lunes, 23 de diciembre de 2024

El trapero

 

El trapero 

Había llegado el otoño, el astro Rey lucia con menos fuerza, los caminos aparecían tapizados por las hojas caídas de los árboles

Se escuchaba el mugir de las vacas en los establos y de las que pacían fuera; ladridos, maullidos, balidos y cacareos. Miles de voces proclamaban que la aldea estaba viva 

El trapero, chamarilero o buhonero, logró hacer avanzar su carromato por los caminos enlodados y mal empedradados. Llamados en Galicia, “corredoiras”

En un mal castellano anuncio que vendía cosas maravillosas y compraba cualquier cosa no importaba su estado.

Mujeres, mozas y niños que estaban cerca con los animales se acercaron a ver y si acaso tratar de comprar o vender algo 

Se acerco también un joven matrimonio con cuatro pequeños vestidos limpia pero pobremente

 El cuerpo de la joven madre mostraba que pronto traería otra vida al mundo 

Los pequeños dos niños y 2 niñas subieron al carromato. Sus ojos infantiles se extasiaban ante aquellas telas de seda brillante, todo tipo de colores. Pero sobre todo los juguetes muñecos que lloraban, coches que andaban, carruseles de caballos, carros con vacas o bueyes que se movían, haciendo girar una pequeña llave o frotandolas en el suelo. Era un mundo mágico 

El padre y esposo un campesino fuerte llegó con dos sacos

Esté contiene un poco de maíz y huevos. Es para sus niños 

El otro contiene trigo y carne de cerdo salada, este es para vender si llegamos a un acuerdo. El del maíz es un regalo. Yo siento no poder comprar le nada 

Llegaron al acuerdo 

De pronto apareció la niña más pequeña y subió al carromato 

Sus ojos se quedaron atrapados de los juguetes 

¿Te gustan?

Mucho Señor 

Pues tienes mi palabra de honor de que si tienes 25 pesetas de plata. Todo lo que hay en el carromato es tuyo 

La pequeña abrió la mano y mostró la moneda

El honrado trapero iba empezar a entregar le, lo que había comprado

Primero los juguetes, ropa 

El joven papá se dió cuenta y lo detuvo en seco

Qué hace dejé eso que vale más y no precisamos

Entonces bajo a la niña que armó una pequeña pataleta que calmo con un pequeño azote 

Señor, dijo él trapero, di mi palabra de honor 

¿Su palabra a una mocosa, una niña?

Si lo permitiese yo sería un ladrón.

Vaya en paz, que Dios lo acompañe 

El trapero se marchó 

E Indalecio que así se llamaba el joven papá 

Fue buscar a la pequeña que se llamaba Teresita para consolarla, pero no le pidió perdón por el merecido azote 

Teresita hija, ese hombre precisaba esas cosas para vender y dar de comer a su familia, para que quieres animales de juguete si los tienes de verdad, para que una muñeca o un muñeco que llora si pronto Dios te regalará un hermanito o hermanita que llorará 

Tienes razón papá dijo la niña abrazando a su padre 

Hija. ¿De dónde sacaste la moneda?.Dame la

No puedo la comi

Cómo 

La niña entregó un envoltorio de papel de plata

Las 25 pesetas eran una chocolatina

Menos mal. Gracias Santa María. El pobre trapero pudo perder lo todo por una moneda de chocolate

La pequeña no lo olvidaría nunca 

Si alguien quiere saber el origen de la moneda. Se la trajerá su padrino de Barcelona.

Fin 

Títeres

 Títeres. Relato 

A Vicente le encantaba estar con su abuelo. Sobre todo ir a los teatrillos.

Un día teniendo él 5 años habían visto un teatro de marionetas 

Su abuelo D. Ricardo le había dicho que existían personas iguales a las marionetas 

Vicente que ahora tenía 7 años, todo un caballero lo recordaba muy bien 

Por eso estaba disfrutando a tope en aquel teatrillo, los muñecos actores se movían libremente no los manejaba una mano misteriosa 

Abuelo, abuelo. Que alegría te fijas son libres 

D. Ricardo sonrió lo tomó de la mano, y salieron fuera, ya en la calle.Se dirigieron a una entrada que conocía D. Ricardo y después de subir muchas escaleras; abrieron una puerta y allí Vicente pudo comprobar como unos hombres mediante hilos, manejaban los títeres o marionetas que había creído libres.

Pobres, exclamó el niño no son libres, y no lo saben

No, Vicente estos son solo muñecos 

Lo malo es que hay personas que son manejadas por hilos invisibles, el hilo del poder, del dinero etc.

Estas personas se creen libres pero van contra sí mismos, por un poco de poder, dinero etc.

Lo peor es que se creen libres, y cuando les fallan los hilos que los manejan su vida pierde todo sentido

Y, todos podemos convertirnos en títeres 

Hemos de tener cuidado 

¿Cuidado?.Pregunto Vicente 

Sí no dejando nos manejen más hilos, mejor dicho que solo nos manejen el Hilo de La Voluntad de Dios 

¿Cómo se hace eso abuelo?

Muy fácil obedeciendo le sólo a Él

¿No hay que obedecer a los papás, maestros?

Si, e incluyo a los gobernantes, cuando lo que mandan no es lo que Dios prohíbe, o nos prohíben lo que Dios manda 

Hay un hombre un judío que lo vivió lo vive en plenitud 

¿Judío abuelo,?

Si judío se llama Jesús,a quien vas a recibir dentro de poco por vez primera

Jesús sólo se dejó y deja llevar por La Voluntad de su Padre Dios 

Qué le pasó a Jesús, abuelo 

Lo crucificaron pero Dio

s su Papá lo Resucitó.

Fin

viernes, 22 de noviembre de 2024

La tienda 2

 La tienda 2

Sigue de La tienda 

Rosalía agradeció y salió con los ojos húmedos.

Le gustaría poder comprar allí más veces, pero sabía que no era su lugar 

Cuando fue pagar al día siguiente, el tendedero le dijo que estaba equivocada, no quedará a deber nada.

"Es más añadió D. Felix, soy yo quien está en deuda con usted, discúlpeme se me olvidó su pedido el queso y el jamón y una botella de aceite,se lo preparo enseguida y se lo mando por un mozo.

Rosalía no entendía nada

Se lo comento a la señora Pura, cuando fue hacer su compra de siempre 

Pura conocía a Felix y a Blas su hijo

"Es un buen hombre, y lo mismo digo de su hijo Blas. Son de mi pueblo, Felix se casó con Elena una joven modista, con la que me unía una fuerte amistad desde niñas, al poco de casar emigraron a Cuba. Que por cierto anda medio revuelta, entre nosotras ese chico, el barbudo y sus amigos, Fidel Castro, no me gustan nada. Ojalá no destruyan ese país tan hermoso. Y volviendo a Felix, Blas el hijo nació allí en la misma Habana, Elena falleció en el parto, y cuando el pequeño tendría unos cinco años volvieron para España, con lo que había ganado y ahorrado abrieron el Ultramarinos

Yo, dijo Rosalía, Pura, tú lo sabes estoy muy agradecida contigo, pero me gustaría alguna vez comprar en el Ultramarinos, como gratitud 

Hazlo, dijo Pura, debes hacer lo, comprar alguna cosilla, y si puedes ahorrar un poquito una vez al año hacer le una compra mayor, solo si puedes, pero lo más importante es que hables de su amabilidad, de la calidad de sus productos.

A las ocho de la noche todos los establecimientos cerraban

Pura y Felix, coincidían en la iglesia en el Rosario 

"Buenas noches Felix, me ha soplado un ángel que Cristo fue a tu tienda, menudo cliente, él mejor de todos 

No te quejes Pura, en la tuya compra todos los días 

Vamos entrar, hoy me toca dirigir lo a mi"

Ambos entran en el templo.

El Papa Francisco si hubiera estado allí habría dicho que eran dos santos de La Puerta de al lado.

Fin

La tienda

 La tienda. Relatos

En el barrio, calle, barrio; o como quieran ustedes llamarlo.

Había 2 tiendas. Una era una tienda familiar, un colmado, también llamado abacería. Era conocida como la "tienda de la señora Pura", también conocida como la viuda. Pura era una mujer viuda con un hijo

Vestida siempre de negro. Allí compraban lo que precisaban los vecinos más pobres.

