jueves, 7 de marzo de 2013

El no de La Virgen

           
Jaime, era un buen cristiano, pero a veces, se hacía un pequeño lío en sus creencias; ahora por ejemplo, se le había metido en la cabeza; la idea, de que María, en el cristianismo, era alguien sin importancia, un personaje secundario, en la historia de la salvación

Decía a un amigo; que él no negaba la santidad, de Santa María, lo que digo; añadía, es que, Ella no es importante; no tiene sentido su culto; el único Salvador; y, Mediador es Jesús, Ella, es como nosotros, una creatura de Dios, su sierva, una redimida por Jesús.

Su amigo, lo interrumpía, para recordarle, que aquella creatura, sierva de Dios, redimida, era  La Madre de Dios; más todo era inútil, Jaime, estaba decidido, a sacar de su vida, el culto, a la Señora.

No, es que hubiese entrado a formar parte, de la Iglesias cristianas, y, comunidades, que no dan culto a la Madre de Jesús, ni aceptan todos los dogmas definidos sobre ella; Jaime los creía todos,  lo que no aceptaba es que fuera necesaria, necesario, sólo Jesús, repetía,

Aquella noche, tardo en dormirse, y cuando lo hizo tuvo una pesadilla, soñó que había muerto; y, llegaba a las puertas del Paraíso, donde un arcángel, le negó la entrada; dado que se conocía no le extraño, lo más mínimo; aunque esperaba que Dios fuese más misericordioso, seguramente, tendría que pasar un tiempo en el purgatorio. Pero el arcángel, que le había negado la entrada, le dijo que no había lugar intermedio, su estado era definitivo, estaba reprobado, su lugar era el Infierno.

Protesto, no estaba de acuerdo con el Infierno;  exigía saber porque razón, no podía entrar en el Cielo, aunque fuese pasando antes por el purgatorio.

El arcángel, se echo a reír, y, llamó a otros que vinieron, corriendo; compañeros, dijo, el arcángel a los otros espíritus celestiales, aquí tenemos un humano, que pregunta, porque no puede entrar en el Cielo; todos se echaron a reír; un humano en el Cielo, es lo más absurdo que hemos oído nunca, dijeron casi a coro

Veras, eres hijo de Adán, hace millones de años, en vuestro modo de ver el tiempo, ayer, según el nuestro, dijisteis que no a Dios. Por eso quedo cancelado, porque lo rechazasteis, el regalo que os había hecho de ser sus hijos, y, vivir  en Familia, con Él; por eso no hay; ningún ser humano en el Cielo.

Eso, no es cierto, interrumpió, Jaime, para empezar el mismo Jesús, es un ser humano, un   Hombre como yo, y, ocupa el primer lugar

¿Y, quien es, Jesús? pregunto un ángel, no conocemos ni arcángel, ni ángel, ni querubín, ni serafín, con tal nombre.

El Hijo de Dios, respondió, Jaime.

Blasfemo dijo el arcángel de la puerta, que ya empezaba a desenvainar, su espada de fuego; el hijo del Altisimo es puro, y, glorioso espíritu, como Él; como su Padre, y, como el Amor, que los une; y, que llamamos, Divino Espíritu, los  3 son Uno sólo, el único Dios, lo que osas decir, humano es intolerable.

De pronto se escucho una voz, "calma compañeros", yo puedo explicaros; quien así hablaba era un arcángel muy triste; como si hubiera tenido, un gran fracaso.  Este humano, dijo, habla de algo que pudo ser, pero no fue, aunque ignoro, como llego a enterarse; veréis, ya sabéis que nuestro Dios es todo Amor, y, le dolió, sobremanera, que los humanos quedasen fuera de la Gloria; así que decidió rescatarlos, y, adoptarlos definitivamente como hijos, así pues los  Tres, el Padre, el Hijo, y, el Espíritu Santo, decidieron que el Hijo; por la Gracia, y, la Potencia, del Espíritu Santo, se haría hombre, empezando como un embrión en el seno de una mujer; quien lo gestaría, daría a luz, amamantaría,  educaría, y,  hasta castigaría, como se debe hacer con los niños, para que lleguen a ser hombres de provecho; ya que la decisión no era de que tomase,  apariencia humana, sino, que sin dejar de ser Quien era, el Hijo, también llamado Verbo, fuese un ser humano normal; cuyo nombre,  decidieron fuese Jesús.

