lunes, 8 de julio de 2013

La urraca

La urraca es un ave negra, con el pico naranja: que suele tener fama de ladrona le encanta, todo lo que brilla,  de su valor pecuniario,  pasa bastante, en Galicia, las llamamos “ pegas”

El caso es que hace tiempo, sucedió  esta historia, que me contó mi abuela, y, yo, te cuento a ti.


Fue allá por el reinado de un rey, al que llamaron “ sabio”: en esa época había un hombre muy humilde, pero muy honrado. El cual trabajaba, haciendo recados: este hombre Samuel; era judío.

¿ Por cierto, sabes que tenemos que querer mucho a los judíos?; me  refiero  si eres cristiano, porque nos dieron muchas cosas, sobre todo a  Jesús:  que es judío, y, su Mamá también,  Ah, y,  de, deicidas nada, lo mismo que tú y, que yo.  Pero  sigamos con la historia.

En aquella época las personas en España, se querían por encima de todo,  pero siempre hay quien desentona

el caso es que uno de los que daban trabajo a Samuel era Pedro( él decía que era cristiano, y lo era, si nos atenemos a que sus padres lo habían  bautizado, pero sólo por eso, fuera de ello, su dios era el oro)


pues bien, Pedro tenía como empleado a Samuel, como una especie, de mensajero, pero como era joyero,  lo que le mandaba llevar  eran paquetes con joyas, con alhajas, y, un día, le entrego una caja con oro, y, piedras preciosas  para que; las llevase a un marqués; que las había comprado para obsequiar a su esposa.

 


Samuel  llevaba el encargo, a hombros, pero  en un momento del camino, sintió hambre, y, decidió tomar un bocado,  para ello, se sentó en una piedra del camino, y, coloco el petate en el que iba la caja, en el suelo: lo abrió, saco un pedazo de pan, para comer, y, se olvido de cerrarlo de nuevo; la urraca que revoloteaba por el lugar buscando comida para sus hijuelos, al ver tantas cosas brillantes, pues se sirvió.  El bueno de  nuestro amigo, ni se entero, de que faltaban cosas, pero si el marqués, y, señora, que  protestaron ante el joyero, y, este acuso a Samuel de ladrón; y, no contento con eso,  extendió ese insulto, a todo su pueblo y toda su raza

“Judío tenáis que ser, todos los de tu maldita raza, sois iguales. Maldito pueblo, no debería haber existido nunca un judio( lo que significa según estas palabras, que Jesús  Y Maria, nunca deberían haber nacido) claro que eso, seguro que no lo pensaba.

Los guardias registraron la casa donde vivía Samuel, con su hijito enfermo, él era viudo.  y, no encontraron nada de lo que buscaban.

Entonces lo torturaron para que dijese, donde estaban las joyas robadas, pero no podía decirlo, porque no lo sabía.  Por último lo condenaron a muerte,  había robado a un noble, puesto que el marqués ya había pagado las  joyas, y, además a un noble cristiano.

Mientras la urraca fue hablar con Jesús, lo pájaros van con mucha frecuencia al cielo, de visita

allí, Jesús le contó que estaba muy triste, por lo que le había pasado a su paisano; y, más por lo de su hermano Pedro; también le dijo, que ella  era en parte culpable, por haber cogido aquellas  joyas, aunque Él sabía, que su intención no había sido hacer daño.

La urraca prometió a Jesús devolverlas, y, volvió a la tierra

Mientras tanto; Samuel el pobre judío, era llevado  al lugar del “Asesinato” llamado patíbulo, aunque también podia llamarse “Asesinatorio”.  Fue entonces cuando  la urraca, empezo a revolotear por encima de la gente, y, dejo caer sobre todos los asistentes, todo lo que había, “ cogido”;  todas las joyas.  Ni que decir tiene que Samuel fue puesto en libertad;  Pedro le pidió perdón, por haber  dudado de su honradez,  Samuel le perdono,  porque la verdad todo le acusaba.

Los marqueses lo contrataron como mayordomo, con el tiempo, se enamoro de su primogénita, y se casaron.

Toda su vida siguió siendo judío, los cristianos que se encontró. ( Los marqueses eran también judios) no eran  buenas personas, los había que sí, pero él no los encontró

pero cuando ya muy viejito, se murió fue al Cielo, y, alli conoció a su paisano Jesús, y, supo  era  el Mesía que Dios les habia prometido. Se alegro mucho, de que de verdad Dios  hubiése enviado al Mesías, y, de que un  judió, como, él fuese el número 1 en el Cielo, también conoció, no  a la urraca, si no a una  bisnieta suya

La urraca  de la historia ya había muerto

por cierto, los pájaros cuando mueren, se convierten en estrellas

¿No lo sabias? Pues eso decía mi abuela

Fin



No hay comentarios: