miércoles, 15 de marzo de 2017

El Talismán



El Talismán

Claudia vivía en la calle, siempre huyendo, rebuscando en la basura algo que llevarse a la boca; implorando una limosna a la salida de los templos, y malvendiendo su cuerpo, a los soldados que regresaban de Britania, o, a un centurión borracho
No era la favorita de la diosa fortuna, desde que fue arrancada de los brazos de su madre, y vendida como esclava, violada a los 15 años, por un amo cruel; había ido brincando de amo, en amo, hasta que a los 22 años decidió huir a través de los montes
Tenía 28 años, y ya era vieja
Necesito, se dijo a sí misma, “Un talismán”, que me proteja y me de suerte, tengo que hallarlo
Hacía tiempo había oído hablar de los cristianos, aquellos impíos adoradores de una cabeza de asno; asesinos de niños, caníbales; los buenos emperadores, bien lo sabían, Los Dioses, hacían lo que podían por acabar con ellos, pero se multiplicaban como las garrapatas, era como si muriesen, y, tornasen de nuevo a la vida. Era como si los protegiese un talismán invisible. Tenía que acercarse a uno de ellos a un cristiano, para robarle, si lo tenían el talismán, bueno que lo tenían, estaba claro que si lo tenían de lo contrario, hacía tiempo que se hubieran esfumado
El problema era, cómo acercarse a uno de ellos
Decidió averiguar y probo suerte en una casa, sabía que eran muy caritativos; seguramente para  captar a sus víctimas; pues si no, conque otra intención iban hacerlo, ellos que no creían en los benditos Dioses ni adoraban al sagrado emperador, su filantropía por el prójimo no podía ser desinteresada
Consiguió ser acogida  en la casa de un cristiano, le dieron ropa limpia, comida y durante dos días durmió en una cama, observo una pequeña cruz de madera, en todas las habitaciones, y al pecho de cada miembro de la casa, oculto bajo el peplo
Pregunto que era, aunque ya lo sabía era una cruz, representación de la forma más vil y  cruel de morir; sólo al usar ese símbolo ya mostraban lo que eran, claro que si era un talismán, y seguro que lo era, ella también lo llevaría  oculto bajo su peplo
Por si fuera poco, la matrona cristiana que la tenía acogida le dijo, que La Cruz era fuente de salud, y de vida eterna, de dicha imperecedera, de perdón en ella, se hallaba todo, lo que el ser humano podría desear, porque Jesús había muerto en ella
A Claudia Jesús no le importaba, pero si con la cruz,  lo tenía todo, si  hasta daba la vida para siempre, claro ahora se explicaba porque no podían acabar con ellos, no morían, aunque lo pareciese, o si lo hacían renacían
Tenía que hacerse con una cruz, pensó en pedirla pero lo vio peligroso, asi que aquella noche, robo una de la cuna de los niños, ocultándola en su ropa.
Después por cobrar unas monedas, y creyendo ayudar al Imperio, denunció a la familia que la había acogido
Todos fueron martirizados, Claudia, sintió escalofríos cuando los vio, en la arena del Circo, destrozados por las fieras, y no volvieron, lo que se le quedo grabado, fue su mirada de perdón, su paz, aquellos no eran criminales
Los criminales no mueren así,
Pasó el tiempo, su vida no mejoraba, al contrario estuvo a punto de morir como consecuencia de una paliza que le propino un borracho, al dormir en la calle sus heridas se le infectaron; el talismán no valía para nada. Es posible incluso que fuese una venganza de los cristianos
Pero ellos la habían perdonado, no entendía nada, su cuerpo ardía con la fiebre, se desplomó en la calle
Cuando abrió los ojos, estaba en una cama, alguien había limpiado sus heridas
¿Cómo estas Claudia?; dijo una voz que le sonó familiar; y lo era,  se trataba de una de las hijas de la familia, a la que ella había traicionado, la hija mayor ya viuda, que vivía en otra cosa, Claudia la había visto en la casa de la buena matrona
Fingiendo ignorancia, Claudia, le pregunto por sus padres y hermanos, qué  era de ellos; pretendía, averiguar, si conocía lo sucedido
Y claro que lo conocía; pero no la odiaba, la amaba porque era su hermana, y se río, cuando Claudio le hablo de su mala suerte, de la mala suerte que le diera, “el talismán”; y con mucha paciencia, fue poco a poco, destruyendo las supersticiones, que había en su corazón, para hablarle después del Dios de Jesús
Y, la luz de la fe,  fue prendiendo en el corazón de la joven Claudia, su decisión estaba tomada, seria cristiana
Pero a los pocos días, fue encarcelada junto con María, que fue condenada a muerte, a Claudia se le iba a pagar con la libertad y unas monedas, pues el  pretor la conocía de la vez anterior; y pensó que había sido ella la que había denunciado a la joven viuda
Pero como insistía en que era cristiana, fue conducida, tras torturarla al mismo calabozo, sucio y hediondo donde se hallaba María, Claudia ya no temía la muerte, sólo el  morir sin las aguas del bautismo, y, no entrar en el Cielo, María la tranquilizo, moriría sin bautizar, pero entraría en el Cielo, su sangre sería su bautismo
La primera en ser martirizada fue María, murió atada a una Cruz de fuego, para Claudia habían destinado una pantera negra, brillante, que ella no vio como una fiera, si no como un ángel amigo, que le traía las llaves de su Casa
Sus últimas palabras fueron, Jesús perdóname, te conocí tarde, pero ahora no me  rechaces
La respuesta, la escucho del propio Jesús en una fiesta que aún dura, y se renueva cada día
Fue así como supo que el talismán, si funcionaba

Fin

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