La señora Pura, quería a sus clientes eran como la extensión de su familia, les aconsejaba sobre los productos que podían comprar de acuerdo a su economía.

Cuando alguno de ellos atravesaba una situación difícil, ella de manera disimulada, "pesaba mal el queso etc" Es decir en lugar de 100gms, les daba 300, y les cobraba cuando lo hacía los 100 gramos pedidos, lo mismo hacía con el jamón, con el aceite que entonces se solía comprar a granel

La mayoría pagaba a la semana, quincena, mes. Es decir según cobraban sus sueldos. Ella tenía lo de cada casa anotado en una libreta, si no podían pagar los atendía igual, incluso tachaba algunas deudas como si ya estuviese pagado. No solo hacía eso, se preocupaba de sus vidas los visitaba si estaban enfermos allí dejaban sus llaves, los niños merendaban en la trastienda cuando salían del colegio en compañía de Javier el hijo de la señora Pura.

La otra tienda era un ultramarinos

"Felix Blas", lo regentaban dos hombres, el padre D. Felix, y su hijo D. Blas, con algunos empleados.

En "Felix Blas". Había todo lo que uno pudiera imaginar, los mejores quesos, jamones, aceite, que naturalmente no era a granel.

Allí compraban las familias pudientes que solían mandar a sus chicas de servicio, salvo cuando era para hacer una gran compra, entonces iban en persona, y luego los mozos de reparto se lo llevaban al domicilio

También pagaban salvo cosas pequeñas a fin de mes, no porque no pudiesen. Si no por lo contrario salvo excepciones. Ni que decir tiene que estos no dejaban sus llaves

Además de la clientela descrita compraban también los que tenían hospedajes, abacerías como la de la señora Pura.

Uno de los muchos vecinos del barrio era Juan Luis, que trabajaba como mozo de almacén en unos almacenes de ropa, estaba casado y tenía 7 hijos, su mujer ayudaba a la economía familiar trabajando por horas en casas, es decir como asistenta.

Todo era poco para sacar su familia adelante

La familia de Juan Luis. Compraba en la tienda de."La viuda"

Rosalía la mujer de Juan Luis, a veces pagaba poco a poco, los gastos que tenía en la tienda de la señora Pura. Y la señora Pura, muchas veces reducía gastos y borraba lo que dejaba pendiente para la próxima semana.

Ahora Rosalía estaba de nuevo encinta, había tenido que dejar sus trabajos pues el médico había recomendado reposo, y alimentación fuerte, merienda con jamón, queso de oveja, él que estaba en aceite etc.

Aquellos productos eran muy caros, Pura no los tenía en su tienda no traía artículos que sus clientes no podrían comprar.

Así pues le aconsejo a Rosalía que fuese al ultramarinos a Felix Blas, allí si tenían de todo

Rosalía estaba segura de que la echarían fuera.

Pero se decidió con mucho miedo y fue 

La atendió D. Felix, quien tras saludar la, como a cualquiera de sus clientes, le pregunto, que deseaba, en que podía, ayudarla

Rosalía temblando le contó lo que le pasaba, lo que precisaban.

D. Felix, tras felicitar la por la pronta visita de la cigüeña. Le mostró el queso que precisaban, corto un buen pedazo y lo puso en la báscula, cálculo el precio

Rosalía había visto lo que marcaba la balanza y el precio, temblaba por dentro no podría pagar lo, era más de medio kilo, 35 pesetas, eso no lo podía pagar; no lo ganaba su marido al día. Ella en las casas, menos

D. Felix seguía enfrascado, envolvió el queso y fue por unos huesos de jamón, un jamón del que cortó varias lonchas gruesas

Aquí tiene son 5 pesetas, si no dispone ahora del dinero llévelo igual, ya lo pagará

D. Felix, dijo Rosalía, el queso solo ya vale más de las cinco pesetas y además añadió usted el jamón que no pedí.

No está correcto, dijo D. Felix, el precio está mal, se cambió la etiqueta por error, el jamón va incluido con el queso. Este queso hay que comer lo acompañado de jamón para que siente bien.

Rosalía no tenía las cinco pesetas, solo tenía tres

D. Felix anotó en una libreta que, Doña Rosalía había quedado a deber 2 pesetas. Luego le rogó que por favor le esperara un momento, y regreso con dos tabletas de chocolate con leche, marca "la vaca", tomo un buen puñado de galletas de una caja alta, esto es. Un cariño para sus niños.

Continua La Tienda 2




viernes, 24 de mayo de 2024

Habla el viejo Simeón

 

Habla el viejo Simeón

Hola, Shalom. Me llamó Simeón, y soy viejo, bueno no tanto como pensáis, mi ángel me ha dicho que os escriba, aunque es posible que no leáis la carta, lo que si os aconsejo es que leáis, el Evangelio.

Bueno no me quiero liar, perdonad, a los viejos, a veces se nos va la mente, y divagamos

En aquel entonces, es decir en la época en que os escribo, el Templo del Señor Dios de Israel, lucía esplendido, majestuoso, solo verlo decían, te hacía sentir su presencia.

La verdad a mí no me pasaba, sentía más su presencia acariciando a mis nietos, mirando la barriga cada vez más enorme de mis nueras, acariciando los corderos... o viendo el amanecer.

Pero me lo callaba, por si alguien lo tomaba por impiedad, y me denunciaba

Todos los días, le pedía al Señor de Israel, que mandase a su Mesías, y sí, yo pensaba en el Mesías, para nosotros los judíos, para daros caña, a los gentiles, para machacaros.

Solía ir todos los días al Templo, porque mi ángel me había dicho de parte del Señor, que no me iría con los padres, forma que tenemos en mi época para decir, que no estiraría la pata, antes de ver al Mesías

Y, yo creía, creo en el Señor

Aquel día me dolía todo el cuerpo, una voz que sabía no era la de mi ángel, sino la de mi demonio, me decía que por un día, no iba perder nada

Pero no le escuche

Fui al Templo, y, entonces lo vi., llegar jóvenes, alegres enamorados, puros. Traían un bebé de 40 días, como mando Moisés, eran pobres pensé, y lo eran, eran pobres porque no portaban el cordero que hay que sacrificar por el parto de la madre, portaban dos avecillas.

Me acerqué a ellos y pedí permiso al padre, para tomar en brazos al pequeñín, el miro a la joven mamá, quien sonrió y me dijo. Toma cuidado. “No te moje”

Me reí, y le dije, no importa

Al tomarlo, el corazón me latió con fuerza, supe porque no traían el Cordero, no creo que ellos lo supiesen, a mí, se me reveló entonces, él era el Cordero, el Hijo que Dios inmolaría por nosotros. Era el Mesías. Mi ángel me puso de parte de Dios, en los labios las palabras que había de decir

Ahora Señor, puedes dejar a tu siervo irse en paz, porque mis ojos han contemplado, la Salvación que nos ofreces, Luz para iluminar a los gentiles, y gloria y orgullo de tu Pueblo Israel”

El pequeñín no paraba de llorar, al extrañar a su mamá, se lo di de nuevo, la felicite a ella y a su esposo por el hijo especial que Dios les había dado, los bendije.

Y, a mí pesar por mandato de mi ángel, le dije a ella que su Hijo sería bandera discutida, muchos caerían y se levantarían por su causa, y eso para ella sería una espada de dolor.

Vi como se le nublaban los ojos por el llanto, mientras apretaba al niño contra su pecho, como queriendo protegerlo, y que él la protegiera.

Volví a mi casa, sabiendo que aquel pequeñín, era el Enviado, sabiendo que no sería un Mesías como yo, y mi pueblo, bueno el Pueblo del Dios de Israel soñábamos.

Ahora permitidme un salto en el tiempo.

Ayer el sanedrín pidió al pretor romano, la muerte de un rabino de nuestro pueblo, de Jesús de Nazaret, pidió para él, la muerte de Cruz, no sé que habrá hecho, pero un judío nunca debe pedir a un gentil, la muerte de un hermano

Siento pena por él, por ese Jesús según nuestra Ley, morirá como un maldito. Siento pena por sus padres, sus hermanos, su familia. Es una deshonra

Iré ver quien es, pero no me quedaré, no me gustan las crucifixiones, y mañana he de comer el Cordero Pascual, con mis nietos e hijos, mi esposa hace años que se fue con los padres, pero ya hay biznietos

Llegue al lugar de las ejecuciones, tengo buena vista, pesé a los años, lo reconocí, por gracia de Dios, era el pequeñín, que un día tuve en mis brazos, entonces comprendí las Palabras que Dios había puesto en mis labios para su madre, que estaba allí a los pies, supe, que los que lo habían condenado, lo habían hecho por ignorancia, supe que Dios por él, los levantaría, que nos había levantado a todos, vi que La cruz no era maldición, sino bendición, abrazo de Dios a sus criaturas.

Y bendije al Dios de Israel

Han pasado 50 días desde aquello, han dicho que ha sido resucitado, levantado del Sheol por Dios, otros dicen que han robado su cuerpo, lo del robo ya os adelanto que es mentira.

Hoy se celebra la fiesta de Pentecostés, para agradecer al Señor las cosechas, y la Ley del Sinaí.

Aquí estoy cerca del Templo, con toda mi familia, cuando desde una de las casas señoriales cercanas, se abre una ventana, y oímos a los que están allí, hablar en lenguas que unos conocemos y otros no

Aquel hombre que habla primero, luego le siguen otros, nos dice que Jesús, el crucificado ha sido glorificado por Dios, que volverá, nos acusa pero de forma cariñosa de su muerte-

Le preguntamos qué hemos de hacer, nos manda bautizarnos en su Nombre, en el de Jesús, aquel día soy bautizado. No cambio mi nombre, algunos lo hacen.

Siento que soy un recién nacido. Miro a la Madre de Jesús, que me sonríe. Y siento que soy su hijo, su hermano, su siervo.

Mi vida está a punto de acabar, no de comenzar en plenitud

Fin.



La abuela asesina


La abuela asesina

Doña Clara García de Santoyanes. Esposa del empresario Santoyanes, madre de 3 hijos, ama de casa, miembro activo de grupos pro vida. No había una manifestación, contra el aborto, en la que no estuviera, miembro del Consejo parroquial; catequista, profesora de Religión, y muchas más cosas.

Se encontraba leyendo el informe médico, de su hija Clara de 16 años, a la que dio una sonora bofetada

Cómo has podido, fue eso lo que te enseñamos tu padre, y, yo.

La hija con la vista baja, lloraba a moco tendido. Al fin se decidió a hablar. Podemos casarnos, o tal vez no, pero puedes criarlo como tú hijo, o puedo darlo en adopción

Nada de eso, casarte con 16 años, no hija tú estás loca; yo no voy aparecer ahora con un hijo, máxime cuando mis amigas saben que se me retiro la regla hace 2 años, y no vamos a dar a nadie en adopción, todo se sabe. Simplemente no va haber niño.

Mamá, ya hay niño estoy embarazada

Eso no es nada, sangre, células nada. Voy a poner fin a esa locura

No, qué vas hacer tus amigas pro vida están frente a los centros aborteros, vas entrar conmigo, cómo

No vamos ir a ninguna clínica, pero conozco médicos de la misma que tienen consulta privada, en la que supuestamente no hacen abortos, y les pediré el favor.

No, mamá no voy dejar que mates a mi hijo, no abortaré

Harás lo que te mandé. Recuerda eres menor, sí fuese tuya la decisión de abortar, yo no podría impedirla con la nueva ley, pero en este caso, ninguno de mis amigos pro vida. Podría impedirlo; soy tu madre y tengo autoridad sobre ti.

Mañana iremos juntas a ver al ginecólogo, ven derecha a la salida del colegio.

Pero al día siguiente, Clarita no regreso a casa del colegio, los padres esperaron horas, al ver que era de noche y no había regresado, llamaron a sus amigas, no estaba con ninguna. Entonces empezó el protocolo de desapariciones, se pegaron carteles con la foto de la muchacha, los padres sobre todo Doña Clara, hablo en TV, en redes sociales. Pedía que por favor, si alguien tenía a su hija la devolviese, hablaba de lo buena niña que era.

Se hicieron batidas, un día, se encontró cerca de un acantilado, que daba a un río muy profundo. Restos de cabello, un trozo de uña, ropa manchada de sangre, que se pudo comprobar que pertenecía a Clarita, el río era imposible dragarlo.

El caso se cerró, Clarita había sido asesinada por un desaprensivo, que tal vez la violo, y su cuerpo arrojado al río.

Lo que nadie sabía es que Clarita, estaba viva, se había cortado el pelo y arrancado algunos mechones, luego se rompió una uña, se hizo un pequeño corte, para manchar su ropa con su sangre. Un amigo mayor sabía falsificar pasaporte, y le había hecho uno, en la que aparecía con otro color de pelo, y con nombre francés.

Y, Clarita se marcho a Francia, con poco dinero, por suerte hablaba perfectamente el francés.

Ya en Francia, decidió irse a un pueblo. Y fue allí en una aldea perdida de Lyon, la village du le brêbis, la aldea de las ovejas, donde conoció, a la Madame Chatallaí, una mujer viuda mayor, con hijos, y animales. Quien supo enseguida que Clarita era española, ella descendía de republicanos españoles; exiliados y en casa siempre habían hablado castellano. La mujer supo también el motivo, y se decidió apoyarla. Iban a decir a los vecinos que Clarita, bueno Jacqueline, era una sobrina que tenía en Argel, que había vuelto, la sobrina existía, pero no vendría porque había sido asesinada.

La señora Chatallai, ayudaba como comadrona, y tenía dependencias donde alojaba a mujeres que eran obligadas por sus padres, o esposos a abortar, ella las tenía en su casa, las cuidaba, las atendía en su parto, con ayuda de otras mujeres, y luego ellas decidían si daban el hijo en adopción, o se lo quedaban.

Cuando llego la hora de Clarita, también la atendió, nació una niña. La madre no quería que llevase el nombre de Clara, era el de la abuela que la quiso asesinar; pero Luisa, es decir la señora Chatallai, le hizo ver que era también el nombre de la madre valiente que lo dio todo porque viniese al mundo.

Clara es decir Jacqueline, completo sus estudios, se doctoro en medicina, rama de ginecología, quería colaborar con Luisa, a la que llamaba mamá, la hija creció en un ambiente sano, fue a la escuela, al colegio, al instituto.

Un día Clara, es decir Jacqueline, le habló de su historia, la niña ya de 17 años, quería venir a conocer a sus abuelos, pero Jacqueline, se negó, su abuela era Luisa, la señora de Santoyanes, había querido matarla, era una hipócrita.

Pero qué había pasado, con la madre de Clara. Pues al descubrir el asesinato de su hija, eso era lo que creían todos que había pasado, entró en una profunda depresión, trataba de negar su culpa, no tenía en quien buscar consuelo, pues nadie ni su esposo conocía la situación. Dejo de participar en los grupos pro vida, le recordaban a su hija, y dejo de participar en la parroquia en la catequesis, ya no frecuentaba los sacramentos, decía que había perdido la fe, en la Iglesia al ver la deriva que llevaba, que solo creía en Dios, pronto dejaría también de creer en Dios, bueno de decir que creía, de noche lloraba e intentaba rezar y pedir perdón, pero una voz oscura le decía que era inútil e hipócrita. Su esposo falleció, sus dos hijos Jaime y Encarna se casaron y se fueron del país quedo sola, sola

De noche se preguntaba, qué habría pasado si no hubiese querido matar a su nieto o nieta, tal vez ahora su hija y el pequeño o pequeña que ya sería un jovencito o jovencita vivirían con ella, otras se consolaba y se decía que su hija había sido atacada cuando volvía para casa del colegio. Pero la niña no había venido por el camino normal con sus compañeras, quería llegar tarde o intentarlo. Sí ella era la culpable de la muerte de los dos.

A veces pensó en confesarse, pero se dijo que sería una hipocresía. Y un día decidió poner fin a su sufrimiento. Tomándose un tubo de pastillas, antes en una carta explico sus motivos, su historia.

La encontró muerta su asistenta, su hija Clara en Francia nunca lo sabría, y naturalmente la nieta a la que quiso matar antes de nacer tampoco. Pero fueron la Misericordia de Dios y las oraciones de la nieta, que todos los días oraba a Dios por el alma de la abuelita Clara, la que permitieron que tuviese un instante de lucidez de contrición para invocar el perdón divino. Que claro está Dios no le negó. Aunque muchos al ver la carta, la imaginasen en el infierno, Clara García de Santoyanes, estaría tiempo en el purgatorio. Gracias a la nieta que no quería que naciera.

