lunes, 26 de mayo de 2025

El sacerdote y el levita

 El sacerdote y el levita

Jacob era sacerdote y Rubén era levita, como buenos saduceos sólo creían en Dios, y en que el bien o el mal hecho era retribuido en esta vida.

Eran buenas personas y fieles observantes de La Ley de Moisés

Como eran vecinos solían ir juntos para el Templo

Aquella tarde, Rubén se adelantó unos pasos miró hacia el borde del camino, allí estaba un hombre casi desnudo, se veía muy mal.

Rubén pensó en acercarse a ver qué podría hacer; sin embargo recordó que era un levita, tenía que ayudar a Jacob a preparar el sacrificio y dirigir la oración del Pueblo, eso exigía que estuviese puro. Pero aquel hombre tenía sangre y tocar la sangre lo volvía impuro, ya no digamos sí estaba muerto. Habría de volver a su casa, lavarse varias veces, quemar la ropa contaminada, tomar un animal puro para que Jacob lo ofreciera por él, para ser puro de nuevo, y poder ejercer su labor litúrgica. Así que imposible, El Eterno era el Primero. Con todo le preguntaría a Jacob que ya se acercaba

Jacob vio también al herido y por las mismas razones que Rubén decidió no detenerse. Y, felicito a Rubén por su decisión.

Por suerte para el herido un samaritano es decir un hereje, un impío se había ocupado del.

Al cabo de unas semanas Eliseo ya restablecido, decidió consultar a Jacob y a Rubén.

Qué debía hacer para purificarse, había estado cerca de un pecador, es más de un hereje, de un impío, que lo había llevado a una posada, frecuentada por gentiles. Porque en otras, no le hubieran dejado entrar.

Tanto Jacob como Rubén, le dijeron que debía destruir todo lo que hubiese estado en contacto con el samaritano y la posada, lavarse varias veces y tomar un animal de res mayor para que fuese ofrecido por su purificación, falta otra cosa dijo Jacob aunque fue por medio de un impío, El Eterno te conservo la vida, por ello deberías de tomar un carnero o una oveja, y ofrecer lo, como acción de gracias.

Eliseo se despidió. Como fariseo no tenía problema con el primer sacrificio, pero el segundo se le hacía raro. Se dijo que como rabino de Israel, examinaría la cuestión con otros rabinos. De pronto allí estaba el hijo de José el carpintero, el rabí ambulante.

Decidió preguntarle a él, pero se dijo antes de hablar le de mi problema, le haré una pregunta sobre La Ley.

Así pues Eliseo se acercó a Jesús, y le pregunto cuales eran los principales preceptos 

Jesús. Le recitó La Shema, que dice 

“Escucha Israel, El Señor Nuestro Dios, es el único Señor 

El Señor es Único 

Amaras al Señor tu Dios con todo tu corazón 

Con toda tu alma 

Con todas tus fuerzas”

“El segundo es semejante al primero, amaras a tu prójimo como a ti mismo, estos dos mandamientos sostienen La Ley y los profetas”

Entonces Eliseo. Preguntó, a quién debía tener por prójimo 

Y, Jesús le contó su propia historia la de Eliseo.

Al acabar el relato, le preguntó Jesús a Eliseo, quién le parecía se había portado como prójimo de aquel hombre herido, quien había sido cercano, próximo a él

Eliseo evitando pronunciar la palabra samaritano. Respondió 

Imagino que, él que se compadeció de él

Jesús sonrió, bien ahora ve, y haz tú lo mismo

Eliseo se dió la vuelta. Lo mandaba imitar a un hereje, a un impío. No entiendo nada, sé dijo así mismo. Pero si entendía

Siguió caminando. Jesús era un rabino especial, de eso no había duda.

Fin



El genio

 El genio. Relato 

Ramón bajó al desván su mujer le había pedido que hiciera una limpieza; buscando y seleccionando que cosas se podían conservar y cuáles tirar

Llevaría como una hora, cuando se topo con una vieja lámpara. Tomó un paño para limpiar la, y poder ver sí era para tirar o conservar; tan pronto lo hizo; escuchó una voz

“Aquí estoy amo, a tu servicio”

La voz le era desconocida, así que pidió a quien fuera que fuese, que se presentará 

“Aquí estoy”. Dijo un tipo gordo y calvo, medio raro 

“Soy un genio. ¿Sabrá lo que es un genio?

Yo conozco al de Aladino, pero eso es un cuento

“Eso es una historia. Ahora sí quieres puedo concederte 3 deseos, 3 deseos. Y, aunque volvieses a toparte con otros genios no podrán concederte nada, si ya lo hice yo”

Ramón pensó que la idea no era mala 

Quiero ser famoso, salir en todos los medios de comunicación, que se hable de mi.

“¿Seguro?”

Si 

“Concedido

De pronto Ramón, se vio rodeado de mucha gente, policías, la televisión y la radio hablaban del, su foto era portada de revistas y periódicos

Todos decían más o menos lo mismo 

Ayer la policía nacional, y la guardia civil. Con la colaboración de la interpol, logró localizar y detener al peligroso criminal Ramón Sanchelo, que persiste en negar sus crímenes, de los que hay suficientes pruebas.

“No, No” dijo Ramón 

“Genio, Genio, pido mi segundo deseo, es que no me conozca nadie”

Puumm

Se vio por su calle sus vecinos lo ignoraban. Entró en la tienda a la que iba desde pequeño, muchas veces sin dinero. Pero cuando lo intento, el tendero, le llamo sinvergüenza, y le dijo que no fiaba a desconocidos. Se fue para casa, pero su esposa no lo reconoció, se puso a gritar a decir a los vecinos que llamasen a la policía.

