viernes, 17 de marzo de 2023

Verbena.Relato


Verbena relato
Clara observaba a su abuela coser el vestido que estrenaría en la verbena del pueblo. Su primera verbena, acudiría acompañada de sus padres, ya era toda una mujer había cumplido 15 años, posiblemente el año próximo lo más tardar el siguiente ya estaría casada. Se levantó danzó por el cuarto, beso a su abuela; quien levantó los ojos de la costura, y sonrió ajustándose las gafas.
Vas estar bellisima, cariño. Dijo con una sonrisa
El vestido era de gasa vaporosa, que cubría un suave y lindo percal, la falda de gasa también se montaba sobre un cuerpo de lino, un gran lazo verde mar lo mismo que el cuerpo del vestido, marcaba el talle y el comienzo de la falda que combinaba el azul y el blanco, llevaba una pequeña chaqueta, de manga holgada, en satén blanco, el vestido costaba de media manga
Abuelita porqué no me lo hace sin mangas, y más corto que se vean los zapatos que voy estrenar
De eso nada hija, las mujeres que son como Dios manda no andan mostrando los brazos desnudos, menos los tobillos, eso  no se enseña se reserva, los zapatos los lucirás al bailar, y por favor obedece a tus padres, y no confíes mucho en los desconocidos, ni en los conocidos tampoco
Vale, abuelita, dijo y beso de nuevo a su abuela.
Llegó la noche de la verbena, Clara se sentía la persona más feliz, se veía hermosa con su vestido, sus zapatos blancos, los pendientes de perlas regalo de su padre, y una gargantilla con una pequeña cruz, regalo de su madre
Era el año 1895, en el país había vientos de guerra, por las revueltas en las regiones de Cuba, Puerto Rico, y Filipinas, algunos grupos allí reclamaban la independencia, y el Estado español no se iba dejar romper, a las gentes del pueblo, que tenían familia, y algunos habían nacido en aquellas regiones no les gustaba, pero lo que menos gracia les hacía es que hubiese una guerra, que traería muerte y desolación, y sería una guerra entre hermanos, porque dijeran lo que dijeran, todos eran españoles, y lo seguirían siendo incluso si un día eran naciones independientes. 
Por eso trataban de olvidar y de apurar al máximo el tiempo de paz, solo Dios sabía, sí los jóvenes que estaban bailando, que acudían a las verbenas a buscar novia, poco tiempo después serían llamados para luchar en guerras fratricidas.
Este era el motivo de que estuviese lleno de gente.
Clara entró en el recinto de la Verbena con sus padres y se sento con ellos en una mesa, cerca de la orquesta, muy pronto acudieron conocidos y amigos a felicitar al matrimonio, por tener tan encantadora hija,  ocasión que aprovechó Clara para rogar a sus padres, la diesen permiso para dar una vuelta y saludar a sus amigas; tras hacerle un montón de requerimiento. D. Felix su padre aceptó, y su madre La Señora Elvira Clara, la alertó de tener cuidado con quien bailaba y no alejarse hacía la rosaleda, donde no existía tanta iluminación, Clara beso a sus progenitores, prometió obedecer, y se largo volando
Encontró a sus amigas, saludo a los padres de esta, y volvió a dar otra vuelta, empezando pasos de baile
Entonces se le acercó un joven, alto rubio de ojos negros, con un pequeño bigote, no mucho mayor que ella
Buenas noches Alteza, qué hace vuestra real persona, fuera del palacio real
Clara sonrío, Se equívoca usted joven no soy princesa alguna
Claro, claro, es un ángel, o perdón, perdón. Dijo imitando una reverencia
Mi abuela dice que un diablillo
Vamos un angelillo caído, espero no ofenderla, mi nombre es Eusebio soy cadete de regulares, y me encantaría me concediese este baile
Mi nombre es Clara, y aceptó encantada mis padres están en la primera mesa frente a la orquesta
Dejemos a los padres descansar y bailemos
Los dos jóvenes empezaron a bailar al ritmo de la orquesta, bailaron bebieron naranjada, y volvieron a bailar, Clara se saco la torera y la dejo sobre sus hombros
Hace calor porque no vamos  hacia la rosaleda y descansamos un poco, propuso Eusebio
No, gracias prefiero estar aquí
Vamos, Clara allí corre más fresco, no tendrá miedo de mí, por Dios no sea niña
Tiene razón,  Eusebio vamos