Fin



viernes, 17 de mayo de 2024

O zapateiro


O Zapateiro

Ricardo traballaba de zapateiro, no taller que herdará do seu pai. Dende que María Luisa, o deixará para largarse co seu amigo, e compañeiro de traballo Miguel, abandoando o mesmo tempo, a Ricardiño de dous meses, e Carmeliña de catro anos, él fora nai en pai, dos pequerrechos.

Axudado po la sua nai, e a sua sogra, que non veían ven, o feito por María Luisa, porque un fillo e un fillo, tamen a veces lle botaba unha man, cando tiña que sair de viaxe que non era un semple zapateiro remendón, se non tamén un pequeño fabricante. Moitas veces os nenos que xa tiñan, 8 e catro anos, quedaban con Clara, quen era tamen a sua catequista

Clara era unha rapaza de 39 anos, coidará toda a vida o seu pai, dende que esté quedará viuvo, os seus irmans, Felipe e Natalia, se desentenderon, porque Clara era soltera, ahora el padre de Clara, había pasado a mejor vida, no no había muerto. Se había casado con unha dona, a que levaba sesenta anos. E Clara quedou soa, sempre lle gostaron os nenos, por iso, e porque era cristiana, era catequista, sentíase feliz cos cativiños, ca sua inocencia.

Entre ises pequerrechos, estaba a filla de Ricardo, o neno veiao cando iba a casa, e a veces no taller si estaba con algunha das suas aboas

Aquela tarde como otras mais, levou uns zapatos para arrenchar, falaron do que lle ia costar, e Ricardo, invitouna a tomar un café, aquel seguiron outros nos devanceiros días, logo foi, o cine, o teatro...

Hasta que Ricardo, lle confesou que a quería, e Clara, dixolle que tamén

Eu pensei unha cosa, dime que che parece

O meu matrimonio non e nulo. Eu a Deus non lle mintó, e dicir non me vou inventar un tema de conciencia inexistente. E certo que Xesús dixo, que o que Deus unirá, naide o podía separar. Pero e se foi Deus, que nos separou a María Luisa e a min. Non o sei, o que sei e que Deus e Amor. Que meus fillos precisan unha nai, que te queren, que eu te amo.

Propoñoxe casar no xuzgado, o no Axuntamento, e logo ou antes da boda, asistir a Misa, e pedirlle xuntos a bendición a Deus

Clara estivo calada un intre e logo dixo, pareceme ben, que digo ben, moi ben. Pero quero decilo na igrexa, que decidan se me queren igual de catequista.

Na igrexa o cura mais novo, o dos cánticos, dixo que non. Pero D. Elías con sus 95 anos, dixo que por él ben.

Así se fixo. Hasta que algunas boas señoras, o enterarse de que, Clara e Ricardo estaban casados ante un xuez, decidiron quitar os seus fillos da catequesis, e ameazar con deixa de ir elas o culto, se non se lle prohibía a Clara ser catequista. Qué lles iba ensinar a os seus neniños unha pecadora coma Clara.

O Pai Elías, lembroulles que Clara, sempre estaba disposta axudar, mais do que elas pensaban e sabían, que coidaba velliños, axudaba a familias que tiñan fame. Etc.

Sí, pero Noso Señor dixo, que

  1. Elías non deixou que Doña Vicenta acabase la cita evánxelica, sei ben que dixo, pero no foi o único, tamen dixo. “Non xuzguedes, o que fagades a outro facedesmo a mí...” Clara no vai pervertir os nenos, a catequesis vai seguir igoal

    Pero as donas non cederón

    Así que lle tuvo que comunicar que non podía seguir de catequista, non se preocupe, viremolo ver, mudamonos de barrio, Ricardo vai aumentar o negocio. Aqui os locales eran moi caros, queremos mercar, e atopamos un bo local con vivenda arriba, e signamos a hipoteca. O que lle agradecería sei que o párroco da nova parroquia e seu amigo. Que me recomendasé para catequista. Sen decir nada daña miña situación. Non me refiron o párroco, senon as nais.

    E porqué o ia contar. Por certo vexo te moi guapa, tes un brillo especial

    E que levo un anxiño de Deus no meu ventre, estou embarazada

    Alegrome, Deus mandouvos o seu agasallo de boda, a sua bendición. Que o trailla con ben

    Un mes mais tarde Clara empezaba como catequista na nova parroquia, e seis meses mais tarde traía a o mundo dous mellizos, Alicia, y Elías

    Que como no, con permiso de su párroco actual, baptizou o vello cura D. Elías 

    Fin

Homenaxe o día  das letras galegas

Unha chamada dende O Ceo


Unha chamada dende o Ceo.

Lola, votou unha ollada a pantalla do seu teléfono, era Tereixa. Descolgou. Dende outro lado da liña, Tereixa dixolle

Lola, temos que quedar ista tarde na cafetería da Rua Real, na de sempre, xa sabes, non avises a Lourdes, e boa rapaza, pro non sabe calar nada. Vemonos as oito do serán. Hoxe o pequeno, come na casa do seu irmau

As oito e dez mínutos Lola e Tereixa reunianse na sua cafetería de sempre

Ben dixo Lola, mentras sorbía un grolo do seu “Albariños”, qué me tes que contar tan segredo"

Pois que tiven unha experiencia mistica, chamaronme dende o Ceo

¿Toleaches?

Non, non tolei, lembras o meu defunto esposo, Carlos, fai vinte anos que se foi pro Ceo

Sí, lembro

Pois chamoume honte mesmo por teléfono

¿Dende o Ceo?

Pra il, seguro que sí, sentíase féliz, ainda que o seu Ceo chamese New York

Non entendo nada, expricate

Expricome, ti sabes que o que todos pensabamos eu incluída, era que Carlos o meu home, había morto, xunto ca sua secretaria, o caer o coche no que iban o mar, en Guijón, o vehiculo recuperouse das augas pro os corpos ainda que se buscaron, foi imposible atopalos, deronse moitas explicación, e foron declarados mortos. Pois ben non morreran, fuxiran con pasaportes falsos, os EE. UU. Alí casaron, pero agora queré o divorcio, declarar que esta vivo, e casar co seu nome propio.

Lola, comeu unha gamba, bebou otro grolo de Albariño, e dixo.

Imaxino, que llo darás

¿Darlle o qué?

O divorcio

Pois non filla, pois non. Pra min il está morto, eu son unha muller casada en segundas núpcias, tras a morte do seu amado esposo, nun desgraciado accidente. Sé lle dou o divorcio, quedo como unha muller, que ten que deixar o seu home, e como moito casar con él de novo, so ante un xuez o un alcalde, eu son católica

Xa pero e que o teu matrimonio e nulo, pois Carlos estaba vivo, ainda que non o soupeses

Hai mais cousas, tería que decirlles os meus fillos maiores que o seu pai, era un mal home, maltratabame psicolóxicamente, a penas se ocupaba diles. Como ainda eran novos, eu sempre lles falei ben; dixenlles, que se non estaba moito na casa, era porque tiña moito traballo, pero que os bicaba cada noite o chegar a casa.

Qué lle vas decir logo. 

Que siga como está, que eu son a sua víuva, e agora a muller de Vicente, que e o meu home por voluntad de Deus

Eu consultaría con D. Alfredo

Fareino pero o que me diga o cura, non me vai facer cambiar, a miña conciencia e clara, e se erró, Deus me xuzgue co seu Amor, e a sua Misericordia.

A mañan seguinte, Tereixa falou con D. Alfredo, el Padre Alfredo un cura dominico, xoven. Que a escoutou atento, como facía sempre.

