jueves, 21 de junio de 2012

Lázaro


Lazaro se sentía feliz, la negra nube que oscurecia su vida, la vida errada de su hermana mayor Maria, ya había pasado. Ahora todo era dicha. Los 3 hermanos vivian felices en Betania, próxima a Jerusalén. Habian sido bendecidos por el Eterno con grandes bienes materiales. Y por si fuera poco. habia tenido la suerte de que el Hijo del Eterno lo eligiese como Amigo.

Si porque Jesús era Amigo intimo de Lazaro desde que ambos eran niños. Muchas veces, Jesús se habia desahogado llorando en el hombro de Lazaro y a la inversa. También se habían reido juntos.

Aquel día Lazaro habia acudido a uno de sus muchos viñedos a echar una mano a sus criados en la recolección de la uva.

Al principio, no noto más que un picor. Pero como el dolor iba en aumento, se paro para verse el pie, y fue entonces cuando descubrio que una serpiente lo habia picado.
Desmayado y con fiebre fue conducido a la casa. Alli se le aplicaron los remedios conocidos desde hacía siglos para casos semejantes. Pero el enfermo empeoraba. Entonces las dos jóvenes hicieron venir los mejores médicos, que nada lograban hacer.
Marta y Maria, velaban al borde de su cama. De pronto Lazaro abrio los ojos y dijo
¿habeis avisado al Maestro?

Sus hermanas le dijeron que sí, que ya venía en camino. Lo primero era cierto. Lo segundo una disculpa dicha a un moribundo, porque como explicar a un amigo. Que su mejor amigo, se ha quedado donde estaba, como si tuviera cosas mejores que acudir al lecho del enfermo. Si en la carcel y en el hospital se conoce la amistad.

Aquello era señal de que Jesús no era amigo de Lazaro. Pero eso Lazaro no debia saberlo. No, en su estado.
Mientras Lazaro empezo a recordar cuando supo quien era Jesús.
Los padres de Jesús; Maria y José iban todos los años a Jerusalén a celebrar la pascua. Y, como Betania quedaba cerca de Jerusalén. Pernoctaban alli, y con ellos tomaban el cordero pascual.
Aquella vez, de ello hacia ya 20 años. Habían llevado con ellos a Jesús. Durante la fiesta Lazaro no vio nada extraño en el pequeño Jesús. Un niño completamente normal. Que lo acompaño en sus juegos. Y al que Maria reprendio. Como Sefora su madre. A Lazaro. “Jesús. Hijo te pones perdido. ¿cuándo aprenderas a jugar sin mancharte ni lastimarte?” lo que se dice un niño y una madre de lo más corriente.
El misterio empezo, cuando a los tres días de haberse despedido. Maria la Madre de Jesús llego a casa de los padres de Lazaro. Llorando. Con los ojos enrojecidos. Con Jose que temblaba por el llanto. Y ni Maria ni José eran gente de llorar por una tontería.
Maria al preguntarle el motivo de su llanto, no era casi capaz de pronunciar palabra, el sollozo la impedía hablar por fin consiguió decir. Que habian perdido a Jesús. Ya hacia 3 días que lo buscaban en vano. En las casas de sus parientes. Y se habian dicho que a lo mejor. Como se habia hecho tan amigo de Lazaro. Habia vuelto alli, Pero Jesús no estaba alli.

Mientras el llanto de Maria, aumentaba. El pequeño Lazaro se dirigia al Templo para preguntar si alguien habia visto a su amigo y fue entonces cuando; lo vio alli sentado en medio de los rabinos y los escribas; haciéndoles preguntas que eran incapaces de contestar, y oyendo como Él mismo les daba la respuesta con toda naturalidad.
Ni se había parado a pensar. Como habria hecho su amiguito para meterse en el “grupo de los sabios” de Israel. Simplemente habia corrido hacia él. Y lo habia llamado a un aparte para decirle
“tus padres te estan buscado. Menudo disgusto tienen tu madre. Llora sin parar a ti te matan. ¿por qué has hecho esto, te has vuelto loco?”

Por respuesta, Jesús. Le habia dicho. Que sus padres no le iban a matar que estaba alli, por cosas de su Padre. Lo que Lazaro a un entendia menos; por que si su padre lo mandaba al Templo no sabia donde estaba. Pues José no era un anciano al que se le pueden olvidar las cosas. Era un hombre joven. Como Jesús veia el desconcierto de su amigo. Le revelo en secreto quien era. El Enviado. Y, le conto que Dios y no José era su Padre natural. Lazaro le creyo. Porque los niños no dudan nunca. Pues no conocen la mentira. Y menos cuando quien les habla es otro niño.

