El hombre sin piernas
Aquella mañana no me había levantado de muy buen humor.
A veces sobre todo cuando se aproximaban cambios estacionales, o había hecho algún esfuerzo indebido. Tenía un dolor de piernas, que muchas veces tardaba en desaparecer
Que asco de piernas exclamé
Salí a hacer lo que tenía que hacer. Y, me encontré con una amiga, mejor sería decir conocida. La cual al decir le, que andaba con dolor de piernas
Me respondió
Pues da gracias a Dios, te duelen porque las tienes
Le solté un exabrupto
“Si las quieres te las regalo”
No, sabes lo que dices me respondió.
Entonces me habló de Juan su nieto un joven casi un niño de poco más de 20 años, debido a un accidente le habían tenido que amputar las dos piernas. Él no tendría nunca dolor de piernas. Me habló también de otro chico amigo de su nieto. A él no habían tenido que amputar le. Pero se había quedado paralítico. Sus piernas no le dolían, estaban muertas
Le pedí perdón por mis palabras anteriores
Y, desde entonces cada vez que me duele un brazo, una pierna etc
Trato de aliviar el dolor. Pero le doy gracias a Dios no por el dolor, que no viene de Dios, si no porque si me duelen las piernas o los brazos etc, es porque los tengo y lo mismo que yo están vivos
Fin
No hay comentarios:
Publicar un comentario