“Filla, fai o que che diga a tua conciencia, eu podo che falar de leis, pero non podo entrar no santuario da tua iama, ahi so, pode Xesús o Noso Señor, se pensás que fas ben, faino. De feito non fas dano a ninguén, nin das escandalo. E a conciencia e cousa de cada un e de Deus; pro iso, lembra que a Deus non se lle engana. Se querés podes anular o matrimonio con Vicente, e casarvos de novo en segredo”

E porque Padre, se xa o estamos, non lle parece que é unha hipocresía, Carlos morreu e resucitou no New York

“Sabes qué che digo, que case que tes razón; qué opina Vicente, nada, non sabé nada, nin o vai saber”

Hastra domingo Tereixa

Hastra o domingo Padre Alfredo

A mañan seguinte, Tereixa chamou a New York, o teléfono que tiña apuntado de Carlos

Unha voz en ingles, a quen non entendía nada, e que o fin lle puxo con unha persoa, que mal falaba o castelán. E que lle informou que o Señor Carlos Suárez, ( o apellido era falso; o que tomara para fuxir); morrera o caer o seu coche no río Hudson, se quería falar ca sua víuva

Non, graciñas dixo Tereixa, digalle que a viúva de D. Carlos Peranias, lle manda unha aperta de condolencia. Que Deus o descansé.

Tereixa colgou e sorriú, Deus fai todo ben. Agora sí que Carlos estaba no Ceo, ou no Purgatorio, por que 

Deus e bon. Que se non...

Fin.

Homenaxe no día das letras galegas


Un neno roubado


Un neno roubado

O comisario Xelmírez. Levantou o auricular do teléfono, do seu despacho.

Bos días, aquí o comisario Xelmírez. Quen fala

Bos días. Comisario. Son eu, Aniña Gómez, roubaronnos o neno

Qué, qué dí. Qué lles roubaron qué, descolpe, pro non a entendín ben

Pois iso, que nos roubaron o neno

A qué perderon un cativiño

Non. Que nos roubaron o neno, iso dixen

Miré, pode vir pola comisaría, pra facer a denuncia

E porque non mandan uns gardas eiqui, doulle a dirección, ainda que debería bastarlles con nome do lugar. Ainda que sospeito que non, xa que polo que vexo no me recoñeceu.

E digame miña dona, porque carallo, tiña eu que recoñecela

Por que son a directora do museo de arte sacro arqueolóxicoo, por iso

Naquel intre o comisario Xelmírez brincou no seu asento. Logo tras beber un grolo de auga dicho

¿O Museo de arte sacro arqueoloxico; logo e vostede a Licenciada en arte sacro, Doña Ana Gómez?

A mesma, comisario

Pois ten que descolpar pro non a coñecín, craro co nome que me deu. Pero ben, agora entendo. Tratase de unha talla antiga do Neno Xesús

Pois non comisario, a talla do Neno Xesús, está conmigo no meu despacho, o que nos roubaron en un neno de verdad. De carne e oso. Mellor veñan por eiqui

Agardenos dentro dunha hora estaremos no seu despacho.

Unha hora e carto mais tarde Xelmírez e a policia, Laura Monsalva, chegaban o museo

Ana Gómez, recibiunos na porta, e guíonos hastra o seu despacho

Tomen asento por favor. Como ven, eiquí teño a talla do Neno Xesús, atopado nunhas excavacións, tratase de unha imagen de arte románico do seculo, XI, transición o XII. Que está no meu despacho, porque a estiven reparado. Como saben tamen son reparadora de arte

Ben, moi ben. Dixo Xelmírez que xa empezaba a ter dor de testa. Todo o que nos acaba de contar. Sintollo pro no, nos interesa ni nos val, pra nada. Xa que a denuncia e que lles roubaron un neno, de verdad. E Iso chamase secuestro

Non, comisario. Chamase roubo. Naide secuestrou o meu sobriño, roubarono porque o confundiron co Neno Xésus

Home, non diga parvadas. Qué ia confundir un neno mexón, con unha talla de madeira, vamos nin un cego

Se deixan que lles explique o mellor entenden algo máis. Dixo Ana Gómez

Pois explique, respostou Laura, que ainda gracias o Ceo, non abrirá a boca

Pois ben, a talla do Neno Xésus estaba vestida, non sei quen tivo a idea de vestila, xa que unha imaxen do Neno divino, espido, e así se expoñera no museo, o na capela de Catedral. Cavilo que o mellor o vestiron pra cubrir os danos que tiña a talla, o caso foi que como tiven que reparalo, aproveitei en vestín con roupiña parecida o meu sobriño, e puxeno nun berce como se fosé o Neno Xésus. E levarono

Pois xa o devolverán. Pra que o queren.

Ou non, son mala xente, o mellor fanlle dano. Atopeno por favor, importame moito mais, ca talla de Xesús Neno.

Media hora mais tarde, tras tomar nota do que había que tomar nota, Xelmírez e Laura sairon do museo 

E agora, por onde empezamos a buscar. Naide toma datos de quen entra nun museo

Ocorreseme comisario. Dixo Laura, podemso facer unhas inquisas sobor do amor o arte, po las casas, mandamos uns axentes de paisano, e así, podemos saber quen foi o museo onte a atardecida

Este pobo ten mais de mil habitantes, non podemos interrogalos a todos;

 E que a todos non hai que investigar, polo censo podemos saber mais ou menos, quenes poideron ir o museo, e leva lo neno

Laura. ¿digame cree vostede  que alguén, ainda que sexa cego, pode confundir un anxiño de carne e oso, con un anaco de madeira vella. Aquí hai algo mais. E qué se lle iba ocurrir a unha experta en arte, poñer un neno de carne, pra dar o pego dunha talla de madeira

E raro, sí comisario

Raro non e imposible. Temos que ir con unha orden de rexistro, a casa da directora de Ana Gómez

Pro iso non ten, pes nin cabeza. Era o seu sobriño,

 Sobriño que ela quere roubar e con pasaporte falso, fuxir do país, levando o neno como se fose seu fillo

Sintollo comisario, pro iso pareceme unha toleada.

Ben, voulle contar algo que tal vez non sepa vostede Laura, e segredo.

Ana Gómez estivo medio líada co seu cuñado, ainda non o era, fara dous anos, o sumo, pode que tres, Ana quedou embarazada, e como o futuro cuñado, xa tiña os ollos postos na irma de Ana, en Gabriela, convenceuna, forzouna o que fose de que abortase. Ana abortou, e quedou esteril. Pero iso non foi o peor, o peor e que estivo de depresión, con sindrome post aborto, intentou matarse varias veces, e por riba, veu como a sua irma casaba con Alfrediño, o seu antigo amigo, logo o necemento do sobriño. No fondo Ana, pensó que cree que o pequeno roubado, e o seu fillo non nato, morto que lle devolvé o Ceo

Que espanto. Comisario, Vamos logo pedir a orden de rexistro

O Xuez Carlos Funchal, non quería dar a ordén, tardaron un bo rato en conseguila

Con ela na mán presentaronse na casa de Ana Gómez, alí estaba o cativiño.

 Queda detida por secuestro dun menor, denuncia falsa. Vai estar un bon tempo na cadea

Por levar un neno da miña sangue, e crialo como Deus manda, vou a cadea; por matar o que tiña no meu ventre non, maldito país, malditas leies, malditos que nes as fixeron. Eu sei que iste non e o meu pequeno, o pequeno que non cheguei a parir vivo, pero e o seu irmau, fillo do mesmo mal home que me obligou a desfacerme do meu. Sí xa sei que non foi a punta de pistola, que non teño perdon de Deus, pero con isto él sufriría coma sufró eu.

E a sua irma. Qué me dí do dor da sua irma

A miña irma, rouboume o home que amaba, non fixo nada porque non fora o abortorio, e mais alentoume, Non subcomisaria, non me da pena. Saben que lles digo, que vexo ben que me condeen a moitos anos de cadea, na miña conciencia ante Deus, son cristiana, vereino como a condea do meu crimen.

Pero antes poden agardar un intre queró estar co meu neniño, vou o salón non fuxo. Estamos nun carto piso

O Neno está eiquí.

Non falo diste, dixo bicando o rolo. So un intre

Ana Gómez entrou, no salón. De supeto berros que viñan da rúa , entraron o salón, a fiestra aberta, e o corpo de Ana Gómez no chan

Que Deus Amor e Misericordia, a acolla no seu Seo, o lado do seu picariño, foi unha morte por amor de nai.

Laura persignouse e dixo

Acolle Señor Xesús a tua serva Ana, tí amigo de pecadores, e feridos, non a deixes sola, pois por ela, pendiches da cruz, que as tuas mans, taladradas, enxoguen o pranto dos seus ollos, dalle o descanso eterno” amen

Por deseo de la familia de Ana Gómez, se ocultó que fose un suicidio, e todo o que había detrás, dixose que a visita da policia había sido, por un posible tráfico de pezas roubadas, e a caida dende a fiestra fora un lamentable accidente.

