jueves, 7 de marzo de 2013

La Galería de arte

La galería de arte
Nada nuevo, sucedía en la vieja galería de arte; desde hacía mucho tiempo
Por eso cuando aquella mañana de junio.

Luis recibió la llamada de su amigo Juan, para que lo acompañase a ver la inauguración de la nueva muestra; no pudo por menos que extrañarse.


Los dos amigos quedaron, para charlar mientras tomaban un café en un lócal cercano

Como solía suceder siempre, Juan, llego mucho antes;  lo que aprovecho para elegir mesa, y, ojear uno de los diarios locales, estaba mirando la sección de deportes, cuando vio entrar por la puerta, a su amigo; le hizo señas con la mano; y, una vez se hubo acomodado; Luis; pregunto: “¿ A qué viene tanto interés por la exposición que se inaugura hoy, será como todas, las que suelen exhibir; una pérdida de tiempo?”.


Juan, durante un momento hizo como que no oía la pregunta, a continuación después de exhalar el humo de su cigarrillo, respondió.


“No lo creo así, me han dicho que esta es muy, pero que muy importante”.

¿De que se trata?” volvió a preguntar Luis.

De una exposición de cuadros dijo Juan.


“No, hagas bromas tontas; que es una exposición de cuadros ya lo sé, es una galería de arte, bueno; si es que se le puede llamar arte a lo que exponen.”


En este caso si, se trata de una exposición de arte religioso, desde los siglos XV al XIX, y de los mejores pintores.


Pues si, que se muestra interesante.
 ¿Y;  de que pintores son los cuadros que van ser expuestos?

Sería muy largo enumerarlos. Pero te diré que desde un Zurbaran, Valdes. Pasando por supuesto por Rubens. Y muchos más cuyos nombres no recuerdo.


Lo que no entiendo yo; es como la hacen en esa galería que no dispone de medidas de seguridad. Cualquiera de esos cuadros, vale una fortuna, me parece una locura, que hagan ahí, la exposición.

Bueno, no, son precisamente los originales lo que van exponer

Ah¡ haber empezado por ahí, me vas a mostrar, unos dibujos religiosos hechos por unos niños, no sí ya lo decía yo.


No. No te voy a mostrar nada, vas a verlo tú, no son originales, pero no tienen nada que envidiar a los originales. Son unas copias perfectas, y, no son una falsificación pues cada artista, firma con su nombre; hay uno que te va gustar, “ el martirio de San Juan Bautista”

¿Y, por qué crees que me va gustar ese en particular?


Por su realismo la sangre de la cabeza, parece caer al suelo.


Por cierto ¿no sé a que hora es la muestra?

A las 12 de la noche

¿A las 12 de la noche; pero como se organiza tan tarde?. Además, tu me dijiste que deseabas verme para charlar y tomar un café una hora antes de ir a la galería, y, solo son las 8 de la tarde

Lo sé, yo no dije, que fuésemos ir a las 12, dije que se abría al público a las 12, después va haber una cena baile.


Espero que no pidan cabezas, como en el baile de Salomé; pero no entiendo que hacemos,nosotros llegando antes de la hora


Muy fácil el dueño de la galería es amigo mío.
¿Recuerdas., Me dio la llave; ves aquí esta, y, me pidió que fuese dos o tres horas antes, para ver si los cuadros estaban bien colocados; quiere que puesto que es una sala de arte, y, no una iglesia, se coloquen, por la antigüedad de los pintores copiados, y, no por la temática del cuadro.

Siendo así lo encuentro razonable. Ahora déjame ver, que dice la prensa sobre el evento

¿La prensa? Pues te lo puedes imaginar, una simple nota de sociedad, los periodistas suelen dar más importancia a otro tipo de actos sociales; y, de noticias

Ya, pero déjame leerlo. Lo siento pero tenemos que irnos.


Si, Luis, hubiese leído el diario, se hubiese extrañado sobremanera de que; no se hablase para nada, de la exposición que supuestamente se iba inaugurar a la media noche.


Los dos hombres salieron del café; y, caminaron hacia la sala expositora; Juan abrió con la llave, y, penetro en el recinto, a Luis le llamó la atención no ver, ningún cuadro, ni ninguna caja, en la que pudieran hallarse, la sala estaba en el bajo de un edificio; y, no tenía más espacio que; el que se mostraba a la vista; y, un pequeño almacén en la parte trasera, que solían usarlo de oficina.


Tal vez por eso, sólo exponían cuadros de pintores noveles, casi siempre, de niños, y adolescentes que se encontraban, en su etapa escolar, o de algún pintor adulto, que odiaba el arte, puesto que lo asesinaba.