“No, no. Genio, Genio. Quiero ser lo que era antes de encontrar te”

Bien, será tu tercer deseo

Y, volvió a ser quien era 

“ No es para ofender te, pero los Genios no valéis para nada, cuando yo le pido a La Virgen del Carmen, muchas veces me da lo contrario, luego cuando lo pienso veo, que eso era lo que yo mismo quería y necesitaba de verdad”

Ya, dijo El Genio; es que la Virgen del Carmen es Mujer y Madre, y, eso lo dice todo.

Arriba Ramón, despierta te quedaste dormido agarrado a esa lámpara. 

Ramón abrió los ojos. Todo fuera un sueño, o tal vez no. Pero mejor callar

“Me quedé dormido porque ando muy cansado, por cierto mañana quiero llevar el mejor ramo de flores

 a la Virgen del Carmen”

Fin


El genio o talento

 El genio 

Bécquer en su rima sobre un arpa abandonada, evoca el genio, el talento escondido en tantas almas que sólo es preciso despertar.

Yo diría que más que eso es preciso que cada quien conozca de lo que es capaz y de lo que no

Que dones y talentos ha recibido, también de cuales carece y no engañarse, ni dejar que lo engañen

O le digan, cómo debe o no debe usar su don

Para ello es muy importante saber a quien consultar a quien pedir consejo de quien aprender 

Y, si uno está seguro de tener determinadas habilidades o capacidades, no dar marcha atrás porque alguien con buena o mala intención te diga que no vales, que te dediques a otras cosas. Por la contra no hacer aquello que no sabes porque alguien te lo sugiera

Rechaza los consejos que no has pedido. Sobre todo cuando vienen de personas que te,minusvaloran.

Que te miran desde arriba y no, tienen ni pajolera idea 

Supongamos que eres pintor, todo el mundo tiene derecho a alabar, o a decir que no le gusta tu pintura. Nadie lo tiene ha decir te, como y que debes pintar y, sí alguien tiene el descaro de decir 

“ Yo habría dibujado así…hazlo verás que bien queda”

Dile bien claro 

“No, porque este es mi cuadro, pero tú pinta el tuyo como te gusta”

Lo dicho para la pintura vale para cualquier don.

No, dejes que maten tú genio. Ni lo mates tú en otros


sábado, 24 de mayo de 2025

La silla

 La silla 

Doña Remedios era una mujer de clase alta, orgullosa, no consentía que los que no pertenecían a su círculo o su clase social la tratase de igual a igual.

Sí alguien piensa que era mala se equivoca pagaba generosamente a las personas que atendían su casa, más de lo que marcaba la ley, hacía donaciones y Don Miguel el viejo párroco sabía que cada vez que había un problema en la parroquia, para él que hacía falta un aporte económico el primero y el de mayor cuantía era el suyo.

Pero Doña Remedios era de la opinión de que su clase social estaba por encima, y eso los que pertenecían a las clases inferiores, tenían el deber de reconocer lo.

Su piso era un pequeño palacio. Aquella tarde estaba leyendo en el salón, recordó que tenía que preguntarle una cosa a la mujer limpiaba por las tardes, cuando la mujer llegó al salón sufrió un mareo, Remedios dudo, la mujer venía de andar limpiando, si le decía que se sentará en una de aquellas sillas, podría dañar la, eran muy delicadas, pensó en llamar a la señora que estaba planchando, que trajese una silla de la cocina, luego le mandaría preparar el una tila.

De pronto vino a su mente el capítulo 25 de Mateo, que describe el Juicio final. Se estremeció internamente aquella pobre mujer era Cristo, Cristo disfrazado y ella que era cristiana, no podía ofrecer a Cristo una silla de su cocina, por no considerar lo digno de sentarse en una silla de su salón.

Así pués ayudó a la mujer a sentarse; le pregunto si había comido, la mujer no quería responder, porque la respuesta tendría que ser negativa. Por ello solo dijo, lo siento señora.

Remedios llamó a la mujer que estaba planchando, y le mandó que preparase un bocadillo de jamón y un café con leche para su compañera y se lo llevase al salón, ella podía tomar otro en la cocina

Como el mareo de la limpiadora era por hambre, enseguida estuvo repuesta, pero en la silla quedaron manchas, en la tapicería y en la madera que no podía limpiar se, eran manchas de lejía que habían dañado el tapizado y la delicada madera.

En un principio pensó en llamar a un ebanista y un tapicero, pero mejor llevarlo a un taller. Bueno mandar que viniesen por él, lo desechó pronto lo dejaría tal cual estaba así cuando lo viera recordaría, la tentación en la que estuvo a punto de caer.

Al día siguiente fue hablar con Don Miguel, el viejo párroco para contar le su acción.

Narró todo con mucha precisión.

“Don Miguel ésto se lo digo en confianza, pero no en secreto de confesión”

Don Miguel. Sabía leer entre líneas, así pues le dijo, que para él como si lo fuera.

Doña Remedios le dijo entonces que iba dejar la silla tal cual, para que no se le olvidase

Don Miguel se levantó de su silla, hecho una furia

“No, Remedios no, vas a restaurar la silla, para que no quede vestigio de lo sucedido, para que no mandes tu petición de canonización al Santo Padre”

Doña Remedios no entendía nada

Entonces Don Miguel le dijo. Conoces el dicho que dice 

“No sepa tú izquierda lo que hace tú derecha, pues está incompleto, falta la segunda parte. “Que tú derecha solo sepa el bien que hace mientras lo hace”

“Por cierto conozco a unos restauradores son un padre y un hijo, el padre es ebanista, el hijo tapicero, trabajan juntos restaurando muebles tienen mucho trabajo, pero si yo se lo pido, no me van a fallar. Sí me das tu permiso les paso tu número de teléfono para que hables con ellos”.

