El teatro de guiñol
El pequeño Luis, había ido con su
abuelo por primera vez, a ver un teatro de guiñol
Desde que se alzó el pequeño
telón, y aparecieron, el ogro, la princesa, la bruja, el príncipe, el soldado,
el aldeano etc.
Luis no apartaba los ojos, de los
títeres y escuchaba ávidamente los diálogos
En su inocente imaginación soñaba
con ver a la bruja convertida en una buena mujer, pero la historia sucedía
siempre como tenía que suceder, sin los cambios que hubiera deseado, así un día
tras otro; porque el pequeño quiso verla más de una vez, esperando siempre que
fuese distinta
Un día por fin, se decidió a
preguntar a su abuelo
Abuelo, por qué siempre es igual
El abuelo, D. Luis le dijo la
verdad, “porque son muñecos, títeres, seres de trapo, o de madera manejados por
actores que les hacen decir lo que quieren, ellos no tienen vida, no pueden
hacer nada, por eso la bruja, siempre será bruja, la princesa, princesa, y así
todos y cada uno de los personajes, que carecen de voluntad
Lo que es importante, Luis, es que
cuando seas mayor, tengas cuidado y en la función de Teatro que te toque
actuar, seas tú, y no otro, u otros quienes muevan los hilos; que seas tú sólo
quien actúe, pero siempre siguiendo al Guionista y de su mano
¿Al Guionista, quién es?
Es Dios, hijo mío; nunca dejes
que otros te lleven a hacer lo que no
quieras; y lo que es peor, te haga creer,
que es lo que tú quieres, se fiel a tu conciencia; pero todo esto que
estoy diciendo, te queda aún muy lejos; y
sé que no me comprendes, lo que tienes que hacer ahora, y será una
preparación para el futuro, es obedecer a los papás, ser bueno en el cole, y no
perderte la catequesis; lo otro vendrá después, pero te encontrará preparado
para tu papel, porque no lo olvides, la vida es un teatro, que la tuya, no sea
un teatro de guiñol
Fin
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