jueves, 21 de junio de 2012

El Carpintero




El Carpintero


Me llamo Elías. Y estoy preparando las cosas para volver a mi tierra a Israel. Llevó mas de 9 años fuera de la patria, y me tarda por volver a pisar el suelo patrio. Por volver a rezar en el Templo de Jerusalén.

Aquí en Roma no me iba mal. Pero ahora que el Eterno se llevo a mi esposa. No quiero educar a mis 4 hijos en esta ciudad corrupta.

Volveré a casa. A Nazaret. Porque yo soy de Nazaret.

En mi tierra no tenemos buena fama, aunque allí he conocido la gente más maravillosa. Bueno no mucha sólo eran 3 personas. Un matrimonio con un hijo.

Y hoy quiero hablaros del chico. Jesús. No me he olvidado del nombre. Ni de su rostro
Su padre. Un hombre de los pies a la cabeza, le enseño el oficio de carpintero.

Si honrado; y, veraz era el padre. Yo diría que el Hijo era como la fuente de las virtudes.
Y, no es que trabajase gratis.

Como todos los seres humanos; necesitaba comer.
Era su alegría. Su espíritu servicial. Su sabiduría pese a ser un joven sin estudios.

Muchas veces estuvo en mi casa. Haciendo algún trabajo. Una mesa, arreglando una ventana.

Era un chico con mucho sentido del humor.

En una ocasión le dije “Jesús ten cuidado,( se había subido a lo alto de una escalera, para arreglar mi tejado) te puedes caer”

Me contesto. “Gracias Elías. He bajado de mucho más alto. No te preocupes me cuida mi Padre” cuando dijo esto José ya no estaba con nosotros( por cierto, José era su padre).

Éramos muchos los que íbamos por su taller.

No sólo a encargarle trabajo. A desahogar el corazón en su hombro. Pese a su juventud.

Siempre tenía una palabra de consuelo;jamás decía bueno.

Pues te ha estado bien, pero tampoco, animaba a obrar mal. Eso nunca,
Muchas veces si alguno no le podía pagar, no le decía “si no puedes no importa, te hago el trabajo gratis” sino que para evitar humillar al necesitado le pedía a cambio un pequeño trabajo, recuerdo a una viejita, que le había encargado una silla, y que no podía pagarle le cobro pidiéndole le contase una historia y le cantase una canción. Jamás humillo a nadie.

Jamás salía de sus labios una mentira.

Pasaban con él cosas extrañas. Un día mi hijo mayor, el que ahora tiene 12 años.

Enfermo gravemente. No podía tenerse en pie. Nos aconsejo el médico le hiciésemos una camilla, fui encargársela a Jesús. Lloro cuando se lo conté.

El corazón no le cabía en el pecho( de no ser en Nazaret, vamos es en Belén.

Y, digo que es el Mesias) luego me dijo. No te voy hacer la camilla, para que te vas meter en gastos.
Si mi Padre es bueno. Y te ama.
No tenia ganas de discutir; y, salí llorando del taller.
En aquel momento; no me importaba su padre. Pero sin podérmelo explicar al llegar a casa el niño estaba sano.

Jesús mi carpintero, un joven alegre. Donde había una fiesta en el pueblo; allí estaba animándola; con sus cantos, y, sus bromas. Muchas mujeres del pueblo; se fijaron en él como futuro yerno.
Y, yo un día le pregunte, si ya tenia novia. Me contesto.
Claro que si Elias, más que novia, tengo esposa. Para eso he venido, es decir he nacido para tomar a mi Esposa”
Querrás decir le respondí, que has nacido para casarte como todos.
No. Elias.;Yo ya estoy casado. Pero mi esposa aún no me conoce, aún no ha nacido.

No me entiendes no importa. Pero me entenderás un día voy a contestar a lo que tu entiendes. No voy a tomar mujer nunca.

Yo sólo entendí; la última frase de su respuesta.
Claro que su Madre; también era un ser especial; trabajaba haciendo arreglos en la ropa; y, haciendo algún vestido a las mujeres siempre ;estaba también dispuesta a echar una mano, y, adelantándose así que era lógico; que el Hijo saliese de aquel modo.

Un día me despedí de ellos; para venirme a Roma.
Nos abrazamos, y, lloramos juntos mi esposa; Rebeca quería mucho a Maria.

En sus partos 3 de mis hijos nacieron en Nazaret y ,Maria fue quien la atendió y cuido en el parto, mi esposa le decía. “te entrenas para cuando seas abuela” Maria ;sonreía, y Jesús decía.

No Rebeca no va ser abuela nunca.

Se entrena para cuando vuelva a ser mamá”
Así de bromista era.
Ahora me pregunto que será del.
A lo mejor se caso. Y, tiene ya 3 ó 4 chiquillos.
¿Vivirá Maria?

De todo ello me enterare dentro de dos días. Porque llego el primer día de la semana.

Y quiero dar gracias a Dios; por las cosechas en Jerusalen.

Que mis hijos vean como es la fiesta de la promulgación de la Ley Pentecostés.

Han pasado 4 días; y, mi vida ha cambiado completamente. Me ha pasado lo contrario que a mi tocayo a él lo arrebato un carro de fuego. A mi el Fuego del Espíritu me abrió los oídos del alma

Fin

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