Doña Remedios estuvo de acuerdo y se despidió del viejo cura. Quien fue a la capilla hablar con Jesús 

“No Jesús no mentí, es verdad que tienen mucho trabajo para llegar a fin de mes, pero yo solo dije que tenían mucho trabajo, lo que entendiese La Reme no es cosa mía, y, si es verdad aproveché que su silla precisaba un arreglo, y que Javier y su hijo José, precisan trabajar, para prohibir le, dejar la silla deteriorada.

Es verdad fui un poco lioso, pero el motivo lo merecía y, tú Jesús, estás de acuerdo, escuchó tus risas ahí dentro. Oye por cierto, Remedios es muy buena, que te voy a contar a ti, pero precisa Tú ayuda para bajar de su Torre. Cuento contigo Señor”

Javier y José realizaron un trabajo excelente tanto que Doña Remedios les encargó nuevos trabajos y los recomendó 

Y, cuando supo la verdad que apenas tenían trabajo…No le importó, eran buenos en su trabajo y honrados, ser pobre no era una deshonra.

Doña Remedios decidió ofrecer trabajo a la mujer de Javier como cocinera, y a sus hijos pequeños que iban a la escuela, les autorizó a venir a su casa a hacer los deberes, y a comer pizza algún día

Un día Marina la hermana de José, le pregunto si la podía llamar Reme.

Doña Remedios sonrió. Me encanta que mis amigos me llamen así, y nosotras somos amigas

Jesús había acogido el ruego de Don Miguel. Y, estaba bajando a Remedios de su torre.

Fin















Aeropuerto

 Aeropuerto 

La gente la miraba extrañada, porque todos los martes a las 11 de la mañana y a las 5 de la tarde. Aguardaba por el autobús que iba y venía al aeropuerto. Vestía se podría decir que de forma sencilla, llevaba una bolsa de esas de rafia que se usaban, para la compra, eran resistentes pero dejaban entrever el contenido.

La mujer llevaba siempre una tableta de chocolate de ese que se usa para preparar el chocolate a la taza. Una bolsa de bizcochos, y una bandeja envuelta en papel de confitería. Nada más

Cuando llegaba el autobús sacaba el dinero para pagar. Subía, y retornaba a las 2 de la tarde en el mismo autobús, con la misma bolsa, el mismo contenido

A las 5 volvía a coger el autobús y regresaba a las 8 de la tarde, pero la bolsa venía vacía.

¿Estaría loca, qué sentido tenía lo que hacía?. No faltaban los que bromeaban diciendo

“Tiene acciones en Iberia o Aviaco”

Otros simplemente decían que era una loca

El contenido de la bolsa era un enigma

Un día una mujer de la ciudad tuvo que ir a esperar a un amigo, y coincidió en el autobús con la mujer, era el autobús vespertino.

La señora en cuestión aprovecho para entablar conversación con la mujer que todos los martes iba mañana y tarde al aeropuerto

“ Yo, sé que piensan estoy loca, no sé disculpe yo también lo pensaría, pero aunque suene raro, esto me mantiene cuerda”

La señora preguntó porqué, qué sentido tenía aquello.

Esperaba que la mandase a paseó.

Pero no lo hizo 

“Se acuerda del avión que se estrelló en Montrove, yo entonces era muy joven preparaba mi boda, mi prometido había ido a buscar a su hermana y sus sobrinitos que llevarían las arras. A mí prometido le encantaban las magdalenas, a mí futura cuñada el chocolate express, así crudo, a los pequeños un niño y una niña los pasteles. Por eso vengo con todo ello en la bolsa. Sí, usted está pensando, porque lo hago dos veces al día, y qué pasa con los pasteles etc. Si piensa que alguien me engaña haciéndose pasar por un fantasma, no tema, no estoy tan loca. A las 11, vengó y observó si vienen personas humildes, personas con niños tristes, si veo alguna posibilidad, me acercó y, les ofrezco lo que quieran, no suelen aceptar

Por ello vuelvo a la tarde, entonces voy a los pobres que viven en tiendas de campaña, muchas gente les lleva comida, pero a nadie se le ocurre dar dulces, magdalenas, chocolate a unos sin hogar, porque dicen sin eso se puede vivir. Y, claro se puede, pero el dulce, endulza. No, no lo hago por mí prometido y su familia. Ellos ya no existen, yo era creyente, pero perdí la Fe, no, no fue por el accidente, fue simplemente

¿Entonces por qué lo hace?

Por una razón, yo lloré mucho, y como yo muchos otros, lloramos por el avión que cayó en Montrove, ahora me consuelo pensando que cada día, consigo que unas personas sonrían, sobre todo niños. Esa es la razón.

La llegada del amigo que venía esperar la señora. Piso fin a la conversación.

Como el amigo tenía mucho equipaje, tomaron un taxi.

Así nadie supo la historia de la mujer, hasta que la señora le contó en la peluquería. Yo estaba allí por eso me enteré.

Fin








miércoles, 21 de mayo de 2025

El hombre sin piernas

 El hombre sin piernas 

Aquella mañana no me había levantado de muy buen humor.

A veces sobre todo cuando se aproximaban cambios estacionales, o había hecho algún esfuerzo indebido. Tenía un dolor de piernas, que muchas veces tardaba en desaparecer

Que asco de piernas exclamé 

Salí a hacer lo que tenía que hacer. Y, me encontré con una amiga, mejor sería decir conocida. La cual al decir le, que andaba con dolor de piernas

Me respondió 

Pues da gracias a Dios, te duelen porque las tienes

Le solté un exabrupto

“Si las quieres te las regalo”

No, sabes lo que dices me respondió. 

Entonces me habló de Juan su nieto un joven casi un niño de poco más de 20 años, debido a un accidente le habían tenido que amputar las dos piernas. Él no tendría nunca dolor de piernas. Me habló también de otro chico amigo de su nieto. A él no habían tenido que amputar le. Pero se había quedado paralítico. Sus piernas no le dolían, estaban muertas

Le pedí perdón por mis palabras anteriores

Y, desde entonces cada vez que me duele un brazo, una pierna etc

Trato de aliviar el dolor. Pero le doy gracias a Dios no por el dolor, que no viene de Dios, si no porque si me duelen las piernas o los brazos etc, es porque los tengo y lo mismo que yo están vivos 

Fin










lunes, 19 de mayo de 2025

La hija de la luna


La hija de la luna 

Abuela, abuelita, rápido, ven

Carmen se seco las manos en la toalla, y fue a todo correr por el largo pasillo, hasta el salón donde se encontraba su nieta Mariela 

Qué mi tesoro 

Estoy bien, te llamé, porque ahí fuera hay otra niña. En las nubes. Es muy hermosa.

Carmen miro por la ventana, la paleidola, la falsa imagen que se había formado. Estuvo a piques de contarle la verdad.

Mas como dijera Pilatos

Qué es la verdad 

Mariela era una pequeña de ocho años, muy querida, que aguardaba con ilusión el nacimiento de la hermanita que su mamá llevaba en la barriga. Por desgracia un loco que conducía borracho causo la muerte de los padres de la pequeña y de su hermanita non nata

Ahora Mariela vivía con su abuela Carmen 

De repente, Carmen recordó, una canción del grupo Mecano y Montserrat Caballe. Que se titulaba 

"La hija de la luna"

Tomó un viejo CD, y puso la canción invitando a la niña a que la escuchase

Mariela la escuchó llena de emoción 

Ahora te voy a contar un secreto, la canción es verdad la luna es una mujer muy hermosa que vive en el satélite llamado la luna. Vino hablar llorando con tus papás, quería que fuesen vivir a la luna, para que la niñita que naciera, lo hiciera en la luna y fuera también su hija. Se lo pidió con los ojos llenos de lágrimas. Ellos no querían pero La Luna, les dijo que te vendrían a ver y a besar todas las noches mientras duermes, y lo mismo tú hermanita, pues el tiempo en la luna es distinto del tiempo de la tierra y tú hermanita es ya una hermosa muchacha de cabello de plata. De plata de verdad 

La hija de la luna 

La niña de la cabellera de plata 

Ahora voy cerrar las ventanas y las contras. Cierra los ojitos y duerme mi amor 

Y, enjugándose con la mano las lágrimas de los ojos. Salió de la sala donde dormía su nieta huérfana 

Fin 

Traducción del relato 

A filla da lua







Al carajo con el progreso


Al carajo con el progreso

Ramón madrugó como llevaba haciendo desde mucho tiempo atrás 

Ahora era director ejecutivo de uno de los más importantes consorcios de alimentación de La Europa comunitaria.

Esto motivaba que trabajase, desde casa conectándose  con los distintos departamentos, enviando correos, WhatsApp; y lo mismo desde el despacho de su empresa 

A lo anterior no hay que olvidar los cursos que estaba siguiendo, entre los que estaban los que seguía para mejorar los siete idiomas que ya hablaba, y aprender algún idioma nuevo.

Luego estaban los nietos, los hijos su esposa Raquel. De la que cada día estaba más enamorado.

Su vivienda como no podía ser menos, estaba amueblada con los últimos inventos de la demótica. Y tanto los teléfonos fijos, como los que todavía llamaba, móviles, y que eran pequeños cerebros electrónicos.

Muchas veces recordaba su ya lejana infancia, en la casa de su abuela Carmela, en una perdida aldea de Galicia, venían a su mente, a su cabeza el rumor del río bajando como un cabritillo pequeño, desde las montañas hasta el valle, las alamedas, el cielo limpio, el balido de las ovejas, el mugido de las vacas, y todos los mal llamados animales, la leche tibia recién ordeñada, de las ubres de las vacas, los terneritos.

El fuego crepitando en la lareira, el gato y el perro cerca del mismo, el pote, o la sartén puestos al fuego, las ricas papas de maíz 

 Las comidas en el largo comedor, las gallinas jóvenes subiendo al piso, los ricos huevos, los juegos con sus primos, con su hermano Miguel y su hermana Luciana, con los otros chicos de la aldea 

Y por encima de todo escuchar las historias, los cuentos en su mayoría de miedo. Que contaba la abuelita. 

No tenían luz eléctrica, pero no estaban a oscuras una lámpara o quinqué de aceite los  alumbraba. Las noticias las traían los padres, los tíos así como los vecinos que trabajaban en el pueblo. Por supuesto también escuchaban las noticias en una radio de pilas.

No había teléfono, por lo que cuando querían hablar con alguien ausente, iban a la cantina que era el único sitio donde había teléfono, por supuesto en la escuela también, pero la escuela permanecía cerrada durante los domingos y festivos y en las vacaciones.

