La ardilla
Pedro era cazador, aquella mañana en compañía de su amigo el perro, salió en busca de caza, de pronto vio unas pequeñas ardillas y decidió cazarlas, pero de pronto una ardilla más grande se interpuso y recibió el balazo, como el animal no se movía, pensó que había acertado y mando a Nei a buscar la pieza; Nei el perro era un pastor alemán muy bueno, bueno con los otros animales, sí la presa estaba muerta la llevaba a su amo, pero cuando un animalito, él que fuese tenía una herida, él le lamía la herida, para curarlo, se quedaba a su lado, le daba calor; por eso Pedro al ver que tardaba, decidió ir en su busca, y lo encontró dando calor y, lamiendo la herida de la ardilla.
Fue entonces cuando pudo observar que la ardilla estaba herida pero viva, y con su cuerpo protegía a las ardillas que al había querido cazar en un principio, se había puesto a tiro para salvar a sus cachorros, no pudo Pedro evitar una lagrima, con un pañuelo limpio vendo la herida de la mamá ardilla, y, la tomo a ella y a sus cachorros, a las ardillas pequeñas, las llevo a su casa, donde les preparo una caseta para vivir, en el jardín hasta que la mamá estuviera bien, también llamó al veterinario que cuidaba de Nei y de los otros animalitos de la casa, para que viese la herida.
Nei fue recompensado por su buena acción, la ardilla estuvo buena en poco tiempo, y, entonces la devolvió al campo; pero la ardilla no se olvido, y, muchas veces aparecía en la puerta de su casa, con sus crías o sola
¿ Sí dejo de ser cazador? Pues no, respetaba las leyes, y, el ser humano, es un depredador, un cazador por naturaleza, eso sí, sólo cazo animales que pudiera comer, al resto les cazaba con su cámara de fotos, pero la protagonista de la historia no es Pedro, sino la ardilla que puso en riesgo su vida para salvar sus crías, y el perro Nein, que pudo matar y devorar a la ardilla y sus crías y no lo hizo, sino que procuro curarla y ayudarla.
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