Fin.

Mi aportación a o día das letras  galegas

martes, 14 de mayo de 2024

El anillo


El anillo. Cuento

Rosalía y Elena eran amigas, desde hacía tiempo, según ambas, eran inseparables.

Rosalía era de una clase social superior, y su situación económica era más holgada que la de Elena, quien pertenecía a una clase social más baja

Un día Rosalía estuvo limpiando sus joyas, llego Elena y se las enseño, sobre todo un anillo que heredara de su abuela

Al día siguiente no encontraba el anillo, y llamó a Elena, para preguntarle, sí se acordaba donde lo podría haber guardado, pero Elena le dijo que no, cuando ella se fue de su casa, Rosalía seguía limpiandolas.

Rosalía espero que el jueves viniese la señora que una vez a la semana, hacía limpieza, para pedirle, que le ayudase a buscarlo, pero fue infructuosa, aunque removieron cojines mesas sillas, nada, se había esfumado

Pasaron como unos pocos días, y Elena quedó con Rosalía en una cafetería, unos parientes que tenía en el extranjero le habían traído un regalo y quería compartir su alegría con ella

Rosalía acudió, y entonces Elena le mostro su mano, para que viese el anillo, que llevaba, Rosalía solo dijo una palabra. “ladrona”

Elena le preguntó si estaba loca, aquel anillo se lo habían traído sus parientes

“Ese anillo es mío, me lo robaste en mi casa, el día que te lo enseñé” dijo Rosalía

Elena insistía en que no

Y, Rosalía se fue presentar una denuncia, que no prospero, porque anillos como aquel había muchos

Pero rompió la amistad, y lo que es peor, Rosalía se dedico a decir a todo el mundo, lo que según ella le había hecho Elena

Así que a Elena, poco a poco, todos salvo una tendera y una panadera, y el párroco de su iglesia, le fueron haciendo el vacío.

Lo que la llevó a caer en una depresión que poco poco la iba minando, y antes de que acabasé con su vida, se fue vivir a otro pueblo

Mientras fueron pasando los meses y algunos años

Llego el día en que Rosalía debía dejar su casa, pues el edificio, iba ser demolido

Fue entonces cuando al sacar el divan del salón, uno de los operarios encontro, lo que al principio tomó por otra cosa, pegado a una de las patas del divan cerca de la pared, en la esquina misma estaba el anillo

No puede ser, dijo Rosalía, pobre Elena, tengo que llamarla

Como conocía el teléfono de Elena tanto su móvil, como él de la casa, donde estaba, la llamó, le contó lo sucedido, le pidió perdón y espero

Elena le dijo, tu acusación casí me cuesta la vida, llegué a pensar en el suicidio,me mataste socialmente, yo no podía tener un anillo igual, ahora vienes y me pides perdón, pues no te lo doy; porque sí no hubiéses encontrado tu anillo, seguirías viéndome como una ladrona.Dicho esto colgo

Pasaron años, en ese tiempo Rosalía trato de deshacer la mentira que había extendido sobre Elena

Un día se enteró de que Elena estaba hospitalizada muy grave, no tenía quien la cuidase, Rosalía decidió hacerlo ella, la velaba en el hospital, y cuando le dieron “el alta”, ya en casa de Elena, la vestía, la lavaba, le daba de comer, cuando Elena fue mejorando, con la ayuda médica y los cuidados de Rosalía

Se extraño al verla, Rosalía volvió a pedirle perdón, pero Elena la paro en seco

Perdón me pides, sí jamás podre pagarte, lo hará Dios lo que hiciste y estás haciendo conmigo, el pasado no importa amiga, importa el presente, las dos en el pasado nos portamos mal, yo lo hice al no perdonarte, pero el Señor permitió esta enfermedad mia, para que nuestra amistad saliese de su guadiana.

Ven dame un abrazo.

Fin


lunes, 4 de marzo de 2024

El deseo del peregrino

 

El deseo del peregrino. El peregrino dijo al árbol
Hubo una vez hace mucho, mucho tiempo, un peregrino que iba hacia un lugar sagrado, no importa cual
El hombre caminaba despacio, pues ya estaba cansado. A veces su demonio de la guarda, le decía que se volviera, que total la divinidad, está en cualquier lugar, que eso de ir al lugar Sagrado, aquello era dicho con todo respeto, una mémez
El peregrino, mandaba al carajo, al demonio y seguía caminando.
Un día se encontró con un árbol, era hermoso, fuerte
El peregrino se sentó bajo su sombra, había llovido no hacía mucho y de las ramas cayeron, gotas de agua en su cara, que lo refrescaron, luego vio unos frutos, grandes hermosos, eran naranjas, tomo una la comió, le sirvió de alimento, y de bebida, y tiró las mondaduras, no al pie del árbol, sino hacia el camino. 
Se levantó y siguió caminando
Luchando con su demonio de la guarda
Llegó  por fin a la meta de su peregrinación
El lugar había sido derruido
Vaya dijo el peregrino, entonces ya no hay divinidad que adorar
He perdido el tiempo y la vida, viniendo aquí
No hay divinidad
Estamos solos en el mundo
Reemprendió el camino de vuelta, y se volvió encontrar con el mismo árbol
Se sentó de nuevo bajo su rama, hacía mucho sol, y se estaba a gusto
Miró para el árbol
Y, el árbol le hablo, como hablan los árboles, a quien sabe escuchar.
Eres un necio, un gilipollas, un imbécil
Dios ha caminado a tu lado, y no lo has visto, él dispuso me encontrases en tu camino, otro ser humano me plantó, y Dios me hizo crecer, esas naranjas que te has comido, y que por cierto, tenías que haber echado sus mondas a “mi pie”, no en el camino; esas gotas de lluvia que mojaron tu rostro, todo eso venía viene de Dios, que se preocupa de nosotros, de ti en especial.
Yo que soy un árbol le agradezco me haya hecho para servir de alimento, de casa para aves; de lugar de descanso
Las estrellas y la luna, y el sol, y las nubes que te acompañaron hacia el lugar sagrado, Dios las puso para ti
Las aves que amenizaron tu camino, los animalitos, las personas que te ofrecían comida y albergué, Dios las puso para ti
Y, ahora humano entupido, dices. “No hay divinidad, no hay Dios”
Pues pensabas necio, que Dios es un objeto que está en  un lugar, como las vasijas de arcilla de tu mujer
Mira lo que te rodea, ahí está Dios, mira tu corazón ahí está Dios, quieres hablar con él, hazlo aquí
Recuerda Dios siempre te espera, lo mismo que yo, que estoy aquí para todo él que me precisa, estoy porque Dios quiere.
El peregrino, no supo que responder al árbol
Pero su demonio de la guarda le susurro
“hombre eso son delirios de tu mente, los árboles no hablan, Dios no existe”
El peregrino que ya no lo era, se dijo que el demonio, bueno su pensamiento lógico, tenía razón
Se levantó y se fue
Siguió caminando cansando
Hasta que se encontró con una familia pobre, iban huyendo de la guerra, de una guerra pues esta historia pasó hace mucho tiempo
La familia iba cantando e iba feliz
El peregrino que ya no lo era.
Les preguntó porque iban cantando, ellos le dijeron, porque Dios va con nosotros, tenemos sed y hambre, pero sabemos que Dios ha dispuesto un naranjo, descansaremos a su sombra, con sus ramas más fuertes nos haremos una cabaña, y comeremos su fruto. Incluso dijo la mujer, haré juguetes con sus mondas

Qué tonterías, dijo el peregrino que ya no lo era. La divinidad no existe, estuve en el santuario
O sí existe, en realidad el santuario no le gustaba, sabemos que existe, dijo la mujer, por ese árbol y todos los árboles, por los animales, por el río, por nosotros, además hemos hablado con él, o ella pues no es ni hombre ni mujer, y como cualquier ser, se manifiesta

El peregrino que ya no lo era, dijo. Mejor dicho pensó, están locos.. luego preguntó
Cómo qué, hablasteis con él o ella