Solía acompañar tanto a su madre a la que de tanto en cuanto la llamaba su marido Ramón desde Caracas, en otras ocasiones acompañaba a la abuela. Era toda una experiencia, iba saltando peñas a bajo, arrancando flores jugando con el perro mirando observando las mariposas 

Todo aquello estaba muy bien, pero ahora la vida era mucho mejor, había luz, teléfonos, agua caliente al instante.

Se encaminó a la ducha, se desnudo abrió el agua caliente; le gustaba sentirla resbalar por su piel, antes de enjabonarse.

De pronto sintió el agua fría fría, se seco y salió rápido 

No había luz, comprobó que no se debiese a un fallo interno,y no, era un apagón general. Pues bien ya vendría 

Lo malo es que el teléfono fijo no funcionaba, Ramón recordaba que tanto en la cantina, como en la escuela, si alguna vez se iba la luz, el teléfono funcionaba igual, el maestro les había explicado que eso se debía a que los teléfonos funcionaban con corriente alterna 

Intento trabajar desde su laptop, que no precisaba estar enchufado en la corriente eléctrica, pero las redes la conexión a Internet no funcionaba, de pronto pudo conectar se, así se enteró que había un apagón masivo, en todo el país, en Portugal, Francia e Italia. Se ignoraban las causas, y cuando sería solucionado, se haría lo antes posible. A continuación daban una serie de consejos.

Tomou Apel, para llamar a su mujer al trabajo, llamar a sus hijos por si precisaban ayuda con los niños, para irlos recoger a la escuela o a la guardería 

Tendrían que comer fuera, pues en casa todo era eléctrico 

No pudo hablar, sólo breves mensajes por Whatsapp, su mujer le dijo que la llevaba a casa un compañero que tenía un coche normal, que comprase embutidos, quesos...en fin cualquier tipo de alimento que no precisará ser cocinada.

Cogió dinero y bajo los diez pisos que lo separaban de la calle, dió gracias a Dios y a Raquel, a su mujer que no le había dejado alquilar el piso 35⁰

Ya estaba en la calle, ahora al súper

Qué carajo está pasando, estoy cayendo. Aún no arreglaron el socavón de hace 3 meses.

No podría decir cuánto tiempo estuvo cayendo. Le dolían la cabeza y los riñones.

Entonces escucho cerca una voz de mujer 

¿Señor, se encuentra bien, parece que no está lastimado?. Fuera, zas fuera. No les tenga miedo, dijo mientras espantaba con la mano un perrillo color canela y un gatito.

Soy la tía Carmela la viuda del zoquero

Yo soy Ramón 

Se llama usted como uno de mis nietos. Hoy no está aquí.Va de excursión con la escuela, van a la ciudad a Lugo, van estar cuatro días por allá un

Ramón se levantó, estaba en la aldea de su infancia, hablando con su abuela paterna.  Estaba en el Cielo 

Por supuesto no iba decir quien era, pero procuraría quedar allí o cerca 

"Al carajo con el progreso" Aún recuerdo la novela que me prestó mi amigo Carlos; en aquella época yo era un muchacho. El argumento de la novela, cuyo títuloq era "El apagón". Transcurría en los EE.UU. Iba de que por un apagón, a causa del cual, una joven conectada a unas máquinas estaba a punto de morir. La historia parecía una locura y no lo era.

Necesito ir al pueblo, aún recuerdo el camino, buscaré una librería para adquirir un ejemplar. Pero de qué hablo.

"Sí estoy con la escuela de viaje en Lugo, entonces debo de tener, es decir yo en el tiempo en el que aterricé, tenía 11 años, es decir hace 45 años, eso quiere decir que estamos en 1980. Está publicada, pero no creo que la tengan ya en el pueblo, tendré que buscar un día para ir a la ciudad.

Ahora tengo que darme prisa, la abuela es decir la señora Carmela, me está llamando; no puedo decir le la verdad. Seguro que iba buscar a Don Crescencio el cura, para que me sacase el demonio del cuerpo.

La señora Carmen. Lo presento a los vecinos, que lo observaban como sí notasen algo en él. Y también lo presento a sus hijos y nietos.

 Los que sí lo reconocieron. Fueron el perrito y el gato. Por fortuna no sabían hablar

Se sentó cerca de la lareira, en la que ardía un fuego bajo 

Fíjese, los animalitos de Dios, a mí que no me digan que no tienen alma, ni conocimiento. Más que muchos de nosotros. Saben, quién es buena persona. Miré estos dos pillos, el gato y el perro. Hay vecinos a los que les bufan, bien les bufa el gato, el perro les ladra, y a usted como si fuese de casa.

Ramón sonrió y acaricio al gatito y al perrito

Ramón, Ramón. Despierta hace más de ocho horas que volvió la luz 

Abrió los ojos. Dónde estoy

Donde vas estar en el sofá, te quedaste dormido y tú hijo dijo que lo mejor era no despertarte, soñaste en alto con tu abuela. Decías muchas burradas 

¿ Así que no caí en el socavón, fue todo un sueño?. Fue todo un sueño, no volví a 1980, estoy en la época del maldito progreso. Al carajo con el progreso 

Papá. Dijo su hijo Felipe. "Te comprendo, pero no es para tanto, en el progreso hay cosas buenas. Mira tienes una videollamada desde Nueva York, de tu nieta Lucía, y ésto es gracias a la técnica y al progreso. Que tienen cosas buenas 

Y malas, que son más abundantes. Hijo 

No estoy de acuerdo con ninguno de vosotros. Los que somos buenos o malos. Somos nosotros las personas. Mejor dicho, malos y regulares, que bueno sólo es Dios.

