jueves, 21 de junio de 2012

El Juglar de Dios


El juglar cuento


José era pobre, y además de ello, no demasiado por no decir nada inteligente

Tanto que ni el padrenuestro fue capaz de aprender.

Lo que si hacia muy bien era cantar romances, historias de amor de princesas, salvadas por un caballero, de las fauces de un leon. Pero aprender a rezar era imposible.

Don Blas el cura, había optado por dejarlo por imposible, lo que si le tenía prohibido; era que cantase aquellas canciones en Misa, “Es un sacrilegio, hay que respetar la casa de Dios” añadía, como si a Dios le molestasen las canciones del bueno de José.

Pero como éste no sabia hacer otra cosa, aunque fuera por lo bajini, las tatareaba, y, procuraba quedarse escondido en la iglesia, tampoco tenía mucho donde dormir. Si no fuera por el bueno de Don Blas, que mal genio fuera, era un santo, más de una vez habria dormido en la calle.

Cuando por fin conseguia, qudarse a solas con El Señor, miraba muy serio para el altar, sonreia a la imagen de La Virgen, y a continuación empezaba, ahora Jesús te voy a cantar la historia de la princesa encerrada en el castillo, y asi una tras otra iba desgranado, sus canciones. Ante el Sagrario.

Hasta que entraba Don blas y lo sacaba de allí, “si aprendieras el padrenuestro, mejor sería, mira que le va cantar al Señor, y a la Santísima Virgen”

José no entendía, que había de malo, y, además el no sabía hacer otra cosa.

Seguro que en aquella boda, a la que acudio el Señor y, se les acabaron los peces, y el trajo vino del cielo, ¿ o no fue así?, tanto daba. Lo importante es que alli, Jesús había hecho un milagro, y seguro que; en la boda cantaron, y bailaron, claro que más debia de saber don Blas. ¿pero que culpa tenía él si no sabia otra cosa? Él era el juglar de Dios.
Aquella mañana al entrar don Blas en la capilla, se encontro el cuerpo inerte de José, bendijo el cadáver y...

Cuando José llego al cielo, san Pedro que fue terco en vida, y, lo sigue siendo en el paraíso; no quería dejarlo entrar, entonces aparecio Jesús. ¿qué pasa Simón dijo al príncipe de sus apóstoles. Quien es este hombre?. Simon respondio, que uno, que pretendia entrar en el cielo sin mérito alguno. Uno que ni siquiera había aprendido a rezar el padrenuestro. Que cantaba romances y coplas en las iglesias.

Entonces Jesús sonrio, se acerco a José, le dio un beso y le dijo “mira tu por donde, mi juglar se llama, como mi segundo padre. No sabes los ratos tan buenos; que nos has hecho pasar con tus canciones. Que hablaban de nosotros Tres, porque hablaban de Amor, y, nosotros Dios somos Amor.

Los demás venían a pedir, y si daban gracias era pidiendo otra cosa. Tu, me alegrabas mis noches en el sagrario. Pasa José quiero

presentarte a nuestra familia tuya y mía, y, tienes que seguir cantando. Me encantan las historias de princesas. Yo tambien fui un caballero, que fue rescatar a una princesa( la humanidad) encerrada en la carcel del pecado. Por cierto los ángeles cantores llevan todos una cinta, y, un arpa. Ah tambien tengo que enseñarte a David mi antepasado buen músico.

Y, ahora regresemos a la tierra. Don Blas miro asombrado el cadáver de José, sobre su frente habia una cinta; que ponía José el juglar de Dios, y todo su rostro brillaba con una luz inmensa, la imagen de La Virgen María sonreia.

Y, Don Blas cayo de rodillas, diciendo “José mi buen José pide por este cura pobre e ignorante que no vio, que tu eras el que dabas a Dios lo que quería, lo que El te había dado.
Fin.

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