Sí dijo el hombre, nos pidió un trozo de pan, a  nosotros que vamos huyendo, lo hizo en forma de vieja.  Supimos que era Ella por sus ojos, luego se nos acerco, mejor dicho en un soldado herido, de los que  atacaron a nuestro pueblo, nos pidió ayuda, solo podía ser él, aquello era un disfraz
Después un gatito herido, nos movió a curarlo, ahí lo llevamos, supimos que era él quien lo cuidaba en nosotros
Un caminante que iba a un santuario, debías de ser tú, sí ahora recuerdo eras tú, me dijo hay un árbol con una fruta muy rica, supe que él hablaba por ti

O sea dijo el peregrino que ya no lo era. Entonces era verdad, Dios existe, y es un Dios peregrino, caminante, un Dios que nos acompaña. Voy a volver, quiero adorarlo junto al árbol

No, no lo hagas le dijo su ángel de la guarda, porque llegará un día, en que confundirás al árbol con Dios, y cuando talen el árbol, volverás a ser ateo. Sigue caminando, ese es tu destino.
Y, el peregrino que volvía a ser lo caminó, por la vida, agradeciendo, ayudando, admirando, sirviéndose y amando a los árboles y a todas las criaturas; encontrando en ellas a su Creador, hasta que lo encontró Cara a Cara






martes, 27 de febrero de 2024

Un regalo para Jesús


Un regalo para Jesús
Cuando al niño Jesús, le regalaron un cerdito
Cuando nació Jesús tuvo muchos regalos, pero hubo uno que llevaron unos niños gentiles, de cuya historia hablará otro cuento, era un cerdito, bueno eran dos, uno de cartón, y otro un lechoncito; en una palabra dos cerditos. Y como todos sabemos la Sagrada Familia es judía, y los judíos no pueden comer cerditos, ni jugar con ellos
Pero el bebé Jesús, se encapricho del cerdito de cartón, o algo parecido, y no lo soltaba. San José no sabía que hacer, sí lo veían los rabinos, los apedrearían
Su esposa María se reía. Tranquilo esposo, deja al animalito, escóndelo por ahí, ya le encontraremos lugar, él también fue creado por Dios, sabes José, siento que llegará un día gracias a nuestro pequeño, que  no habrá animalitos impuros, ya nos los hay- ¿Verdad mi vida, dijo tomando a Jesús en brazos? Jesús sonrío y dijo papá, así que María lo pasó a José, no sin antes decir le, no has respondido a mamita.
El pequeñín, acaricio a los dos cerditos, el de juguete y lechoncillo, que José se apresuró a esconder pues venía gente a ver.
Por la noche al bueno de José se le ocurrió una idea, el cerdito se llamará, Pedro Sánchez
No cariño dijo La Virgen, le llamaremos Periquín
Pocos días más tarde huían a Egipto, llevándose a Periquín, en Egipto no había peligro los egipcios admitían a todos los animalitos, aunque no los llevasen al gobierno. Eso los españoles  y otros
El cerdito Periquin fue feliz, y fue regalado a una familia de gentiles, que se hicieron amigos de José y de María. Por supuesto de Jesús, quien desde pequeño aprendió, de su mamá María;  que su Abba, no había creado animalitos impuros. O sería el niño quién lo enseñó a su mamá
No fue la mamá, él era un niño de verdad.
Fin





lunes, 26 de febrero de 2024

Abraham y Jesús.

 

Abraham y Jesús. Cuento reflexión en 3 partes

Abraham había salido a luchar, para apoyar al rey amigo suyo, y a su sobrino Lot

De pronto en un claro del bosque, apareció aquella figura, era alto, esbelto, cabello entre mezcla de negro y rubio, vestía una rara armadura, rara porque no era tal, su pecho iba desnudo. Sobre su pecho, lo que Abraham tomo por una Taú, la letra que representaba el número de hombres con los que habían vencido

El hombre llevaba una copa de oro, que contenía vino, y una hogaza pequeña de pan

Se acerco despacio al Patriarca

Soy Melquisedech, rey de Salem, rey de Paz

Abraham le pregunto por su origen

Pero el hombre le dijo, que no era tiempo de preguntas, su nombre era misterio, un día lo sabría

Luego le dijo que bebiera del vino, que vendría del, de Abraham, y que comiese del pan, que vendría también del.

Abraham no entendía, lo que decía, pero bebió y comió, se sentía en paz

Entonces Melquisedech, bendijo a Abraham siervo de Dios, y bendijo a Abraham. Y le dio la décima parte de lo que se había recuperado en la guerra.

Abraham padre de los creyentes, había recibido La Eucaristía adelantada de manos del Melquisedech eterno. El Hijo de Dios, que sería también hijo de Abraham

Abraham había escuchado, al menos eso le parecía, no siempre era clara, La Voz de su Amigo, le pedía el sacrificio de su hijo, de su hijo único, de Isaac

Abraham no entendía

A qué venia aquella petición. ¿Acaso precisaba pedirle la vida, de su hijo, no podía tomarla él mismo?

¿Y, porqué le había dado a Isaac, con dejarle a Ismael ya le llegaba, Isaac nació, cuando no era su tiempo, fue una obra de su Amigo, la estéril, y vieja quedo preñada, por Isaac, Abraham viviría para siempre, en hijos que serían como las estrellas del Cielo. Pero ahora si moría Isaac, de dónde vendrían los hijos, volvería a quedarse preñada Sara? No su Amigo no era un dios loco, como esos de su padre Teraj, no

Tampoco era un Dios cruel, y no mentía

Abraham se dijo, se lo daré es suyo. Me duele pero lo inmolaré, sé que él me lo devolverá siempre cumple sus promesas. Es veraz

Abraham se dispuso a sacrificar a Isaac, pero un ángel detuvo su mano, en su lugar Abraham ofreció un cordero

De pronto La Voz resonó en su interior.

Abraham no he cancelado el Sacrificio de tu hijo, no tranquilo, Isaac partirá de viejo, el hijo único que será sacrificado, es mi Hijo, si Abraham, soy Papá, se lo que duelen los hijos, Yo entregaré a la muerte a mi Unigénito, para rescatar a mis hijos pequeños, ese Hijo, Abraham será también tu Hijo, y por él te harás tu también Abraham, hijo mío.

Abraham cada vez que escuchaba, La Voz se decía, que no entendía nada. Se calló lo del Hijo de su Amigo

Y, regreso a casa con Isaac, que se había dejado atar como un día, un descendiente suyo, mejor dicho El descendiente suyo, Jesús se dejaría clavar en La cruz

Jesús hijo de Abraham, hijo natural de Dios, el Amigo de Abraham

En el Cielo y en la tierra al mismo tiempo, porque el Cielo es Dios y está en todo lugar.

Abajo en la tierra, donde vivimos la mayoría de los humanos, los santos en el Cielo, siguen siendo humanos

Allá en el Cielo, Dios dijo a su amigo Abraham, fíjate, ahora voy hablar de ti. Estoy ahí, en ese hombre, ese carpintero, ese soy Yo.

Abraham sabía que su Amigo, era capaz de todo, sabía que estaba en el Cielo, que era el Cielo, pero que también llevaba un tiempito, aprendiendo lo que es el tiempo, y, viviendo como hombre, porque ahora también era hombre

En la tierra, unos hombres se acercaron a otro, discutieron con él largo tiempo, eran duros de mente, vamos de vivir ahora, votarían a Pedro Sánchez, con eso se dice todo

El hombre un carpintero judío que ahora andaba de rabino itinerante, ya harto de ellos les dijo

Abraham al que llamáis padre, se alegro pensando en ver mi día, en verme, y cuando sucedió se alegró”, los hombres que hablaban con él, le dijeron. “Estás para que te encierren” bueno no con esas palabras exactamente, pues eran del siglo I, pero el significado era el mismo, le dijeron, tú estás endemoniado, no tienes 50 años y has visto a Abraham

La verdad es que tenían razón, en apariencia, ni 50, ni 400, hacía miles de años, que Abraham había caminado por la tierra

Entonces el carpintero judío, ahora rabí, llamado Jesús, el hijo de una tal María, y un tal José carpintero él, les dijo

Antes de existir Abraham, Yo Soy

Ellos quisieron apedrearlo

Arriba en el Cielo, Dios dijo a su amigo

¿Por qué te alegras de verme?