¿Dónde estarán los cuadros? Empezó a preguntarse Luis, era claro, que una cantidad tan impresionante como, le había dicho su amigo, no podía hallarse en el almacén; “bueno” se dijo a si mismo, “ es posible que todavía no hallan llegado, ya Juan me dirá.



Fue en ese preciso momento, cuando Juan lo llamó y, le rogó lo acompañase al almacén.


En el mismo(en el almacén) Juan abrió un paquete, y, extrajo del mismo, un cuadro que más bien parecía una estampa, de la degollación del Bautista,

“Aquí esta”


¿Oye, no serán todos así?, porque entonces, será la peor exposición que he visto en mi vida; aunque no entiendo, donde están los otros


No hay otros, donde hay una obra maestra, no hacen falta más


¿Obra maestra? Por favor; Juan, ese cuadro esta, hasta mal dibujado, y, no es copia de ningún cuadro original, entiendo bastante de pintura religiosa, y, te aseguro, que nadie pinto esa “degollación del Bautista” ¿A sí que ya me dirás donde esta la obra maestra?


Es posible que no sea conocido el autor del cuadro, que importa, también es posible que halla algún pintor que se escape a tu ciencia, pero su originalidad no estriba en quien sea ni su pintor ni su copista.


Sino, en lo que muestra, se trata del asesinato de un hombre; y, el cuadro todavía gotea sangre, lo vas a ver ahora mismo

No, Juan no, soy experto en pintura religiosa, pero no soy una viejecita devota, así que si ahora te da por la mística y; quieres hacerme creer, que por un milagro vuelve sangrar en un cuadro que es una autentica chapuza la cabeza, de San Juan Bautista, me lo dices, y. nos vamos.



Yo no creo en ninguna de esas cosas.

No, creo haber dicho, que sangrará la cabeza del Bautista, por ningún tipo de milagro, dije que el cuadro goteaba sangre, aunque no es del todo exacto lo que estoy diciendo.

Ahora te entiendo, te quieres referir al realismo. Pues no tiene ninguno y, conste que siento decírtelo, porque te veo muy entusiasmado con él; pero sigo sin entender porque me hiciste venir a esta hora, como tampoco entiendo, como van hacer una exposición con un cuadro solo.

No te preocupes de los cuadros, sino de este, ven, vamos a colgarlo.


Salieron los dos, del almacén, y, Juan colgo el cuadro, luego rogó a Luis que se acercase, a verlo.

Fíjate, no ves, como la sangre, gotea en el suelo


Tú, no estas bien, aquí no gotea nada,


Te equivocas, bueno, ya te dije, que no era exacto en mi modo de expresarme; no gotea; pero va gotear


Basta ya; vamos, no tengo ganas de perder el tiempo. Ni de oír estupideces; y, creo que ni tú ni yo, somos niños, para andar con ese tipo de bromas.

No es ninguna broma, sólo que no va ser la sangre de un hombre inocente, como el que muestra el cuadro, sino la sangre de un desgraciado que; no dudo en arrancar la inocencia de una criatura, va ser tu sangre, la que va gotear al suelo, porque pienso limpiar en el lienzo, la navaja con la que voy a degollarte


No sé de que hablas. Y, me parece que ya hemos llegado demasiado lejos, hay cosas con las que no me gusta bromear.


¿Bromear; y. quien te dice que bromeo? No, no bromeo. No hay ninguna exposición, la galería cerro, hace meses; y, yo compre el local, con el pretexto de instalar en el mismo un piano –bar. Lo que pienso hacer, después de que arregle este asunto.

Pero tú estas loco,¿ por qué quieres matarme?

Por hacer justicia, porque tú mataste a mi hija.

Yo en mi vida, he matado a nadie, sin duda debes de estar trastornado, respondió tratando inútilmente de escapar hacia la puerta, pero en ese momento; Juan corto la luz; y lo alcanzo. Tras un breve forcejeo todo quedo en silencio.

Juan arrastró el cadáver hacia el almacén; y, una vez allí lo metió en un contenedor. Luego se mudo de ropa, y marcho a casa.

Luis tenía 50 años era divorciado y, vivía solo. Así que nadie noto, su ausencia, fue su secretaria, la que se extraño de que no acudiese al trabajo, pero no demasiado, pues el Señor Siestol; la tenía acostumbrada a ausencias imprevistas; sobre todo si había tenido ocasión de ir ver cualquier cosa relacionada con el mundo artístico, donde había un cuadro fuese o no fuese de la materia que él dominaba, allí se presentaba, así tuviese que viajar al fin del mundo, por eso no aviso a nadie de su ausencia.