"Que su Bendita Luz, no, nos falté nunca. Que para la falta de la luz artificial, tenemos velas y linternas"

Mamá que mística te has puesto 

Mística no, no soy Santa Teresa, mujer cristiana que se sabe hija de Dios eso sí. Y, ahora con la bendición de Dios vamos a comer. Primero hay que dar les al perro y al gato.

Ramón no dijo nada. Se limitó a sonreír. Así que los ladridos y maullidos que creía escuchar en 1980, eran los del perrito Trump y el gato Bolívar.

Fin

Traducción del relato 

"O carallo co progreso"














sábado, 17 de mayo de 2025

A filla da lua

 A filla da lua


Avoa, avoiña ven de presa

Carmen secou as mans na toalla, e marchou po lo longo pasillo hasta a sala, onde se atopaba a su a neta Mariela.

Qué che pasa miña ruliña

Estoy ben, chameite, porque ahí otra nena fora, Nas nubes. E moi fermosa

Carmen mirou a través da fiestra, a paleidola, falsa imaxen formada. Estuvo a un intre, de decir lle a verdad

Mais como dixera Pilatos

Qué e a verdad 

Mariela era Unha pequena de oito anos, moi querida, que agardaba con ilusión que a irmanciña que a mamailla levaba na barriga nacerá. Por desgracia un tolo que conducía borracho causou a morte dos pais da pequena e da sus irmanciña non nada.

Agora Mariela vivía ca sua avoa Carmen 

E de supeto, Carmen lembrou Unha canción do grupo Mecano y Montserrat Caballe. Que se titulaba

“La hija de la luna”.

Tomou o vello CD, e puxo a canción invitando a nena a que a escoitase con ella

Mariela escoitou chea de emoción.

Agora vouche contar un segredo, a canción e verdad a lua, e Unha muller moi fermosa, que vive no satélite que se chama lua. E veu falar chorando cos teus papás, quería que foran vivir a lua para que a neniña que nacería o fichera na lua, e fose tamen a sua filla, pediullo cos ollos cheos de bagoas. Iles non querían pero a Lua, dixolles que te vendrían a ver e bicar todas as noites mientras durmes, e o mesmo a tua irmanciña, pois o tempo na lua e distinto do tempo da Terra, e a irmanciña xa e Unha fermosa rapaza de cabelos de prata, de prata de verdad.

A filla da Lua

A nena de guedellas de prata 

E agora voy pechar a fiestras e as contras, pecha os olliños e duerme. Meu Amor

E enxoillandose ca man, as bagoas dos ollos saiun do salón onde durmia a sus neta orfa.

Fin


Homenaxe o día das letras galegas






O carallo co progreso

 

O, carallo co progreso

Ramón ergueuse cedo, como facía dende había unha porrada de anos.

Agora era director executivo de un dos mais importantes consorcios de alimentación da Europa comunitaria

O, que o levaba a traballar tanto dende a sua casa, conectandose cos distintos departamentos, mandando correos, WhatsApp; como dende o despacho na empresa.

A todo isto non hay que esquecer, que estaba facendo un montón de cursos, entre os que se atopaban o mellorar as sete linguas que falaba e aprender algunha nova

Logo viñan os netos, os fillos, a sua dona de quen cada día estaba más engaiolado.

A sua casa coma non podía ser menos, estaba amoblada cos derradeiros inventos da demótica. E tanto os teléfonos fixos, coma os que aínda chamaba móbiles, eran pequenos cerebros electrónicos.

Moitas veces lembraba a sua infancia xa lonxana, na casa da sua avoa Carmela, nunha esquecida aldea de Galicia, viñan a sua mente, os seus miolos o rumor do rio baixando coma un cabritillo “pequeno”, dende as montañas hastra o val, as arboredas, o ceo limpo, o balar das ovellas, o muxir das vacas, e todos os mal chamados animais, o leite morno, recen sacado, muxido dos tetos das vacas, os terneiriños.

O lume da lareira crepitando, o gato e o can preto del, o pote o a tixola no lume, as ricas papas de millo, o maínzo ou zara

As comidas no longo comedor, as pitas subindo o piso, os ricos ovos, os xogos cos seus curmáns, co seu irmau Miguel, e a sua irma, Luciana, cos outros rapaces da vila

E sobor de todo, escoitar as historias, os contos moitas veces de modo, que contaba a avoiña

Non había luz eléctrica, pero non estaban a escuras, unha lampara ou quinqué de aceite os alumeaba. As novas, traíanas os pais, ou os tíos así coma os veciños que traballaban no pobo, e tamén as escoitaban dunha radio a pilas

Non había teléfono así que cando querían falar con alguén de fora, pos iban a cantina, que era o único sitio onde o había, e tamén na escola, pero clara ista pechaba os festivos, os domingos e nas vacacións

Il soia acompañar xa fose a sua nai, a quen de vez en cando chamaba dende Caracas, o seu home, Ramón, outras ia ca avoa, era toda unha experiencia, ir brincando penas abaixo, arrincando frores, xoganodo co cadelo, ollando as bolboretas…

Ben todo iso estaba moi ben, pero agora a vida era moito mellor, había luz, teléfonos, agua quente o minuto

Marchou pra a ducha, espiuse e abriu a auga quente, os gostáballe sentila esvarecer sobor da sua pel, antes de enxaboarse.

De súpeto notou a friaxe da auga, secouse e saíu rápido

Non había luz, comprobou que non se debese un fallo interno, e non era un apagon xeneral, pois ben xa viría a luz

O malo era que o fixo non funcionaba, Ramón lembraba que tanto na cantina, coma na escola, se algunha vez se ia a luz, o teléfono funcionaba o mesmo, o mestre lles explicara que iso era porque os teléfonos funcionaban con corrente alterna

Intentou traballar co seu latop, que non precisaba corrente, pero as redes, a conexión a Internet non funcionaba, de súpeto puido conectarse e soupo que había un apagon masivo, en todo o pais, en Portugal, Francia, e Italia. Non se sabían as causas nin cando se podería arranxar, fararano o antes posible, e daban unha serie de consellos

Tomou o seu Apel, pra chamar a sua muller o traballo e falar cos fillos, por si precisaban axuda cos cativos, como ir por iles a escola ou a gardería

Terían que xantar fora, pois na casa todo era eléctrico

Non puido falar, so breves mensaxes por WhatsApp, a sua muller dicholle, que a levaba a casa un compañeiro que tiña un coche normal, que mercase embutidos, queixos...en fin todo tipo de comida que non precisará ser cociñada

Tomou diñeiro e baixou os dez pisos que o separaban da rua, deu grazas a Deus e a Raquel a sua muller que non lle deixara alugar o piso 35º

Xa estaba na rua, agora o súper.

Que carallo me pasa, estou caendo, aínda non arrancharon o socavon de fai 3 meses

Non sabería dicir canto tempo estivo caendo. Doíalle a testa, e os cadrís

E xa, escoitou preto dil, a voz de unha muller

¿Atopase ben, señor, parece que non se mancou moito, diame a man?. Liscade, liscade fora. Non lles teña medo, dixo entrementres escorrentaba ca man un cadeliño de cor canela, en un gatiño.

Eu son lle a tía Carmela a viúva do zoqueiro

Eu son Ramón

Vaia, chamase vostede coma un dos meus netos, hoxe non se atopa, foi de excursión ca escola, van a cidade de Lugo, estarán catro días fora

Ramón ergueuse, estaba na aldea da su infancia, falando ca sua avoa paterna. Estaba no ceo

Por suposto no iba dicir a verdade, pero tiña que percurar quedar il, ou preto.

O carallo co progreso. Ainda lembro a novela que me prestou o meu amigo Carlos, eu entón era un rapaz, o argumento do libro, da novela que se titulaba. “O apagón”, e transcorría nos EE.UU. Ia de que por un apagón unha rapaza conectada a unha máquinas, estaba a piques de morrer. Parecía unha tolemia, pero non o era

Teño que ir a vila, aínda coñezo os camiños, buscarei unha libraría pra mercar un exemplar, pro de que falo. “Se estou ca escola de viaxe en Lugo, debo ter, e dicir, “Eu de este tempo en que caín, 11 anos, ou sexa que fai 45 anos, polo tanto estamos en 1980, si xa esta publicada, pero non creo a teñan aínda na vila; xa verei como baixo a cidade

Agora debo darme presa, a avoa e dicir a señora Carmen, chámame, non lle poido dicir a verdade, seguro que iba polo crego. D. Crescencio, pra que me escorrentase o demo do corpo.

A señora Carmen, presentou a Ramón os veciños, que o miraban coma se adiviñasen algo nil, e o mesmo fixo a seus fillos, e os nenos

Queens si sabían que era, eran o cadeliño e o gato. Por sorte non falaban

Sentouse cerca da lareira, a medio lume

Fixese, os animaiños de Deus, a min que non me digan que non teñen ialma, nin coñecemento, máis que moitos de nos. Saben, que e boa xente, mire istes dous lacazáns, o gato e o cadelo, hai veciños os que lle bufan, ben que lles bufa e o gato, o can ládralles, e a vostede coma se fosa da casa.

Ramon sorriu, e agarimou o gatiño e o cadeliño.

Ramon, Ramon. Desperta o, xa fai mais de oito horas que veu a luz

Abriu os ollos. ¿Onde estou?

Onde vas estar, no sofá quedacheste durmido, e o teu fillo, dixo que mellor non despertaches, soñaches en alto, ca tua avoa, e dicías moitas parvadas

¿Enton, non cain no socavon, foi todo un sono?. Foi todo un sono, non volvín a 1980, estou na época do maldito progreso. “O carallo co progreso”

Papá, dixo o seu fillo Felipe, enténdote, pero non fai pra tanto, e o progreso ten cousa boas, mira tes unha vídeo chamada dende Nova York da tua neta. Lucía, e grazas a técnica o progreso hai cousas boas

E malas, abondan mais a malas meu fillo

Non estou de acordo con ningures de vosoutros os que somos bos ou malos, somos nos a xente. Mellor dito. Malos e regulares. Que Bon so e Deus; Que a sua Bendita Luz, non, nos falle nunca, que pra a outra temos velas e lanternas

Mamá que mística, te puxeches

Mística non, non son Santa Teresa, muller cristia, que se sabe filla de Deus si. E agora ca bendición de Deus vamos a xantar, primeiro hai que darlles o cadelo e o gato

Ramon non dicho nada, so sorriu. De modo que os ladridos e os maullidos que pensaba escoitar en 1980, eran os do cadeliño Trump, e o gatiño Bolivar.

Fin

Iste relato e a miña aportación o dia das letras galegas, a idea deuma “O apagon que tivemos na derradeira semana”

Fin




viernes, 9 de mayo de 2025

Busco casa

 Busco casa

Doña Emilia estaba harta de sus vecinos, de su barrio. Eran todos unos engreídos, unos maleducados y egoístas.

Ya no aguantaba más.

Pondría su pequeña casita en venta con el importe de la misma compraría o rentaría otra.

Con ayuda de su nieto hizo fotos a la propiedad y las mando a la inmobiliaria.