Tú sabes que sí, dijo Abraham. Y te felicito, que buena respuesta. Que pena no sepan eres tú

Va, como dirían en la tierra dales tiempo. Así recuperó a otras ovejas.

Israel siempre será nuestro Abraham

Fin





Cuando La Virgen se quedó sola


Cuando La Virgen se quedo sola.

Aquella mañana, María fue como siempre a la fuente, llevaba su cántaro, pero una pequeña nube de tristeza, bañaba sus ojos, haciéndolos más bellos, si es que eso era posible

Aquel día, Jesús no vendría a cogerle el cántaro, porque se había ido, ella sabía que un día se iría. Pero estaba tan a gusto con él, escuchándole, preguntándole, enseñándole, si enseñándole que era su madre, y él un ser humano

Jesús se había despedido, le había pedido su bendición, como cualquier hijo, la había comido a besos, pero tenía que empezar su misión.

Primero se iba a hacer bautizar por Juan, luego un tiempo de ayuno y oración. Y a comenzar, cuando Dios quisiera

María le dijo que se cuidará, que durmiera bien, qué se abrigará, que se alimentará

Que no te cuidas, y eso, Jesús no me gusta

Que si me cuido mamá (inma), le había respondido él

Que tengas cuidado, algunas personas pueden no ser muy buenas.

Jesús le había dicho, buenos ahora en la tierra, desde que papá, esta con Papá. Tú y yo, solos mamí; por eso estoy aquí. Tranquila, nos volveremos a ver pronto.

Hasta pronto mamí, Papá está contigo

María lo entendió, sabía que era cierto

Una vecina que escucho dijo

Ese chico, no está bien de la cabeza, le dice que su padre, está con ella, hace más de 12 años que José duerme con los padres, que en paz descansé, era buen hombre, sí muy buen hombre, a ver como sale el hijo, hasta ahora no había queja, pero a dónde irá

Vio que María entraba para dentro de su casa, y fue corriendo, a ofrecerle ayuda, a decirle que paciencia que los jóvenes hoy en día, en cualquier época es “hoy en día”, “que los jóvenes hoy en día, ya se sabe”

La invito a comer

María agradeció, otro día, hoy quería estar sola, bueno sola no, no, pero sí. Tenía ganas de llorar, pero eso no lo dijo. Se limito a decir, Si el Cielo quiere mañana, pero podemos si quieres orar juntas a la tarde. Somos mujeres y no es preciso seamos diez.

Es que valemos más que ellos

La Virgen se río

Ay que pena María, que El Señor de Israel, no os diese más hijos, con lo buena gente que erais José y tú

María sonrío un poco, sabes Raquel, siento una Voz que me dice, que seré madre de familia muy numerosa, que ya tengo hijos

Raquel pensó ella también se volvió loca. Luego dijo. A la tarde vendré a orar contigo, oraremos y al tiempo hablaremos de nuestra vida, con el tiempo la idea de Raquel, ya con La Virgen en el Cielo, se haría con algunos cambios, y se llamaría Rosario.

Y, sí el Rosario lo ideo Santo Domingo, pero la semilla empezó un día en Nazaret


Después María entro en su casa, todo le recordaba a su Niño Jesús, porque Jesús era para ella su Niño, le asalto un susto. ¿Y, si no lo volvía a ver?. No protesto, ella seguía diciendo Fiat.

Aquí está Señor tu esclava

Pero su Arcángel de la Guarda, Gabriel, al que ella, llamaba Gaby, y el le llamaba María, aunque en el Cielo, le habían dicho que era su Reina, pero Gaby era es un Arcángel marchoso, y pasaba de formalismos, así que la llamaba

La más resalada, la Graciosísima, y con ese nombre le dijo, Volverás a ver a Jesús, yo también soy su Arcángel de la Guarda, lo verás en una boda, dentro de poco, tú serás para él, el Mensajero del Padre

¿En una boda? Dijo María, entonces ya será el tiempo

No, del todo, pero en esa boda, tú lo pondrás en marcha

Gaby, cuida de mi Niño

Graciosísima, que me cuide él, que además de tu Niño es el Dios de Israel, y el Hijo del Dios de Israel, y el que camina, con el Viento del Dios de Israel. Ay Dios mío, Graciosísima, que me acabo de dar cuenta de algo, que ya sabía, que siendo cierto todo lo que digo. Tú eres La Madre de Dios, la Hija de Dios, el Templo de Dios, y, yo como si tal cosa.

Gabi, yo soy tu María, tu Graciosísima, por su Gracia, que yo nada tengo mío, soy su Esclava, toda la Gloria a Él, pero para mi, Jesús es mi Niño, yo lo deje humanar, cuídamelo, Gaby sí hace falta le riñes.

Lo cuidaré lo prometo. Quien me lo iba decir, Custodio de Dios. Jesús también le había dicho, Gaby cuida a mi Mamí

María sonrió, con Gaby, aunque no lo veía, lo escuchaba en su corazón, no se sentía tan sola, además como decía, su Jesús, el Padre, y la Ruah, estaban siempre con ella, y, él en cierto modo también.

Lo creía, lo sabía. Pero echaba de menos tanto oírle decir.

Mamá, otra vez lentejas, no me gustan, y decirle, come y calla, tienes trabajo. Como una madre normal.

Que eso era, una madre que se había quedado sola.

Empezaba a trabajar sin saberlo su advocación de Virgen de la soledad.


Fin.








La boda de los padres del Mesías

 

La boda de los padres del Mesías

La verdad es que lo que se dice la boda, la firma del contrato nupcial se había celebrado hacía meses, pero ahora iba ser la conducción de la novia esposa, a casa del novio esposo

La joven novia se hallaba embarazada, apenas se percibía su embarazo. Y a nadie escandalizaba, porque los desposados eran ya marido y mujer desde la firma del contrato matrimonial

Es cierto que algunos parientes no veían bien que se hiciera un miércoles, porque el miércoles era para las desposadas vírgenes

Pero Joaquín que sabía la verdad del embarazo de su hija, aunque no podía desvelarlo

Se mantuvo en sus trece

Mi María será conducida a casa de José el miércoles, nadie hay más puro que ella, eso es tan cierto como que ahora mismo, hay nieve en el rosal de mi casa

Las mujeres al escucharlo, se rieron era agosto hacía mucho calor, cómo iba haber nieve, eso era como decir que María con un embarazo de 5 meses, seguía siendo virgen

Decidieron ir a comprobar, bueno iban a reírse un poco, pero cuando llegaron frente a la casa de Joaquín, el rosal estaba pleno de rosas rojas, y al mismo tiempo bañado de nieve

Tuvieron que rendirse

Mientras Ana, acababa el vestido de María, que no quería lujos, le daba consejos, y preparaba también los vestidos de sus 10 amigas, las que saldrían a esperar al esposo a José

Joaquín hablaba con José

José era un joven muy dispuesto, de la familia de David, lo mismo que Joaquín, en realidad era sobrino de esté

Joaquín hay una cosa que me preocupa, tú que eres un hombre de oración me la puedes responder

Joaquín le dijo. Mira hijo, eres judío, un buen judío. Conoces Las Escrituras, sabes que nadie puede tocar el Arca del Señor, tu matrimonio, no podrá ser como el mío con Ana, habréis de ser vírgenes los dos, eso lo sabes

Lo sé Joaquín eso no me preocupa. Lo que me preocupa es como yo, un simple carpintero, que no soy nada ante el Señor, voy a ser el padre de su Mesías. ¿Tendré que dejarle, haga lo que quiera, no le puedo corregir...?

Joaquín se río.

Ay mi yerno querido, ese niño que va dar á luz mi hija, será tu hijo , puestos ella aunque nunca la conozcas es tuya, por matrimonio, deberás enseñarle, mandarle, o se te sube a las barbas corregirle, y sí es preciso un buen azotito ayuda a dormir.

Los dos hombres se rieron

Una semana más tarde, bajo el baldaquino, María y José recibían las bendiciones nupciales de parte de un levita, y José rompía la copa, pisando sus restos y prometiendo ser fiel a María hasta que los pedazos se juntasen de nuevo.

Una comida que duro varios días en los que no falto el vino, celebro. La boda, o conducción ya en casa de José

A la mañana siguiente, María vio que su joven esposo estaba haciendo una cuna, la cuna para el Hijo de Dios, para el Hijo de José, cuna que nunca estrenaría.

Fin