El genio
Bécquer en su rima sobre un arpa abandonada, evoca el genio, el talento escondido en tantas almas que sólo es preciso despertar.
Yo diría que más que eso es preciso que cada quien conozca de lo que es capaz y de lo que no
Que dones y talentos ha recibido, también de cuales carece y no engañarse, ni dejar que lo engañen
O le digan, cómo debe o no debe usar su don
Para ello es muy importante saber a quien consultar a quien pedir consejo de quien aprender
Y, si uno está seguro de tener determinadas habilidades o capacidades, no dar marcha atrás porque alguien con buena o mala intención te diga que no vales, que te dediques a otras cosas. Por la contra no hacer aquello que no sabes porque alguien te lo sugiera
Rechaza los consejos que no has pedido. Sobre todo cuando vienen de personas que te,minusvaloran.
Que te miran desde arriba y no, tienen ni pajolera idea
Supongamos que eres pintor, todo el mundo tiene derecho a alabar, o a decir que no le gusta tu pintura. Nadie lo tiene ha decir te, como y que debes pintar y, sí alguien tiene el descaro de decir
“ Yo habría dibujado así…hazlo verás que bien queda”
Dile bien claro
“No, porque este es mi cuadro, pero tú pinta el tuyo como te gusta”
Lo dicho para la pintura vale para cualquier don.
No, dejes que maten tú genio. Ni lo mates tú en otros
No hay comentarios:
Publicar un comentario