jueves, 21 de junio de 2012

Rut


Rut. La moabita, cerró los ojos del cadáver de su esposo, hacia tantos meses que velaba a la cabacera del enfermo en compañía, de su suegra Noemí, de su cuñada Orfa, y el marido de esta última había fallecido hacia 2 días.

Rut. Recordo, lo que había pasado en su vida hasta entonces. Como se habia enamorado, del joven judío, y como a pesar de las opiniones en contra de su familia, que no querían ver casada a la hija del sacerdote de Baal con un extranjero. Ella se había casado. La historia de su cuñada era similar.

Su matrimonio había sido dichoso, sus suegros fueron unos padres para ella. Y como a un padre lloro, a su suegro. Seguia practicando su religión. Y más de una vez, se rió en su interior de que su marido y su cuñado, así como su suegra siguiesen empeñados en ese “dios” invisible, que ellos decían era el único Dios. Y ellos su pueblo.

Pero la tragedia había llamado a su puerta, en las minas en que trabajaban. Su esposo y su hermano un aspid, los habia mordido, y nada pudo hacerse por sus vidas. Rut, invoco a sus dioses. Con promesas. Con amenazas. Nada. Nada, los conmovia, y se admiro de la serenidad de la oración de su suegra. Y de los mismos enfermos. “Que sea lo que Yhavé quiera”, sus suplicas humildes. Más de una vez se dijo ¿por qué no amenazaran a su dios?, y sin querer se dio una respuesta, porque su dios, si era Dios.
Tras los funerales. Por los difuntos. Tanto ella como su cuñada, tomaron la resolución de quedarse con su suegra. Pero esta. Es decir Noemí, no lo acepto. Eran 2 muchachas jóvenes. Apenas tenían 22 años. Y no era cuestión de amarrar su vida, a una mujer a la que ya no les unía nada; excepto el afecto

La cuñada de Rut, acepto. Pero Rut se mantuvo en sus 13, y con su suegra, dejo que el Dios de esta. El único Dios. Tomase posesión de su vida.

Las dos mujeres regresaron a la tierra de Noemí, a Belen. Y se encontraron con que sus campos había sido agostados. Por todo el tiempo que no fueron trabajados. Ahora sólo quedaba una cosa buscar trabajo y trabajar. Pero no era fácil encontrar trabajo para una extranjera. Y Rut. Tuvo que buscar trabajo como “ayudante de siega”

Fue ahí, donde conoció a Booz. Le cautivaron sus ojos, sus manos fuertes. Su sentido de la justicia. El modo de tratar a sus jornaleros y a sus esclavos. Le emociono verlo hacer oración. Con sentimiento. No como quien cumple un rito vacío le emociono. Verlo reirse contando unos chistes mientras bebia de la bota de vino. Y sin darse cuenta. Empezo a enamorarse, y, a desilusionarse.

Pues se decía ¿cómo va un hombre, como él fijarse en una pobre muchacha, como yo?, es cierto que habían hablado, pero no pasaba de ser lo que hoy se llamaria una conversación de trabajo.
Un dia. Rut, se lo conto a su suegra. Y esta, le dijo cómo tenia que hacer para probar si Booz la elegia( esta en el libro de Rut, en la Sagrada Biblia). Noemí le explico que habia una ley, por la que un pariente vivo, tenía que tomar la viuda de su pariente más proximo muerto sin hijos para dar hijos a este, y que Booz era pariente suyo.
Rut. Aunque sin mucha fe, en su suegra. Hizo lo que esta le dijo. Y así Booz le declaro su amor. Hubieron de vencer los obstáculos de otro pariente, que no tenía ganas de esposa pobre.

Y la moabita. Se convirtió en la esposa de Booz. Pero antes de la ceremonia de la boda. Dijo a su esposo. “quiero que Noemí, este conmigo, si no aceptas dimelo. Y ya no me casaré contigo” Booz la beso, y le dijo, que como iba a dejar ir a Noemí, quien iba, a educar al pequeño. Que Yhavé iba crear aquella noche de su boda.
Al oir esto Rut, se puso colorada.

Pero 9 meses más tarde las vecinas felicitaban a Noemí, porque su nuera le habia dado un hijo. Al que Noemí, educo como un buen judío enseñándole a querer y temer a Dios. Y sus padres. Le enseñaron a que no hay razas distintas. A que es bueno que el corazón domine a veces a la cabeza. A querer mucho a su abuelita Noemí. Quien cuando murio, fue llorada por su nuera Rut, y por el bueno de Booz.

A Rut. Le parecia que Dios el Dios de Israel, en quien creia ahora la habia premiado más de lo que merecia. Pero no sabía que de su premio se enteraria, en la morada de los justos; si allí hubiese tiempo. Más de 3000 años después. Y es que el premio de Rut. Fue que de su descendencia. Nacieron Maria y Jesús.
Jesús el Redentor de todos. Acepto tener. En su ascendencia una mujer idolatra.
Fin

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