se trata de una imagen de arte románico del siglo XII transición al XIII. La tengo aquí en mi despacho, porque he estado restaurando la. Como saben soy restauradora de arte.
Bien, muy bien. Dijo Xelmírez al que todo aquello le estaba levantando dolor de cabeza. Todo lo que nos ha costado sintiéndolo mucho no nos interesa porque no, nos vale para nada. Ya que la denuncia es sobre el robo de un niño de verdad. Y, eso se llama secuestro.
No, comisario. Se llama robo. Nadie secuestro a mí sobrino, lo robaron, porque lo confundieron con El Niño Jesús.
Hombre, no digas tonterías. Quién iba confundir un meoncete con una talla de madera. Ni un ciego
Sí me dejan que les explique. Es posible que lo entiendan
Bien explique se. Respondió Laura. Que a Dios gracias aún no había abierto la boca
Ana Gómez tomó la palabra. “La talla del Niño Jesús estaba vestida. No se de quién sería la idea, puesto que es una imagen del Divino Niño desnudo, y así será expuesto en el museo o en la capilla de la catedral. Me imagino que posiblemente lo vistieran para tapar los daños de la talla
Bueno eso ahora no importa. Como tenía que restaurar lo, aproveche y lo vestí con ropa parecida a la de mi sobrino, y coloque a mi sobrino en la cuna como si fuese el Niño Jesús. Y lo llevaron.
Ya lo devolverán. No les vale para nada
Oh no, no son buenas personas, tengo miedo de que le hagan daño. Por favor encuentre lo, tiene para mí más valor que la talla del Niño Jesús
Media hora más tarde; tras tomar las notas pertinentes Xelmírez y Laura, salieron del museo
Bueno. Por dónde empezamos. Los museos no toman los datos a los visitantes.
Comisario. Estoy pensando. Que podemos hacer encuestas sobre arte, por las casas enviamos unos agentes de paisano. Y, podremos averiguar quién o quienes fueron al museo ayer a la caída de la tarde
Este pueblo tiene más de mil habitantes. No tenemos tiempo para interrogarlos a todos
Es que a todos no es necesario. Por el censo podemos saber, quienes pudieron ir al museo y llevar el niño.
Laura, ¿Dígame usted cree que alguien, incluso un ciego. Puede confundir un angelito de carne y hueso, con un pedazo de madera vieja. Aquí hay algo más. Y que se le iba ocurrir a una experta en arte, colocar niño de verdad, para hacer lo pasar por una talla de madera ?
Es cierto comisario. Es raro
Raro no, imposible. Tenemos que ir con una orden de registro, al domicilio de la directora de Ana Gómez
Eso es una locura. Era, es su sobrino.
Sobrino que pretende robar. Y huir del país con pasaporte falso, haciendo pasar el niño como su hijo
Discúlpeme comisario. Pero lo que dice no tiene ni pies ni cabeza
Está bien ésto que le voy a contar, es posible que usted no lo sepa. Pero recuerde es absolutamente secreto
Ana Gómez estuvo medio liada con su cuñado, lo cierto es que por aquellas aún no lo era. Hará dos años tres a lo sumo.
Ana quedó embarazada, y como el futuro cuñado ya le echará la vista a Gabriela la hermana de Ana la convención,la forzó o lo que fuese para que abortase.
Ana aborto, y quedó estéril. Y, eso fue lo peor. Lo peor es que estuvo con depresión con síndrome post aborto intento matarse varias veces. Y, por si fuera poco, vio como su madre casaba con Alfredito su antiguo amigo, más tarde el nacimiento del sobrino. Pienso que Ana en el fondo cree que es su hijo no nato muerto, y que se lo devuelve el Cielo.
Que espanto, comisario. Vamos pues a pedir la orden de registro
El juez Carlos Funchal, se negaba a dar la orden les llevo un buen rato convencer lo
Con la orden en la mano se presentaron en casa de Ana Gómez, allí estaba el pequeño.
Queda arrestada por secuestro de un menor y denuncia falsa. Va Pasar una buena temporada en la cárcel
Por llevar un niño de mi sangre, para criarlo como Dió manda; voy a la cárcel, por matar él que llevaba en mi vientre no, maldito país, malditas leyes, malditos los que las hicieron. Yo se que esté no es mi hijo. El hijo que no llegue a parir vivo, pero es su hermano hijo del mismo mal hombre que me obligó a deshacerme del mío. Ya lo sé no lo hizo a punta de pistola, yo tampoco tengo perdón de Dios. Pero él sufrirá como sufro yo
¿Y, su hermana. Qué me dice del dolor de su hermana?
Mi hermana me robó el hombre que amaba. No hizo nada al contrario me alentó a que fuese al abortorio
No, inspectora no me da pena. Saben que les digo. Veo me condenen a muchos años de cárcel, en mi conciencia ante Dios, soy cristiana lo acogeré como la condena de mi crimen
Pero antes. ¿Pueden aguardar un momento, quiero estar con mi niño, voy al salón no me escapo. Estamos en un cuarto piso.
El niño está aquí
No hablo de este. Dijo besando al rorro. Sólo un instante.
Ana Gómez entró en el salón. De pronto gritos que venían de la calle; entraron al salón la ventana estaba abierta y el cuerpo de Ana Gómez en el suelo de la calle.
Que Dios Amor y Misericordia, la acoja en Seno al lado de su pequeñuelo. Fue una muerte por amor de madre.
Laura se persignó y dijo
“Acoge Señor Jesús a tu sierva Ana, tú amigo de pecadores y heridos no la dejes sola pues por ella colgaste del madero de la Cruz. Que tus manos taladradas enjuguen el llanto de sus ojos. Dale el descanso eterno amén.
Por deseo de la familia de Ana Gómez se oculto que fuese un suicidio, y todo lo que había detrás. La visita de la policía se atribuyó a un posible tráfico de piezas robadas. Y la caída desde la ventana a un lamentable accidente.
Fin.
Traducción del relato
“O Neno robado”