Asi que por primera vez. Lazaro se arrodillo ante su Amigo y le llamo Señor. Preguntándole ¿cómo deberia llamarle y tratarle en adelante?. Jesús le dijo. Que como había hecho siempre. Y que no lo dijese a nadie. Y se fue a seguir haciendo de discípulo el que un día sería Maestro

Lazaro llego corriendo a la casa. Y conto que había encontrado a Jesús. Y allá se fueron Maria y José. Maria se salto las normas que impedían a las mujeres entrar en el circulo de los Maestros. Interrumpio la conversación. Hizo quedar mal a los futuros teólogos, y dio la razon a las viejecitas. Que dicen a veces la tremenda herejia

“Si Dios quiere y La Virgen lo permite”. Agarro a Jesús por un brazo. Le dio una bofetada. Como haria cualquier madre, y, muy seria le pregunto ¿Por qué has hecho esto no ves que tu Padre y yo te buscamos angustiados?”. El niño en vez de disculparse. De prometer no hacerlo más. Dio la razón a los teologos. Que recuerdan que en Dios no manda nadie. Y, secándose las lagrimas. Miro a sus padres y dijo “Por que me buscais, ¿no sabeis que yo debo ocuparme de las cosas de mi Padre?” nadie entendio nada. Y volvieron a su casa de Nazaret.

Al año siguiente y al otro los dos amigos volvieron a encontrarse, y este encuentro se multiplico en otras festividades judias. La amistad se hizo solida.
Jesús y Maria estuvieron alli, cuando murio Lazaro el padre. Y cuando murio Sefora la madre.
Lloraron por la marcha alocada de Maria la hermana mayor, en busca de sólo Dios sabe que aventuras, y se alegraron cuando esta regreso arrepentida al hogar.

Desde hacia un tiempo. Muchas veces Jesús y los suyos pernoctaban en casa de Lazaro. En aquellas ocasiones. Jesús compartia el cuarto del joven. Y, los dos amigos hablaban, y hablaban de sueños de proyectos. Para Lazaro era su Señor. Pero era tambièn su querido amigo. Y ahora ese amigo le estaba fallando. No venia. Si viniera lo curaria.
De pronto noto como se le nublaba la vista. Sintio como si estuviese abandonando su cuerpo. Tuvo miedo. Se encontro en un lugar sombrio, donde se veia una confusión de gentes. Encima en una nube vió a su Amigo Jesús. Frente a una puerta cerrada.
Jesús le hablo.” Lazaro amigo. Sigue durmiendo. Yo te despertaré. Quiero que estes despierto hasta que esta puerta se vuelva abrir.
¿Qué puerta, es esa Jesús?
La que conduce a la casa del Padre. Pero hasta que yo arrebate las llaves que perdio Adan. No se puede entrar, pronto lo hare. Ahora duerme, amigo duerme. Poco falta para que te despierte.

Y Lazaro se durmió en el sueño de la muerte. Sus hermanas lo enterraron, y 4 días más tarde llego Jesús. Quien se puso enseguida a llorar. Y, los que lo veian llorar decían como lo amaba. Pero otros los peor pensados decian “llora por el remordimiento de no haberlo venido a ver con vida”, y otros peores todavía decían; “llora porque no pudo curarlo como al ciego lo que quiere decir que lo del ciego fue un truco. Porque hay gente que siempre piensa mal”

Ya cerca de la tumba Jesús pidio que fuese abierta. San Juan cuenta lo que paso. Y como Lazaro volvio a la vida.
Dias más tarde en una comida para festejar que Lazaro había revivido, comida en la que Maria gasto una fortuna a los pies del Maestro y que “ el bueno de Judas”. Como toda “la buena gente”. Recordo a los pobres. Si como toda la buena gente. Que no se acuerdan de los pobres cuando se compran abrigos que cuestan millones o joyas. O chalets de 300 o 400 millones. Ni en los derroches de sus fiestas. Pero por un misterio no estudiado. Se les acuerdan todos los pobres. Cuando se hace una capillita. O se le pone una corona a una imagen de la Virgen. O el Papa hace un viaje para hablar de Dios. O se incicia un proceso de canonización, o se compra un caliz. Entonces se les acuerdan los pobres y se atreven a mucho más que Judas. “Dios no manda esto” como si ellos fueran los representantes de Dios.

En un aparte. Lazaro conto a Jesús la visión que habia tenido. No sabia si ya fuera del cuerpo. O todavía en él.
Jesús le rogo que no contase nada. Hasta que Él( Jesús) abriese la Puerta de nuevo. Para lo que faltaba muy poco.

Unos meses más tarde Jesús fue condenado a muerte. Crucificado y al resucitar. Se presento en casa de su amigo, quien como todos dudaba de la resurrección. Entonces le explico que la Puerta ya estaba abierta. Y añadio. Estas son las llaves. Cómo puedes ver 5 llaves. Y le mostro sus cinco gloriosas llagas.

Lazaro callo de rodillas comprendio, de verdad quien era el Amigo que lo habia elegido.
No falto de su cita en el monte de los Olivos para despedir a Jesús. Y, fue un cristiano dócil. Contento con el puesto de cristiano corriente que le habia tocado. Si es que puede haber cristianos corrientes, y un día fue muerto, bueno se durmió. Por confesar que Jesús era el Hijo de Dios. El Redentor del mundo.
Pero de aquel sueño. Jesús no lo desperto. Pues en Betania habia querido arrancarlo de la muerte mala. Aunque sólo tuviese el poder por un tiempo. Pero ahora la muerte era una buena amiga. Y aunque el cuerpo de Lazaro se durmió y aún duerme. Su alma. Fue volando al encuentro de su Amigo.
Del Amigo que no falla nunca. Fin





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