Se adentraron en la rosaleda en la que apenas se veía por el resplandor de la luna, y las lámparas que venían del lugar del baile, charlaron hasta que, Eusebio se abalanzó sobre ella y la beso en el cuello, Clara se levantó asustada qué hace esta loco, dejeme, pero él la aprisionó la besó violentamente y trató de desatar el lazo de su vestido, ella lucho, lo araño, pero él la tumbó, levanto su ropa, ella luchaba entonces vió entrar a un joven mendigo, trato de pedir socorro, que evitase que aquel miserable la violase, noto un golpe, vió al mendigo tomar una rama y golpear en la cabeza a Eusebio. Fue lo último porque se desmayo
Cuando sus padres la encontraron más tarde, estaba inconsciente, Eusebio contó su versión que Clara había ido a la rosaleda, él había ido detrás a buscarla, y se encontró al méndigo intentando dañar su virtud, se había metido a rescatar a la joven, y el mendigo lo había golpeado, dio las señas del mismo a la autoridad. Quien pronto lo detuvo, pues era conocido por dormir en el jardín.
Nadie había oído nunca hablar mal de él, se llamaba Maximino, tenía 24 años, antes de ser mendigo, había sido librero junto con su padre, pero un incendio lo dejó sin padre, sin trabajo y sin casa, nadie le daba trabajo, así que vivía de hacer pequeños recados y pedir limosna
Cuando Clara ya en casa, abrió los ojos,  fue recordando lo que había pasado
Papá digame por favor, sabe usted si lo han metido en la carcel, casí roba mi virtud
Clarita mi niña, tu virtud, la virtud no la puede robar nadie, aunque te hubiese ultrajado, tú serías siempre virtuosa, y sí mi  niña esta en la carcel. Gracias al joven Eusebio
Qué dice Papa, Eusebio es quien tiene que estar en la cárcel, fue ese canalla quien me atacó, y Clara contó lo sucedido
D. Felix habló con la policía, y aunque Eusebio trato de negarlo estaba el testimonio de Clara y que un pedazo de la tela de su vestido se había quedado prendido en un botón de su casaca, fue liberado Maximino y encarcelado Eusebio
D. Felix agradeció al joven mendigo lo que había hecho, y lo contrato como capataz de su fábrica de tejidos, con derecho a vivienda compartida
La amistad primero, y luego el amor fue surgiendo entre Clara y Maximino, pero los jóvenes temían que el padre de Clara no aceptase, ya que eran de clases sociales distintas, tenían que arriesgarse
D. Felix dió su sí, y Doña Clara Elvira su bendición. 
Maximino eres lo mejor que un padre, puede desear para su hija, honrado, trabajador valiente, y todos somos iguales, Dios nos hizo a todos a su imagen
Clara y Maximino el día que ella cumplía los 17 años, su vestido blanco, de organdí y gasa cosido entre su abuela y su madre que antes fueran modistas la hacía parecer un verdadero ángel, el nuevo matrimonio hizó un pequeño viaje a Toledo, y meses más tarde nació el primer hijo de la pareja un niño al que llamaron  Ricardo, ni el abuelo ni el padre de la criatura quisieron que llevase sus nombres, un año más tarde Clara anunció que la cigüeña los iba visitar de nuevo, el alegre anunció fue enturbiado porque Maximino fue llamado para ir luchar a Cuba, ya no volvería, solo regresaria su cuerpo, murío como un heroé intentando evitar que otro hombre violase a una cubana, un disparo de metralleta lo acribillo
Clara, lloró a su esposo,  se vistió de negro, y vistió a su hijo Ricardo, y la toquilla de su hija Elvira la que nunca conocería a su padre, la verdad Ricardo tampoco, le tocaba criarlos sola, sola no con sus padres y su abuela pero sin el apoyo de su esposo, aunque sabía que desde el Cielo, él los cuidaría
Vinieron tiempos buenos y malos, nuevas guerras,y pasó el tiempo
Es  el año 1933 _España ha pasado de monarquía republica, Clara esta cosiendo un vestido para su  nieta Obdulia, que va acudir a su primer baile de sociedad, las verbenas no son aconsejable, Obdulia es como ella de joven.
Abuelita que no sea muy largo, y sin manga por favor, te quiero
Será todo lo largo que tenga que ser, no querrás que se vean tus rodillas, yo pretendía enseñar mis tobillos, e ir sin manga pero entonces no se podía, y estaba bien
Que tontería los tobillos por favor, bueno ahora son otros tiempos, también tratabais de usted a los abuelos y a los padres, vamos que no os queríais
No te equivoques Obdulia, yo quería y quiero mucho a mi abuela, y a mis padres, digo los quiero porque ahora viven en el Cielo, tenía mucha confianza, y bromeaba con ellos, es cierto que los trataba de usted, pero un “usted” distinto al que tenía con el alcalde p.e. Era “ un usted tuteable”, el cariño no lo hace un pronombre personal, que solo es cuestión de moda, ven vamos a probarlo. Que linda estás
Fin

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