Él enseñaría a los hombres, quien es Dios, como los amaba, y, su vida, que, acabaría en una Cruz, aparentemente, porque resucitaría al  3º día, sería  lo que los haría a todos, hijos de Dios, y, les daría derecho al Cielo, si aceptaban.....

Pero este  plan tan hermoso, y, tan divino, no pudo hacerse

Todos los ángeles, quisieron saber el porque


Veréis, Dios, había escogido, a una jovencita judía, incluso estaba llena de Gracia, ya, que se le había adelantado la redención, se llamaba María,  recuerdo, cuando me presente, en su casa, y, muy sonriente, y, muy humilde, le anuncie, que iba ser la Madre del Mesías, del Redentor, al oírlo me dijo,  que no, que no era digna, que seguro que en Israel, encontraba jóvenes mejores, yo, dijo, el arcángel, proseguí, pues pensé era humildad, pero  la joven no cedió, que no, Gabriel, que no acepto, ser la madre del Mesías, no, mira, estoy prometida, y, no quiero si aparezco embarazada, mi prometido, se piense lo que no es, incluso, puedo acabar,  lapidada como adultera, así que no, buscaos a otra.  Además hay otro motivo, tanto mi  esposo, aunque aún no convivimos, somos de un grupo de los esenios, más bien de los  pobres de Yahve, y,  hemos hecho juntos, un voto,  de ofrecer a Dios, nuestra renuncia, al Amor físico de esposos, para que Dios, mande su Mesías,  de esa forma, la gente pensará que somos estériles, ya que el voto, sólo lo conoce nuestro rabino; y, ha jurado no revelarlo, nuestro sacrificio, será vernos rechazados, por estériles, pero si ahora  aparezco esperando un niño, aunque sea el Mesías, mi rabino, pensará que he incumplido mi voto, y, mis padres, que también lo saben, por lo tanto,  ves, que es imposible, yo, no les doy ese disgusto

Serás, Virgen y Madre, dijo Gabriel

Sí, tal vez, pero no es sólo eso, la gente vera una joven que ha tenido un niño, y, pensará  que fue, como es, siempre, además, si se cumple, lo que vaticino, mi abuelo David, y, los profetas, sobre todo, Isaías, y Daniel; ser  madre, de alguien que va ser asesinado brutalmente,  no, de ningún modo,  hay más mujeres.

No, María no hay más, tú eras  la elegida, tu no, es el no definitivo, de la humanidad a Dios,

Y, así fue amigos, concluyo Gabriel; el Señor decreto, que jamás un humano pisaría el Cielo, los buenos, quedarían en el limbo, pero ya se sabe, llámenle, como quieran donde no esta Dios, es el Infierno.  Que distinto, hubiera sido todo, si aquella jovencita, hubiese aceptado

Jaime, estallo lleno de ira, que se la castigue a ella; no a nosotros, es la culpable

Calma, le interrumpió, Gabriel, porque atacas a esa mujer, acaso, si ella hubiese aceptado, la alabarías, venerarías, bendecirías, su nombre, por ser causa de tu salvación, pues si no lo harías, en ese caso, tampoco la recrimines por lo contrario.

Jaime callo, tenía razón el arcángel, se despertó sudando; gracias  a Dios, todo fuera un sueño, estaba en la cama, se levanto corriendo,  fue al sitio donde guardaba una imagen de La Virgen María,  la coloco en un altarcico; inclino la frente ante ella, como lo hace un súbdito, ante su Reina, Ella lo era, Reina, Madre, Hermana; y, le dijo, "Gracias, Señora, Gracias Madre, Gracias María, por haber dicho "Si";  Sólo Jesús nos salva, pero Jesús, nuestro Jesús, el Dios hecho Hombre, no existiría sin Ti"  Gracias, Bendita seas



Fin




























No hay comentarios: