domingo, 16 de agosto de 2020

llave cuento de amor y desamor

Marta es la novia de Juan, él le ha dicho que es de una familia humilde, pero ella dice que no le importa, por fin llega el momento en que le pide sea su esposa, y, le entrega una llave, llave que abre su hogar, el hogar que antaño fue de sus padres, abuelos, pero lo que la llave abre es una casa vieja, destartalada, con muebles no antiguos viejos comidos por la polilla, Marta no se lo puede creer, cuando le hablaba de familia humilde, nunca pensó en eso, en miseria. Pero ella ama a Juan, ya vera como pueden arreglar aquello, si lo mira bien, no esta tan mal, algunos muebles se pueden arreglar, otros pues se tiran a la basura, a la casa se le da una pequeña mano de pintura, y, luego hacerla su hogar, seguro que  la puerta que no se abre, comunica a una huerta donde cultivaran sus verduras, y jugaran los hijos que Dios les dé

Al rato llega Juan, y, le pregunta que le parece, ella le dice que esa casa será su hogar, ellos dos lo conseguirán, cuando Dios bendiga su amor, entonces Juan, sale a la calle, y, vuelve con otros hombres, gracias les dice, ya pueden llevarse esto, su decorado cinematográfico, me vino muy bien; y, entonces queda al descubierto la entradas a un palacio, Juan indica a Marta su novia que pase, es un palacio ducal, porque él es el heredero de los Duques, del ducado de Ciro y Bolivar

Qué es esto, pregunta Marta
Nuestro hogar, como dijiste tú cariño
No, yo no dije que ésto era nuestro hogar, esto será su casa, señor Duque, yo dije que era nuestro hogar, la casa vieja, destartalada, que pensé había sido el hogar humilde del hombre que amaba, y, que me dijo siempre que era pobre

Pobre no, dije que era humilde, se puede ser duque  y humilde

Sí, pero no es tu caso Juan, porque si eras duque, como eres, debías decírmelo, no hacer lo que hiciste, no ocultar quien eras, como yo no te lo oculte a tí quien soy

Quería que me quisieras por mí, no por el ducado, por esos, pedí el decorado, ahora estoy seguro de tu amor, y, podemos casarnos

Tú estarás seguro de mi amor, pero yo no estoy segura del tuyo, y, como el amor es cosa de dos, no puedo casarme con un hombre que ha dudado de mi amor, y, lo ha puesto a prueba, que Dios le de una buena esposa, señor Duque.

Dicho esto dio la vuelta y abandono el palacio

Años más tarde el Duque se casaría en un matrimonio de conveniencia, y, Marta se casaría por amor con un barrendero, que nunca le oculto quien era.

Fin

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