El nieto también describió un poco a los vecinos el barrio y el paisaje…

Por fin al cabo de una semana. Doña Emilia fue a la misma inmobiliaria a elegir su casa 

Ya en el establecimiento tras el saludo e invitar la a compartir un café

Clara,la empleada. Le dijo es posible que tenga lo que busca:

Se trata de una casa pequeña soleada, rodeada de un pequeño jardín y un pequeño huerto. Mire las fotos de ambos, como ve hay una pequeña fuente cerca de un banco.

Caminando unos cinco minutos se llega a una pequeña cala, y torciendo a la izquierda otros cinco minutos a una dehesa con grandes árboles, mesas y un merendero.

Aunque lo mejor es la vecindad todos los vecinos se apoyan entre si, en el mismo hay una panadería cuyos dueños son vecinos del mismo. Elaboran un pan riquísimo, hay también un pequeño colmado y una pescadería

No hay cafetería porque los vecinos suelen montar su propia cafetería, cada poco tiempo en su propio jardín, y si llueve dentro de casa; cada vecino aporta lo que puede o nada

La única que no ha ido nunca. Es la vecina que vende la casa, hace tiempo al poco de llegar ella al barrio con su familia se lo dijeron. Pero se limitó a dar las gracias. Y, decir que ella frecuentaba otros lugares. No en vano era profesora de universidad, así que se movía en otro ambiente

Y de qué iba hablar con ellos

Tampoco compraba en el colmado, en la panadería, ni en la pescadería lugares demasiado humildes para ella

Así que su trato se limita a un saludo, otras ni a eso.

Y, bien qué le parece Doña Emilia 

Me gusta, es lo que quiero. Pues bien le enseñó las fotos de la casa y del barrio, y, vamos a ver la

Si no está la dueña, tengo llave.

La dueña ya le digo que no está

¿La conocé?

Un poco es la tonta engreída que está sentada frente a usted, esa es mi casa. Vivía en el paraíso sin saber lo. Gracias señorita Clara

Doña Emilia marchó para su casa, pero antes se pasó por la panadería, el colmado y la pescadería. Luego fue visitar a sus vecinos en sus casas y decir les que quería tener su primera reunión cafetería en su jardín, pero precisaba ayuda; también pidió perdón por su tonta arrogancia y un favor que nadie le llamase Doña Emilia, Emilia era suficiente 

Todos estuvieron de acuerdo 

Han pasado dos años y Emilia está feliz, llora y ríe con sus vecinos. Está tarde es la reunión cafetería en el jardín de Loli la panadera. Emilia aportará su rica tortilla de patatas

Mientras meriendan se ríen y hablan hasta de talogía, como dice Ruperta la jovencita de 99 años. Emilia se ríe y comenta.

“Amigos que bien estamos desde que se fue la engreída de Doña Emilia”

Todos se ríen 

Y, Ruperta dice 

“La indujeron los marcianos”

Ana su bisnieta la corrige

“Abuela la abducieron”

No hija la indujeron con amenazas a qué se fuera y viniese nuestra Emilia

Todos ríen. Emilia se levanta y besa a Ruperta

Otros días discuten a veces por tonterías, algo normal entre vecinos, algo normal entre familia que es lo que en realidad son.



La Fe

 La Fe

Manuel daba vueltas cerca de la iglesia, esperando a su amigo Javier. No podía entender como un hombre con sus conocimientos y su inteligencia podía tener fé.

La Fe estaba bien para las abuelas muy abuelas, y los niños pequeños, pero nada más 

Cuando Javier salió del templo. Ambos amigos fueron a tomar sus vinos con sus tapas

Mientras charlaban distendidamente. Manuel preguntó a Javier como era posible que fuese creyente

Javier se rió y le dijo que todo el mundo lo era Manuel incluido.

Yo, dijo Manuel. Jamás 

Javier le recordó que estaba bebiendo un vino, y comiendo un pincho de queso, dando por hecho que no habían sido envenenados. Que escuchaba las noticias sin ir a comprobar lo in situ

Tomaba los medicamentos que le recetaban fiándose es decir con Fe en el médico

No había sometido a sus padres a pruebas de ADN, para comprobar que no era adoptado ni robado. Eso es Fe, Fe humana pero Fe. Yo, sin merecerlo, tú Manuel eres mejor persona, tengo porque Dios me la dio, La virtud de La Fe, se de Quién me he fiado, que soy amado, eso me ayuda a esperar y confiar en Dios. Que se que no me falla, a pedir le perdón porque yo sí le falló…

Manuel, dijo entonces 

¿Y, claro me vas a decir que no sufres, todo te va bien, lo entiendes y aceptas todo?

No, los creyentes sufrimos como todos, pero sabemos que no estamos solos, aunque no siempre somos conscientes, pero como hijos pequeños de Dios, ejercemos el pataleo, sabemos que el mal, la enfermedad por ejemplo no viene de Dios, por eso luchamos contra ella, yo no lo entiendo todo, ni lo acepto todo. Por cierto quiero me acompañes al oncólogo. Tengo cáncer y no quiero que mi esposa lo sepa todavía. Por ahora no hay cura. Pero confío en Dios y en La Ciencia.Que como el Amor, viene de Dios. Y, sí tengo miedo a la muerte. No por Dios, por mi 

Manuel se había quedado sin palabras. Trago saliva y dijo.

“Amigo iré contigo al médico. Sí, Dios quiere todo irá bien”

Javier sonrió. Sabía que la expresión de su amigo era una frase hecha. O, tal vez no. No era Manuel de frases hechas…

Ahora quedaba seguir disfrutando de aquel momento. Dios tenía la Última Palabra y La Primera.

Fin