Mientras Juan, trato de aparentar calma, sabía que en el bar, no se habían enterado de nada, estaban transmitiendo un partido de fútbol, mientras hablaban;  así que no tenía nada que temer, afortunadamente llevaba puestos guantes, con lo que el problema de las huellas, se eliminaba por completo.

 Y, además no era un criminal , había hecho justicia.

Se dirigió hacia el cuarto que ocupaba su hija, la joven dormía; o simulaba dormir. Juan la beso en la frente, y, ella se despertó. “tranquila mi vida, ese sinvergüenza, ya no te hará mas daño”

¿De que sinvergüenza hablas, papá? Pregunto. la muchacha, quien tendría unos 17 años,

De tu violador, hija

¿Del que me violó. Papá, a mi, no me violó nadie?,

¿Cómo que nadie, tu me dijiste que, habías sido violada?

Y, cuando te pregunte quien, me dijiste, si recordaba el día que Luis, comió aquí en casa; y. que luego, te había llevado en su coche hasta su apartamento;  que no podías contarme más.


Además tu estabas embarazada, y, precisamente por haber sido violada, autorizaron tu aborto, yo mismo te acompañe a la clínica.

 ¿No lo habrás olvidado, verdad?

Claro que no, papurri, estaba embarazada, pero no porque me hubiese violado tu amigo, que lo que hizo fue darme una clase sobre arte religioso; ya sabes que a mi esas cosas no me van; lo que me mola, es la disco, el botellón, y, pasarlo de miedo con la panda, el paquete era, vete tu a saber, de cualquiera de los chicos con los que ligo, y, como a veces no toman precauciones; luego no era cosa, de cargar con él, así que me invente, lo del la violación.

Debería de matarte, pero sería demasiado otro crimen, en la conciencia, he matado a un inocente, toma el teléfono, y, llama a tu madre, que venga hacerse cargo de ti, yo tengo que salir; y, es posible no me veas en un tiempo.

La muchacha no pregunto, aunque se lo supuso, a donde iba su padre.

Juan se encamino hacia la comisaría más cercana, y conto  todo lo sucedido.

El comisario un hombre maduro, escuchaba en silencio.

¿Así que mató usted a dos inocentes?

No. Señor comisario, a la niña, no llegue a matarla, mate sólo a mi amigo

Su niña, no tiene nada de inocente, me refiero al que iba ser su nieto; y, a su amigo.

Lo dice por el aborto, bueno, yo creía que era una violación.

¿Así que:?

No, tranquilo por ello no puedo detenerlo, pero nadie va quitarme el derecho a decirle que son dos crímenes.

Porque usted pudo impedir el aborto de aquella criatura.


Que aun en el caso de que su madre, hubiese sido violada no tenía culpa de nada; y, no lo hizo, por eso le digo, que fueron dos crímenes, aunque sólo vaya pagar por uno.

¿Puedo pedirle un favor?

Diga,

No, ponga los motivos por los que lo mate, para que no se dañe, la honra de mi hija

Su hija, no tiene honra, pero haré lo que me pide, si el juez cuando sea el juicio, quiere hacerlo público ya no, es cosa mía.

A la mañana siguiente, los diarios informaban de que el marchante en arte religioso, Luis Siestol, había sido asesinado de una cuchillada en el cuello, en la vieja galería de arte, el diario informaba también que se había entregado por el mismo, D. Juan Bristol, conocido empresario del mundo de la hostelería, quien se hallaba unido por viejos lazos de amistad, con el difunto, según el diario, no había datos de porque había llevado a cabo aquel crimen.

Y, las gentes no tardaron en empezar a hacer conjeturas; que si celos, que si esto que si lo otro, pasando por supuesto, que si estaban metidos en tráfico de drogas.

Ahora Juan, espera su juicio, su hija, se estrello con su coche, viniendo borracha de una discoteca con un grupo de amigos, tan ebrios como ella.


En realidad se hizo justicia desde el principio; Luis, no era tampoco tan inocente, la niña dijo la verdad, cuando declaro que no la había violado, era cierto, pero si era el padre de la criatura.

Luis había seducido, a la muchacha con regalos( ahí no se equivoco Juan, cuando lo acuso de robar la inocencia a su hija), cuando la joven le contó, que se había quedado en estado, esperando que él se casase con ella, le contesto, que él no tenía nada que ver, con que no supiese que existían unas pastillas anti babe. Y, se deshiciese de “aquello”, fue él quien le sugirió lo de la violación.

Asi que como puedes ver, no había muerto ningún inocente. Bueno me equivoco uno, un inocente que no llego a ver la luz del sol







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