Abraham y Jesús. Cuento reflexión en 3 partes
Abraham había salido a luchar, para apoyar al rey amigo suyo, y a su sobrino Lot
De pronto en un claro del bosque, apareció aquella figura, era alto, esbelto, cabello entre mezcla de negro y rubio, vestía una rara armadura, rara porque no era tal, su pecho iba desnudo. Sobre su pecho, lo que Abraham tomo por una Taú, la letra que representaba el número de hombres con los que habían vencido
El hombre llevaba una copa de oro, que contenía vino, y una hogaza pequeña de pan
Se acerco despacio al Patriarca
Soy Melquisedech, rey de Salem, rey de Paz
Abraham le pregunto por su origen
Pero el hombre le dijo, que no era tiempo de preguntas, su nombre era misterio, un día lo sabría
Luego le dijo que bebiera del vino, que vendría del, de Abraham, y que comiese del pan, que vendría también del.
Abraham no entendía, lo que decía, pero bebió y comió, se sentía en paz
Entonces Melquisedech, bendijo a Abraham siervo de Dios, y bendijo a Abraham. Y le dio la décima parte de lo que se había recuperado en la guerra.
Abraham padre de los creyentes, había recibido La Eucaristía adelantada de manos del Melquisedech eterno. El Hijo de Dios, que sería también hijo de Abraham
Abraham había escuchado, al menos eso le parecía, no siempre era clara, La Voz de su Amigo, le pedía el sacrificio de su hijo, de su hijo único, de Isaac
Abraham no entendía
A qué venia aquella petición. ¿Acaso precisaba pedirle la vida, de su hijo, no podía tomarla él mismo?
¿Y, porqué le había dado a Isaac, con dejarle a Ismael ya le llegaba, Isaac nació, cuando no era su tiempo, fue una obra de su Amigo, la estéril, y vieja quedo preñada, por Isaac, Abraham viviría para siempre, en hijos que serían como las estrellas del Cielo. Pero ahora si moría Isaac, de dónde vendrían los hijos, volvería a quedarse preñada Sara? No su Amigo no era un dios loco, como esos de su padre Teraj, no
Tampoco era un Dios cruel, y no mentía
Abraham se dijo, se lo daré es suyo. Me duele pero lo inmolaré, sé que él me lo devolverá siempre cumple sus promesas. Es veraz
Abraham se dispuso a sacrificar a Isaac, pero un ángel detuvo su mano, en su lugar Abraham ofreció un cordero
De pronto La Voz resonó en su interior.
Abraham no he cancelado el Sacrificio de tu hijo, no tranquilo, Isaac partirá de viejo, el hijo único que será sacrificado, es mi Hijo, si Abraham, soy Papá, se lo que duelen los hijos, Yo entregaré a la muerte a mi Unigénito, para rescatar a mis hijos pequeños, ese Hijo, Abraham será también tu Hijo, y por él te harás tu también Abraham, hijo mío.
Abraham cada vez que escuchaba, La Voz se decía, que no entendía nada. Se calló lo del Hijo de su Amigo
Y, regreso a casa con Isaac, que se había dejado atar como un día, un descendiente suyo, mejor dicho El descendiente suyo, Jesús se dejaría clavar en La cruz
Jesús hijo de Abraham, hijo natural de Dios, el Amigo de Abraham
En el Cielo y en la tierra al mismo tiempo, porque el Cielo es Dios y está en todo lugar.
Abajo en la tierra, donde vivimos la mayoría de los humanos, los santos en el Cielo, siguen siendo humanos
Allá en el Cielo, Dios dijo a su amigo Abraham, fíjate, ahora voy hablar de ti. Estoy ahí, en ese hombre, ese carpintero, ese soy Yo.
Abraham sabía que su Amigo, era capaz de todo, sabía que estaba en el Cielo, que era el Cielo, pero que también llevaba un tiempito, aprendiendo lo que es el tiempo, y, viviendo como hombre, porque ahora también era hombre
En la tierra, unos hombres se acercaron a otro, discutieron con él largo tiempo, eran duros de mente, vamos de vivir ahora, votarían a Pedro Sánchez, con eso se dice todo
El hombre un carpintero judío que ahora andaba de rabino itinerante, ya harto de ellos les dijo
“Abraham al que llamáis padre, se alegro pensando en ver mi día, en verme, y cuando sucedió se alegró”, los hombres que hablaban con él, le dijeron. “Estás para que te encierren” bueno no con esas palabras exactamente, pues eran del siglo I, pero el significado era el mismo, le dijeron, tú estás endemoniado, no tienes 50 años y has visto a Abraham
La verdad es que tenían razón, en apariencia, ni 50, ni 400, hacía miles de años, que Abraham había caminado por la tierra
Entonces el carpintero judío, ahora rabí, llamado Jesús, el hijo de una tal María, y un tal José carpintero él, les dijo
Antes de existir Abraham, Yo Soy
Ellos quisieron apedrearlo
Arriba en el Cielo, Dios dijo a su amigo
¿Por qué te alegras de verme?
Tú sabes que sí, dijo Abraham. Y te felicito, que buena respuesta. Que pena no sepan eres tú
Va, como dirían en la tierra dales tiempo. Así recuperó a otras ovejas.
Israel siempre será nuestro Abraham
Fin
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