martes, 9 de marzo de 2021

Piedra. Cuento


Piedra
“Apedread a la adúltera, desvergonzada, impía, pecadora”, aquellos gritos atronaban sus oídos, se palpaba el vientre, donde ya sentía mover a su hijo
“Tened piedad, yo no hice nada malo, no matéis a mi hijo, él es inocente, y, yo también él es, “Él que esperais”
Una mujer la empujo hacia el hoyo que habían hecho, para que cayese en él, “tu hijo es como tú, todo pecado, y, debe morir para no manchar al pueblo”
Un hombre dijo, a tí, José te toca lanzar la primera piedra, pues eres el ofendido, el joven tomó la piedra y dió las gracias, no iba perdonar la traición de su desposada María, tomó la piedra y la lanzo,”María, María”
La joven abrió los ojos, había sido una pesadilla, gracias a Dios, se levantó, se vistió, y, fue abrir su esposo José, con él que estaba desposada, que era lo mismo que casada, venía a decirle, que ya había hablado con Joaquin y Ana, para decirles que había que adelantar la conducción a su casa
María le contó la pesadilla
“Yo jamás haría algo así, una ley injusta no se debe cumplir, aunque este en la Thora, y, esa lo es, sólo El Eterno, es el Dueño de la vida, eso sí, pensé repudiarte sin decir el motivo, de ese modo, a tí te respetarían y me despreciarían a mi, por abandonar a mi esposa y a mi hijo, sobre todo las mujeres
Qué bueno eres José, por qué cambiaste de parecer, porque Yhv El Señor mandó un ángel, para que mientras dormía, me explicase, que llevas en tu vientre al Esperado, al Señor de Israel. 

José cuando nazca nuestro hijo, le tenemos que enseñar que nadie puede disponer de la vida de otro ser humano, y, menos en Nombre de Dios, que no se pueden lapidar mujeres, sean o no adulteras, le contaremos como su vida, pudo peligrar de haberle dado Dios otro papá

María, entonces para Jesús, voy a ser su papá, pues claro. José hijo de David
Días más tarde, María fue conducida a casa de José, y, poco tiempo después un tal César Augusto, personajillo sin importancia,   tuvo la idea, de que fuesen a Belén y allí nació Jesús, el Hijo de María y de José, el Hijo natural de Dios Padre, él que cuando fuese un joven adulto, no permitió se lapidase a una mujer por adulterio.
Fin

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